1. El placer de Servir con María
Al celebrar los 75 años de presencia en
Chile de nuestra Congregación, se empezó
a escribir la Crónica desde 1938 – 2013, Lo
primero es tener claro qué es una crónica, es
la narración de un suceso ocurrido en un
tiempo determinado. Este género se
aproxima mucho a la literatura, antes de
que se considerara un género periodístico
estuvo dentro de los géneros literarios, se
usaba para narrar sucesos históricos
siguiendo un orden de tiempo. Además de
narrar la noticia, el cronista emite un juicio y
una valoración sobre los hechos
acontecidos.
Tiene un estilo personal con elementos valorativos. Se utiliza una forma
narrativa para contar los sucesos y destacar su importancia. Se utilizan
descripciones para ambientar al lector. Cuenta un acontecimiento de interés
colectivo. Énfasis en el cómo sucedieron las cosas .Usa un lenguaje sencillo y
claro, estuvo a cargo de Sor Josefina Rojos Campos, religiosa chilena, miembro
de la Delegación., quién durante los años 2013 – 2016, se dedicó a este trabajo.
Función de la crónica, Sirve como fuente de consulta para los historiadores.
Deja constancia de un suceso acontecido. Relatar cómo sucedieron las cosas.
Para la Delegación es un regalo poder contar con estas más de 500 páginas de
nuestro acontecer histórico comunidad por comunidad.
Tipos de crónica, Informativa narración cronológica puntual sin juicio de valor
Opinativa informa y comenta al mismo tiempo. Interpretativa estilo más
literario con emisión de juicios de valor. Esta dividida en tres partes:
1. 1938 – 1958 aborda los primeros 20 años de servicio, divida en tres
Capítulos.
2. 1959 – 1988 la etapa de consolidación, escrita en un sólo capitulo.
3. 1989 – 2013 recoge el proceso de las nuevas necesidades y otros
servicios.
Pasos para hacer una crónica, conoce los antecedentes debes estar al tanto de los
motivos que originaron el suceso que vas a narrar. Registra el lugar del suceso
características del lugar, número de asistentes, ambiente. Registra la hora lleva
una relación exacta del tiempo de cada acontecimiento. Registra los nombres de
participantes y no sólo sus nombres también su actitud durante el evento.
Auditorio además del número de participantes registra la actitud general del
auditorio ante el evento, entrevista al público al final para que conozcas su
opinión. Recaba copias de documentos si haces la crónica de alguna conferencia
2. trata de tener copias de los textos. Debes ofrecer una visión panorámica de la
conferencia, qué se dijo y cómo se recibió el mensaje. Registra las frases
contundentes y la expresión del orador. Eso lo hizo a través de la minuciosa
investigación en las crónicas de cada comunidad, incluso en aquellas de las
comunidades que ya fueron cerradas.
Estilo de la crónica, cuando escribas tu crónica debes informar y deleitar a tu
lector. Debes escribir con una dosis de estilo literario para que tu lector disfrute
la narración de lo sucedido como si hubiera estado ahí. Durante la crítica que
realices debes ser imparcial y no tendencioso. Cualquier tema puede ser
abordado en una crónica. Así lo ha llevado acabo, con la rigurosa revisión de
padre Vladimiro Memo O.S.M.
Estructura de la crónica, redacción en orden del tiempo en que suceden los
hechos, entrada que llame la atención del lector el relato del suceso con detalles
que provoquen emociones en el lector.
Conclusión o fin del relato, el final
no es contundente, puede ser un
final abierto, como lo es la vida.
Estilo sencillo con detalles precisos
para que el lector se informe y se
entretenga, si es necesario se puede
alterar el orden cronológico para dar
mayor agilidad o explicaciones al
contenido de la crónica., calidad
humana en la narración. se pueden
utilizar metáforas, ironía, paradojas,
hipérboles, antífrasis, antítesis y
todos los elementos necesarios para
presentar un contenido atrayente
para el lector. La Delegada le
agradeció a Sor Josefina la finalizar el
retiro y en forma simbólica entregó a cada superiora un ejemplar. En cada una
de nuestras obras se ha entregado en una pequeña celebración litúrgica
destacando algún rasgo de las hermanas que vivieron y se entregaron y
porque no decirlo se santificaron en las distintas comunidades. Este trabajo era
muy importante porque las hermanas primeras y mayores van pasando y a
veces a las nuevas generaciones le es difícil entender el dinamismo de la
historia. En perspectiva histórica es la lectura del tiempo, mediado por las
crónicas y luego leído para ponerlo dentro de una solo escrito que lo abarca
todo.
El tren de la vida es así. La vida no es más que un viaje por tren, repleto de
embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en
algunos embarques, y profundas tristezas en otros.
3. Al nacer, nos subimos al tren y nos
encontramos con algunas personas las
cuales creemos que siempre estarán con
nosotros en este viaje: nuestros padres.
Lamentablemente la verdad es otra.
Ellos se bajarán en alguna estación
dejándonos huérfanos de su cariño,
amistad y su compañía irreemplazable.
No obstante, esto no impide a que se
suban otras personas que nos serán muy
especiales. Llegan nuestros hermanos,
nuestros amigos y nuestros maravillosos
amores. De las personas que toman este tren, habrá los que lo hagan como un
simple paseo, otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje, y habrá otros
que circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite.
Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente; otros pasan tan
desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento.
Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son tan queridos se
acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el
trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje,
recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos... pero
lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona
ocupando el asiento. No importa, el viaje se hace de este modo; lleno de
desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamás regresos.
Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible. Tratemos de
relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo que tengan
de mejor. Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos
podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos ya que nosotros
también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda.
El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos,
mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está
sentado en el asiento de al lado. Me quedo pensando si cuando baje del tren,
sentiré nostalgia... Creo que sí. Separarme de algunos amigos de los que me hice
en el viaje será doloroso. Dejar que mis hijos sigan solitos, será muy triste. Pero
me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación
principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no
tenían cuando embarcaron. Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con
que el equipaje creciera y se hiciera valioso. Amigos, hagamos que nuestra
estadía en este tren sea tranquila, que haya valido la pena. Hagamos tanto, para
que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje
añoranza y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan.
Sor Verena Bustamante