2. Erase una vez un matrimonio que tenía siete hijos y era muy pobres. Un día se fueron al
bosque con sus hijos a buscar leña. Los padres dijeron a los niños: No os alejéis que
podríais perderos. Pulgarcito, que era el más pequeño, decidió tirar migas de pan todo el
camino, pensando que así no se perderían.
3. Los niños jugando por el bosque se alejaron de sus padres y se perdieron.
Pulgarcito buscó las migas de pan, pero los pajaritos se los habían comido.
Se hizo de noche, estaban muy asustados y tenían frío.
4. A lo lejos vieron una luz, y se encaminaron a ella. Era una casa muy grande; llamarón
a la puerta y salió una mujer, que cariñosamente les invitó a entrar.
5. La mujer acostó a todos los hermanitos en una cama muy grande. Se quedaron dormidos, pues estaban muy
cansados. Pero Pulgarcito permaneció vigilando toda la noche.
Pulgarcito escucho un ruido y vio un enorme gigante, que le decía a la mujer: ¡Mañana quiero comérmelos
fritos!
6. Pulgarcito y sus hermanos emprendieron la huida hacia el bosque. Pero el gigante se dio cuenta y, poniéndose
sus botas de siete leguas, salió tras ellos.
El gigante, que había comido mucho, se cansó y se puso a dormir. Pulgarcito, que tenía mucha fuerza, saco las
botas del gigante mientras dormía.
7. Pulgarcito se puso las botas. Como era mágicas, se volvían del tamaño de quien las usara.
Indicó a sus hermanos el camino de su casa.
Atravesando valles y pueblos volando se fue a ver al rey.
8. Pulgarcito le regaló al rey las botas, para que el correo fuera más rápido. ¡Qué maravilla!,
exclamó el rey. Agradecido entregó a Pulgarcito una bolsa llena de monedas de oro.
9. Pulgarcito llegó a su casa. Sus padres estaban muy contentos, y con la fortuna que les dio el rey nunca más
pasaron hambre.
Fueron muy felices, y cuando paseaban por el bosque, nunca más se alejaron de sus padres.