2. LOS INICIOS
La música, el canto y la danza forman parte integral del imaginario popular y
ritual del hombre andino, desde tiempos muy remotos, con ellas era posible
expresar creencias, miedos y perpetuar costumbres colectivas y familiares
(Bolaño, 2009). Para la vida, la muerte, el placer, el dolor, el amor, la guerra, lo
cotidiano y lo divino; la música tuvo un uso mágico- religioso (Bolaño, 2009).
Dentro de este armonioso contexto, las manifestaciones musicales de Caral
constituyen un ejemplo temprano de cómo el ritual se convertía en un evento
ensayado y planificado, donde tanto lo visual, como lo acústico se funden para
crear la escenografía idónea para dar lugar a lo místico y lo sagrado.
3.
4. LOS INICIOS
En Caral, se hallaron los tres
conjuntos musicales más
antiguos del Peru y la América
precolombina, conformados por
32 flautas tubulares horizontales
o traversas; 38 cornetas de
huesos de guanaco y venado con
decoración de bandas incisas
paralelas, y 4 antaras elaboradas
en carrizo y enlazadas por hilo de
algodón. Estas evidencias
tangibles ratifican la práctica
musical colectiva en la sociedad
de Caral-Supe (Shady, 1999,
2000 y 2005).
5. ANTIGUO PERÚ
Música, canto, danza, ruido, grito fueron para el hombre andino parte integrante
de la vida social; con ello manifestó sus creencias religiosas, su actividad laboral,
costumbres comunales y familiares. En las antiguas fiestas oficiales incas
parecen reunirse todas estas manifestaciones.
También era relacionada con las fiestas rituales y agropecuarias. Las danzas
tenían el objetivo de atraer la lluvia, ahuyentar los aguaceros, heladas y glaciales
etc. El canto en conjunto a la danza relataba hechos históricos, mitos y legendas
del pueblo incaico. Tanto las danzas agrícolas, ganaderas y guerreras tenían el
objetivo de mantener buenas relaciones con las divinidades y las mallquis para
posteriormente conseguir su apoyo en las cosechas.
6. LEGADO MESTIZO
A lo largo de los andes peruanos en cada pueblo existe una gran variedad de
bailes que, como ameritan numerosos cronistas son juzgados de «infinito» por
su diversidad. En la época incaica, usaban la palabra Taki para referirse
simultáneamente tanto al canto como a baile, pues ambas actividades no están
separadas una de la otra.
Con la llegada de los españoles se producen varios procesos de mestizaje
musical, desapareciendo algunos Takis y transformándose otros. La música
andina actual es en su gran mayoría mestiza, pues no existe pueblo que no haya
sido tocado por dicho proceso. Incluso la mayoría de instrumentos de uso en el
área andina vienen de España.
7. EL ELEMENTO HISPANO
En la época colonial y hacia fines del setecientos comenzó a existir de una
inmensa cantidad de ritmos, sonidos, danzas con mil matices de color que,
naturalmente, expresan cada uno de los sentimientos. Los africanos que llegaron
al Perú durante el período colonial, mantuvieron escondidas durante siglos sus
expresiones culturales: el canto, la danza (música criolla). Por otro lado, los
virreyes que llegaban al Perú incluían músicas en sus cortes, cuyas labores
divertían al vicesoberano y a su gente , esa música se relacionaba con la
religión.
8. EL ELEMENTO HISPANO
La diversidad musical fue documentada en los
últimos años de la colonia en los códices de
Martínez de Compañón, en acuarelas en las
que se observan danzas, como La degollación
del Inga o Los diablos; además de verse
plasmados gran cantidad de instrumentos
como las zampoñas, clarines, guitarras,
marimbas y quijadas. Los ritmos que estuvieron
de moda a fines del siglo XVIII e inicios del XIX
fueron los yaravíes, cascabelillos, cachuas y
negritos
Por otro lado, La marinera y su propia música
provienen de las influencias culturales de los
mestizos, el negro africano y caribeño. Se inicia
en la colonia con el nombre de zamacueca
como predecesora de la marinera. Ernst W.
Widdenfort residió en el Perú y relata sobre las
vivencias de Lima donde describe
detalladamente la comida, reuniones familiares,
servidumbre, etc. Aunque se define como
marinera en la época republicana también se
considera de la época colonial. Ilustración de la Danza de pájaros -
Martínez de Compañón
9. ELEMENTO HISPANO
Tanto en el virreinato como durante el inicio de
la época republicana, la población no hacía
distinción entre la música sacra y la profana.
Esta diferenciación se inicia muy vagamente
hacia 1813, hallándose documentos que
hacen diferencia entre la música culta y la
música vulgar.
Durante el gobierno del virrey Abascal, la
ópera italiana tuvo mucha popularidad en
Lima, este virrey además trató de imponer los
estilos de Andrés Bolognesi, Cimarosa,
Paisiello y Rossini. Luego de la independencia
y posterior a un breve periodo en el cual
estuvo de moda la música local, Rossini volvió
a acaparar los gustos de los limeños.
Hacia fines del siglo XVIII los profesores de
danza eran en su mayoría negros, pero en
1790 se les prohibió esta actividad acusando a
los profesores negros de inventar y modificar
los pasos legítimos de las danzas. A causa de
esta prohibición empezaron a proliferar las
escuelas de bailes con docentes extranjeros
Retrato del Virrey Abascal
10. REPUBLICA
En la época de la república, a inicios
del siglo XIX después de haber
conseguido su independencia el
Perú quedo como un país con
esperanzas y ganas de afianzarse
como un estado libre. Los peruanos
en esta época se encontraban con
un territorio impreciso y sin una
unidad cultural ni racial. De este
modo, los compositores se inspiran
para componer canciones que
hacen referencia a la libertad y a la
victoria de los peruanos. De este
modo, ya firmada la independencia
San Martín decide convocar a todos
los compositores a un concurso
para desarrollar el que sería luego
nuestro himno nacional.
Pancho Fierro. Soldado y su rabona.
11. REPUBLICA
Luego de la independencia los peruanos
mostraron una gran predilección por los ritmos
musicales locales, prefiriendo a los músicos
nacionales; durante 1820 y 1830 estuvieron de
moda algunas tonadillas del músico mulato José
Bernardo Alcedo (autor del himno nacional del
Perú), tales como Los indios y el corregidor o Los
negritos; a su vez las comedias musicales
peruanas tuvieron la predilección de los peruanos,
en este periodo tienen éxito las obras musicales
El mágico peruano, La cora y La chicha. Estos
gustos fueron cambiando y las preferencias por
los ritmos musicales europeos y las óperas
desplazaron a los ritmos nacionales en las urbes
peruana
Además de estos géneros, en esta época se
escucho valses, boleros y pasodobles lo que fue
considerado música de moda en el siglo XIX. A lo
largo de los Andes peruanos, en cada pueblo,
existe una gran variedad de cantos y bailes. La
música se asemeja a la forma de pensar y de
sentir de los limeños, la cual es fundamental en
todas las reuniones o "jaranas" en casas,
callejones y solares de Lima, específicamente en
el Centro de Lima y en los Barrios Altos.
Mariano Osorio. Jarana Limeña