1. PROPIEDADES NUTRITIVAS DEL CONEJO.
El conejo es un animal de carne blanca, por lo que, si se cocina sin exceso de grasas,
se convierte en un alimento de elección dentro de los menús bajos en calorías. Por su
composición nutritiva, la carne de conejo está recomendada en caso de seguir dietas
bajas en colesterol y en caso de trastornos cardiovasculares.
Al ser una carne blanca, su contenido en ácido úrico es menor en comparación con
las carnes rojas, lo que le convierte en una carne apta para personas con
hiperuricemia o gota. Respecto a los minerales, la carne de conejo destaca sobre el
resto de carnes por su elevado contenido en potasio. También sobresale su contenido
en fósforo y en calcio. En cuanto a su contenido en vitaminas, destacan las del grupo
B, en especial la B3 (participa en el metabolismo de hidratos de carbono) y la B12
(esencial para la síntesis de hemoglobina).
La carne de conejo es la principal fuente de vitamina B3 entre los productos
cárnicos, y de vitamina B12 después de la carne de jabalí, indican expertos..
La carne de conejo resulta blanda y fácil de masticar, sobre todo si se cocina
guisada o estofada, y acompañada de salsas y hortalizas, lo que supone una ventaja
para quienes tienen dificultad para masticar. No obstante, su abundancia de fibras
musculares hacen del conejo
En el mercado, el conejo se puede encontrar entero, desprovisto de las vísceras,
totalmente limpio, e incluso despiezado si se va a consumir una parte en
concreto. Se deben elegir piezas no demasiado jóvenes, porque tienen poco
sabor, ni demasiado viejas, ya que su carne es dura y seca.
Para comprobar que se trata de una pieza joven, se ha de palpar la articulación
de las patas delanteras y notar un pequeño hueso que se mueve. Si el ejemplar
tiene las patas flexibles y el color de la carne es rosado, es síntoma de que la
pieza es fresca y está en buenas condiciones.
Al comprar el conejo entero, casi la mitad de su peso se desperdicia al eliminar
sus huesos. Este aspecto se ha de tener en cuenta a la hora de calcular la
cantidad proporcional al número de comensales. Una vez adquirida, conviene
lavar bien la carne de conejo y mantenerla en refrigeración o en congelación con
sus vísceras por separado.