La órbita es un espacio rígido y las lesiones que se originan o infiltran en la órbita a menudo se presentan con manifestaciones oftálmicas. La patología puede ocurrir en cualquier tejido orbitario, incluidos huesos, vasos, nervios, músculos y glándulas. Una historia cuidadosa proporciona pistas de diagnóstico, ya que ciertas lesiones se presentan con mayor frecuencia en diferentes grupos de edad. Las imágenes de la órbita y los senos paranasales circundantes y la cavidad intracraneal ayudan a guiar el diagnóstico y el tratamiento. Comprender la hemodinámica de las lesiones vasculares es fundamental para un tratamiento seguro y eficaz.