La política de transportes de la Unión Europea ha tenido dificultades para establecer una política portuaria y marítima coherente. La UE ha intentado varias directivas para liberalizar los servicios portuarios, pero estas han fracasado. Aunque la UE reconoce la importancia del transporte marítimo, que representa el 90% del comercio exterior y el 35% del comercio intracomunitario, todavía está desarrollando una política marítima integral que equilibre la seguridad, el medio ambiente y la competitividad.