La carta busca tranquilizar al lector al asegurarle que Jesús se preocupa por todos los aspectos de su vida, incluyendo sus sentimientos, pensamientos, dificultades y necesidades materiales. Jesús promete estar siempre disponible para escuchar y ayudar al lector, sin importar cuán cansado esté o cuán ocupado esté. Aunque a veces la respuesta a las oraciones del lector no sea inmediata o no sea como él espera, Jesús siempre las escucha y responde.