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EL MUNDO / AÑO XXIV / MARTES 17 DE DICIEMBRE DE 2013
INNOVADORES 7
>INICIATIVA
Escalando la innovación social
Upsocial resuelve en su primer año cinco retos en campos como la educación, el empleo y el
medio ambiente con soluciones que ya estaban probadas en otros países. Por Andrea Pelayo
as soluciones a los problemas que nos rodean ya
existen y sólo tenemos que
saber encontrarlas. La asociación Upsocial tomó a finales del
pasado año las riendas de esta búsqueda de soluciones innovadoras ya
existentes para retos sociales que,
aunque a veces nos cueste creerlo,
no son exclusivamente nuestros.
«Los caminos de la innovación son
complicados y las administraciones
públicas han ido agotando sus respuestas por la alta demanda», explica Miquel de Paladella, uno de los
miembros de Upsocial.
La asociación empieza a trabajar
cuando hay un reto. Y a partir de
aquí se distancia de otras entidades:
«El problema de la innovación social
es que muchas ONG e instituciones
públicas se creen que pueden diseñar soluciones desde cero. Y no hace
falta». De Paladella, que está en contra de «reinventar una y otra vez la
rueda», analiza innovaciones que se
han llevado a cabo en otros países y
las implanta en España. «Nos llevamos una sorpresa porque pensábamos que los referentes serían Europa y Norte América, pero en cambio
hay soluciones muy superiores en
países emergentes como Paraguay,
Brasil, India o Sudáfrica», desvela De
Paladella, que tampoco quiere desmerecer el potencial innovador local.
Tras un año de trabajo, Upsocial
L
públicas de la capital catalana tras
su éxito en Canadá. «Cambia la actitud de los alumnos con esta asignatura, sube su autoestima y mejora sus resultados», opina Marta Nomen, miembro de Upsocial. La
educadora social concluye, como su
compañero De Paladella, que es
una iniciativa «que previene los factores que generan paro».
Del mismo modo, Upsocial ha traído a España la solución israelí de
Shekulo Tov, que ha conseguido
crear un modelo de cinco empresas
y 40 líneas de negocio que dan trabajo a más de 1.700 personas discapacitadas, una innovación, en palabras
de De Paladella, «no tanto de producto como de gestión».
En pro de la inclusión, el Ayuntamiento de Barcelona y Upsocial
también trabajan para implantar el
modelo de la alemana Discovering
Hands, que forma a mujeres invidentes para ser examinadoras médicas táctiles para detectar el cáncer
de mama lo antes posible, aprovechando su superioridad en el sentido del tacto. Como dice De Paladella, estamos ante «una solución eficaz y barata de detección precoz, y
que además cambia la percepción
de la discapacidad: vemos por fin lo
que pueden hacer y no lo que no
pueden». La Fundación ONCE traería esta innovación a España y organizaría la formación en su centro de
fisioterapia.
Al adaptar una innovación dane-
>SOCIEDAD
Grup 33 asume
el reto social
de cambiar
las prisiones
La asociación aspira a un cambio
político y legislativo que ayude
al emprendimiento de impacto
ha resuelto, dentro del programa Social Innovation for Communities que
Miquel de Paladella dirige, cinco retos sociales, identificado 19 innovaciones e implantado nueve de ellas
en sectores tan variados como los
expertos que forman parte de su
plantilla, especialistas en medio ambiente, educación o prisiones y drogodependencia.
Con clientes que van desde instituciones públicas como el Ayuntamiento de Barcelona o la Generalitat de Catalunya hasta privadas como la Fundació La Caixa o la
Fundación Telefónica, la asociación
se da seis meses para hacer una investigación exhaustiva de las soluciones en el mapa internacional,
elegir las tres o cuatro que mejor
podrían funcionar aquí e involucrar
a los agentes implicados y traer al
innovador a que explique cómo ha
hecho funcionar su idea.
Así, Barcelona está aplicando ya
el plan de John Mighton contra el
fracaso escolar y el estancamiento
en matemáticas con su proyecto
Jump Math, del que se está haciendo la prueba piloto en diez escuelas
sa para mejorar la empleabilidad
de las personas con trastorno del
espectro autista o similares, Upsocial ha provocado también la creación de una nueva empresa, Specialisterne España, con sede en
Esade Creapolis Sant Cugat. La
compañía quiere aprovechar la
gran capacidad de concentración
de estas personas y su tolerancia
cero a los errores para ocuparlos en
tareas del campo de las TIC.
Más allá de la escalabilidad, que
demuestran posible, Upsocial busca
motivar el cambio a través de cambios institucionales y legislativos. «Es
la otra gran área donde se podría
mejorar, en el ecosistema de la innovación y el emprendimiento social»,
considera De Paladella, quien apuesta por la creación de SLIG (sociedades limitadas de interés general) que
trabajen para el bien social pero sean capaces de captar capital privado.
Marta Nomen
es directora de
la plataforma
Grup 33 y colaboradora de
la asociación
barcelonesa
Upsocial.
SANTI COGOLLUDO
Marta Nomen aporta a Upsocial
todo su conocimiento sobre innovación en un campo aparentemente poco flexible, el penitenciario. «Queremos implementar
un modelo que hace 20 años que
está probado y que reduce la reincidencia al 16% cuando la actual es del 40,3% en Cataluña»,
detalla la también directora de la
plataforma ciudadana Grup 33,
al hacer referencia a la Unidad
Terapéutica y Educativa de Villabona, en Asturias, que sigue un
modelo similar al de los países
escandinavos. Además, la catalana considera que las ventajas
del cambio de modelo no serían
sólo sociales sino también económicas: «sólo que se rebajara la
población penitenciaria un 10%,
se ahorrarían 30 millones de euros anuales».
Grup 33, financiada de forma
privada a través de aportaciones
de socios, lucha por otro tipo de
prisión, una «más parecida al exterior» y que «no rompa el vínculo con la comunidad ni la familia», como dice Nomen. Y es
que para Grup 33, de hecho, «la
mejor prisión es la no prisión»,
por lo que defienden las medidas penales alternativas.
Sin embargo, asumiendo que
habrá personas privadas de libertad, la educadora social
–que recientemente ha participado en TEDxBarcelonaWomen para explicar su experiencia en ambas entidades– apunta que el principio básico de
esta nueva prisión es que el interno quiera hacer realmente
un proceso de cambio, un punto en el que es esencial la ausencia de droga y violencia en
los módulos. En palabras de la
educadora social, «la cárcel tiene que ser un lugar de compromiso personal». / A. PELAYO