La contaminación del aire (tanto interior como exterior) es un importante problema de salud, ya que puede desencadenar graves consecuencias como enfermedades respiratorias, por ejemplo asma o cáncer de pulmón.
En Europa se han conseguido grandes avances en materia de mejora de la calidad del aire exterior y se han establecido unos valores límite para varios contaminantes. Sin embargo, la calidad del aire interior también requiere atención, ya que es en el interior donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo.