Nicholas Winton, un joven inglés, organizó ocho viajes entre marzo y septiembre de 1939 para salvar a 669 niños judíos checoslovacos de la invasión nazi. Trabajando desde Praga y Londres, Winton coordinó la evacuación de los niños a familias de acogida en Gran Bretaña, a pesar de la burocracia y el cierre de fronteras. Su acción heroica salvó a cientos de niños que de otra forma habrían muerto en el Holocausto.