El encuentro de vuelta de la final de la Copa Libertadores entre Chivas y Vélez Sarsfield se llevó a cabo en el estadio de Vélez en Buenos Aires, donde Chivas defendía una ventaja de 3 goles del partido de ida en Guadalajara; sin embargo, el arbitraje brasileño favoreció aparentemente a Vélez en su intento de remontada en su estadio como local, debido a que los árbitros sudamericanos suelen favorecer a los equipos de esa región cuando se enfrentan a equipos mexicanos.