Este documento resume la doctrina del sacerdocio universal del creyente, la cual afirma que todo creyente es llamado a ministrar y bendecir a otros. Las raíces de esta doctrina se encuentran en la Biblia, especialmente en Éxodo 19:6 y otros pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento. Aunque la Iglesia primitiva no usó el término "sacerdote", Jesús llamó a compartir su ministerio con todos los creyentes.