Si bien en una sociedad anónima pueden existir directores ejecutivos y directores no ejecutivos, todos tienen la obligación contable de participar en la elaboración y aprobación del balance, cuyo autor es el directorio. El director no ejecutivo que incumpla esa obligación no podrá luego, como accionista, impugnar la decisión de la asamblea de aprobar el balance invocando falta de información.
Si bien en una sociedad anónima pueden existir directores ejecutivos y directores no ejecutivos, todos tienen la obligación contable de participar en la elaboración y aprobación del balance, cuyo autor es el directorio. El director no ejecutivo que incumpla esa obligación no podrá luego, como accionista, impugnar la decisión de la asamblea de aprobar el balance invocando falta de información.
