El documento resume la vida y hazañas de El Cid Campeador. Describe la sociedad medieval española, los cantares de gesta y juglares que transmitían historias épicas. Explica que el Poema de Mío Cid es un texto anónimo del siglo XII que narra las victorias del Cid sobre los moros y su conquista de Valencia. Presenta a los personajes principales como El Cid, una figura legendaria; su esposa Doña Jimena; y el rey Alfonso VI, quien desterró dos veces a El Cid.
15. El primer grupo: lo formaba la realeza con sus reyes y reinas, príncipes y princesas. Dentro de este, aunque en una posición inferior, estaba la nobleza, que eran duques, condes y en general grandes y poderosos señores.
16. El segundo grupo compuesto por el clero, que gozaba de privilegios, propiedades y bienes. En este mismo grupo estaban los caballeros, que normalmente eran guerreros que provenían de familias nobles.
17. Por último, estaba el pueblo llano, los campesinos o gleba que trabajaban para los señores y mantenían con el esfuerzo de su trabajo los impuestos de realeza, nobleza y clero. 3
25. Sabían cantar, bailar y tocar instrumentos y a cambio de sus servicios les daban comida, vestidos o dinero.
26. El Mester de Juglaría, era el oficio de los juglares y también el conjunto de poemas creados por estas personas y transmitidos oralmente de padres a hijos. Estaban escritos en verso.
27. En la zona de Castilla, y en lengua romance se recitaban y cantaban estos poemas épicos o cantares de gesta. Y eran interpretados por los juglares. 6
31. Un juglar de San Esteban de Gormaz. Se dice que este escribió las dos primeras partes y que es el autor de la idea.
32. Un juglar de Medinaceli. Este hizo la tercera parte del poema. Invento fragmentos y exagero muchos sucesos.
33. Otros estudiosos dicen que fue algún clérigo llamado Per Abad. Se dice que pudo ser este clérigo, porque al final del poema se dice “Per Abbat le escribió en el mes de mayo...”. La palabra “escribió” quiere decir “copió” y no que lo escribió él.
34. A través del estudio de la lengua, estilo, elemento históricos del poema se puede concluir que:
35. El poema fue escrito entre fines del siglo XII y principios del siglo XIII, (de 1195 a 1207) por alguien, que podría conocer la zona aledaña a Burgos, la Alcarria y la del valle del Jalón, culto, y con profundos conocimientos jurídicos, posiblemente notario o letrado.8
38. El Cid sale de Vivar al destierro, dejando sus palacios desiertos y llega a Burgos, donde nadie se atreve a darle asilo por temor a las represalias del rey.
39. Una niña de nueve años le ruega que no intente la ayuda por la fuerza para no perjudicar a los moradores de la posada. En la ciudad se aprovecha de la avaricia de unos judíos.
40. El Cid se dirige al monasterio de San Pedro de Cardeña, para despedirse de su esposa, doña Jimena, y de sus dos hijas, a las que deja confiadas al abad de dicho monasterio.
41. Entra luego en tierra de moros, asalta la villa de Castejón y vence a los moros en varias ocasiones, recogiendo un rico botín del que envía parte al rey ; continúa sus correrías y derrota y prende al conde Barcelona, liberándole poco después .10
43. Con sus ojos muy grandemente llorando tornaba la cabeza y estábalos mirando: vio las puertas abiertas, los postigos sin candado, las perchas vacías sin pieles y sin mantos y sin halcones y sin azores mudados. Suspiró mío Cid triste y apesadumbrado. Habló mío Cid y dijo resignado: «¡Loor a ti, señor Padre, que estás en lo alto! Esto me han urdido mis enemigos malos». Ya cabalgan aprisa, ya aflojan las riendas. Al salir de Vivar, tuvieron la corneja diestra, y entrando en Burgos, tuviéronla siniestra. El Cid se encogió de hombros y meneó la cabeza: «¡Albricias, Álvar Fáñez, que si ahora nos destierran con muy gran honra tornaremos a Castiella!» Mío Cid Ruy Díaz por Burgos entróve, van en su compañía sesenta pendones; salen a verlo mujeres y varones, burgueses y burguesas a las ventanas se ponen, llorando de los ojos, ¡tan grande era su dolor! De las sus bocas todos decían una razón «¡Dios, qué buen vasallo, si tuviese buen señor!» El Campeador se dirigió a su posada; cuando llegó a la puerta, la halló bien cerrada, por miedo del rey Alfonso, así ellos acordaran: que a menos que la rompiese, no se la abrirían por nada. Los de mío Cid a altas voces llaman, los de dentro no les querían responder palabra. Aguijó mío Cid, a la puerta se llegaba, sacó el pie del estribo, un fuerte golpe daba; no se abre la puerta, que estaba bien cerrada. Una niña de nueve años a mío Cid se acercaba: «YaCampeador, en buen hora ceñiste espada «El rey lo ha vedado, anoche entró su carta, «con gran mandamiento y fuertemente sellada. «No os osaríamos abrir ni acoger por nada; «si no, perderíamos los bienes y las casas, «y aún además los ojos de las caras. «Cid, en nuestro mal vos no ganáis nada; mas el Criador os guarde con todas sus virtudes santas». Esto la niña dijo y tornó para su casa. Ya lo ve el Cid que del rey no esperaba gracia. 12 Cubierta del manuscrito del Poema del Cid
46. El Cid vence al rey moro de Sevilla y envía un nuevo presente al rey Alfonso VI, lo que permite el reencuentro del Cid con su familia.
47. Poco después la ciudad es sitiada por el rey moro de Marruecos ; el Cid le derrota y envía un tercer presente al rey Alfonso.
48. Los infantes de Carrión solicitan al rey de Castilla las hijas del Cid en matrimonio y el rey y señor del Cid interviene para lograr el consentimiento de aquel y lo perdona solemnemente. Con los preparativos de la boda termina el Cantar.13
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50. Los infantes de Carrión quedan en ridículo ante los cortesanos del Cid por su cobardía en el campo de batalla y por el pánico que demuestran a la vista de un león escapado.
51. Deciden entonces vengar las burlas de que han sido objeto, para ello parten de Valencia con sus mujeres y, al llegar al robledal de Corpes las abandonan, después de azotarlas bárbaramente.
52. El Cid pide justicia al rey. Convocadas las cortes en Toledo, los guerreros del Campeador desafían y vencen a los infantes, que son declarados traidores.
53. El Poema termina con las nuevas bodas de las hijas del Cid, doña Elvira y doña Sol, con los infantes de Navarra y Aragón.14
54. En el robledo de Corpes entraron los de Carrión, los robles tocan las nubes, ¡tan altas las ramas son! Las bestias fieras andan alrededor. Hallaron una fuente en un vergel en flor; mandaron plantar la tienda los infantes de Carrión, allí pasaron la noche con cuantos con ellos son; con sus mujeres en brazos demuéstranles amor; ¡mal amor les mostraron en cuanto salió el sol! Todos se habían ido, ellos cuatro solos son, así lo habían pensado los infantes de Carrión: «Aquí en estos fieros bosques, doña Elvira y doña Sol, «vais a ser escarnecidas, no debéis dudarlo, no. «Nosotros nos partiremos, aquí quedaréis las dos; «no tendréis parte en tierras de Carrión. «Llegarán las nuevas al Cid Campeador, «así nos vengaremos por lo del león». Los mantos y las pieles les quitan los de Carrión, con sólo las camisas desnudas quedan las dos, los malos traidores llevan zapatos con espolón, las cinchas de sus caballos ásperas y fuertes son. Cuando esto vieron las damas así hablaba doña Sol: «Don Diego y don Fernando, os rogamos por Dios, «dos espadas tenéis, fuertes y afiladas son, «el nombre de una es Colada, a la otra dicen Tizón, «cortadnos las cabezas, mártires seremos nos. « Moros y cristianos hablarán de vuestra acción, « dirán que no merecimos el trato que nos dais vos. «Esta acción tan perversa no la hagáis con nos «si así nos deshonráis, os deshonraréis los dos; «ante el tribunal del rey os demandarán a vos». Lo que ruegan las dueñas de nada les sirvió. Comienzan a golpearlas los infantes de Carrión; con las cinchas de cuero las golpean sin compasión; así el dolor es mayor, los infantes de Carrión: de las crueles heridas limpia la sangre brotó. Si el cuerpo mucho les duele, más les duele el corazón. ¡Qué ventura tan grande si quisiera el Criador que en este punto llegase mio Cid el Campeador! 15
57. A los 23 años, consiguió el título de Campeador. A los 24 ya era conocido como Mio Cid, expresión de cariño y admiración.
58. Cuando murió Sancho II, Alfonso VI fue el nuevo rey de Castilla, El Cid le exige en Santa Gadea un juramento por el cual se auto exculpaba de haber tenido relación con la muerte de su hermano. Para poder ser coronado.
59. En 1081, fue desterrado de Castilla con 300 de los mejores caballeros de Castilla. Se fueron durante 6 años. Luego, el almorávide Yusuf cruza en 1089 el estrecho de Gibraltar y el rey Alfonso pide ayuda al Cid, pero por un malentendido entre los dos otro enfado entre el rey y don Rodrigo Díaz y el monarca le destierra por segunda vez en 1089. En diez años la fama del Cid crece mucho. Conquista los reinos de Lérida, Tortosa, Denia, Albarracín, y Alpuente.
60. En el 1094, el Cid entró en Valencia triunfalmente. Aún habría de combatir más batallas, como la que en el mismo año le enfrentó al emperador almorávide Mahammad, sobrino de Yusuf, el cual fue a las puertas de Valencia con 150.000 caballeros. La victoria del Cid fue total.
61. En 1097 muere en la batalla de Consuegra, el único hijo varón del Cid, Diego.
63. Según la leyenda, el Cid, después de muerto, fue artificiosamente montado a caballo y su temible aspecto y fama hizo huir a las tropas sitiadoras.17
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65. Tras el destierro del Cid (1081), vivió con sus hijos en el monasterio de San Pedro de Cardeña y sufrió prisión cuando se produjo la segunda acusación contra su esposo (1087), con el que se reunió en Denia (1094).
66. A la muerte del Cid (1099), siguió en la ciudad de Valencia hasta 1102. Aún contando con el apoyo del rey castellano, sólo pudo mantener la ciudad del Turia hasta tres años más tarde.
67. Ante la imposibilidad de defender la ciudad de los continuos ataques almorávides, los castellanos optaron por incendiarla totalmente y abandonarla, llevándose consigo hacía Castilla el cadáver embalsamado del Cid. No es difícil imaginar el sobrecogedor espectáculo de las mesnadas del Cid atravesando de retirada hacía Castilla los anchos campos, aldeas, castillos y fortalezas, transportando consigo el cadáver del temido guerrero.18
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69. Tras la muerte de su padre, Fernando I, en 1065, Alfonso recibió el reino de León, a lo que se opuso su hermano Sancho, que había recibido Castilla.
70. Alfonso fue derrotado en Llantada en 1068, y en Golpejera, en 1072, y fue obligado a exiliarse junto con su hermano García.
71. A la muerte de Sancho, asesinado mientras asediaba a su hermana Urraca en Zamora, Alfonso fue llamado para ser coronado rey, pero antes tuvo que realizar, por instigación de la nobleza castellana encabezada por Rodrigo Díaz, el Cid, un juramento por el cual se auto exculpaba de haber tenido relación con la muerte de su hermano.
72. En 1085, Alfonso VI logró apoderarse de Toledo, lo cual le dio un gran prestigio.
73. Sin embargo, los reinos de taifas de Badajoz y Sevilla llamaron en su ayuda a los almorávides del norte de África, los cuales derrotaron a Alfonso VI en la batalla de Sagrajas, en 1086, acción militar que significó el punto de arranque una difícil etapa que marcaría los últimos años de su reinado.