SlideShare a Scribd company logo
1 of 6
Fernando Doral Fábregas La Confesión Ganador del certamen de relato "Amigos de Navalcarnero". Diciembre 2008
Nunca fui gran cosa, nunca me consideré mejor que nadie. Nunca tuve más valor que nadie, por eso me sorprendí tanto al no sentir nada cuando maté a mi marido.  De siempre pensé que los que mataban a otras personas tenían que ser gente despiadada y sin escrúpulos, porque a la gente normal la matarían a su vez los remordimientos. Pero no, no sentí nada, ni siquiera ese vacío que se supone que debería dejar la inocencia al marcharse: nada. Jesús fue siempre así, una mala persona. No supe o no quise verlo al principio, pero está claro que siempre fue igual. De novios éramos como todos los novios de aquella época, no te planteabas realmente qué deseabas de tu relación, simplemente sabías que lo que se esperaba de ti era que te buscaras un novio formal, mejor bueno pero si no malo, y te casaras de blanco. Nosotros no fuimos una excepción y el proceso se cumplió sin pena ni gloria. A nosotras se nos educaba para ser buenas madres y esposas, no para ser princesas, pero la verdad es que el día de mi boda lo recordaré siempre porque ese día me sentí una princesa. Por un día fui la protagonista absoluta, el centro de todas las miradas, y he de reconocer que estaba guapa... como una princesa. Sólo por ese momento le habría perdonado a Jesús alguno de los malos ratos que me haría pasar después. Luego todo corrió en un acostumbrarse, él a darme mala vida, yo a perdonársela. A los veinticinco años Jesús se colocó de ujier de la academia de artes de La Hermandad. Todos los académicos tenían llave de su propio despacho y las salas tenían dotación permanente, por lo que el trabajo de Jesús se limitaba por lo general a abrir alguna que otra puerta de escaso uso. El resto del tiempo lo dedicaba a su actividad favorita: no hacer nada. Escuchaba ávidamente cuantos programas deportivos emitían por la radio, o simplemente pacía sin apenas síntomas de actividad cerebral. El tiempo y la inactividad habían ido deteriorando su forma física, de manera que tras treinta años de servicio en La Hermandad nadie diría que se trataba del jovencito que solía jugar al fútbol que comenzó. Había echado una ostentosa barriga que le colgaba por encima del cinturón, obligando a los pantalones a una retirada menos que decorosa, que descubría por la parte trasera el nacimiento de la entrenalga. Cuando alguien le llamaba, Jesús acudía con su andar cansino que se acentuaba con los años, hasta el punto que los académicos rehusaban solicitar sus servicios cada vez en mayor medida por la grima que les producía. A las tres en punto, cayera quien cayera Jesús abandonaba su puesto de trabajo y con él las tareas que quedaran a medias, eso en las escasas ocasiones en que tales tenían lugar. Llegaba a casa con puntualidad británica, donde yo por la cuenta que me tenía ya estaba esperándole con la mesa puesta. Los primeros años comíamos juntos. Con el tiempo fuimos decidiendo tácitamente que nos convenía evitarnos en todo lo que no fuera imprescindible, y la comida definitivamente no lo era.
Tras una siesta acudía puntual a su cita en el bar El Gallego. Creo que ése es el único sitio donde mi marido llegó alguna vez a sentirse aceptado, y aunque tenía fama de carácter difícil todos parecían achacarlo al mal perder, lo cual le eximía de culpa. En El Gallego se jugaba demasiado, se gritaba demasiado, se insultaba demasiado, y sobre todo, se bebía demasiado. La vuelta a casa era temible para mí. Si había perdido no tenía escapatoria, sabía que buscaría cualquier motivo insignificante para descargar su frustración en mis costillas. No solía pegarme en la cara, cosa que yo le agradecía aun a sabiendas de que no lo hacía por deferencia a mí, sino para ocultar las huellas de sus bajezas. Nunca le dije a nadie lo que pasaba, al principio porque confiaba en que se tratara de un mal sueño del que despertaría el día menos pensado, después porque llegué a creer que en parte merecía los castigos que me infligía. Alguna vez evité estar en casa cuando subía de El Gallego, esperando que algunas horas más tarde se le hubiera pasado la borrachera y el enfado, pero todo lo que conseguí fue que dedicara la espera a hacer crecer ambas cosas, con lo que el recibimiento fue tan brutal que opté por esperarle mansamente en casa, rezándole a la diosa de la fortuna para que las cosas le hubieran ido bien cada día. Su otra pasión era el fútbol. Socio del Atlético de Madrid desde antes de tener uso de razón, vivía con entusiasmo desmedido cada partido. Se alteraba, gritaba, y parecía que el corazón se le salía con cada jugada de cualquier equipo que jugara contra su Atlético. "Un día a tu marido le va a dar algo", decían una y otra vez mis amigas.  Mis amigas. Ellas fueron mi cobijo, ellas sabían escucharme, con ellas no tenía miedo de reír, hablábamos de banalidades durante horas, no había relación de grado, todas podíamos expresarnos sin miedo a ser censuradas. Nunca he sido demasiado habladora pero el simple hecho de saber que podía decir lo que quisiera sin ser castigada, suponía para mí un bálsamo que me curaba de mi nulidad con Jesús.  Todos los días nos citábamos para desayunar, antes de diseminarnos por el mercado para hacer la compra. Yo solía tomar un café sólo los martes y los jueves, porque la economía no estaba para alegrías. Algunas afortunadas podían permitírselo todos los días; yo no, pero aun así no dejábamos de vernos en la cafetería a las nueve y media. A mí me confortaba que el camarero no me mirara mal los días que no consumía, a fin de cuentas era una clienta fiel: martes y jueves, pero fiel. Hablábamos, nos reíamos, cotilleábamos... Fue en una de esas conversaciones intrascendentes cuando con relación a un dirigente de no sé qué país, mi amiga Adela, la más instruida y de mejor posición de todas dijo: "Ese cerdo impresentable... Algunas personas sólo han venido a este mundo para hacer sufrir a inocentes, y el día en que se mueran nadie llorará su partida". Aquella frase me dejó pensativa todo el día. Por la noche, mientras Jesús roncaba histriónicamente a mi lado después de, para mi fortuna una buena tarde, me puse a pensar en ello. A quién hacía feliz Jesús en esta vida. Hijo único, su padre había muerto antes de que yo le conociera y su madre poco después de nuestra boda. Quién lloraría su muerte: su familia no, desde luego, y yo menos que nadie. Sus compañeros de timba no tardarían en buscarse un sustituto con mejor carácter y en su trabajo tampoco creo que fueran a echar de menos a una lacra que se había agarrado como un quiste, y al que todos evitaban pedir cualquier servicio que se suponía estaba obligado a dar.
Así fue como me decidí. Mi hermano menor Sergio, trabajaba en sus ratos libres exterminando plagas de ratas o insectos. Con la excusa de acabar con un gato que tenía la molesta costumbre de colarse en mi terraza para dormir plácidamente entre mis geranios, siempre después de renovar su hediondo marcaje, le pedí a Sergio que me facilitara algo que pudiera terminar con el latoso felino. Mi hermano me proporcionó una mezcla que debía ser manipulada con el máximo cuidado, pues se trataba de un veneno muy potente. Me dio un montón de instrucciones que tuve la precaución de no escribir y aprenderme de memoria. Dejé pasar un año entero para que el episodio del gato se olvidara, esperando la ocasión ideal. Ésta se presentó en el otoño siguiente. Era sábado, y por la televisión retransmitían un partido entre el Atlético de Madrid y el Barcelona. Él sentía tanta pasión en su amor por el Atlético como odio irracional por los catalanes, a pesar de que nunca en su vida conoció más catalán que Andreu. Andreu era el marido de Adela, y como incluso Jesús reconocía hombre encantador, pero aun así él se aferraba a su cerril manera de pensar. Eso significaba que un partido entre el Atlético y el Barça suponía el mayor acontecimiento para él. Yo, como cada día que había fútbol por la tele, le había dejado preparado un bocadillo partido por la mitad -uno para cada tiempo- tres cervezas -una para la primera parte, dos para la segunda- y un cubalibre de ron a falta de echarle hielo. Llevaba yo algunos meses preparando la estrategia y había podido comprobar que, en lo acalorado del momento, mi marido no era capaz de detectar cuándo en la primera botella de cerveza -la que le dejaba ya abierta- en el cubalibre y en el bocadillo, le había añadido alguna sustancia extraña. Ese día la sustancia extraña me la había dado mi hermano Sergio. Como cada sábado de fútbol me bajé a casa de mi amiga Chelo. Su marido trabajaba en un bar y nos dejaba vía libre para ver los programas tontos de esos que a mí tanto me gustan. Esperé el tiempo que, según las indicaciones de Sergio, yo estimé necesario para que el veneno hiciera efecto, y me despedí de Chelo con la excusa de bajarme a decirle una cosa a Maricarmen.  Efectivamente bajé a ver a mi vecina, pero sólo el tiempo justo para decirle que la dejaba, que Chelo estaba esperándome. Y cuando ya una vecina me hacía con la otra, estimé que tenía las condiciones para prepararlo todo.
Entré en casa atenazada por el miedo ante la posibilidad de que mi marido hubiera sido más fuerte que las ratas. Pero no. Pronto lo descubrí tirado en la alfombra. Todo estaba hecho un desastre: Jesús se había encontrado mal y se había levantado del sillón para ir a vomitar en el baño, pero la muerte le había sorprendido de camino. El resultado era todo un rastro de vómitos y espumarajos. No tenía mucho tiempo, así que me puse rápidamente a limpiarlo todo y a cambiarle de ropa. Tardé quince minutos, pasados los cuales salí a la escalera gritando como una loca: - ¡Chelo, Chelo, que Jesús se me ha quedado viendo el fútbol! ¡Maricarmen, Chelo! ¡Ay Dios mío, ayudadme alguien, que mi Jesús se me ha quedado viendo el fútbol!... La verdad es que toda la tensión contenida contribuyó a hacer más creíbles mis alaridos y súplicas, de manera que a los pocos segundos en el portal había un revuelo difícil de describir, y en mi casa un cadáver que nadie iba a echar en falta. Por supuesto a nadie se le ocurrió hacerle la autopsia a un hombre fumador, bebedor, apasionado por el fútbol, de más de cincuenta años, que había muerto durante el transcurso de un partido de fútbol de su adorado Atlético mientras fumaba Ducados y se bebía la tercera cerveza: la causa fue infarto de miocardio. Sin pena ni gloria, pero sobre todo sin pena, di la despedida a Jesús dos días después; el hombre que no había sabido hacerme feliz, que sólo había conseguido dejar marcas en mi cuerpo y en mi alma, el hombre que únicamente me había dejado una cosa que mereciera la pena: mi querida Beatriz, mi hija, tú.
Por eso hija, hoy te escribo. Porque desde hace tiempo reconozco las marcas de mi cara en las tuyas, reconozco mi mirada esquiva en la tuya. Y ya ves, yo ya no bajo la mirada ante nadie, aprendí a mirar hacia arriba de nuevo. Quiero que comprendas que lo que hice fue por mí, para demostrarme que se puede salir del infierno. Y lo hice por ti, para marcarte el camino, para que veas que hay una salida aunque tú ahora no puedas verla como yo no la vi durante tantos años. Porque yo sabía en el fondo que si dejaba a Jesús, me encontraría para acabar conmigo. Tal es la mentalidad de los que se sienten dueños de otros. Y hoy te escribo esta carta porque quiero que entiendas que él volverá a hacerlo, siempre vuelven a hacerlo, una y otra vez. Y yo volveré a hacerlo por ti si tú me lo pides, porque  "algunas personas sólo han venido a este mundo para hacer sufrir a inocentes y el día en que se mueran, nadie llorará su partida" . Te escribo esta carta aun a sabiendas de que podrías odiarme por haber matado a tu padre, que podrías acudir con ella a la policía y yo pasaría el resto de mi vida en la cárcel, como pasaré el resto de mi eternidad en el infierno, por este crimen del que me niego a confesarme, porque Dios, en quien sabes creo, no perdona cuando no hay arrepentimiento. Y yo, Él es testigo, nunca me arrepentiré. Tú no puedes vivir en el infierno porque de él tu madre conoce la salida. Tú no, mi niña, mi querida Beatriz, lo único bueno que me dejó tu padre, la razón para aguantarle cuando le aguanté, y matarle cuando le maté. Dame sólo una señal, mi querida niña, y yo haré que vuelvas a sonreír, como antes. Una señal y terminaré con el peso que llevas sola sobre tu espalda. Una señal te separa de ser tú misma otra vez. Quedo ansiosa esperando noticias tuyas, sean cuales sean, y recuerda siempre que en cualquier decisión que tomes yo estaré detrás para apoyarte haciendo lo necesario, y para darte todo mi corazón, que sólo a ti pertenece. Por siempre, tu madre.

More Related Content

What's hot

Escaleras de hospital
Escaleras de hospitalEscaleras de hospital
Escaleras de hospital;)
 
Meyer+stephanie+ +eclipse
Meyer+stephanie+ +eclipseMeyer+stephanie+ +eclipse
Meyer+stephanie+ +eclipseRuth Rivera
 
Mi historia mi caballero y yo
Mi historia mi caballero y yoMi historia mi caballero y yo
Mi historia mi caballero y yo;)
 
¡Vaya Mierda! Fanzine Noviembre 2014
¡Vaya Mierda! Fanzine Noviembre 2014¡Vaya Mierda! Fanzine Noviembre 2014
¡Vaya Mierda! Fanzine Noviembre 2014David Juan Bonacho
 
Regalo k
Regalo kRegalo k
Regalo kMer-Mer
 
Detah Note Millenium Edicion2
Detah Note Millenium Edicion2Detah Note Millenium Edicion2
Detah Note Millenium Edicion2graviyaoifc
 
El jazz de carabajo ( prosa poética)
El jazz de carabajo ( prosa poética)El jazz de carabajo ( prosa poética)
El jazz de carabajo ( prosa poética)tomasvila
 
Los cuentos del doctor blood
Los cuentos del doctor bloodLos cuentos del doctor blood
Los cuentos del doctor bloodJorge Blood
 
3 Eso Cuaderno para EE
3 Eso Cuaderno para EE3 Eso Cuaderno para EE
3 Eso Cuaderno para EEguest19d8ad
 

What's hot (14)

Escaleras de hospital
Escaleras de hospitalEscaleras de hospital
Escaleras de hospital
 
Meyer+stephanie+ +eclipse
Meyer+stephanie+ +eclipseMeyer+stephanie+ +eclipse
Meyer+stephanie+ +eclipse
 
Mi historia mi caballero y yo
Mi historia mi caballero y yoMi historia mi caballero y yo
Mi historia mi caballero y yo
 
¡Vaya Mierda! Fanzine Noviembre 2014
¡Vaya Mierda! Fanzine Noviembre 2014¡Vaya Mierda! Fanzine Noviembre 2014
¡Vaya Mierda! Fanzine Noviembre 2014
 
Extracto martyn pig.
Extracto martyn pig.Extracto martyn pig.
Extracto martyn pig.
 
Mirame de Lin Lane
Mirame de Lin LaneMirame de Lin Lane
Mirame de Lin Lane
 
Regalo k
Regalo kRegalo k
Regalo k
 
Sábado de gloria
Sábado de gloriaSábado de gloria
Sábado de gloria
 
Detah Note Millenium Edicion2
Detah Note Millenium Edicion2Detah Note Millenium Edicion2
Detah Note Millenium Edicion2
 
El jazz de carabajo ( prosa poética)
El jazz de carabajo ( prosa poética)El jazz de carabajo ( prosa poética)
El jazz de carabajo ( prosa poética)
 
Kilima 103 - Noviembre 2014
Kilima 103 - Noviembre 2014Kilima 103 - Noviembre 2014
Kilima 103 - Noviembre 2014
 
Los cuentos del doctor blood
Los cuentos del doctor bloodLos cuentos del doctor blood
Los cuentos del doctor blood
 
Raton 54
Raton 54Raton 54
Raton 54
 
3 Eso Cuaderno para EE
3 Eso Cuaderno para EE3 Eso Cuaderno para EE
3 Eso Cuaderno para EE
 

Viewers also liked

Ex Libris
Ex LibrisEx Libris
Ex Libriscab3032
 
Yes We Can
Yes We CanYes We Can
Yes We Canpandalee
 
Apresmatch19
Apresmatch19Apresmatch19
Apresmatch19ramondiaz
 
Prospect MENTIQ SÜSS MicroTec
Prospect MENTIQ SÜSS MicroTecProspect MENTIQ SÜSS MicroTec
Prospect MENTIQ SÜSS MicroTecmcremerius
 
CapíTulo 5 Segundo Parte SíNtese
CapíTulo 5   Segundo Parte  SíNteseCapíTulo 5   Segundo Parte  SíNtese
CapíTulo 5 Segundo Parte SíNtesejmeirelles
 
2009 BICSI Region Meeting
2009 BICSI Region Meeting2009 BICSI Region Meeting
2009 BICSI Region Meetingpunkita
 
Wli Tx4 G54 Qsg V1.8 Web
Wli Tx4 G54 Qsg V1.8 WebWli Tx4 G54 Qsg V1.8 Web
Wli Tx4 G54 Qsg V1.8 Web925351jay1
 
21logistics event in 2008
21logistics event in 200821logistics event in 2008
21logistics event in 2008logisticsmedia
 
What Is Branding?
What Is Branding?What Is Branding?
What Is Branding?bratram
 
CapíTulo 5 Livrro
CapíTulo 5   LivrroCapíTulo 5   Livrro
CapíTulo 5 Livrrojmeirelles
 
Esculturas de Sabonete
Esculturas de SaboneteEsculturas de Sabonete
Esculturas de Saboneteizabelfonseca
 
MWC Mobile Web 2
MWC Mobile Web 2MWC Mobile Web 2
MWC Mobile Web 2Tony Fish
 
Saas: Software AND Service
Saas: Software AND ServiceSaas: Software AND Service
Saas: Software AND ServiceRody Middelkoop
 

Viewers also liked (20)

Ex Libris
Ex LibrisEx Libris
Ex Libris
 
Yes We Can
Yes We CanYes We Can
Yes We Can
 
Apresmatch19
Apresmatch19Apresmatch19
Apresmatch19
 
Prospect MENTIQ SÜSS MicroTec
Prospect MENTIQ SÜSS MicroTecProspect MENTIQ SÜSS MicroTec
Prospect MENTIQ SÜSS MicroTec
 
CapíTulo 5 Segundo Parte SíNtese
CapíTulo 5   Segundo Parte  SíNteseCapíTulo 5   Segundo Parte  SíNtese
CapíTulo 5 Segundo Parte SíNtese
 
2009 BICSI Region Meeting
2009 BICSI Region Meeting2009 BICSI Region Meeting
2009 BICSI Region Meeting
 
Wli Tx4 G54 Qsg V1.8 Web
Wli Tx4 G54 Qsg V1.8 WebWli Tx4 G54 Qsg V1.8 Web
Wli Tx4 G54 Qsg V1.8 Web
 
Clase2 Dsw1
Clase2 Dsw1Clase2 Dsw1
Clase2 Dsw1
 
21logistics event in 2008
21logistics event in 200821logistics event in 2008
21logistics event in 2008
 
COB_20090209_1
COB_20090209_1COB_20090209_1
COB_20090209_1
 
What Is Branding?
What Is Branding?What Is Branding?
What Is Branding?
 
Lamujer
LamujerLamujer
Lamujer
 
class project
class projectclass project
class project
 
Eye On Comesa 10
Eye On Comesa 10Eye On Comesa 10
Eye On Comesa 10
 
Capitulo2
Capitulo2Capitulo2
Capitulo2
 
CapíTulo 5 Livrro
CapíTulo 5   LivrroCapíTulo 5   Livrro
CapíTulo 5 Livrro
 
Esculturas de Sabonete
Esculturas de SaboneteEsculturas de Sabonete
Esculturas de Sabonete
 
MWC Mobile Web 2
MWC Mobile Web 2MWC Mobile Web 2
MWC Mobile Web 2
 
Saas: Software AND Service
Saas: Software AND ServiceSaas: Software AND Service
Saas: Software AND Service
 
Energy Intro
Energy IntroEnergy Intro
Energy Intro
 

Similar to F.Doral - La Confesión

ORACIÓN - ¿Quién eres?
ORACIÓN - ¿Quién eres?ORACIÓN - ¿Quién eres?
ORACIÓN - ¿Quién eres?MJDspain
 
la-mala-vida-monologo--0.pdf
la-mala-vida-monologo--0.pdfla-mala-vida-monologo--0.pdf
la-mala-vida-monologo--0.pdfMiJoChi1
 
Novela "Un sueño perfecto"
Novela "Un sueño perfecto"Novela "Un sueño perfecto"
Novela "Un sueño perfecto"Aylin' Ml
 
Huevos calientes - Daniel Herrera.pdf
Huevos calientes - Daniel Herrera.pdfHuevos calientes - Daniel Herrera.pdf
Huevos calientes - Daniel Herrera.pdfAaaaa911864
 
Historia sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillos
Historia  sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillosHistoria  sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillos
Historia sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillosvlroger
 
"Un sueño perfecto"
"Un sueño perfecto""Un sueño perfecto"
"Un sueño perfecto"Aylin' Ml
 
CUENTAS SALDADAS (1978) Mary Gordon
CUENTAS SALDADAS  (1978)  Mary GordonCUENTAS SALDADAS  (1978)  Mary Gordon
CUENTAS SALDADAS (1978) Mary GordonJulioPollinoTamayo
 
El preso y la ventana
El preso y la ventanaEl preso y la ventana
El preso y la ventanaSimon Viora
 
La Mujer del Vampiro (Cap. 1) - Érika Ángel
La Mujer del Vampiro (Cap. 1) - Érika ÁngelLa Mujer del Vampiro (Cap. 1) - Érika Ángel
La Mujer del Vampiro (Cap. 1) - Érika ÁngelErika Angel
 
Cien cepilladas antes de dormir. melisa p
Cien cepilladas antes de dormir. melisa pCien cepilladas antes de dormir. melisa p
Cien cepilladas antes de dormir. melisa pWilson Dumetat
 
La rutina de los muertos
La rutina de los muertosLa rutina de los muertos
La rutina de los muertosJuan Merchán
 

Similar to F.Doral - La Confesión (20)

ORACIÓN - ¿Quién eres?
ORACIÓN - ¿Quién eres?ORACIÓN - ¿Quién eres?
ORACIÓN - ¿Quién eres?
 
El amigo
El amigoEl amigo
El amigo
 
la-mala-vida-monologo--0.pdf
la-mala-vida-monologo--0.pdfla-mala-vida-monologo--0.pdf
la-mala-vida-monologo--0.pdf
 
Novela "Un sueño perfecto"
Novela "Un sueño perfecto"Novela "Un sueño perfecto"
Novela "Un sueño perfecto"
 
Huevos calientes - Daniel Herrera.pdf
Huevos calientes - Daniel Herrera.pdfHuevos calientes - Daniel Herrera.pdf
Huevos calientes - Daniel Herrera.pdf
 
Línea roja (muestra)
Línea roja (muestra)Línea roja (muestra)
Línea roja (muestra)
 
Historia sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillos
Historia  sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillosHistoria  sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillos
Historia sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillos
 
el final
el finalel final
el final
 
10 cuentos de nelson castañeda.
10 cuentos de nelson castañeda.10 cuentos de nelson castañeda.
10 cuentos de nelson castañeda.
 
"Un sueño perfecto"
"Un sueño perfecto""Un sueño perfecto"
"Un sueño perfecto"
 
Atando Cabos - La Violencia Psicológica
Atando Cabos - La Violencia PsicológicaAtando Cabos - La Violencia Psicológica
Atando Cabos - La Violencia Psicológica
 
Claridad y oscuridad
Claridad y oscuridadClaridad y oscuridad
Claridad y oscuridad
 
CUENTAS SALDADAS (1978) Mary Gordon
CUENTAS SALDADAS  (1978)  Mary GordonCUENTAS SALDADAS  (1978)  Mary Gordon
CUENTAS SALDADAS (1978) Mary Gordon
 
El preso y la ventana
El preso y la ventanaEl preso y la ventana
El preso y la ventana
 
La Mujer del Vampiro (Cap. 1) - Érika Ángel
La Mujer del Vampiro (Cap. 1) - Érika ÁngelLa Mujer del Vampiro (Cap. 1) - Érika Ángel
La Mujer del Vampiro (Cap. 1) - Érika Ángel
 
Cien cepilladas antes de dormir. melisa p
Cien cepilladas antes de dormir. melisa pCien cepilladas antes de dormir. melisa p
Cien cepilladas antes de dormir. melisa p
 
Novela juvenil
Novela juvenilNovela juvenil
Novela juvenil
 
Juguetes para lonky
Juguetes para lonkyJuguetes para lonky
Juguetes para lonky
 
Vilmente sodomizado
Vilmente sodomizadoVilmente sodomizado
Vilmente sodomizado
 
La rutina de los muertos
La rutina de los muertosLa rutina de los muertos
La rutina de los muertos
 

Recently uploaded

DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADOJosé Luis Palma
 
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...fcastellanos3
 
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.José Luis Palma
 
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosInformatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosCesarFernandez937857
 
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfFundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfsamyarrocha1
 
plan-de-trabajo-colegiado en una institucion educativa
plan-de-trabajo-colegiado en una institucion educativaplan-de-trabajo-colegiado en una institucion educativa
plan-de-trabajo-colegiado en una institucion educativafiorelachuctaya2
 
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
programa dia de las madres 10 de mayo  para eventoprograma dia de las madres 10 de mayo  para evento
programa dia de las madres 10 de mayo para eventoDiegoMtsS
 
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMALVOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMALEDUCCUniversidadCatl
 
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamicaFactores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamicaFlor Idalia Espinoza Ortega
 
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...JAVIER SOLIS NOYOLA
 
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfMapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfvictorbeltuce
 
Cuadernillo de las sílabas trabadas.pdf
Cuadernillo de las sílabas trabadas.pdfCuadernillo de las sílabas trabadas.pdf
Cuadernillo de las sílabas trabadas.pdfBrandonsanchezdoming
 
Identificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PCIdentificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PCCesarFernandez937857
 
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdf
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdfEstrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdf
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdfromanmillans
 
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...Baker Publishing Company
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024IES Vicent Andres Estelles
 
Procesos Didácticos en Educación Inicial .pptx
Procesos Didácticos en Educación Inicial .pptxProcesos Didácticos en Educación Inicial .pptx
Procesos Didácticos en Educación Inicial .pptxMapyMerma1
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxYeseniaRivera50
 

Recently uploaded (20)

DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
 
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
Estas son las escuelas y colegios que tendrán modalidad no presencial este lu...
 
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
 
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosInformatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
 
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfFundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
 
plan-de-trabajo-colegiado en una institucion educativa
plan-de-trabajo-colegiado en una institucion educativaplan-de-trabajo-colegiado en una institucion educativa
plan-de-trabajo-colegiado en una institucion educativa
 
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
programa dia de las madres 10 de mayo  para eventoprograma dia de las madres 10 de mayo  para evento
programa dia de las madres 10 de mayo para evento
 
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMALVOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
VOLUMEN 1 COLECCION PRODUCCION BOVINA . SERIE SANIDAD ANIMAL
 
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamicaFactores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
 
Tema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdf
Tema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdfTema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdf
Tema 7.- E-COMMERCE SISTEMAS DE INFORMACION.pdf
 
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
 
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdfMapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
Mapa Mental de estrategias de articulación de las areas curriculares.pdf
 
Cuadernillo de las sílabas trabadas.pdf
Cuadernillo de las sílabas trabadas.pdfCuadernillo de las sílabas trabadas.pdf
Cuadernillo de las sílabas trabadas.pdf
 
Identificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PCIdentificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PC
 
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdfSesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
 
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdf
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdfEstrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdf
Estrategia de Enseñanza y Aprendizaje.pdf
 
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
 
Procesos Didácticos en Educación Inicial .pptx
Procesos Didácticos en Educación Inicial .pptxProcesos Didácticos en Educación Inicial .pptx
Procesos Didácticos en Educación Inicial .pptx
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
 

F.Doral - La Confesión

  • 1. Fernando Doral Fábregas La Confesión Ganador del certamen de relato "Amigos de Navalcarnero". Diciembre 2008
  • 2. Nunca fui gran cosa, nunca me consideré mejor que nadie. Nunca tuve más valor que nadie, por eso me sorprendí tanto al no sentir nada cuando maté a mi marido. De siempre pensé que los que mataban a otras personas tenían que ser gente despiadada y sin escrúpulos, porque a la gente normal la matarían a su vez los remordimientos. Pero no, no sentí nada, ni siquiera ese vacío que se supone que debería dejar la inocencia al marcharse: nada. Jesús fue siempre así, una mala persona. No supe o no quise verlo al principio, pero está claro que siempre fue igual. De novios éramos como todos los novios de aquella época, no te planteabas realmente qué deseabas de tu relación, simplemente sabías que lo que se esperaba de ti era que te buscaras un novio formal, mejor bueno pero si no malo, y te casaras de blanco. Nosotros no fuimos una excepción y el proceso se cumplió sin pena ni gloria. A nosotras se nos educaba para ser buenas madres y esposas, no para ser princesas, pero la verdad es que el día de mi boda lo recordaré siempre porque ese día me sentí una princesa. Por un día fui la protagonista absoluta, el centro de todas las miradas, y he de reconocer que estaba guapa... como una princesa. Sólo por ese momento le habría perdonado a Jesús alguno de los malos ratos que me haría pasar después. Luego todo corrió en un acostumbrarse, él a darme mala vida, yo a perdonársela. A los veinticinco años Jesús se colocó de ujier de la academia de artes de La Hermandad. Todos los académicos tenían llave de su propio despacho y las salas tenían dotación permanente, por lo que el trabajo de Jesús se limitaba por lo general a abrir alguna que otra puerta de escaso uso. El resto del tiempo lo dedicaba a su actividad favorita: no hacer nada. Escuchaba ávidamente cuantos programas deportivos emitían por la radio, o simplemente pacía sin apenas síntomas de actividad cerebral. El tiempo y la inactividad habían ido deteriorando su forma física, de manera que tras treinta años de servicio en La Hermandad nadie diría que se trataba del jovencito que solía jugar al fútbol que comenzó. Había echado una ostentosa barriga que le colgaba por encima del cinturón, obligando a los pantalones a una retirada menos que decorosa, que descubría por la parte trasera el nacimiento de la entrenalga. Cuando alguien le llamaba, Jesús acudía con su andar cansino que se acentuaba con los años, hasta el punto que los académicos rehusaban solicitar sus servicios cada vez en mayor medida por la grima que les producía. A las tres en punto, cayera quien cayera Jesús abandonaba su puesto de trabajo y con él las tareas que quedaran a medias, eso en las escasas ocasiones en que tales tenían lugar. Llegaba a casa con puntualidad británica, donde yo por la cuenta que me tenía ya estaba esperándole con la mesa puesta. Los primeros años comíamos juntos. Con el tiempo fuimos decidiendo tácitamente que nos convenía evitarnos en todo lo que no fuera imprescindible, y la comida definitivamente no lo era.
  • 3. Tras una siesta acudía puntual a su cita en el bar El Gallego. Creo que ése es el único sitio donde mi marido llegó alguna vez a sentirse aceptado, y aunque tenía fama de carácter difícil todos parecían achacarlo al mal perder, lo cual le eximía de culpa. En El Gallego se jugaba demasiado, se gritaba demasiado, se insultaba demasiado, y sobre todo, se bebía demasiado. La vuelta a casa era temible para mí. Si había perdido no tenía escapatoria, sabía que buscaría cualquier motivo insignificante para descargar su frustración en mis costillas. No solía pegarme en la cara, cosa que yo le agradecía aun a sabiendas de que no lo hacía por deferencia a mí, sino para ocultar las huellas de sus bajezas. Nunca le dije a nadie lo que pasaba, al principio porque confiaba en que se tratara de un mal sueño del que despertaría el día menos pensado, después porque llegué a creer que en parte merecía los castigos que me infligía. Alguna vez evité estar en casa cuando subía de El Gallego, esperando que algunas horas más tarde se le hubiera pasado la borrachera y el enfado, pero todo lo que conseguí fue que dedicara la espera a hacer crecer ambas cosas, con lo que el recibimiento fue tan brutal que opté por esperarle mansamente en casa, rezándole a la diosa de la fortuna para que las cosas le hubieran ido bien cada día. Su otra pasión era el fútbol. Socio del Atlético de Madrid desde antes de tener uso de razón, vivía con entusiasmo desmedido cada partido. Se alteraba, gritaba, y parecía que el corazón se le salía con cada jugada de cualquier equipo que jugara contra su Atlético. "Un día a tu marido le va a dar algo", decían una y otra vez mis amigas. Mis amigas. Ellas fueron mi cobijo, ellas sabían escucharme, con ellas no tenía miedo de reír, hablábamos de banalidades durante horas, no había relación de grado, todas podíamos expresarnos sin miedo a ser censuradas. Nunca he sido demasiado habladora pero el simple hecho de saber que podía decir lo que quisiera sin ser castigada, suponía para mí un bálsamo que me curaba de mi nulidad con Jesús. Todos los días nos citábamos para desayunar, antes de diseminarnos por el mercado para hacer la compra. Yo solía tomar un café sólo los martes y los jueves, porque la economía no estaba para alegrías. Algunas afortunadas podían permitírselo todos los días; yo no, pero aun así no dejábamos de vernos en la cafetería a las nueve y media. A mí me confortaba que el camarero no me mirara mal los días que no consumía, a fin de cuentas era una clienta fiel: martes y jueves, pero fiel. Hablábamos, nos reíamos, cotilleábamos... Fue en una de esas conversaciones intrascendentes cuando con relación a un dirigente de no sé qué país, mi amiga Adela, la más instruida y de mejor posición de todas dijo: "Ese cerdo impresentable... Algunas personas sólo han venido a este mundo para hacer sufrir a inocentes, y el día en que se mueran nadie llorará su partida". Aquella frase me dejó pensativa todo el día. Por la noche, mientras Jesús roncaba histriónicamente a mi lado después de, para mi fortuna una buena tarde, me puse a pensar en ello. A quién hacía feliz Jesús en esta vida. Hijo único, su padre había muerto antes de que yo le conociera y su madre poco después de nuestra boda. Quién lloraría su muerte: su familia no, desde luego, y yo menos que nadie. Sus compañeros de timba no tardarían en buscarse un sustituto con mejor carácter y en su trabajo tampoco creo que fueran a echar de menos a una lacra que se había agarrado como un quiste, y al que todos evitaban pedir cualquier servicio que se suponía estaba obligado a dar.
  • 4. Así fue como me decidí. Mi hermano menor Sergio, trabajaba en sus ratos libres exterminando plagas de ratas o insectos. Con la excusa de acabar con un gato que tenía la molesta costumbre de colarse en mi terraza para dormir plácidamente entre mis geranios, siempre después de renovar su hediondo marcaje, le pedí a Sergio que me facilitara algo que pudiera terminar con el latoso felino. Mi hermano me proporcionó una mezcla que debía ser manipulada con el máximo cuidado, pues se trataba de un veneno muy potente. Me dio un montón de instrucciones que tuve la precaución de no escribir y aprenderme de memoria. Dejé pasar un año entero para que el episodio del gato se olvidara, esperando la ocasión ideal. Ésta se presentó en el otoño siguiente. Era sábado, y por la televisión retransmitían un partido entre el Atlético de Madrid y el Barcelona. Él sentía tanta pasión en su amor por el Atlético como odio irracional por los catalanes, a pesar de que nunca en su vida conoció más catalán que Andreu. Andreu era el marido de Adela, y como incluso Jesús reconocía hombre encantador, pero aun así él se aferraba a su cerril manera de pensar. Eso significaba que un partido entre el Atlético y el Barça suponía el mayor acontecimiento para él. Yo, como cada día que había fútbol por la tele, le había dejado preparado un bocadillo partido por la mitad -uno para cada tiempo- tres cervezas -una para la primera parte, dos para la segunda- y un cubalibre de ron a falta de echarle hielo. Llevaba yo algunos meses preparando la estrategia y había podido comprobar que, en lo acalorado del momento, mi marido no era capaz de detectar cuándo en la primera botella de cerveza -la que le dejaba ya abierta- en el cubalibre y en el bocadillo, le había añadido alguna sustancia extraña. Ese día la sustancia extraña me la había dado mi hermano Sergio. Como cada sábado de fútbol me bajé a casa de mi amiga Chelo. Su marido trabajaba en un bar y nos dejaba vía libre para ver los programas tontos de esos que a mí tanto me gustan. Esperé el tiempo que, según las indicaciones de Sergio, yo estimé necesario para que el veneno hiciera efecto, y me despedí de Chelo con la excusa de bajarme a decirle una cosa a Maricarmen. Efectivamente bajé a ver a mi vecina, pero sólo el tiempo justo para decirle que la dejaba, que Chelo estaba esperándome. Y cuando ya una vecina me hacía con la otra, estimé que tenía las condiciones para prepararlo todo.
  • 5. Entré en casa atenazada por el miedo ante la posibilidad de que mi marido hubiera sido más fuerte que las ratas. Pero no. Pronto lo descubrí tirado en la alfombra. Todo estaba hecho un desastre: Jesús se había encontrado mal y se había levantado del sillón para ir a vomitar en el baño, pero la muerte le había sorprendido de camino. El resultado era todo un rastro de vómitos y espumarajos. No tenía mucho tiempo, así que me puse rápidamente a limpiarlo todo y a cambiarle de ropa. Tardé quince minutos, pasados los cuales salí a la escalera gritando como una loca: - ¡Chelo, Chelo, que Jesús se me ha quedado viendo el fútbol! ¡Maricarmen, Chelo! ¡Ay Dios mío, ayudadme alguien, que mi Jesús se me ha quedado viendo el fútbol!... La verdad es que toda la tensión contenida contribuyó a hacer más creíbles mis alaridos y súplicas, de manera que a los pocos segundos en el portal había un revuelo difícil de describir, y en mi casa un cadáver que nadie iba a echar en falta. Por supuesto a nadie se le ocurrió hacerle la autopsia a un hombre fumador, bebedor, apasionado por el fútbol, de más de cincuenta años, que había muerto durante el transcurso de un partido de fútbol de su adorado Atlético mientras fumaba Ducados y se bebía la tercera cerveza: la causa fue infarto de miocardio. Sin pena ni gloria, pero sobre todo sin pena, di la despedida a Jesús dos días después; el hombre que no había sabido hacerme feliz, que sólo había conseguido dejar marcas en mi cuerpo y en mi alma, el hombre que únicamente me había dejado una cosa que mereciera la pena: mi querida Beatriz, mi hija, tú.
  • 6. Por eso hija, hoy te escribo. Porque desde hace tiempo reconozco las marcas de mi cara en las tuyas, reconozco mi mirada esquiva en la tuya. Y ya ves, yo ya no bajo la mirada ante nadie, aprendí a mirar hacia arriba de nuevo. Quiero que comprendas que lo que hice fue por mí, para demostrarme que se puede salir del infierno. Y lo hice por ti, para marcarte el camino, para que veas que hay una salida aunque tú ahora no puedas verla como yo no la vi durante tantos años. Porque yo sabía en el fondo que si dejaba a Jesús, me encontraría para acabar conmigo. Tal es la mentalidad de los que se sienten dueños de otros. Y hoy te escribo esta carta porque quiero que entiendas que él volverá a hacerlo, siempre vuelven a hacerlo, una y otra vez. Y yo volveré a hacerlo por ti si tú me lo pides, porque "algunas personas sólo han venido a este mundo para hacer sufrir a inocentes y el día en que se mueran, nadie llorará su partida" . Te escribo esta carta aun a sabiendas de que podrías odiarme por haber matado a tu padre, que podrías acudir con ella a la policía y yo pasaría el resto de mi vida en la cárcel, como pasaré el resto de mi eternidad en el infierno, por este crimen del que me niego a confesarme, porque Dios, en quien sabes creo, no perdona cuando no hay arrepentimiento. Y yo, Él es testigo, nunca me arrepentiré. Tú no puedes vivir en el infierno porque de él tu madre conoce la salida. Tú no, mi niña, mi querida Beatriz, lo único bueno que me dejó tu padre, la razón para aguantarle cuando le aguanté, y matarle cuando le maté. Dame sólo una señal, mi querida niña, y yo haré que vuelvas a sonreír, como antes. Una señal y terminaré con el peso que llevas sola sobre tu espalda. Una señal te separa de ser tú misma otra vez. Quedo ansiosa esperando noticias tuyas, sean cuales sean, y recuerda siempre que en cualquier decisión que tomes yo estaré detrás para apoyarte haciendo lo necesario, y para darte todo mi corazón, que sólo a ti pertenece. Por siempre, tu madre.