La oración es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como a un amigo. Aunque Dios conoce todas nuestras necesidades, la oración nos ayuda a alinear nuestra voluntad con la de Dios y nos permite que Él actúe en nuestra mente. Se nos aconseja orar en todo momento y lugar, ya que la oración nos mantiene espiritualmente seguros y en contacto con el Cielo.