Si redujéramos la población mundial a una aldea de 100 personas, habría 57 asiáticos, 21 europeos y 8 africanos. 6 personas poseerían el 59% de la riqueza y 80 vivirían en condiciones infrahumanas. Además, 70 no serían cristianos, 70 no podrían leer y 50 sufrirían malnutrición.