2. La formación de la competencia académica Programa curricular 2010 - 2015
3. “¿Cómo consigue la persona que ha adquirido sistemas de conocimiento y de opinión usarlos en su vida diaria? Si hubiera alguna ciencia capaz de tratar tales aspectos, debería referirse precisamente a la libertad y a la dignidad y debería poder sugerir posibilidades de aumentarlas.” (Chomsky, Proceso contra Skinner. 1972.p.50)
4. La competencia académica en el GIM La competencia académica que buscamos en el GIM se compone de las cuatro formas de la fantasía que la humanidad ha cultivado a través de sus hijos más esclarecidos de todas las épocas. En primer lugar, el espíritu matemático, que enseña al hombre que la realidad empírica no es más que una de las infinitas posibilidades que su mente puede concebir. En segundo lugar, el espíritu crítico, que, a partir de la filosofía y las disciplinas humanísticas, enseña al hombre a desconfiar de las apariencias, a descubrir y traer a primer plano aquello que está oculto y sin embargo es decisivo en la determinación de su destino. En tercer lugar, el espíritu científico, que enseña al hombre a buscar y verificar la explicación de todo fenómeno natural mediante la rigurosa aplicación del método experimental. En fin, el espíritu cosmopolita, que, a través de la construcción de un lenguaje progresivamente universal, enseña al hombre a ensanchar su horizonte espiritual más allá de toda frontera local, política o cultural.
5. Arquitectura de la competencia académica “Es lícito decir que el dichoso nunca fantasea; sólo lo hace el insatisfecho. Deseos insatisfechos son las fuerzas pulsionales de las fantasías, y cada fantasía singular es un cumplimiento de deseo, una rectificación de la insatisfactoria realidad. Los deseos pulsionantes difieren según sexo, carácter y circunstancias de vida de la personalidad que fantasea; pero con facilidad se dejan agrupar siguiendo dos orientaciones rectoras. Son deseos ambiciosos, que sirven a la exaltación de la personalidad, o son deseos eróticos.” (Sigmund Freud, El creador literario y el fantasear. 1908 – Vol. IX. AE.)
6. Los estándares de la competencia académica en el GIM Y bien. ¿Cómo vamos a medir el desarrollo de la competencia académica? No será, por supuesto, mediante las clásicas pruebas o exámenes que miden propiamente los conocimientos memorizados y las destrezas adquiridas pero se quedan mudos respecto de la fantasía personal que hará uso –o no—de esos conocimientos y destrezas en la vida real. Tenemos que convertir el aula de clase en una parcela determinada y significativa de eso que estamos llamando «vida real», es decir, tenemos que convertir nuestras aulas en sendos laboratorios en donde criticamos la realidad presente en función del destino deseado; explicamos y controlamos experimentalmente las condiciones naturales en que vivimos; inventamos infinitas posibilidades mentales a partir de las dimensiones concretas de la experiencia cotidiana; y establecemos auténticos vínculos de pertenencia dentro de la cultura cosmopolita.
7. Programa formativo de la competencia académica en el GIM La realidad palpitante ha de convertirse, pues, en el enigma generador que pone en movimiento la competencia académica que cada uno tiene formada en cada momento de su desarrollo. Dentro de este horizonte vital, la actividad académica constituye el campo más denso y significativo del desempeño de maestros y alumnos; este trabajo académico consiste en la investigación participativa de la realidad palpitante, la cual se ha dividido en cuatro niveles u órdenes de trabajo en donde todos despliegan y ejercitan la fantasía.