1. El derecho a la vida de la derecha
En su reaccionaria y furibunda lucha en contra el derecho de la mujer a abortar, la
derecha se muestra pretendidamente como la más elevada defensora del derecho a la
vida. Lo que la derecha en realidad defiende no es el derecho a la vida sino el derecho a
nacer, a nacer sin importar cómo, ni dónde, ni cuando. A nacer en medio de la miseria, de
la ignorancia y del hambre en los países del tercer mundo. A nacer en medio de la
escandalosa pobreza, de la marginación y de la incultura en los países del primer mundo.
A nacer disminuido física y psíquicamente con cada vez menos ayuda estatal o
simplemente ninguna. A nacer para ser niño de la calle, carne futura para la delincuencia
y para las oscuras e infernales cárceles del más que explotado tercer mundo. A nacer
para ser sujeto de la explotación infantil, aquí en el siglo XXI. A nacer para ser víctimas de
criminales desahucios, aquí en la Europa civilizada, la de los derechos humanos. A nacer
para ser víctimas sexuales de ni se sabe cuántos curas de la todopoderosa Iglesia, que
quedan cobardemente impunes. A nacer para ser víctimas de la guerras que el
imperialismo americano y sus cobardes aliados deciden cuando y donde. Así es la
hipócrita y mezquina derecha, reduce el derecho a la vida al derecho a nacer. El derecho
a la vida comienza desde el momento en que uno nace, y este derecho es negado para
miles de millones de personas en este universal orden social llamado capitalismo y que la
derecha, la omnipresente derecha, defiende a cruz y espada sin remordimiento alguno.
Vicente Umpiérrez Sánchez
19.04.2013