El poema pide prestadas las sandalias de María para poder caminar el camino hacia Dios desprendido de todo, confiando únicamente en Su Palabra y no en las cosas materiales. Quiere transformar su camino en un encuentro personal con Dios, mirando hacia arriba y no abajo, viviendo con fe y luz como María. Desea poder decirle a Jesús que a pesar de sus debilidades, Su resurrección es motivo de alegría.