2. UNICEF calcula que en Colombia hay en este
momento 55 mil niños y niñas vinculados a la
explotación sexual. Según el mismo estudio
la cifra se ha triplicado en los últimos tres
años, y la edad en que se induce al abuso se
ha reducido incluso por debajo de los 10
años.
“La mayoría de los menores prostituidos han
sido abusados sexualmente por algún
conocido y el paso a convertir el sexo una
profesión no es "tan grande". Muchos huyen
de sus casas y caen en la droga o el alcohol.
En ese momento el proxeneta puede llegar a
adquirir un papel paternal en la vida del
menor que pocas veces lo denuncia.
El patrón es común entre los menores que
son explotados sexualmente, falta de
modelos, drogas y pobreza hace que para
algunos menores resulte deslumbrante lo que
pueden "sacar" de los turistas, convencidos
de que ellos mismos son los que ganan.
3. Muchas de las menores han caído en este trabajo víctimas de un engaño.
El 7.5 por ciento de las niñas encuestadas por la Cámara de Comercio
confesó haber llegado a la prostitución a través de los avisos
clasificados que aparecen en los periódicos pidiendo meseras para
restaurantes.
Es ahí cuando entran en acción los proxenetas, es decir, los empresarios
dedicados a la prostitución infantil. Son ellos los que viajan a los pueblos
para traer niñas ofreciéndoles trabajo, alimentación, hospedaje... Los que
duran días enteros en la terminal de transportes esperando que lleguen
menores sin rumbo fijo a las que les puedan brindar una supuesta
protección. Durante las primeras semanas cumplen sus promesas; hasta
cuando las niñas se sienten tan comprometidas que terminan trabajando
para ellos.
Estos empresarios han llenado la ciudad de cientos de negocios: hay
para todos los estratos y para todos los gustos. En el norte de Bogotá
funciona una serie de bares en los que los hombres encuentran niñas
menores de 17 años. También existen por todas partes los llamados
sexshows infantiles. Sitios en donde las niñas están disponibles en dos
turnos -de dos de la tarde a ocho de la noche y de ocho de la noche a
dos de la mañana-, hacen strip tease, pasan ratos con los clientes y
reciben dinero extra de acuerdo con la cantidad de licor que hayan
consumido los invitados.
4. VICIO Y DOLOR
Pero es en la droga en lo que más
gastan dinero. Tan pronto terminan
de atender a un cliente, las niñas
salen corriendo en busca de su
buena dosis de basuco o marihuana.
Ellas dicen que la droga les ayuda a
sobrevivir en ese medio. Pero
también acaba con su salud.
Algo similar le ocurre a un alto
número de las niñas dedicadas a la
prostitución. El 55 por ciento de las
encuestadas por la Cámara de
Comercio aceptó haber sufrido
enfermedades de transmisiòn sexual.
Y más de la mitad no ha recibido
tratamiento médico. Resulta
igualmente grave que el 50 por ciento
de ellas no sepa qué es el sida.
5. En lo que si parecen estar conscientes es en la necesidad de
usar preservativo. Las niñas le exigen al cliente que utilice
condón. Pero si éste les sugiere pagarles más dinero a cambio
de no usarlo, ellas acceden con facilidad. También tienen claro
el riesgo de quedar embarazadas y por eso suelen cargar
pastillas anticonceptivas. Sin embargo, las estadísticas
muestran que esto poco funciona: el 74 por ciento de estas
niñas tiene más de un hijo. Un hijo que dejan al cuidado de
cualquier persona mientras ellas continúan en el negocio de
"hacer ratos" con los hombres que las buscan.
6. Para prevenir los abusos contra los menores, el Instituto
Colombiano de Bienestar Familiar adelanta una campaña
nacional donde a través del programa Caivas (Centro de
Atención a Víctimas de Delitos Sexuales), espera
concientizar a padres, profesores y adultos responsables en
la protección de niños y niñas de los proxenetas.
"Es hacerle un llamado a padres de familia para que tengan
más comunicación con sus hijos porque nos estamos dando
cuenta de que las denuncias que llegan todos los días es
porque los adolescentes están creciendo solos", señaló
Nidia Barragán, defensora de familia del ICBF.
Actualmente 101.000 niños se encuentran bajo protección
de Bienestar Familiar, de los cuales 265 están allí por ser
víctimas de explotación sexual infantil.