En las décadas de 1710 y 1720, el empresario alemán Johann Bessler (conocido como Orffyreus) condujo demostraciones de ruedas que giraban continuamente, bajo lo que él adujo era la acción de la gravedad únicamente. El propio Leonhard Euler, inconsciente de que el trabajo de Bessler había sido expuesto en 1727 como fraudulento, seguía escribiendo en 1742 como si Bessler pudiera haber encontrado el secreto del movimiento perpetuo. Aquí muestro evidencia de que el crédito dado a las pretensiones de Bessler resultó principalmente de circunstancias que han pasado desapercibidas en la historiografía de la ciencia: Bessler había sido protegido de Leibniz. Leibniz y sus allegados habían esperado que el trabajo de Bessler diera sustento a un modelo no newtoniano del sistema solar como un mecanismo auto mantenido, en que los planetas fueran arrastrados en sus órbitas por torbellinos de un "fluido sutil."
En las décadas de 1710 y 1720, el empresario alemán Johann Bessler (conocido como Orffyreus) condujo demostraciones de ruedas que giraban continuamente, bajo lo que él adujo era la acción de la gravedad únicamente. El propio Leonhard Euler, inconsciente de que el trabajo de Bessler había sido expuesto en 1727 como fraudulento, seguía escribiendo en 1742 como si Bessler pudiera haber encontrado el secreto del movimiento perpetuo. Aquí muestro evidencia de que el crédito dado a las pretensiones de Bessler resultó principalmente de circunstancias que han pasado desapercibidas en la historiografía de la ciencia: Bessler había sido protegido de Leibniz. Leibniz y sus allegados habían esperado que el trabajo de Bessler diera sustento a un modelo no newtoniano del sistema solar como un mecanismo auto mantenido, en que los planetas fueran arrastrados en sus órbitas por torbellinos de un "fluido sutil."