Conservadores de lo ajeno: Ser la respuesta de Dios
1. Conservadores de lo
ajeno
Lectura:
Mateo 25:31-40
“De cierto os digo que, en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños, a Mí lo hicisteis”
— Mateo 25:40
2. Las personas que encuentran algo de valor por lo general están ansiosas por conservarlo. En tales
casos, la idea de «conservadores de lo ajeno» parece algo bueno. Pero, ¿qué pasa si lo que
encontramos es un problema? En ese caso, estamos ansiosos por renunciar a ello.
Mientras trabajaba para el Departamento de Justicia de los EE.UU., Gary Haugen descubrió un
gran problema. «Alguien tiene que hacer algo al respecto», pensó. Miró a su alrededor en busca de
alguien que pudiera asumir la injusticia y el abuso de autoridad que había descubierto. Pero pronto
se dio cuenta de que Dios le estaba mirando a él. En 1997, Haugen fundó la Misión Internacional
de Justicia para rescatar a las víctimas de violencia, explotación sexual, esclavitud y opresión.
Así como Moisés fue la respuesta de Dios a la esclavitud de Su pueblo en Egipto (Éxodo 3:9-10),
también Haugen y su equipo se están convirtiendo en la respuesta de Dios para aquellos que están
en la esclavitud hoy. Como dice Haugen, «Dios no tiene un Plan B. Tú eres Su plan. Tú eres la
respuesta».
Dios nos coloca en circunstancias únicas donde nuestras capacidades son perfectas para resolver
el problema que Él quiere arreglar. Jesús dijo que lo que hacemos por aquellos que están en
necesidad, lo hacemos para Él (Mateo 25:35-40).
¿Has encontrado algún problema? ¿Cómo podrías ser la solución de Dios? Puede que Dios
quiera que seas una respuesta a la oración de alguien.
4. Lectura Bíblica: Mateo 25
El juicio de las naciones
E
31
C
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces
se
s sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y
a
apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33 Y pondrá
l
las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces el Rey dirá a los de su
derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la
f
fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis
d
de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me
v
visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo:
S
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
38
¿
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te
v
vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os
digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami
5. Biblia del diario vivir.
.
2
25.34–40 Esta parábola habla de la misericordia que todos podemos brindar a
diario. Son gestos que no requieren riqueza, habilidad ni inteligencia; son cosas que
se hacen y se reciben de gracia. No tenemos excusa para desentendernos de los
que tienen grandes necesidades. No podemos delegar esta responsabilidad a la
iglesia ni al gobierno. Jesús demanda nuestra participación personal en atender las
necesidades de los demás ( Isaías 58.7 ).
I
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25.40 Mucho se ha discutido en relación a la expresión «mis hermanos». Algunos
han dicho que se refiere a los judíos; otros dicen que se refiere a todos los
cristianos; los restantes manifiestan que alude a los que sufren en cualquier lugar.
Dicho debate tiene una semejanza con la pregunta que un abogado formuló a Jesús:
«¿Quién es mi prójimo?» ( Lucas 10.29 ). Lo más sobresaliente en esta parábola no
L
es el quién, sino el qué, el acto de servir cuando nos necesitan. La enseñanza de
esta parábola es que debiéramos amar a todas las personas y servir a cuantos
podamos. Ese tipo de amor glorifica a Dios porque refleja nuestro amor por Él.