2. “Y como Moisés levantó la serpiente en el
desierto, así es necesario que el Hijo del
Hombre sea levantado, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna”
Juan 3:14, 15
4. 1. Conocer el proceso por el cual nos apropiamos de
la salvación.
2. Percibir que el poder del pecado fue quebrado por
el poder liberador de Jesús.
3. Compartir esta noticia incomparable con amigos,
parientes, compañeros de trabajo, conocidos,
e incluso con extraños.
6. “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es
necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo
aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:14-15)
La salvación que Jesús ganó en la cruz está al
alcance de cada uno de nosotros, pero bajo
ciertas condiciones.
¿Qué pasos debo seguir para ser salvo?
1. Reconocer mi necesidad.
2. Arrepentirme.
3. Creer en Jesús.
4. Aceptar la justicia de Jesús.
5. Seguir a Jesús.
7. La obra del Espíritu Santo en nuestra vida
nos convence de pecado.
Con un profundo sentimiento de
culpabilidad, nos lleva a anhelar un
Salvador.
Cuando escuchemos ese llamado, debemos
escucharlo y obedecer.
¿Cómo podemos reconocer que somos
pecadores, si justamente nuestros pecados
son los que nos impiden reconocer nuestra
verdadera condición?
RECONOCER NUESTRA NECESIDAD
8. “Y cuando él [el Consolador] venga, convencerá al mundo
de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8)
Cuando fue acusado de intimar con los pecadores, Jesús respondió: “Los que están
sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a
justos, sino a pecadores al arrepentimiento” (Lucas 5:31-32)
Al igual que buscamos al médico cuando nos sentimos enfermos, solamente cuando
nos sintamos pecadores podremos ver nuestra necesidad de la salvación.
El Espíritu Santo llama a nuestra
conciencia a fin de producir en nosotros
una percepción ineludible de nuestros
pecados y un profundo sentido de
culpabilidad, que nos inducirá a anhelar un
Salvador.
Si no lo obedecemos, nos endureceremos
contra el Espíritu Santo y, poco a poco,
dejaremos de oír su voz.
10. Debemos reconocer que somos pecadores.
Debemos sentir tristeza por haber pecado.
Debemos desear no pecar más.
¿Cómo debe ser el genuino
arrepentimiento?
El remordimiento, ¿es arrepentimiento?
ARREPENTIRSE
11. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en
el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis
el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:38)
El arrepentimiento incluye tres aspectos fundamentales:
1. Reconocer que hemos pecado.
2. Sentir tristeza por haberlo hecho.
3. Desear sinceramente no pecar más.
“No nos arrepentimos para que Dios nos ame,
sino que él nos revela su amor para que nos
arrepintamos”
Mi tendencia natural es a justificar mi pecado, no a
arrepentirme de él. En realidad, el arrepentimiento
es un don de Dios (Romanos 2:4).
E.G.W. (Palabras de vida del gran Maestro, pg. 148)
El reconocimiento de mis pecados no es
suficiente para mi salvación, a menos que esté
acompañado por el arrepentimiento.
Jesús dijo claramente: “si no os arrepentís,
todos pereceréis igualmente” (Lucas 13:3)
12. Significa que lo conocemos.
Significa que lo entendemos.
Significa que lo recibimos
personalmente.
El verdadero arrepentimiento se da la mano
con la fe en Jesús.
¿Qué significa creer en Jesús?
CREER EN JESÚS
13. “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”
(Hechos 16:31)
El reconocimiento del pecado y el
arrepentimiento, aunque indispensables, no
salvan a nadie.
Debemos ejercer fe, creer plenamente en
Jesús y en el sacrificio que hizo por nosotros.
El poder salvífico de la fe no proviene de la
persona que cree, sino del Dios en quien cree.
Y esto también es don de Dios (Efesios 2:8)
14. “Una fe nominal en Cristo, que le acepta simplemente
como Salvador del mundo, no puede traer sanidad al
alma. La fe salvadora no es un mero asentimiento
intelectual a la verdad. El que aguarda hasta tener un
conocimiento completo antes de querer ejercer fe, no
puede recibir bendición de Dios. No es suficiente creer
acerca de Cristo; debemos creer en él. La única fe que
nos beneficiará es la que le acepta a él como Salvador
personal; que nos pone en posesión de sus méritos.
Muchos estiman que la fe es una opinión. La fe
salvadora es una transacción por la cual los que
reciben a Cristo se unen con Dios mediante un pacto.
La fe genuina es vida. Una fe viva significa un
aumento de vigor, una confianza implícita por la cual
el alma llega a ser una potencia vencedora”
E.G.W. (El Deseado de todas las gentes, cp. 36, pg. 312)
15. La justicia de Cristo.
Su carácter inmaculado.
El carácter que por la fe es comunicado
a todos los que lo aceptan como su
Salvador personal.
En la parábola de Mateo 22, ¿qué
representa el vestido de bodas?
ACEPTAR EL VESTIDO DE BODA
16. “Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no
estaba vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin
estar vestido de boda? Mas él enmudeció. Entonces el rey dijo a los que
servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera;
allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 22:11-13)
No es posible entrar en el Reino de los
Cielos sin el vestido apropiado. ¿En qué
consiste ese vestido?
Isaías nos dice que Dios “me vistió con
vestiduras de salvación, me rodeó de
manto de justicia” (Isaías 61:10)
Nosotros estamos desnudos
espiritualmente. Vestirse de salvación
significa aceptar la justicia de Jesús en
lugar de nuestra propia justicia.
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo
hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él” (2ª de Corintios 5:21)
17. Tener a Jesús en el primer lugar de
nuestra vida.
Aun cuando padre, madre, o hijos,
quieran apartarnos de Jesús, la opción
siempre será Él.
¿Cuál es el costo de ser un discípulo de
Cristo?
¿Qué significa esto para nosotros?
SEGUIR A JESÚS
18. “Dijo entonces Jesús a los judíos que
habían creído en él: Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos” (Juan 8:31)
Ya hemos seguido los pasos necesarios y ya
somos salvos.
Pero el camino no acaba aquí. A los que habían
creído en Él, Jesús les pidió dos cosas adicionales:
1. Permanecer en su Palabra.
Vivir de acuerdo a la “sana
doctrina” que encontramos en
la Biblia (Tito 2:1)
2. Ser sus discípulos.
Seguir el ejemplo de Jesús,
amarlo más que a nada en este
mundo, y hablar de Él a los
demás (1ª de Juan 2:6;
Mateo 10:37; Mateo 28:19-20)
19. Reconocer mi
necesidad.
•Dios nos
convence de
pecado (Juan
16:8).
Arrepentirme.
•Dios nos da el
arrepentimiento
(Romanos 2:4).
Creer en
Jesús.
•Dios nos da la fe
para creer
(Efesios 2:8).
Aceptar la
justicia de
Jesús.
•Dios nos viste
con su justicia
(Isaías 61:10).
Seguir a Jesús.
•Dios prepara las
obras en las que
debemos andar
(Efesios 2:10).
No podemos hacer
absolutamente nada para
ganar, pagar o merecer nuestra
salvación. Todo lo pone Dios.
“porque Dios es el que en vosotros
produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad” (Filipenses 2:13)
20. 1. Para ser salvo necesitamos reconocer nuestros pecados, a
través del poder del Espíritu Santo.
2. Necesitamos arrepentirnos, sintiendo una genuina pena por
haber pecado, y deseando no pecar más.
3. Necesitamos conocer, entender y recibir a Jesús de manera
personal.
4. Necesitamos poner a Jesús en el primer lugar en nuestra
vida.
CONCLUSIONES
21. Las enseñanzas
Jesúsde
Te invito a
bajar y
estudiar cada
una de las 13
lecciones que
tratan sobre el
tema:
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