12. Para lograr esos objetivos, es partidario de la destrucción violenta del Estado mediante atentados contra personas o instituciones ligadas al orden capitalista y burgués. El anarquismo del s. XIX consideraba al campesinado y sectores marginados la fuerza revolucionaria y no al proletariado industrial. Rechaza la organización de obreros en partidos políticos y la implantación de “gobiernos revolucionarios”.