El patrimonio cultural incluye bienes culturales e históricos que merecen ser protegidos debido a su importancia para una sociedad y cultura. Estos bienes tienen sentido cuando son disfrutados por la sociedad y deben servir para educar a las generaciones actuales y futuras sobre el pasado. La conservación y restauración de monumentos son técnicas importantes para preservar estos bienes culturales a través del tiempo y asegurar que puedan ser transmitidos de una generación a otra.