La gestión de redes tiene como objetivo garantizar un nivel de servicio en los recursos gestionados con el mínimo coste. Requiere herramientas automatizadas para la monitorización del tráfico, la calidad de servicio, la detección y resolución de problemas en redes de diferentes tamaños y tecnologías. El protocolo SNMP es fundamental para la gestión remota a través de estaciones de gestión, agentes y una base de información compartida.