3. Recomendación
Antes de hacer Tonglen con uno mismo se recomienda asentar y
tranquilizar la mente con meditación de atención unipuntual o Shamata
por lo menos unos 7 minutos y si se puede una gática de 24 minutos.
Sino sabes cómo, simplemente pon tu atención en la respiración.
También es conveniente reflexionar en los Cuatro Pensamientos que
Orientan la Mente a la liberación (lo preciado de la vida humana, la
impermanencia, que está sujeta a causas y consecuencias y la
insatisfactoriedad de la existencia, lo cual es el impulso o el punto de
partida para el trabajo espiritual). También sería conveniente revisar tu
motivación de porqué haces esta práctica y si tienes refugio en las Tres
Joyas tomarlo o en los seres espirituales en que tu creas. En caso
contrario simplemente revisa que tu motivación sea lo más positiva
posible y en beneficio de todos los seres. Genera amor y compasión.
4. La práctica de Tonglen es muy poderosa. En un momento fue una práctica secreta, pero
algunos maestros decidieron hacerla pública.
A lo largo de la historia ha curado lepra y otras enfermedades. Puede curar incluso el
cáncer.
Se dice que en tiempos degenerados como los que estamos viviendo muchas prácticas
espirituales pierden su poder, excepto Tonglen. Así que puedes darte cuenta del poder que
tiene. Vela como una poderosa medicina.
La clave es con qué nivel de concentración la puedes hacer e igual con cuánta fe o
devoción.
Sino funciona, el problema no es de la práctica, sino de tu falta de fe o de tu falta de
concentración para hacerla.
Se recomienda que la hagas una vez al día, por lo menos un minuto para cada uno de los
seis pasos. Así que no tienes excusa de tiempo, porque te puede tomar sólo 6 minutos al
día. Pero puedes dedicarle el tiempo que quieras a cada paso.
Para que tenga máximo poder sería bueno que pudieras lograr atención unipuntual, lo que
requiere que antes deberías entrenarte en meditación shamata, pero el no saber meditar no
impedirá que te otorgue beneficios, pero se hará más poderosa si realmente tienes control
o entrenamiento de tu mente.
La práctica de Tonglen se divide en dos: 1) Tonglen con los problemas de uno mismo y 2)
Tonglen con los problemas de los demás.
La más poderosa es Tonglen con los problemas de los demás, esta es la que tiene más
poder curativo, pero no la incluimos aquí porque primero debes entrenarte con Tonglen con
tus propios problemas y hacerla diariamente por lo menos durante tres meses o cuando
veas que empiezas a obtener beneficios en tu mente antes de poder hacer la otra. Una vez
que domines ésta ten la seguridad que podrás encontrar la otra. Es muy importante que
vayas paso a paso. Date tu oportunidad y tu tiempo.
Advertencia
5. Una ventaja de esta práctica es que la puedes hacer no importa tus creencias o no
creencias religiosas. Aunque tiene un origen budista, incluso puedes adaptarla e
incorporarla dentro de tu propio paradigma religioso.
6. Paso 1. Trae a tu mente un problema
Advertencia: no elijas tu mayor problema, sino empieza con problemas pequeños. El objetivo
es irte preparando, así como un atleta que entrena los músculos del cuerpo, aquí vas a ir
entrenando los “músculos” de tu mente.
Puede ser cualquier problema: familiar, de relaciones, de emociones, de dinero, de deudas, de
trabajo, de estudios, etc.
Puedes trabajar varios días con el mismo problema o ir cambiando de problemas, hasta
finalmente llegar a trabajar con el problema más grande que te perturba.
Paso 2. Permítete sentir ese problema
Generalmente no queremos pensar en nuestros problemas porque nos ponen de mal humor o
nos generan sensaciones desagradables como coraje, enojo, frustración, etc.
Pero cuando meditas estás en el “laboratorio de tu mente”, estás en un lugar seguro,
protegido y puedes darte permiso. Si puedes toma refugio en los seres superiores en los que
creas antes de hacer la práctica.
La mente es muy poderosa y puede solucionar cualquier problema del universo. Pero tienes
que enfocarla en él, darle permiso. Pero generalmente, no queremos pensar en los problemas
por las malas sensaciones que nos provocan. Así que tienes que darle permiso a la mente.
Porque de lo contrario la mente dice: “ok, ya entendí, este es un problema, pero no quieres
que piense en él, entonces te obedezco y lo dejo de lado”. Esa es una actitud esquizofrénica:
quieres deshacerte de tu problema, pero no quieres pensar en él. Entonces: ¿cómo lo vas a
poder resolver?
En este segundo punto es importante que te permitas por unos segundos experimentar qué
sensaciones produce el problema en ti: enojo, frustración, sudor, nervios, agitación, miedo,
etc.
Los Seis Pasos
7. Paso 3. Tres pasos: Empatía, Ecuanimidad y Gozo
a. Empatía: Piensa: ¿eres el único en el mundo que tiene ese problema? Seguramente hay
muchos en la misma situación que tu. Reflexionar en ello te reconfortará de que no eres el
único tonto en el mundo que se metió en ese lodazal. Hay muchos en tu misma situación.
Pensar en ello va traer tranquilidad y paz a tu mente.
b. Ecuanimidad: Piensa: ¿hay otros que tienen el problema más grande que el mío?
Seguramente si. Algunos quizá el doble de grande, otros 10 veces más grande o mil veces.
Pero también algunos habrá que lo tengan la mitad del problema que tu tienes o sólo una
pequeña parte. La ecuanimidad es como una regla de medir o una extensión o un
termómetro, donde puedes ver que cada quien está viviendo su propia experiencia, su propia
realidad. Pensar en ello también te reconfortará.
c. Gozo: piensa en aquellas personas que no tienen este problema porque ya lo solucionaron
o porque nunca lo han tenido. Quizá no tengan este problema, pero tengan otros, o quizá ya
no tengan ningún problema. No sientas celos o envidia, sino siente alegría y gozo de que no
tengan ningún problema e imagina que tu también podrías llegar a estar como ellos, ya que
en esencia son iguales a ti y no tienen ningún poder diferente al que tu puedas tener. Así
como ellos lo lograron tu lo puedes lograr. Esto le llaman “gozo empático”. Eso genera mucho
mérito. Y te quita una emoción perturbada como los celos y la envida y te genera una
emoción o sentimiento positivo como es alegrarte por los triunfos y éxitos de los demás.
a. Empatía
=
b. Ecuanimidad (los grados del problema)
Muy grave
Grave
Normal
Leve
Muy leve
c.
Gozo empático
vs
Celos o envidia
8. Paso 4. Amor bondadoso
Por un momento imagina que todos los que tienen este problema en el mundo, incluyéndote,
lo logran solucionar. ¿Cómo cambiaría la energía en el mundo si nadie tuviera ese problema?
Todos estarían más contentos, más felices. Visualizar y desear que todos solucionan su
problema no es wishful thinking (ilusión), sino es para generar amor bondadoso. Cultivas la
bondad cuando deseas que los demás sean felices. Recuerda que con ésta meditación
estamos entrenando nuestra mente en estados mentales virtuosos.
Paso 5. Compasión
Este paso puede ser algo confrontativo (a mí me costó mucho trabajo. De hecho al hacer la
práctica de Tonglen es importante que vayas poniendo atención en qué paso te cuesta más
trabajo, qué emociones o sensaciones produce en ti, qué energía se mueve. Vas a ver que
cada día que la hagas la práctica cambia, te produce cosas nuevas o diferentes. Nunca la
práctica será igual. Es importante que la hagas hasta que la logres memorizar e incluso la
personalices o la hagas con tus propias palabras).
Este paso consiste en, si así lo eliges, tomar tu problema con el deseo compasivo de que los
demás se liberen del tuyo. La compasión consiste en desear que los demás seres no sufran.
Permíteme explicártelo: tu problema actual es como una piedra que estás cargando en tu
espalda (como el “Pipila mexicano”) y de la cual no te puedes liberar. Ya que si sólo fuese por
tu deseo o voluntad ya te hubieras liberado de la misma. Pero ya que la tienes que cargar,
entonces, si así lo eliges, vas a elegir cargarla con el deseo de que todos los demás que
tienen este problema en el mundo dejen de cargar su piedra, es decir que se liberen de su
problema.
Atención: no estamos diciendo que tu vas a cargar la piedra de nadie. Sino que si pudieras
escoger cargar tu problema a cambio de que nadie tuviera que sufrir cargando el suyo
9. ¿Lo harías?. Si nadie en el mundo tuviera ese problema, seguro estarían más contentos, más
felices y hasta en una de esas te ayudarían a cargar tu piedra o a resolver tu problema para
que ya no lo tuvieras que cargar.
No se trata de ¿por qué yo tengo o tendría que cargar los problemas de los demás? Sino de,
ya que no puedo liberarme de mi problema, lo voy a aceptar con el deseo compasivo de que
nadie más tuviera que tener este problema.
Es una elección sutil, a veces lo puedes ver o captar rápidamente, a mi, te repito, me costó
muchísimo trabajo entenderlo y aceptarlo, así que tómate tu tiempo e incluso si te enoja o te
confronta esta elección, medita en ello, observa qué reacciones produce en ti. Recuerda que
estás meditando y estás en el lugar seguro del “laboratorio de tu mente”. Date permiso.
10. Paso 6. No ver tu problema como problema
Este paso también es una elección: elegir por un momento no ver tu problema como
problema. Quizá tu mente puede reaccionar: “pero es un problema”. Exacto, si lo es, pero le
estás dando permiso a tu mente, aunque sea por un instante, de no verlo como problema, ya
que gracias a este problema pudiste, con esta meditación desarrollar cualidades mentales
positivas, tales como:
a. Te pudiste dar cuenta que estas vivo, ya que sólo los vivos tienen problemas. (en el paso 1)
b. Te pudiste dar cuenta que sientes (en el paso 2)
c. Pudiste desarrollar empatía (en el paso 3a)
d. Pudiste desarrollar ecuanimidad (en el paso 3b)
e. Pudiste desarrollar gozo empático (en el paso 3c)
f. Pudiste desarrollar amor bondadoso (en el paso 4)
g. Pudiste desarrollar compasión (en el paso 5)
¿Puedes imaginar emociones más virtuosas que éstas? ¿Te puedes dar cuenta del poder de
hacer Tonglen con uno mismo?
h. Y puedes (en este paso 6) ver que muchas veces los problemas son sólo una creación de
nuestra mente, como una ilusión o un sueño o si quieres como una pesadilla. Pero también
puedes ver el poder de tu mente tanto de crear como de solucionar problemas. Te puedes dar
cuenta que muchos de nuestros problemas sólo existen en nuestra mente aunque a veces los
consideramos tan sólidos, tan eternos, tan insuperables.
i. Y gracias a este problema te diste permiso de entrenar a tu mente, de practicar la
meditación analítica. Es decir que este problema te trajo muchos regalos. Como diría un
maestro lograste, aunque sólo por un instante transformar tu sufrimiento en sabiduría. Esto te
sana, esto te cura y esto te prepara para meditaciones más potentes o poderosas.
12. Tong len con nuestros propios problemas
1. Trae a tu mente un
problema que te esté
perturbando en la
actualidad
Empieza con los problemas pequeños
durante al menos tres meses.
Puede ser un problema físico (un dolor,
una enfermedad, una incomodidad, un
problema económico) o algo emocional
(celos o envidia, etc. )
2. Deja que el problema
permee tu mente y
siente cuán doloroso es,
y cómo tu mente quiere
echarlo fuera…
Siente
3. Piensa: “No soy la
única persona en el
mundo que está
experimentando un
problema como este”
Piensa
Reflexiona en toda la gente que tiene ese
mismo problema que tu. Siente empatía
con ellos. Luego genera ecuanimidad
que es ver las diferencias de magnitud de
ese problema que experimentan (ve
anexo) y luego genera gozo empático.
4. Genera amor
bondadoso por ellos,
piensa y siente
realmente. “Qué
maravilloso sería si
todas estas personas se
vieran libres de su
sufrimiento”. Desea su
felicidad
Crea espacio
Sal de tu mente autocentrada
5. Toma la decisión de
aceptar o tomar tu propia
experiencia de este
problema con el deseo
compasivo de que al
hacerlo así, todas esas
otras personas se vean
libres de su sufrimiento
Tu problema es como una piedra que cargas
sobre tu espalda. Cada quien carga su propio
problema-piedra. No se trata de que tu cargues
las piedras de los demás, pero como tampoco
puedes liberarte por ahora de tu piedra,
decides cargarla, con el deseo compasivo de
que los demás se liberen de la suya.
6. Deja que se disipe tu
resistencia, tu miedo y tu
aversión hacia tu
problema, y permite que
tu mente descanse con
una aceptación suave y
tranquila del mismo…
Aceptación sabia
(en sánscrito: Yoniso Manasikara)
Después de entrenarte varias semanas con tus
problemas más pequeños puedes trabajar con
problemas más graves o grandes. No lo hagas al
principio. Asimismo después de varios meses
puedes empezar a trabajar el Tonglen con los
problemas de los otros (no incluido aquí)
Elaboración propia con base en:
Aprendiendo de los Lamas
Una Guía práctica para la meditación
Kathleen McDonald
Ediciones Dharma
Generalmente no queremos acordarnos
de nuestros problemas. Aquí permítete
sentirlos. Nuestra mente es muy
poderosa y puede resolver cualquier
problema, pero si no le permitimos
pensar en ello…. ¿cómo lo resolverá?
Preparación
Genera Amor BondadosoGenera Compasión
Intenta cambiar tu visión
13. Advertencia
Hay 2 tipos o niveles de Tonglen:
1. Tonglen con nosotros mismos
2. Tonglen con los demás
En esta presentación sólo se incluye y se recomienda el Tonglen con nosotros mismos,
por ser una práctica que nos va a ir preparando a trabajar con nuestros problemas, con la
empatía, con la ecuanimidad, con el gozo empático, con el amor benevolente, con la
compasión y con nuestra visión de la realidad.
No se incluye Tonglen con los demás, ya que esa práctica no se recomienda para
personas que tengan problemas emocionales, que puede no ser nuestro caso, pero al
estar en un sitio de Internet cualquiera la podría bajar. Asimismo, dicha práctica requeriría
las explicaciones de un maestro y no es una práctica preliminar porque para ser efectiva
requiere una comprensión intelectual aunque sea mínima del vacío, y en especial del
vacío del yo, así como tener una motivación de renuncia, todo lo cual no es accesible para
un principiante en el camino.
La recomendación es que practique durante varios meses o años el Tonglen con uno
mismo y que busque a un maestro o centro espiritual donde trabajen la Bodhicitta
Absoluta y Relativa para entonces si trabajar el segundo nivel de la práctica, es decir el
Tonglen con los demás.
14. Si quieres tener las
explicaciones aquí están
Aquí está la parte mínima, pero si quieres entender bien el Tonglen, es
recomendable que consultes el libro de Kathleen McDonald. Aprendiendo de los
Lamas, donde encontrarás también otras meditaciones importantes
15. Aprendiendo de los Lamas
Una Guía práctica para la meditación
Kathleen McDonald
Ediciones Dharma
Meditación sobre la compasión y el “Tong-len” (dar y recibir)
Tong-len significa dar y recibir. Es una meditación basada en una serie de enseñanzas
y prácticas conocidas como transformación del pensamiento (en tibetano: lojong). La
idea subyacente es que podemos transformar nuestros pensamientos egoístas,
engañosos, y destructivos en pensamientos bondadosos, compasivos y beneficiosos
para los demás.
Hacer esto naturalmente no sólo es bueno para los demás, sino también para nosotros
mismos -nos sentiremos más felices, satisfechos, positivos y en paz- . El objetivo
último de la práctica es alcanzar la iluminación, en cuyo estado podemos hacer que
nuestra existencia sea lo más beneficiosa posible para los demás.
Un aspecto de las enseñanzas que transforman el pensamiento es aprender a cómo
utilizar los problemas y las dificultades en el sendero espiritual. Normalmente nos
disgustan los problemas y hacemos todo lo posible para vernos libres de ellos
rápidamente. Pero los problemas no son problemáticos en sí mismos; depende de
cómo los consideremos y manejemos. Con la correcta comprensión y los métodos
adecuados, podemos convertir los problemas en algo útil, de la misma manera en la
que reciclamos la basura o la convertimos en fertilizante para nuestro jardín.
16. Por ejemplo, estar atrapados en un atasco de tráfico es un problema si nos permitimos
impacientarnos, pensando en todos las cosas que podríamos estar haciendo en vez de estar
inmersos en tal situación. Pero si reconocemos la futilidad de tales pensamientos, y en vez de
eso los empleamos para meditar en las cosas positivas, recitar mantras o escuchar una
enseñanza espiritual, entonces la situación se transforma en práctica espiritual.
Tong-len es uno de esos métodos para transformar los problemas. La idea básica del tong-
len es que meditamos en el amor y la compasión, generando el deseo de que los demás
sean felices y se vean libres del sufrimiento (…)
17. No se incluye las instrucciones sobre el Tonglen para los
demás.
18. Aquí se presentan dos versiones sencillas del tong-len (Editor: se han eliminado las
instrucciones sobre el Tonglen con los demás). La primera consiste en tomar uno de tus
propios problemas para beneficio de los demás, y es particularmente útil para aquellos que
no se sienten preparados para tomar el sufrimiento de los demás en primera instancia. Esta
meditación es muy eficaz porque, un error que normalmente solemos cometer, es que
cuando tenemos un problema, nos obsesionamos con él, como si fuésemos la única persona
en el planeta que tuviera tal problema, como si no hubiese nada más en el mundo, nada
positivo, más que nuestro problema. Ee pensamiento obsesivo convierte en una montaña un
grano de arena. Nuestro problema puede no ser tan malo, pero es nuestra manera de
contemplarlo lo que hace que lo veamos inmenso, sólido y permanente, como si fuera a estar
ahí para siempre.
Al reconocer que los demás también tienen problemas, y que algunos los tienen mucho
peores, percibimos el nuestro como si fuera un grano de arena, mucho más fácil de
solucionar. Eso mismo ya nos da una sensación de alivio, y el problema hasta podría
desaparecer por completo. Pero ¡no lo esperes! Las expectativas son obstáculos para lograr
el éxito en la meditación. La meditación abrirá nuestro corazón e incrementará nuestra
compasión, nuestro amor y nuestra buena voluntad para ser más útiles a los demás.
(…)
19. La práctica
Siéntate cómodamente con la espalda recta, y relaja tu cuerpo. Relaja la mente centrándote en el
presente, dejando fluir los pensamientos del pasado, del futuro, de otros lugares, personas y demás.
Prestar atención a la respiración durante unos minutos te ayudará a fijar la mente en el instante
presente, en el aquí y en el ahora...
Cuando tu mente esté más calmada, genera una motivación altruista, positiva, para hacer esta
meditación. Por ejemplo, puedes pensar: “Voy a hacer esta meditación para incrementar mis
pensamientos positivos -de compasión, amor y deseo de ayudar a los demás- para que así, tanto mi
vida como las cosas que hago, sólo sean beneficiosas para los demás y nunca los dañen”. Emplea
algún tiempo meditando en los siguientes puntos para preparar tu mente para la meditación tong-len.
Todos los seres quieren ser felices. Tienen necesidades básicas -de comida, cobijo, comodidad,
sentirse queridos y a salvo- y tienen cosas que desean: amigos, posesiones, un empleo satisfactorio,
etc. Todos los seres también desean verse libres de cualquier clase de dolor y problema...
Ve hacia el interior de tu corazón, y entra en contacto con este sentimiento fundamental que
compartes con todos los demás seres. Reconoce que cualquier cosa que haces en la vida está
motivada por el deseo de ser feliz y de evitar cualquier problema. Lo mismo ocurre con los restantes
seres... Y no sientas que hay algo erróneo en pensar de esta manera: todos nosotros merecemos ser
felices y vernos libres del dolor...
Luego pregúntate a ti mismo: “Si todos somos iguales, pues queremos lo mismo, estar en paz, felices
y satisfechos, y no experimentar infelicidad, dolor o problemas, entonces ¿es correcto que sólo me
ocupe de mi felicidad y mis problemas?”...
Y comprueba: ¿Cuál es el resultado de esa actitud egoísta? ¿Te aporta la felicidad que quieres, y evita
que experimentes los problemas que no quieres?
Intenta reconocer que el egoísmo es contraproducente, y cultiva el deseo de estar menos centrado en
ti mismo, y sintiendo más amor y afecto hacia los demás.
Realmente es posible transformar tu mente de esta manera, y un método que puede ayudarte a
conseguirlo es la práctica de tong-len...
20. Tong-len con nuestros propios problemas
Empieza la práctica de tong-len pensando en un problema que te esté perturbando en la
actualidad. Si no estás tan familiarizado con esta práctica, es mejor que empieces con un
problema de tamaño pequeño o medio, en lugar de comenzar con el mayor de todos. Puede
ser un problema físico -un dolor o un sentimiento incómodo, o una enfermedad- o algo
emocional, como un estado de tristeza, dolor o soledad. Deja que el problema surja en tu
mente, y siente cuán doloroso es, y cómo tu mente quiere echarlo fuera...
Luego piensa: “No soy la única persona en el mundo que está experimentando un problema
como este. Hay otros muchos...”. Piensa en las otras personas que podrían estar
experimentando lo mismo o un problema similar, alguno que incluso supere en grado al tuyo
(por ejemplo, si has perdido a algún ser querido, piensa en alguien que haya perdido a
muchos seres queridos, en una guerra o un desastre natural). Genera compasión por ellos,
piensa y siente realmente: “Qué maravilloso sería si todas estas personas se vieran libres de
su sufrimiento”.
Después toma la decisión de aceptar o tomar tu propia experiencia de este problema con el
deseo compasivo de que al hacerlo así, todas esas otras personas se verán libres de su
sufrimiento. Deja que se disipen tu resistencia, tu miedo y tu aversión hacia tu problema, y
permite que tu mente descanse con una aceptación suave y tranquila del mismo...
Cuando estés más cómodo y familiarizado con esta práctica, puedes usarla para tratar con
problemas más graves del presente y con los que probablemente afrontarás en el futuro.
24. Empatía
La empatía (del vocablo griego antiguo εμπαθεια, formado εν, 'en el interior de', y πάθoς, 'sufrimiento, lo que se sufre'), llamada también inteligencia interpersonal en la teoría
de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, es la capacidad cognitiva de percibir en un contexto común lo que un individuo diferente puede sentir.
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1 Hipótesis y suposiciones
2 Referencias
3 Véase también
4 Enlaces externos
Hipótesis y suposiciones
Ciertas corrientes de pensamiento psicológico postulan que la mente humana tiene en común sensaciones y sentimientos. La única diferencia entre dos personas es el
momento en el que se muestran dichos sentimientos, provocando emociones que motivan a actuar. Que una persona no sienta igual que otra en un momento dado, es por
razones educativas, predisposición genética y condicionantes hormonales, que inducirán a encauzar los estímulos de una forma u otra. Por eso, infieren que la empatía es
posible en un individuo capaz de razonar acerca de sí mismo, evaluar sus sentimientos y razonar a cerca de otras personas de forma que no tienda a justificar sus propios
deseos. El deseo sería la unidad de degeneración del pensamiento objetivo, y el grado de exactitud estaría desvirtuado, en mayor o menor medida, dependiendo la
profundidad del conocimiento de uno mismo, o lo que es lo mismo, de su inteligencia emocional.1
También parece ser que la empatía desempeña un papel significativo en la teoría de juegos y en la vida económica:
Solamente a través de la imaginación podemos concebir sus sensaciones (sc. los de nuestro hermano) (...) son las impresiones de nuestros propios sentidos y no la de los suyos lo que nuestra
imaginación.
Incluso expresiones de la psicología popular tales como "nosotros", "nosotros los nacionales", "nuestro pueblo", etcétera, serían imposibles sin tal empatía (es decir, sin la
asunción hipotética de la existencia de "personas parecidas a mí"). Parece ser que la capacidad de empatizar no es solamente importante para la observación de una
conducta moral o social, sino paralelamente también para experimentar sentimientos como la envidia, el odio, guerras religiosas, etc. La filósofa Edith Stein ha realizado un
estudio profundo sobre el problema de la empatía, de un gran rigor filosófico y científico. Su tesis de doctorado, publicada en español y titulada "Sobre el problema de la
empatía", trata de la esencia de los actos de empatía en general, así como de la noción de persona que se obtiene a través del análisis de estos actos.
Por otra parte, se ha observado que un determinado tipo de neuronas, las neuronas espejo, solamente se activan cuando el mismo acto que realiza un primate lo efectua otro
que es observado por el primero. De forma análoga, en los humanos se activa el mismo área cerebral, en el curso de una emoción, al observar a otra persona en el mismo
estado emocional. Se ha verificado también experimentalmente que la empatía es mayor entre personas de idéntico sexo, raza o edad, y que el grado de empatía es muy
variable de una persona a otra. Por tanto, la empatía parece ser un importante factor de cohesión social y es una ventaja evolutiva desarrollada por selección natural.
Además, parece que esta capacidad, al menos en las personas, es susceptible de desarrollo y aumento: se acrecienta más fácilmente en los que no han padecido problemas
afectivos, con padres que se han ocupado de ellos, y que han vivido en un ambiente en el que han sido aceptados y comprendidos, han recibido consuelo cuando lloraban o
tenían miedo, y que han visto como se promovía la preocupación por los demás... En definitiva, cuando las necesidades afectivas y emocionales han estado cubiertas desde
los primeros años de vida.
Así pues, la empatía describe la capacidad intelectiva de una persona de vivenciar la manera en que siente otra persona; posteriormente, eso puede llevar a una mejor
comprensión de su comportamiento o de su forma de tomar decisiones. Es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en
su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales. Como tal es un sentimiento objetivo cuyo desarrollo requiere un cierto tipo de inteligencia. Quienes
padecen autismo, síndrome de Asperger o determinadas psicopatías ven muy mermada esta capacidad cognitiva; por el contrario, quienes ejercen un liderazgo altruista
suelen caracterizarse por el amplio desarrollo de esta capacidad. Los estudios demuestran que esta capacidad suele darse más a menudo en el género femenino de la
especie humana, quizá por el hecho biológico de tener hijos y cuidarlos, aunque no es privativa del mismo.
Las personas con empatía son aquellas capaces de escuchar a los demás y entender sus problemas y motivaciones; por eso, poseen normalmente alto reconocimiento social
y popularidad, ya que se anticipan a las necesidades, antes incluso de que sus compañeros sean conscientes de ellas, y saben identificar y aprovechar las oportunidades
comunicativas que les ofrecen otras personas. Esta capacidad se extiende entre especies, permitiendo al empático una mejor interacción con los animales; inversamente,
algunos animales poseen también esta capacidad, como el delfín. Ciertos animales domésticos que han tenido un largo trato con el hombre, han sido seleccionados a causa
de su empatía.
25. Nuevos estudios permiten suponer que existe una relación entre la imitación o simulación del comportamiento y la capacidad de empatizar; incluso en el mundo animal se
investiga la capacidad de empatizar como un posible avance en la evolución, al posibilitar relaciones de cooperación o simbiosis. También es frecuente la empatía entre
animales, incluso hacia seres vivos de otras especies.
En el uso común, es la actitud de estar completamente disponible para otra persona, omitiendo expresar nuestras propias preocupaciones, sentimientos y pensamientos, para
ofrecerle nuestra plena atención. Se trata de ofrecer una relación de calidad, fundada en un escuchar no valorativo, en el cual concentramos la comprensión de los
sentimientos y necesidades fundamentales del otro.
En profesiones como el trabajo social, la medicina o la enseñanza, donde se requiere mucha empatía, el ejercicio continuado de la misma suele provocar su degradación, el
cansancio o desgaste emocional, el síndrome del quemado o síndrome de burn-out. Por otra parte, existen los alexitímicos (personas incapaces de expresar los propios
sentimientos y de percibir adecuadamente los de terceros) y los elementos antisociales o psicópatas, quienes guardan poca o ninguna consideración por los sentimientos
ajenos y, en muchos casos, suelen manipularlas en su propio beneficio.
Numerosos pensadores han tratado sobre la empatía; entre ellos destacan Edith Stein, Sigmund Freud, Carl Rogers o José Antonio Marina.
Notas
↑ Uno de los ejemplos ambivalentes de la empatía se ilustra ya en la historia de Caín y Abel, en dónde realmente parece ser que ciertas complejas emociones "sociales" como, por ejemplo, la envidia y el
odio, son posibles gracias a la capacidad de empatizar (véase Frith & Blakemore 2004)
↑ It is by the imagination only that we can form any conception of what are his (sc. our brother's) sensations (...) it is the impressions of our own senses only, not those of his, which our imaginations copy.
Altruismo
Asertividad
Compasión
Cooperación
Heinz Kohut
Inteligencia emocional
Neurona espejo
Mutualismo
Simbiosis
Domesticación
Doma
Endopatía
Enlaces externos [editar]
Reflexión sobre la empatía Reflexión sobre la empatía
Mirrored emotion from the University of Chicago Magazine.
Empathy and the brain by Gwen Dewar published in Parenting Science.
You remind me of me in the New York Times.
Interpersonal Sensitivity a special issue of the journal Social Neuroscience.
Un artículo sobre la Empatía
Cociente de Empatía de Simon Baron-Cohen
Empatía durante la infancia y la adolescencia* www.empathy.se
Esta página fue modificada por última vez el 25 may 2010, a las 00:14.
http://es.wikipedia.org/wiki/Empat%C3%ADa
26. equilibrio.
(Del lat. aequilibrĭum).
1. m. Estado de un cuerpo cuando fuerzas encontradas que obran en él se compensan destruyéndose mutuamente.
2. m. Situación de un cuerpo que, a pesar de tener poca base de sustentación, se mantiene sin caerse.
3. m. Peso que es igual a otro y lo contrarresta.
4. m. Contrapeso, contrarresto, armonía entre cosas diversas.
5. m. Ecuanimidad, mesura, sensatez en los actos y juicios.
6. m. pl. Actos de contemporización, prudencia o astucia, encaminados a sostener una situación, actitud, opinión, etc.,
insegura o dificultosa.
□ V.
barra de equilibrio
sentido del equilibrio
Real Academia Española
28. YoEmpatía Otro=
Ecuanimidad
Bien
Regular
Mal
Dimensión
Pensamiento Dimensional
Vector
Yo
Otro
Yo estoy mal
El otro está bien
El otro está superbien
El otro está supermal
Pero
Yo también puedo estar bien
El otro también puede estar mal
Aceptarlo
Comprenderlo
No sentir celos o envidia
No despreciar, no discriminar
Cada quien vive su propia realidad
Igualdad
Equidad
Identificación
Mental
Afectiva
De vida
De sufrimiento
De deseo de felicidad
Contexto común
Sufrir por el otro o con el otro
“En el interior de…”
Otro
Otro
Yo y el otro estamos igual
estamos viviendo la misma situación o
el mismo problema
29. Que los méritos desarrollados al hacer esta práctica
se transformen en bienestar, paz y felicidad
de todos los seres