El documento describe cómo el Grand Tour, un viaje educativo por Europa emprendido por jóvenes aristócratas entre los siglos XVII y XIX, influyó enormemente en la arquitectura de la época. Muchos arquitectos realizaban el Grand Tour para estudiar edificios famosos en Italia y otras partes de Europa, lo que les inspiraba a crear nuevos diseños a su regreso. El Grand Tour ayudó a expandir las mentes de los arquitectos y a propagar ideas arquitectónicas entre diferentes regiones.