La Tierra se distingue de otros planetas por procesos geológicos internos que dan lugar a una hidrosfera, atmósfera oxidante y relieve único moldeado por la atmósfera, hidrosfera y energía interna. El relieve terrestre incluye cordilleras, valles, llanuras y mesetas, y está en constante cambio debido a procesos geológicos rápidos y lentos como la tectónica de placas.