Los trastornos alimenticios pueden afectar tanto a hombres como a mujeres. Generalmente tienen causas multifactoriales relacionadas con factores psicológicos como conflictos emocionales e inseguridades, y condicionamientos del entorno familiar. Se detectan por señales psicosociales como aislamiento, mal humor e inestabilidad emocional, y su diagnóstico y tratamiento dependen de la gravedad de los síntomas y riesgos para la salud.