El documento resume la historia, definición, estructuras vitales, signos y síntomas, zonas, etiología, tipos de traumatismos, normas de tratamiento, atención prehospitalaria y hospitalaria del trauma de cuello. El trauma de cuello puede ser causado por traumatismos cerrados o penetrantes y requiere evaluación y estabilización del ABC, control de hemorragias, y cirugía inmediata en caso de obstrucción de vías aéreas u otras complicaciones graves.
2. HISTORIA
La historia data de la primera experiencia
quirúrgica del cirujano francés_______________
,cuando aproximadamente en 1552 ligó la arteria
carótida y la vena yugular a un soldado que sufrió
una herida durante una batalla.
Más de dos siglos después,____________ ,
Cirujano Británico, ligó, en 1803, una arteria
carótida primitiva lacerada de un marinero
suicida, y tuvo éxitos en los resultados.
3. DEFINICION
Se define como trauma de cuello toda lesión
traumática que afecte la región comprendida entre el
borde de la mandíbula y la base del cráneo en su límite
superior y el borde de la clavícula y la séptima vértebra
cervical, en su límite inferior.
6. SIGNOS Y SINTOMAS
LACERACIONES Y HERIDAS
SECRECIONES Y EDEMA
DIFICULTAD DE FONACION
PERDIDA DE LA VOZ
OBSTRUCCION DE LA VIA AEREA
CREPITACIONES AL HABLAR O AL RESPIRAR
DESPLAZAMIENTO DE LA TRAQUEA
7. ZONAS DEL CUELLO
Zona I: la base del cuello, es demarcada por la entrada torácica por abajo de las
clavículas y el cartílago cricoides por arriba. Las estructuras de mayor riesgo en esta
zona son los grandes vasos —las subclavias, las venas braquiocefálicas, las arterias
carótida común, el cayado aórtico, y las venas yugulares—la tráquea, esófago, los
ápices pulmonares, la columna cervical, la médula espinal y raíces nerviosas
cervicales.
Zona II: abarca la porción media del cuello y la región que va del cartílago cricoides
al ángulo de la mandíbula. Las estructuras importantes en esta región incluyen las
carótidas y las arterias vertebrales, las venas yugulares, faringe, laringe, tráquea,
esófago, la columna cervical y la médula espinal.
Zona III: la forma el aspecto superior del cuello y está delimitada por el ángulo de la
mandíbula y la base del cráneo. Diversas estructuras atraviesan la zona, tales como
las glándulas salivales y parótidas, esófago, tráquea, los cuerpos vertebrales, arterias
carótidas, venas yugulares, y nervios.
9. Etiología
Las lesiones del cuello pueden ser causada por
traumatismos cerrados o contusos, o bien abiertos o
penetrantes.
CONTUSOS
PENETRANTES
10. TRAUMATISMO PENETRANTE
Más del 95% de las heridas penetrantes en el cuello
son el resultado de armas de fuego y cuchillos, y el
resto como consecuencia de accidentes
automovilísticos, lesiones del hogar, accidentes
laborales, y rara vez acontecimientos deportivos.
Los proyectiles de alta velocidad (>600-750 m/s)
tienden a seguir un camino directo y predecible,
mientras que las de baja velocidad suelen seguir un
trayecto errático, mostrando a menudo un orificio de
entrada y de salida sin relación directa.
11. Además, los proyectiles de alta velocidad producidas
por armas de tipo militar o rifles de caza generan
ondas de choque que suelen dejar heridas que
desvitalizan los tejidos circundantes. Las lesiones de
baja velocidad pueden ser producidas por pistolas
calibre .22 y .38.
Además, las lesiones de menor energía, como un
cuchillo o perdigones, causan un 50% menos de
lesiones que resultan clínicamente significativas, sin
importar la zona de la lesión.
12. Las heridas de bala transcervicales tiene más probabilidades de
causar lesiones grave en comparación con una herida que afecta
solo un lado del cuello.
Las lesiones vasculares suponen el 25% de todas las lesiones
penetrantes del cuello. La vena yugular interna (9%) y la arteria
carótida (7%) son los sitios más comunes de lesiones vasculares
del cuello. El daño a la faringe o el esófago ocurre en 5-15% de los
casos de trauma cervical. La laringe o tráquea se lesiona en el 4-
12% de los casos. Lesiones de nervios principales se produce en
3-8% de los pacientes con trauma penetrante de cuello. La lesión
de la médula espinal se produce con poca frecuencia y casi
siempre es resultado de daño directo, más que secundario a
inestabilidad ósea.
13. TRAUMATISMO CERRADO
El traumatismo cerrado es una causa mas frecuente de
lesión vascular cervical que el traumatismo penetrante.
Los traumatismo cerrados en el cuello normalmente son el
resultado de los accidentes de tránsito y también lesiones
relacionadas con el deporte, estrangulamiento, golpes de
puños o patadas, y, ocasionalmente, la excesiva
manipulación, es decir, cualquier operación manual como
tratamiento quiropráctico o de reposicionamiento o
reajuste de la columna vertebral.
Entre el 3-10% de todas las lesiones de la carótida son
debidas a alguna forma de traumatismo cerrado del cuello.
14. NORMAS DE TRATAMIENTO
Después de un disparo en el cuello, la cirugía está
indicada en el 75% de los casos, mientras que sólo el
50% de heridas de arma blanca el cuello requieren
exploración quirúrgica.
Levy, David B; Brian S Gruber (diciembre de 2008). «Neck Trauma» (en inglés). Emergency
Medicine: Trauma & Orthopedics. eMedicine.com. Consultado el 7 de abril, 2009
Atención prehospitalaria
Atención hospitalaria
15. Atención Prehospitalaria
La mayoría de los entornos urbanos del mundo tienen
servicios hospitalarios capacitados para los grandes
traumatismos, por lo tanto, el transporte inmediato
del paciente con trauma de cuello a uno de estos
centros hospitalarios más cercano es esencial, porque
son lesiones que requieren atención multidisciplinaria.
Se debe informar a los médicos de emergencia sobre el
mecanismo de lesión, incluyendo el tipo de arma en
cuestión, monto estimado de pérdida de sangre, el
estado inicial de los signos vitales, hallazgos físicos
notables, y el total de tiempo de transporte.
16. Inmovilización del cuello
O2
EL SANGRADO POR EL CUELLO SE CONTROLA
CON PRESIÓN DIRECTA Y NO CON TORNIQUETES.
No extraer objetos.
Canalizar IV
17. Atención hospitalaria
La evaluación inicial del paciente con traumatismo de cuello
requiere la estabilización de sus signos vitales, incluyendo el
asegurar la vía aérea, el control de hemorragias, precauciones de
la columna cervical, y la identificación de patologías que
amenacen la vida del sujeto.
La mayoría de las lesiones contusas del cuello pueden ser
manejadas sin intervención quirúrgica. Por lo general, cuando
una lesión atraviesa el músculo ___________, es prudente
consultar con un cirujano calificado, o la transferencia del
paciente a un centro de trauma donde ese tipo de atención esté
disponible. El criterio de manejar por medio de intervención
quirúrgica a todos los pacientes que sufren lesiones del cuello
que penetren más allá del mismo ocasiona muchas exploraciones
innecesarias, por lo que el concepto más aceptado es la
exploración selectiva.
21. Vías aéreas
La atención del paciente con trauma de cuello en una
sala de emergencia comienza con la evaluación y la
estabilización del ABC de los primeros auxilios.
Lamentablemente, las mismas condiciones que
obligan al abordaje de las vías respiratorias son las que
obstaculizan una intubación.
22. La permeabilidad de la vía aérea se obtiene con la
intubación orotraqueal, nasotraqueal o por medio de
una traqueostomía. En casos extremos se puede hacer
una cricotiroidotomía transitoria por medio de una o
varias agujas gruesas.
La traqueotomía está indicada en las siguientes
condiciones: falla de la intubación; fracturas o
destrucción evidente de la laringe o de la tráquea;
luxación cricofaríngea o laringo-traqueal; y trauma
maxilofacial concomitante que impide hacer
intubaciones o las hace difíciles y de riesgo grave.
23. RESPIRACION
Las lesiones en la Zona I pueden infringir la cavidad
torácica. Por lo tanto, los signos y síntomas de
dificultad respiratoria obligan a considerar la
posibilidad de un neumotórax o incluso un hemotórax.
La angustia respiratoria que persista después de una
intubación competente indica un posible neumotórax
a tensión, lo que requiere una descompresión con
aguja y la colocación de un tubo de tórax. La oclusión
del árbol traqueobronquial, ya sea debido a un cuerpo
extraño o iatrogénica, es otra causa de problemas
ventilatorios.
24. CIRCULACION
Se controla la hemorragia que se origina en el cuello con presión
directa.
El clampeo de un vaso, la colocación de sondas y cánulas y la
exploración local de las heridas en la sala de emergencia solo debe ser
realizada por un cirujano calificado, por el riesgo de embolia de aire y el
desalojo de coágulos que provoquen mayor sangrado, así como daño a
estructuras adyacentes, entre otras complicaciones. No se deben retirar
en la sala de emergencia algún objeto incrustado en el cuello.
Conjuntamente con el control de hemorragias, el personal de
enfermería establece accesos por vía intravenosa con un mínimo de 2
catéteres de diámetro grande (calibre 14 o 16).
Puede resultar ventajoso colocar al paciente en una posición de
Trendelenburg para disminuir el riesgo de embolismo de aire.
25. CIRUGIA INMEDIATA
Las indicaciones son:
Obstrucción de la vía aérea
Hemorragia activa
Hematoma en expansión o pulsátil
Aparición de soplos
Enfisema subcutáneo que no se explique por el tamaño
de la herida o la exploración.
Salida de saliva a través de la herida traumática
Déficit neurológico
26. OBSERVACION
Si el enfermo no presenta indicación de cirugía
inmediata, debe observarse bajo vigilancia estrecha de
los signos vitales, de los síntomas y de la aparición de
signos físicos sugestivos de lesión.
La observación implica que se deben realizar
exámenes complementarios en forma racional de
acuerdo con la evolución o las sospechas clínicas.
Si durante el seguimiento aparece cualquiera de las
indicaciones quirúrgicas, el paciente debe intervenirse
de inmediato. Si a las 48 horas no hay síntomas o
signos y los exámenes son negativos, se da de alta.
27. Los exámenes complementarios
pueden incluir:
ARTERIOGRAFIA CAROTIDEA: en los pacientes
hemodinámicamente estables pero con hematomas en el
trayecto vascular y ausencia o disminución transitoria o
persistente de los pulsos distales a la lesión.
RADIOGRAFIAS DE CUELLO, LARINGOSCOPIA Y
BRONCOSCOPIA: en los pacientes con enfisema
subcutáneo, disfonía, disnea inspiratoria o hemoptisis.
ESOFAGOGRAMA CON BARIO Y ENDOSCOPIA: en los
pacientes con disfagia, odinofagia, enfisema subcutáneo,
regurgitación de sangre por la vía oral o presencia de ella en
el examen físico, siempre y cuando no sea explicable por
una lesión en la cavidad oral.
RX Y TAC