El documento discute la situación política en Venezuela y las acciones que se pueden tomar. Argumenta que exigir respaldo constante a la Asamblea Nacional ha fallado repetidamente y que la única salida es una intervención militar internacional junto con fuerzas rebeldes nacionales para derrocar al régimen comunista, el cual solo se ha fortalecido a través de los años. También señala que el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio es el único órgano legítimo reconocido y que debe nombrar un gobierno de transición.