El documento describe el Modelo de la Pirámide de Miller para la evaluación de competencias del egresado. El modelo propone cuatro niveles de evaluación: saber, saber cómo, mostrar cómo y hacer. Cada nivel evalúa diferentes componentes de la competencia como conocimientos, procedimientos y actitudes. El modelo permite evaluar el logro de competencias definidas en el perfil del egresado a través de diferentes técnicas e instrumentos.
1. 1
La evaluación de las competencias del
egresado
Dr. Robert Aldo Velásquez Huerta 1
velaldo@gmail.com
Introducción
El marco de la Ley Universitaria n°30220 insertó un conjunto de cambios
orientados a la mejora de la calidad en la formación universitaria, uno de ellos es
el concepto de las competencias profesionales. La formación basada en
competencias implica el diseño curricular basadas en competencias o normas de
competencias, por lo cual la gestión curricular genera cambios en los procesos de
planificación, implementación, ejecución y la evaluación.
Por otro lado, dentro del marco de aseguramiento de la calidad, se considera los
procesos de licenciamiento y acreditación para el logro de la calidad educativa en
el ámbito de la educación universitaria.
Si bien las universidades al año 2017 cumplieron con la adecuación de los Planes
de Estudios al marco de la Ley Universitaria n°30220, las que fueron valoradas
como parte de las Condiciones Básicas de Calidad para los procesos de
Licenciamiento, las mismas que actualmente se encuentran en su fase de
ejecución, por otro lado el “Modelo de acreditación para programas de estudios
de educación superior universitaria” planteado por el SINEACE, presenta un
conjunto de estándares y criterios a evaluar para su cumplimiento y lograr la
acreditación.
El estándar 33. Logro de competencias, considera como una expectativa de
calidad, que “El programa de estudios utiliza mecanismos para evaluar que los
egresados cuentan con las competencias definidas en el perfil de egreso”, lo que
1
Docente principal del Programa de Estudios de Educación Primaria UNDAC -Pasco
2. 2
implica definir y aplicar un conjunto de mecanismos para evaluar y determinar el
logro de las competencias definidas en el perfil del egresado.
Las instituciones no han definido esos mecanismos, en la literatura actual,
encontramos un conjunto de propuestas para realizar la evaluación de
competencias.
En el ámbito de la formación médica se ha implementado en muchos casos con
éxito la evaluación de las competencias del egresado bajo la propuesta del Modelo
de la Pirámide de Miller.
El problema de las instituciones en la coyuntura del proceso de autoevaluación y
logro del estándar se centra en encontrar respuestas a ¿Cómo evaluar las
competencias profesionales comprendidas en el perfil del egresado de una carrera
universitaria?
La evaluación de competencias.
La formación basada en competencias (FBC), tienen como referente central a la
competencia, cuando en la formación profesional se inserta el concepto de
competencia laboral en los procesos de planeamiento e implementación
curricular, evaluación de los aprendizajes y el logro de las competencias del perfil
del egresado.
En el ámbito de la educación superior, el proceso de formación basada en
competencias implica establecer las competencias que deben formarse en los
estudiantes en relación a una profesión, las que se plasman en los perfiles
profesionales del egresado.
De acuerdo a INCAP, “En los modelos de formación basados en competencias, la
evaluación implica la demostración de las competencias a través de ejecuciones y
conductas como primera fuente de evidencia, y estas pueden incluir la evaluación
de conocimientos, se fundamenta en demostraciones del desempeño lo más
cercanas a la realidad. Los estudiantes o trabajadores que aprueban las
3. 3
evaluaciones acceden a certificados que acreditan las competencias y quienes no
las aprueban, son calificados como aún no competentes” (2006).
La evaluación de competencias se orienta a determinar el logro de las
competencias a través de la demostración de los desempeños al concluir un ciclo
de formación, en este caso al concluir la formación profesional.
La evaluación de las competencias debe realizarse considerando los diversos
saberes que debe demostrar el estudiante para lograr desempeños competentes,
evidencias de conocimientos, evidencias de proceso, evidencias de producto y
evidencias de actitudes, considerando que para considerar a una persona como
competente, este debe demostrar evidencias en las tres dimensiones de la
competencia (cognitivo, procedimental y actitudinal), Larraín, A., González, L. y
Espinoza, O. consideran que “las competencias laborales son las actitudes,
conocimientos y destrezas necesarias para cumplir exitosamente las actividades
que componen una función laboral, según estándares definidos por el sector
productivo” (2010).
Una de las características de la evaluación de las competencias es que estas deben
ser evaluadas en la acción o desempeño, la evaluación de las competencias debe
comprender los diversos saberes (conocimientos, habilidades y actitudes) que
previamente adquirieron o desarrollaron de acuerdo a los resultados de
aprendizajes esperados
El Modelo de la Pirámide de Miller
Es una propuesta planteada por Miller (1990), que posibilita la evaluación de las
competencias considerando los diversos saberes, asumiendo cuatro niveles de
evaluación: Saber; saber cómo; mostrar cómo y hacer.
Tejada, J. (2011), describe la Pirámide de Miller, señalando que:
“En la base estaría el saber (know) o conjunto de conocimientos teóricos que todo
profesional debe dominar como fundamentadores de la práctica profesional, a
sabiendas como indica el propia Miller, de que no son suficientes, y por tanto no
4. 4
podemos quedarnos en este nivel de evaluación para atrapar la competencia,
sencillamente estaríamos en su dimensión más cognitiva”.
“En el segundo nivel estaría el saber cómo (know how) usaría los saberes teóricos
adquiridos si los tuviera que poner en práctica en un contexto particular. En este
nivel evaluativo podemos obtener una previsión, en el sentido de visión previa de
la práctica profesional. Con todo tampoco podemos conformarnos con este nivel
evaluativo, puesto que el mejor de los casos puede llevarnos a la capacidad de las
personas, pero no a su competencia, al faltarles la dimensión contexto y acción
profesional”
“En el tercer nivel nos encontraríamos con el demuestra cómo (show how) lo haría,
es una demostración con hechos, cercana a la realidad, pero aún no es la práctica
profesional directa. Las simulaciones, rol playing, pueden ser buenas situaciones
a tal fin, pero con ello tampoco podemos concluir sobre la competencia
profesional”.
“Finalmente, en la cúspide de la Pirámide, Miller encardina el hacer (doing) en la
práctica profesional. Estaríamos pues ante una actuación real, en un contexto o
situación profesional de desempeño y en el momento de evidenciar la
competencia”.
Tejada J. (2011) Considera que la Pirámide de Miller es útil para el propósito de la
evaluación de la competencia, observando que “no integra explícitamente los
saberes asociados al “saber ser” y “saber estar”» (actitudes, valores y normas
fundamentalmente), aunque pueden considerarse implícitos en el “hacer” en
contexto”.
Como se observa en la figura 1, los dos primeros niveles de la Pirámide orientar a
evaluar el dominio de los conocimientos y los dos últimos niveles se centran a
evaluar el dominio del conductual del desempeño (Millán, 2014)
5. 5
Figura 1. Pirámide de Miller para la evaluación profesional
Fuente: Ruiz, M. (2009)
De acuerdo a los saberes que debe evaluar en cada nivel de la Pirámide de Miller,
se propone un conjunto de técnicas e instrumentos que permitan recoger las
evidencias en concordancia a los aprendizajes por nivel.
Tejada J. (2011), plantea diversos instrumentos para cada nivel, de los cuales
destacamos los siguientes:
Instrumentos relacionados con el sabe y sabe cómo
Estos generalmente comprenden un conjunto de instrumentos que permiten
determinar los logros en relación a los conocimientos y su aplicación, que pueden
ser de forma oral o escrita:
• Pruebas orales. Considera Tejada (2011), que “Permiten valorar la
capacidad de comunicación y las habilidades interactivas, a la vez que
6. 6
nos permiten verificar la profundidad de la comprensión de temas
complejos y la habilidad para explicarlos en términos simples”.
• Pruebas de ensayo. “Son pruebas que incluyen preguntas abiertas (una
o más) sobre un tema o aspecto concreto, que implican el conocimiento
o procesamiento de la información requiriendo procesos de
razonamiento o síntesis de la información” (Tejada. J., 2011):
• Pruebas objetivas. “Suelen ser el conjunto de ítems de enunciado breve,
a los que siguen una o más respuestas presentadas a modo de
alternativas, existiendo una solución común válida para todos los
alumnos. El objetivo de este tipo de pruebas es la evaluación del
conocimiento teórico, el reconocimiento y la discriminación de
información, la aplicación de principios o reglas y la interpretación de
datos. Refuerzan el pensamiento selectivo más que los procesos
mentales dirigidos a la construcción de conocimiento”. (Tejada. J.,
2011):
Instrumentos relacionados con el demuestra cómo
La observación se aplica para recolectar las evidencias en entornos simulados,
aplicándose las siguientes pruebas:
• Pruebas de desempeño: Son actividades de realizaciones que se
proponen para que integre los “saberes” adquiridos en los niveles
previos, para demostrar la capacidad de integrar y aplicarlos para actuar
con competencia.
• Proyectos: Estos nos ofrecen productos para realizar la evaluación los
aprendizajes, verificando las capacidades principalmente en la
ejecución de procesos para obtener resultados específicos, aplicación
de conocimientos y habilidades en la solución de problemas y el logro
de objetivos.
7. 7
Instrumentos relacionados con el hace
En este nivel como en el anterior, la observación es la técnica que se aplica para
recolectar las evidencias en entornos reales empleándose medios tecnológicos
como cámaras de video, además de otros instrumentos de registro.
• Lista de cotejo: Son instrumentos que permiten registrar en un listado
de indicadores de logro la presencia o ausencia de estos en la actuación
del estudiante respecto a lo que se está evaluando de la competencia,
considerando la capacidad de aplicación de conocimientos, habilidades
y destrezas, así como, de sus actitudes en sus desempeños.
• Escala de evaluación: Es similar al instrumento anterior tiene un listado
de indicadores de logro, se diferencia al realizar una evaluación
graduada a través de escalas frecuencia, intensidad o calidad del
desempeño especificado de la competencia.
Figura 2. Propuesta de técnicas e instrumentos para evaluar con la Pirámide de
Miller.
Fuente: Ruiz, M. (2009)
8. 8
Discusión
Por sus particularidades el Modelo de la Pirámide de Miller posibilita realizar la
evaluación de las competencias del perfil del egresado, cada uno de los cuatro
niveles del modelo se relacionan a la evaluación a los componentes de la
competencia, como se observa en la siguiente tabla:
Modelo de la Pirámide de Miller Componentes de la competencia
Nivel Saber Conocimientos (Evidencias de
conocimiento)
Nivel Sabe cómo Conocimientos (Evidencias de
conocimiento)
Nivel Mostrar cómo Procedimientos (Evidencias de
proceso, evidencias de producto)
Actitudes (Evidencias de actitud)
Nivel Hacer Procedimientos (Evidencias de
proceso, evidencias de producto)
Actitudes (Evidencias de actitud
Asimismo, en un estudio realizado se pudo demostrar la influencia de la aplicación
del modelo de la Pirámide de Miller en la evaluación del logro de competencias del
egresado de la carrera de educación primaria de la Universidad Nacional Daniel
Alcides Carrión donde los resultados de la evaluación del nivel de logros en el
“Saber”, “Saber cómo”, “Muestra cómo” y el “Hacer” con el modelo mostraron
mayor efectividad (Velásquez, 2019).
9. 9
Conclusiones
El Modelo de la Pirámide de Miller, es una propuesta que por sus características es
válida para ser aplicada en la evaluación del perfil del egresado, es una
herramienta metodológica para ser aplicada en los procesos de acreditación de
los diferentes programas de estudios, posibilitando el logro de los estándares de
calidad exigidos por el Modelo de acreditación para programas de estudios de
educación superior universitaria del SINEACE.
Bibliografía
INACAP. (2006). Taller Formación y Evaluación por competencias. Recuperado de
http://www.inacap.com/tportal/portales/tp4964b0e1bk102/uploadImg/File/pdf/
429.pdf
Ruiz, M. (2009). La evaluación basada en competencias. Primer Congreso
Educativo Formando Formadores "Hay Talento 2009". Recuperado de
www.cca.org.mx/profesores/congreso_recursos/descargas/mag_competencias.p
df
Tejada, J. (2011). La evaluación de las competencias en contextos no formales:
dispositivos e instrumentos de evaluación.
www.revistaeducacion.educacion.es/re354/re354_29.pdf
Velásquez, R. (2019). Aplicación del Modelo de la Pirámide de Miller en la
Evaluación del Logro de Competencias del Egresado de la Carrera de Educación
Primaria de la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión. (Tesis de Doctorado).
Universidad San Martín de Porres: Lima.