El documento habla sobre no combinar la fe con el favoritismo. Señala que Jesús se dedicó a evangelizar a las masas de gente sencilla y despreciada, no a los ricos o poderosos. También destaca que Dios tiene una predilección especial por los pobres y que debemos estar junto a aquellos que no son favoritos de nadie, como lo hizo Jesús. Finalmente, recuerda las palabras de Santiago sobre no unir la fe con el favoritismo y preferir a los que nadie quiere, porque estos son los predilectos de Dios.