1. EL SUELO
Es la cubierta superficial de la mayoría de la superficie continental de la Tierra. Es un
agregado de minerales no consolidados y de partículas orgánicas producidas por la
acción combinada del viento, el agua y los procesos de desintegración orgánica.
Los suelos cambian mucho de un lugar a otro. La composición química y la estructura
física del suelo en un lugar dado, están determinadas por el tipo de material geológico
del que se origina, por la cubierta vegetal, por la cantidad de tiempo en que ha
actuado la meteorización, por la topografía y por los cambios artificiales resultantes de
las actividades humanas. Las variaciones del suelo en la naturaleza son graduales,
excepto las derivadas de desastres naturales. Sin embargo, el cultivo de la tierra priva
al suelo de su cubierta vegetal y de mucha de su protección contra la erosión del agua
y del viento, por lo que estos cambios pueden ser más rápidos. Los agricultores han
tenido que desarrollar métodos para prevenir la alteración perjudicial del suelo debida
al cultivo excesivo y para reconstruir suelos que ya han sido alterados con graves
daños.
Los componentes primarios del suelo son:
1) Compuestos inorgánicos, no disueltos, producidos por la meteorización y la
descomposición de las rocas superficiales;
2) Los nutrientes solubles utilizados por las plantas;
3) Distintos tipos de materia orgánica, viva o muerta y
4) Gases y agua requeridos por las plantas y por los organismos subterráneos.
2. Clasificación de los suelos
Tipos de estructuras de suelos
Estructuras simples o no desarrolladas:
a) Estructura particular: Suelos compuestos por partículas individuales sin estructura y
frecuentemente son suelos arenosos, fácilmente penetrables.
b) Estructura masiva: Son aquellos con agregados consolidados en una masa uniforme,
con cierto porcentaje de arcillas y materia orgánica, más difícil de penetrar en seco.
c) Estructura cementada: Son aquellos en que los agregados han sido deformados,
comprimidos o uniformados (pisoteo, laboreo, senderos).
Estructuras compuestas:
a) Estructura grumosa: Suelos con agregados o grumos redondeados, migagozos o
granulares, esto producto de la acción de las raíces y la descomposición de la materia
orgánica fresca.
b) Estructura laminal : Estructura con agregados en cuyas dimensiones predominan los
ejes horizontales. Este tipo de estructura pone gran impedimento a la penetración de
las raíces, al drenaje interno y a la germinación de las raíces.
c) Estructura en bloques: Son equidimencionales, es frecuente en los horizontes
inferiores (B y C), en suelos pesados de textura fija ( arcillas)
3. d) Prismática o columnal: Con bordes más o menos aristados, son de una buena
productividad cuando son pequeños los prismas. Cuando pierden esta característica es
sinónimo de degradación.
Rocas ígneas
Se originan a partir de un magma (rocas fundidas a muy alta temperatura). El término
ígneo deriva del latín ígneas, es decir, ardiente. Las rocas ígneas se solidifican cuando
se enfría el magma, sea bajo tierra o en la superficie. Las más antiguas tienen al menos
3.960 millones de años, mientras que las más jóvenes apenas se están formando en
estos momentos. El granito es la roca ígnea más corriente, aunque existen más de 600
tipos. Hay dos tipos de rocas ígneas que se distinguen porque en un caso el magma
alcanza la superficie terrestre antes de enfriarse y endurecerse, y en el otro no. El
magma que cristaliza bajo tierra forma rocas ígneas intrusivas. El que alcanza la
superficie antes de solidificarse forma las rocas ígneas extrusivas.
4. Rocas Sedimentarias: Se forman en la superficie terrestre o cerca de ella.
Normalmente, la roca se fragmenta y se disuelve por acción de la meteorización y la
erosión, las partículas se sedimentan y los minerales disueltos cristalizan a partir del
agua y forman sedimentos. Los componentes de la roca fragmentada son
transportados por el agua y el hielo y, enterrados a poca profundidad, se convierten en
nuevas rocas. Las rocas sedimentarias se disponen en capas, las más recientes situadas
sobre las más antiguas, lo que permite a los geólogos conocer la edad relativa de cada
capa. Las rocas sedimentarias suelen contener fósiles, que pueden ser de utilidad tanto
para datar las rocas como para determinar su origen. Existen tres grupos principales:
orgánicas, detríticas y químicas.
5. Rocas metamórficas: En la profundidad de la corteza terrestre, las temperaturas y las
presiones son altísimas. Dentro de nuestro planeta, el grupo de minerales que
compone una roca se puede transformar en otro que sea estable a presiones y
temperaturas superiores. Las rocas situadas cerca de un cuerpo de magma caliente se
pueden transformar por la acción del calor. Las rocas que han sido enterradas a gran
profundidad por la acción de placas tectónicas convergentes pueden transformarse
por el aumento de la presión y de la temperatura. Ese cambio se denomina
metamorfismo, un proceso que puede modificar cualquier tipo de roca, sea
sedimentaria, ígnea o incluso metamórfica. Por ejemplo, la piedra caliza, que es
sedimentaria, puede convertirse en mármol, y el basalto, que es ígneo, en una roca
verde, anfibolita o eclogita.