El documento discute la necesidad de una reforma fiscal en México que aumente los ingresos y mejore la eficiencia del gasto al mismo tiempo que simplifique el pago de impuestos y elimine los regímenes especiales, aunque existen diversas opiniones sobre los detalles específicos. También enfatiza la importancia de que el gobierno adopte una actitud de responsabilidad fiscal mediante un presupuesto balanceado, y señala que aunque México tiene una Ley de Responsabilidad Fiscal, la definición que utiliza de balance fiscal es incompleta
2. RESPONSABILIDAD TRIBUTARIA
• Una gran mayoría de personas opinan que México necesita una profunda reforma fiscal,
que eleve los ingresos y mejora la eficiencia del gasto, al mismo tiempo que simplifique el
pago de impuestos y elimine los regímenes especiales. Sin embargo, existe una amplia
diversidad de opiniones sobre cuáles deberían ser los contenidos exactos. Algunos
piensan que se debería eliminar las exenciones a los alimentos y medicinas, mientras
que otros dicen que son intocables. Unos opinan que habría que hacer mayor uso de los
impuestos indirectos, al mismo tiempo que otros dicen que la vía indicada es mediante
los impuestos al ingreso.
3. Independientemente del contenido, existe el consenso de
que el gobierno debe adoptar una actitud de responsabilidad
fiscal, que para la mayoría significa un presupuesto
balanceado. Si se mantiene como regla en periodos de
expansión, existe la posibilidad de llevar a cabo una política
fiscal contracíclico en tiempos de recesión. Los problemas
que acogen a Grecia y otros países europeos ahora, resalta
la importancia de la prudencia fiscal y la relación tan estrecha
que tiene con el acceso a recursos financieros del exterior y
a la calificación de riesgo-país.
En principio, México tiene una Ley de Responsabilidad Fiscal
que obliga al gobierno federal a mantener un déficit igual a
cero. En 2006 se aprobó la Ley Federal de Presupuesto y
Responsabilidad Hacendaria con el fin de obligar al Ejecutivo
Federal a presentar presupuestos equilibrados. Sin
embargo, el problema fundamental es que la definición de
balance fiscal que utiliza la Ley (y el gobierno) es incompleta
y hasta engañosa, a tal grado que se puede tener un déficit
relativamente elevado y aún estar dentro del margen de esta
Ley.