Lecciones 05 Esc. Sabática. Fe contra todo pronóstico.
El sábado enseñaré | Lección 12 | Oración, sanidad y restauración | Escuela Sabática
1. www.escuelasabatica.es
El sábado enseñaré...
Texto clave: Santiago 5:13-16.
Enseña a tu clase a:
Saber reconocer la importancia de la oración y la confesión en la búsqueda de la curación divina y el perdón.
Sentir que Dios puede restaurarnos y sanarnos de cualquier mal, físico o espiritual.
Hacer: Confiar completamente en Cristo como el gran Médico.
Bosquejo de la lección:
I. Saber: Orar por el enfermo. A. ¿Qué pasos aconseja Santiago que debemos dar en nuestro deseo de ser sanados? B. ¿Qué funciones desempeñan la oración y la confesión en nuestra búsqueda de sanidad? C. Explica lo que el significado original de la palabra restaurar revela acerca de Dios como Sanador.
II. Sentir: Una cuestión de oportunidad.
A. En momentos de enfermedad, ¿qué fortaleza y consuelo derivan de las instrucciones de Santiago de llamar a los ancianos y orar por el afligido?
B. ¿Qué puedes hacer para mantener fuerte tu fe frente a demoras en las respuestas de pedidos de sanidad?
III. Hacer: Confiar en el gran Médico.
A. ¿Qué clase de ánimo puedes darle a alguien que está desalentado porque sus oraciones por sanidad parecen no tener respuesta?
B. Sugiere maneras significativas y amantes de consolar a alguien que llora la pérdida de un ser amado.
Resumen: No hay nada que Dios no pueda sanar, transformar, deshacer, vendar o restaurar.
Ciclo de aprendizaje
Pasaje destacado: Santiago 5:13-16.
Concepto clave para el crecimiento espiritual: No hay nada que Dios no pueda sanar, transformar, deshacer, vendar o restaurar.
{ 1: ¡Motiva!}
• Solo para los maestros: Usa la actividad que sigue para ayudar a los miembros de tu clase a relacionarse con Jesús no solo como su Redentor, sino también como su gran Médico, que “sana todas tus dolencias” (Sal. 103:3).
2. www.escuelasabatica.es
Actividad inicial: Pide a uno o dos miembros que cuenten, siempre que se sientan cómodos como para hacerlo, de una ocasión en que buscaron sanidad del Señor para ellos o en favor de otra persona. ¿Cuál era la naturaleza de la enfermedad? ¿Cuál fue el resultado? ¿Recibieron la respuesta que esperaban? Si no, ¿cómo reaccionaron (ellos o las otras personas)? ¿Qué preguntas surgieron? ¿De qué modo esa experiencia fortaleció su fe? ¿Qué reveló acerca de Jesús como el gran Médico?
Considera: Basados en las experiencias compartidas y en las que experimentamos personalmente, según Santiago, ¿qué función desempeña la “oración de fe” (vers. 15) en la curación? Describe lo que aprendiste acerca de esta clase de oración en tu propia jornada de salud. ¿Se profundizó tu comprensión de la función de Cristo como Sanador, no solo de tus enfermedades sino también de tus pecados? De ser así, ¿de qué manera?
{ 2: ¡Explora!}
• Solo para los maestros: Enfatiza la importancia de la oración y la confesión en la búsqueda de sanidad y perdón divinos.
I. La oración por los enfermos (Repasa, con tu clase, Sant. 5:14-16.)
Cuando se necesita curación, Santiago recomienda llamar a los ancianos de la iglesia. “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia” (vers. 14). Este consejo no debe interpretarse como que Santiago defiende pasar por alto la intervención médica. Más bien, es sencillamente para dirigir nuestra atención al hecho de que, en nuestras enfermedades, hay una dimensión espiritual que no debe pasarse por alto cuando se busca curación. No importa qué ruta elijamos en nuestra jornada por sanidad, primero deberíamos buscar el consejo y la intervención del gran Médico. Pero ¿qué quiere decir Santiago con “enfermo” entre ustedes? Puede parecer que es una pregunta obvia con una respuesta igualmente obvia. Sin embargo, una cosa es tener fiebre, por ejemplo; y otra es un defecto congénito, presente desde el nacimiento. El mandato de Santiago ¿incluirá la curación de estos defectos de nacimiento, de enfermedades crónicas antiguas, de enfermedades incurables, de parálisis, etc.? Estas son preguntas vitales. Considerar el origen de la palabra traducida como “enfermo”, en un intento de analizar su significado, es muy útil para guiar nuestra comprensión al buscar respuestas. La palabra “enfermo” en el versículo 14 viene del griego asthenéo, que significa “estar enfermo, impotente o debilitado”. También expresa el “estar débil en cualquier sentido”.- Strong’s Exhaustive Concordance to the Bible. Afirmaciones o promesas de esta magnitud pueden ser asombrosas, haciendo que muchas personas se sientan escépticas al pensar en reclamarlas. Además, si se busca la curación pero no sucede, la comunidad cristiana de la fe corre el riesgo de que eso parezca un fracaso o, peor aún, un fraude, y se planteen dudas acerca de cuán genuina es la fe del que pidió. Todos esos temores y dudas no son de Dios. Lo que vale es esto: el texto cubre u ofrece la curación de cualquier enfermedad o condición. Así que, uno puede lógicamente preguntar: ¿Por qué no se produce la curación cada vez que uno busca a Dios con fe? La respuesta breve es que cada oración por sanidad siempre se responde afirmativamente, eso es, con un “Sí”. La pregunta no es si Dios quiere sanar al enfermo, sino cuándo lo hará. Por eso, no es una cuestión de torcerle el
3. www.escuelasabatica.es
brazo a Dios, sino una cuestión de oportunidad. Exploremos algo más esta idea. Hay tres momentos posibles de oportunidades para la curación divina:
1) inmediatamente o instantáneamente (como en el caso del paralítico que Jesús sanó, Mat. 9:1- 6);
2) gradualmente (como en el caso de Naamán el leproso, 2 Rey. 5); y
3) en la resurrección (como es el caso de “la espina” de Pablo o la cadera de Jacob [ver 2 Cor. 12:7; Gén. 32:25]).
De este modo, las oraciones por sanidad siempre son respondidas afirmativamente; es solo una cuestión de tiempo. La decisión de la ocasión pertenece solo a Dios, relacionada con lo que nos unirá y acercará más a él, y con lo que traerá la mayor gloria a su nombre. Vivir con un malestar de este lado del cielo puede ser un ministerio especial para el cual Dios ha llamado a ciertas personas a fin de que puedan servirlo mejor y bendecir a otros. Habiendo dicho esto, Santiago bosqueja cinco pasos que se deben llevar a cabo al buscar sanidad para los que están afligidos físicamente:
1) El enfermo debe llamar a los ancianos, y
2) estos deben “[orar] por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor” (vers. 14). Es bueno detenernos un instante para notar que “aceite” es la traducción de eláion, que significa “aceite de oliva”, un símbolo asociado con el Espíritu Santo. El aceite de oliva se usaba en el servicio del Santuario a fin de consagrar y apartar a los sacerdotes para el servicio de Dios. Se usaba también para ungir a los reyes de Israel. De este modo, ungir a los enfermos con aceite implica que el enfermo, aun en medio de su aflicción, está siendo separado a fin de que el Espíritu Santo pueda obrar. En esencia, Dios lo está reclamando para su servicio. Vemos esta verdad en la palabra para ungir, aléifo, que resulta de dos palabras: una que tiene el sentido de “unión” o “unidad” (en este caso, con Dios), y la otra que significa “grasa”, y contiene en ella la sugerencia de algo costoso, algo sumamente opulento. Este concepto sugiere que Dios es generoso y extraordinariamente opulento en derramar su Espíritu sin medida sobre sus hijos al sanarlos y bendecirlos. Además,
3) Santiago exhorta a los ancianos a orar, pues la “oración de fe” es la que “salvará al enfermo y el Señor lo levantará” (vers. 15). Hay muchos ejemplos modernos de curación instantánea. Pero, no necesariamente son todas genuinas. No obstante, si Dios elige sanar ahora o más tarde, la restauración es segura, como lo ilumina un examen de la raíz de la palabra griega. El término “restaurar” (“levantará”, en la RVR) viene de egéiro, que significa “despertar, levantar de una enfermedad o la muerte”, literal o figuradamente. Es la misma palabra que aparece en Hechos 26:8, donde dice que Dios “resucit[a] a los muertos”. De este modo, el poder sanador para eliminar la enfermedad, del que habla Santiago, deriva de la misma Fuente que el poder usado para resucitar. ¡Qué pensamiento maravilloso! La conexión entre la curación y la resurrección debe hacernos percibir que no hay nada que Dios no pueda sanar, transformar, deshacer, vendar o restaurar. Finalmente, Santiago amonesta:
4) “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y
[5)] orad unos por otros, para que seáis sanados” (vers. 16). La expresión para que es importante. Indica una especie de relación causal entre la confesión del pecado y la curación. Después de todo, la enfermedad es una manifestación corporal, o símbolo, de la destrucción devastadora del pecado. Lo que Dios puede hacer con el cuerpo también puede hacerlo con el alma. El don de la curación física tiene la intención de ser una
4. www.escuelasabatica.es
manifestación exterior del anhelo de Dios de sanarnos interiormente de todos nuestros pecados.
Considera: ¿Qué pasos aconseja Santiago que se den cuando uno está enfermo? ¿Qué significa ser restaurado? ¿Qué revela el significado original de esta palabra acerca de la intención y el poder de Dios de sanar? ¿Qué esperanza nos da? ¿Cuál es la relación entre la sanidad y la confesión? ¿Por qué esta es una parte vital del proceso de curación? Analiza la función del tiempo y la oportunidad en la curación, y la importancia que tienen en el ejercicio de la fe y de nuestra comprensión de la voluntad de Dios.
{ 3: ¡Aplica!}
• Solo para los maestros: Ayuda a los miembros de tu clase a aplicar en sus experiencias diarias el consejo de Santiago acerca de cómo buscar la curación divina.
Preguntas de aplicación:
1. Recuerda una ocasión en que pediste a Dios la curación en favor de otra persona o para ti mismo. ¿Cuál era tu pensamiento? ¿Desesperación, temor, angustia, ansiedad...? ¿De qué modo los pasos bosquejados por Santiago ayudan a preparar al enfermo y a sus intercesores para mantenerse fuertes en fe y confianza, sin importar cuál sea el resultado? ¿Qué fortaleza y consuelo puedes obtener de la instrucción de Santiago de llamar a los ancianos, confesar los pecados y orar por el enfermo?
2. ¿Qué le dirías a alguien que oró por un ser amado enfermo y se desanimó porque la enfermedad se agravó o la persona pasó al descanso? Usando las palabras de Santiago como guía, ¿qué clase de estímulo puedes dar, sin cruzar la línea de la fe a la presunción?
{ 4: ¡Crea!}
• Solo para los maestros: Santiago nos exhorta a cantar en medio de nuestro gozo (Sant. 5:13). El canto es una manera de acercarnos al gran Dador de gozo, y sirve como un recordativo poderoso de cuál es la Fuente de todo gozo. Actividad: Para concluir, escojan un himno favorito y cántenlo juntos. Si tienen tiempo, canten dos o tres himnos. Hagan planes, como clase, de visitar un hogar de ancianos o de convalecientes, a alguna persona enferma o a algún inválido, y compartan estos cantos de alegría.