3. O P. Eliécer Sálesman
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ABRIL 8
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ABRIL 10
ABRILll
ABRIL12
ABRIL13
ABRIL1,4
ABRIL 15
ABRIL16
ABRILlT
ABRIL 18
ABRILlg
ABRIL20
ABRIL2l
ABRIL22
ABRIL23
ABRIL24
ABRIL2s
ABRIL26
ABRIL2T
ABRIL2s
ABRIL29
ABRIL 30
INDICE
SAN HUGO, obispo
SANFRANCISCO DEPAULA
SANJUANDEBRITTO
SAN ISIDORO de Sevilla
SANVICENITE FERRER
SAN SAMUEL, profeta
SAN JUAIT BAUTISTA DE LA SALLE
SANPOMPILIO
SAN LORENZO de Irlanda
LOS MÁRTIRES COLOMBIANO S
SAN ESTAI{ISLAO, obispo y martir
SANTA GEMMA GALGAI{I
SAN MARTÍX I, Papa. Año 656
SANTALIDUVII.{A
SAI{EZEQUIEL
SAN BENITO JOSÉ LABRE, mendigo
BCATA MARÍN OT LA ENCARNACIÓN
SAN FRANCISCO SOLANIO, misionero
SANTA INÉS de Montepulciano
SANTELMO, predicador
SANANSELMO, Arzobispo
SAITTA MARÍN NCPCIACA
SANJORGE
SAN FIDEL de Sigmaringa
SAI.{ MARCOS, evangelista
SAN TARCISIO, acólito y mártir
SAITTAZTTA
SAN LUIS GRIGNON DE MONFORT
SANTA CATALINA DE SIENA
SANPÍOQUINTO
11,
18
26
30
33
40
45
51
57
62
68
73
79
82
88
93
99
106
113
1,16
121
124
127
130
136
140
144
148
156
165
Recuerdo del Año
Internacional de la Farnilia
5. ]4AYO
N4AYO 1
MAYO 1
MAYO2
VIAYO 3
VIAYO 4
MAYO 5
MAYO Ó
MAYOT
IvIAYO B
lvfAYO e
MAYO 10
MAYO 11
VIAYA1,2
VIAYO 1,2
MAYO 13
MAYO 1,4
MAYO 15
MAYO 16
MAYO 1,7
MAYO 18
MAYO 18
MAYO 19
MAYO20
MAYO2T
MAYO22
MAYO23
MAYO24
MAYO25
MAYO26
MAYO27
MAYO28
MAYO29
MAYO 30
MAYO 31
SANJOSÉ OBRERO
SAI.{ BENITO COTTOLENGO
SANATANASIO
LASANTACRUZ
SANTOS FELIPE Y SANTTIAGO
SAN ANTONINO, ArzobisPo
SAITTO D OMIIT G O SAVI O
EL PROFETA JEREMÍAS
ELSANTOJOB
S. ]./IARÍA DOMINGO MAZZARE,LLO
SANJUAI{ DE,ÁVIln
SANTA JIJANA DE ARCO
SAITTO S NEREO Y AQIJILEO
SAIT PANICRACIO
VIRGEJ{DENÁTTMA
SAI{ MATÍAS, apóstol
SAl.[ ISIDRO
SAN JUANT NTEP OMIJCENT O
SAN PASCUALBAILÓX
SANJUAN I
SAN T'ÉITX DE CANTALICIO
SAN IVO
SAN BERI.IARDI]'{O DE SIENA
SANTTA MARÍN V,T.GDALENA de P aZZT
SANTA RITA DE CASIA
SAN JIJAN BAIJTISTA ROSSI
M,RÍN,IT-IXILIADORA
SANGREGORIOUI
SANTA MARIANA DE JESUS
SAN AGUSTÍN de Cantorbery
SAN FELIPENTERI
SAN BEDA, el Venerable
SAN FERNTA}.TDO
LAVISITACIÓI{
1,7 4
1,7 6
182
188
191
195
198
205
209
215
222
227
233
234
238
245
247
251
253
25e
260
264
267
274
279
284
287
292
297
302
306
31,3
31,7
322
JUhUO
JUNIO 1 SANJUSTINO
JIJI{IO2 SAITTOSMARCELINOY PEDRO
JUITIO 2 SAN POTINO y los mártires de Lyon
JUNIIO 3 SAN CARLOS LUANGA
JUNTIO 4 SANT FRANCISCO CARACCIOLO
JUNrO s SANBONIFACIO
JUNIO 6 SAN ITORBERTO
JIJITIO7 Beato MARCELINO CHAMPAGNAT
JIJNIIO 8 SAN MEDARDO, Obispo. Año 560
JUNTTO e SAN EFRÉi{
JUNTIO 10 Beata Ai{A MARÍAfnIGI
JUITIO 11 SANBERNABÉ
Jur{ro 12 SANJIJAN DESAHAGUN
JIJITIO 13 SAN ANTTONIO DE PADUA
JUITIO 14 SANJIJAIT F.RAI{CISCO REGIS
JTJNIO 1s SANTTAMARÍAVTCAELA
JIJNIO 16 SAN ELISEO, Profeta
JTJNTO 17 SAN GREGORIO BARBARIGO
JUNIO 18 SANTAJULIANA DE FALCONIERI
JUNrO 1e SAN ROMUALDO
JUNIO20 SANJUANFISHER
JIJNTIO 21 SAN LIJIS GONTZAGA
JUI{IO 22 SANT PAIJLIITO DE NOLA
JUiTrO 23 SANJOSÉ nr CAFASSO
JUNrO23 SANJOSÉ DE CAFASSO
JIJNIO 24 Nacimineto de SAN JIJAI{ BAUTISTA
JUNrO 2s SANTOTOMAS MORO
JUNIO 26 SANJOSE MARÍA ESCRIVA
JUNIO2T SAI{ CIRILO DEALEJANDRÍA
JUNIO28 SAN IRENEO
JIJNIO2e SAN PEDRO
JUiTIO 30 SAN PABLO
Índice alfabetico
329
335
336
340
3!6
35i
356
360
3ó5
367
371
376
381
386
393
400
407
4l+
420
425
431
436
440
444
445
451
456
462
468
472
476
483
493
8. ABRIL 1,
SAI{ FIUGO, obispo. Año 1132
Hugo significa: "El inteligente".
Hay 16 santos o beatos que llevan el nombre de Hugo.
Los dos más farnosos son san Hugo, Abad de Cluny (1109),
y san Hugo, obispo de quien.ra*ot a hablar hoy.
San Hugo nación en Francia en el año 1052. Su padre,
Odilón, que se había casado dos veces, al quedar viudo por
segunda vez se hizo monje cartujo y murió a la edad de cien
años, teniendo el consuelo de que le aplicara los últimos sacra-
mentos y le ayudara a bien morir si hijo que ya era obispo.
A los 28 años nuestro santo ya era instruido en ciencias
eclesiales y tan agradable en su trato y de tan excelente con-
ducta que su obispo 1o llevó como secretario a una reunión
de obispos que se celebraba en Avignon en el año 1080 para
tratar de poner remedio a los desórdenes que habían en Ia
diócesis de Grenoble. AIIá en esa reunión o Sínodo, los obis-
pos opinaron que el más apto para poner orden en Grenoble
era el joven Hugo y le propusieron que s! hiciera ordenar de
sacerdote porque era un simple laico. El se oponía porque
era muy tímido y porque se creía indigno, pero el Delegado
del Sumo Pontífice logró convencerlo y Ie confirió Ia orde-
nación sacerdotal. Luego se 1o llevó a Roma para que el Papa
GregorioVll lo ordenara de obispo.
En Roma el Pontífice 1o recibió muy amablemente.
Hugo le consultó acerca de las cosas que más le preocupa-
ban: su timidez y convicción de que no era digno de ser obis-
po, y las tentaciones terribles de los malos pensamientos que
12
lo asaltaban muchas veces. El Pontífice lo animó diciéndole
que "cuando Dios_da_ un,cargo o una responsabilidad,
se compromete a darle alapersonalas gracias o ayudas
qrre necesita para lograr cumplir bien con esa otüg"_
ción", y que los pensamiento aunque lleguen por montones
ala cabeza, con tal de que no se consientán ni se dejen estar
con gusto en nuestro cerebro, no son pecado ni quitan la
amistad con Dios.
Gregoriovll ordenó obispo al joven Hugo que sólo tenía
28 años, y 1o envió a dirigir Ia diócesis de Grenoble, en Fran_
cia. Allá estará de obispo por 50 años, aunque renunciará al
cargo ante 5 Pontífices, p€ro ninguno le acepta la renuncia.
Estado desastr-oso. Al llegar a Grenoble encontró que
la situación en su diócesis era desastrosa y quedó aterrfoo
ante los desórdenes que allíse cometían. Los cargos eclesiás-
ticos se concedía a quien pagara más dinero (Simonía: se
Ilama.este. pecado). _Los sacerdotes no se preocupaban por
cumplir bien su celibato. Los laicos se habían apoderado de
los bienes de Ia Iglesia. En ef obispado no habíá ni siquiera
con qué pagar a los empleados. AI pueblo no se le instruía
casi en la religión y la ignorancia era total.
Por varios años se dedicó a combatir valientemente todos
estos abusos. Y aunque se echó en contra a enemistad de mu-
chos que deseaban seguir por el camino de Ia maldad, sin
gpb^argo lamayoríl a99ptg sus recomendaciones y el c¿un-
bio fue total y admirable. El dedicaba largos horas a la ora-
ción y a la meditación y recorría su diócesis de parroquia en
parroquia corrigiendo abusos y señalando cómo o6rar el
bien.
13
9. Se retira del campo de batalla
Todos veía.r con admiración los cambios tan importan-
tes en la ciuda,i, en los pueblos y en los campos desde que
Hugo era obispo. EIúnico que parecía no darse cuenta de to-
dosLstos éxitos eraélmismo. Por eso, creyéndose un inepto
y un inútilparaese cargo, se fue a un convento a rezar y a h?-
cer penitencia. Pero el Sumo Pontífice Gregorio VII, que lo
necásitaba muchísimo para que le ayudara a volver más fer-
vorosa a la gente, 1o llama personalmente y 1o hizo retornar
otra vez a su diócesis a seguir siendo obispo. A1 volver del
convento parecíacomo Moisés cuando volvió del Monte Si-
naí que llegaba lleno de resplandores. Las gentes, notaron
qr" áhota llegaba más santo, más elocuente predicador y
más fervoroso en todo.
Funda una orden irnpresionante: los Cartujos
Un día llegó san Bruno con seis amigos a pedirle a san
Hugo que les concediera un sitio donde fundar un convento
de gran rigidez para los que quisieran hacerse santos a base
de óración, silencio, ayunos, estudio y meditación. El santo
obispo Ie dio un sitio llamado Cartuja, y allí en esas tierras
desiártas y apartadas fue fundada Ia Orden de los Cartujos,
donde el silencio es perpetuo (hablan el domingo de Pascua)
y donde el ayuno, la mortificación y Ia oración lievan a sus
religiosos a una gran santidad.
¿Nuevo Moisés? Se dice que al construir la casa para los
Cariujos no se encontraba agua por ninguna parte. Y qr"
san Hugo con una gran fe, racordando que cuando Moisés
golpeó la roca, de eIla brotó agua en abundancia, se dedicó a
órrr"r el suelo con much a fe y oración y obtuvo que brotara
una fuente de agua que abasteció a todo el gran convento.
1.4
Bien dirigido. En adelante san Bruno fue el director es-
piritual del obispo Hugo, hasta el final de su vida. Y se cum-
plió Io que dice ei libro de los Proverbios: "Triunfa quien
pide consejo a los sabios y acepta sus correcciones". A
veces se retiraba de su diócesis para dedicarse en el conven-
to a orar, a meditar y a hacer penitencia en medio de aquel
gran silencio, donde según sus propias palabras "Nadie ha-
bla sino es para cosas extremadamente graves, y 1o demás se
1o comunican por señas, con una seriedad y un respeto ta:,i
grandes, que mueven a admiración". Para san Hugo los días
en la Cartuja eran como un oasis en medio del desierto de
este mundo corrompido y corruptor, pero cuando ya llevaba
varios días allí, su director san Bruno Ie avisaba que Dios lo
quería al frente de su diócesis, y tenía que volver otra vez a
su ciudad.
Sufrirnientos por rnontones
Los sacerdotes más fervorosos y el pueblo humilde acep-
taban con muy buena voluntad las órdenes y consejos del
santo obispo. Pero los relajados, y sobre todo muchos altos
empleados del gobierno que sentían que con este Monseñor
no tenían toda Ia libertad para pecar, se le opusieron fuerte-
mente y se esforzarorlpor hacerlo sufrir todo lo que pudie
ron. El callaba y soportaba todo con paciencia por amor a
Dios. Y a los sufrimientos que le proporcionaban los enemi-
gos de la santidad se le unían las enfermedades. Tiastornos
gástricos que le producían dolores y le impedían ingerir los
alimentos. Un dolor de cabeza continuo por más de 40 años
(que no 1o sabían sino su médico y su director espiritual y
que nadie podía sospechar porque su semblante era siempre
alegre y de buen humor). Y el martirio de los rnalos pen-
samientos que como moscas inoportunas le rodearon tod¿:
15
10. su vida haciéndolo sufrir muchísimo, pero sin lograr que los
consintiera o los admitiera con gusto en su cerebro'
No soy digno: Varias veces fue a Roma a visitar al Papa
y a rogarlé qrrJt" quitara aqYel-9flcio de obispo-porgue no se
Lreíaáigrro. pero ni Gregorio VII, ni Urbano II, ni Pascual
II, ni Inácenci<l II, quisieron aceptar su renuncia porque sa-
bían que era uri gran apóstol y que si se creía indigno, ello se
debía más a la humildád, QUe a que en realidad no estuviera
cumpliendo sus oficios de obispo- cuando ya quy anciano
le piáiO al papa Honorio II que lo-librara de aquel cargo por-
qü estaba muy viejo, débil y enfermo, el Sumo Pontífice Ie
rlspondió: "Páfieio de obispo a Hugo, viejo, débil Y 9nf9.1-
mo, antes que ii otro que estálleno de juventud y de salud".
Cualidades especiales. Era un gran ora or, 1, corro re'
zaba mucho antes de predicar, sus sermones conmovían
profundamente a sus oyentes. Era muy frecuente que en
iredio de sus sermones, grandes pecadores empezaran a llo-
rar agrito entero y a suplicar a grandes voces que el Señor
Dios les perdonará.r-r. pecados. Sus sermones obtenían nu-
merosas converslones.
Tenía gran horror a Ia calumnia y a a murmuración'
Cuando eüuchaba hablar contra otros exclamaba asustado:
,,Yo
creo que eso no es así". Y no aceptaba quejas contra na-
die si tto
"Átrba.t
muy bien comprobadas.
ÍJna vez, cuando por un larguísimo verano hubo una
enorme carestía y gran escasez de alimentos, vendió el cáliz
de oro que tenía y áaor los objetos de especial valor que ha-
bía en * .rffi y con ese dinero compró alimentos pa-ra los
pobres. y muchos ricos siguieron su ejem lo y vendieron
sus joyas y así lograron conseguir comida para la gente que
se moría de hambre.
AI final de su vida la artritis le producía dolores inmen-
sos y continuos pero nadie se daba cuenta de que estaba su
friendo, porque sabía colocar una muralla de sonrisas par;.
que nadie supiera los dolores que estaba padeciendo por
amor a Dios y salvación de las almas.
Un día al verlo llorar por sus pecados le dijo un hombre:
-Padre, ¿por qué llora, si jamás ha cometido un pecado deli-
berado y plenamente aceptado?-Y é1 le respondió: "El Se.
ñor Dios cuenta manchas hasta en sus propios iíngeles. Y yo
quiero decirle con el salmista: "Señor, perdóname aun de
aquellos pecados de los cuales yo no rne he dado cuen-
ta y no recuerdo".
Poco antes de su muerte perdió la memoria y lo único
que recordaba eran los Salmos y el Padrenuestro. Y pasaba
sus días repitiendo salmos y rezando padrenuestros...
Murió cuando estaba para cumplir los B0 años, el 1 de
abril de 7732. El Papa Inocencio II lo declaró santo, dos años
después de su muerte.
San Hugo: te encomendamos nuestros obispos. Pídele a
Dios que tengamos muchos obispos santos que nos lleven a
todos a Ia santidad.
16 77
11. ABRIL 2
S r^i IUJ Iq R. ¿. lst C i S C C] DE F'?Á,{J n-,1,r., fu n,rl actror.
.{ñc¡'150E
Nació en un puebiecito llamado Paula, en Italia, en1,476.
Le pusieron por nombre Francisco porque sus padres
habían deseado por quince años tener un hijo, y al fin, al re-
zarle a san Francisco de Asís, obtuvieron que naciera este
niño.
Cuando teníaunos pocos años se enfermó gravemente de
los ojos. Se encomendó junto con sus padres a san Francisco
y este santo le obtuvo de Dios la curación. En acción de gra-
cias se fue a los 14 años en peregrinación a Asís, y allá reci-
bió la inspiración de irse de ermitaño solitarío a rezar y a
hacer penitencia en la soledad de un monte.
Pidió permiso a sus papás, y por cinco años estuvo es-
condido en la montaña, rezando, meditando y alimentándo-
se solamente de aguas y de yerbas silvestres y durmiendo
sobre el duro suelo, teniendo por almohada una piedra.
Pero un cazador que iba persiguiendo a un venado, lo en-
contró y contó la noticia a las gentes. Entonces varios hom-
bres más se fueron a seguir su ejemplo y tuvo que construir
unas chozas y una capilla para sus compañeros.
Su lema: Caridad
El lema que les puso a todos los que 1o seguían era aquella
frase de Jesús: "En esto se conocerán que sois mis discí-
pulos: en que os amáis los unos a los otros". Por eso al san-
to siempre Io pintan con una palabra junto a él: "Caridad".
18
ABRIL 2
Ir,.
,:i',;,
f,,,-,
'
't , .;l:,
i,
;:r iii:
SAN FRAI{CISCO DE PAULA
19
12. LIna consigna muy fuerte. Francisco tuvo que fundar
varias casas paia sus religiosos. Y en todos sus conventos
puso una conslgna o ley que hab^ía que cumplir siempre. De-
Lí, arí' "CuareJm, p"ipátua"' O sea: en }a alimentación ha-
cer las mortificacit.tás que antigua ente .se hacían en
cuaresma: nunca comer cai.re, ni huevos, ni leche, ni tomar
li.or"t. Solamente pan, pescado, §u9. y. verduras- Esto lo
hizo como ,rrru r"u.óión ante una oleada de sensualismo que
había vivido Europa y que había llevado a las gentes-a comer
y a beber
"r "*.".b
ycán-esto.se les debilitaba }a voluntad y
Ílegaban a cometer todos los vicios.
Los Mínimos. Miles de hombres decidieron abandonar
Ia vida pecaminosa del mundo e irse a Ia Comunidad religio-
,r, f".rá"da por san Francisco de Paula. Así como san Fran-
.i*o de Asís les había impuesto a sus religiosos el nombré
de
,,Elermanos Menoresl', san Francisco de Paula les puso
a los que pertenecían a su comunidad el nombre de "Herma-
"o,
tt¿i"i*os", o sea, los más pequeñitos de todos.Y todavía
los llaman así: los Mínimos.
El don de hacer milagros
san Pablo dice:
,,El Espíritu santo les concede aunos
el don de hacer curaciones milagrosas; a otros del don
á" hr.", milagros; y a otros el don de profeci.a" (]Co 72,
q).y . san Fran-cisco de Paula le concedió el Divino Espíritu
tádos estos dones, en cantidad muy abundante'
Volando sobre el mar: Cuentan que un día tenía que
pasar el estrecho de Mesina para ir a Sicilia. Le dijo al dueño
á"rrr" embarcación: "¿_Me lleva? Pero no tengo dinero".
f el otro le respondió:--"Si no tiene dinero, no lo llevo".
E.rtorr.", el sÑo extendió su manto sobre las aguas, 1o tomó
20
de un extremo con sus manos para que le sirviera como vela
de un barco y en el otro extremo colocó sus pies y se fue desli-
zando suavemente sobre las aguas, ante las miradas emocio-
nadas de todos los presentes, y desapareció en el horizontes,
logrando llegar así hasta Ia isla. En muchos cuadros antiguos
Ios artistas han pintado este prodigio.
La brasa que no quema. EI Sumo Pontífice envió un
delegado para que averiguara qué tan segura y cierta era la
santidad de Francisco. EI enviado llegó disfrazado sin decir
que era é1, pero el santo al saludarlo le dijo: "Lo felicito por-
que hoy está usted cumpliendo 30 años de ser sacerdote. Es
una gran dicha el haber estado tanto tiempo irviendo al se-
ñor". Y luego le fue diciendo un montón de datos que e[ otro
no le había comunicado a nadie. EI delegado pontificio le
preguntó que si sus religiosos serían capaces e resistir toda
la vida a ese reglamento tan severo que les prohibía comer
carÍte, queso, leche y huevos y tomar licores. Y el santo le
dijo: "Con la ayuda de Dios ¡sí serán capaces! Vea lo que es
capaz de resistir quien confia en Dios": y tomando un
carbón encendido 1o tuvo un buen rato sobre la mano y no
sufrió ninguna quemadura. El delegado volvió a donde el
Papa a decirle que se había encontrado con un santo de ver-
dad, con un gran santo.
El reprochador de los tiranos. El Papa Pablo VI dijo
en1977 que san Francisco de Paula era un verdadero mode-
lo para los que tienen que llamarle la atención a los gober-
nantes que abusan de su poder y malgastan en gastos
innecesarios el dinero que deberían emplear en favor de los
pobres. ¿Por qué dijo esto el Sumo Pontífice? Veámoslo con
algunos ejemplos.
21
13. Por aquellos años nuestro santo recorrió ciudades y pue-
blos llevando el. mensaje de Dios a las gentes. Y en aquellos
tiempos (como ahora) había alcaldes,- gobernadores, minis-
tros y h"rt, jefes de Estado que abusaban de su poder y gas-
tabai los dineros públicor para enriquecerse o para hacer
gastosinútiles}rconseguirlujos,e.rrvezdesocorreralosne-
E"rit"do.. Y a állos les iba recordando san Francisco que a
.ádu ,.ro le dirá cristo en e[ día det juicio aquellas palabras
que dijo en el evangelio: "Dame cuenta de tu administra-
iiK)n""1L, 1.6,z).Y-les repetíalo que decía san Pablo: "Cada
uno tendrá'qie presentarse ante el tribunal de Dios,
pir"darle cuenta de lo que ha hecho, de lo bueno y de
lo malo".
Francisco no era muy inst uido ni tampoco era sacerdo-
te. Eraun sencillo y po-bre monje, pero era un_hombre de'
oraiión y se sabía ias suficientes frases de la Biblia como
oara loSiar conmover a sus oyentes. Y una de esas frases que
lo .r"
"r^pu,
de callarse cuando hablaba a los qu_e goberna-
bár,
"ru
aquetla que dice Jesús al final del Apocalipsis: "FIe
aquí q.r"-.r.rgo y traigá conrnigo rni salario.Y le daré a
;J. .rt o t.g"útthaya' sido sus obras"' Todo esto hacía
pensar muy serla-"rri" a muchos gobernantes y los llevaba a
ior."gi. Ios modos equivocados de proceder que habían te-
nido en el pasado.
IJn pobre contra un re
Al rey de Nápoles (Fernandq gl Bastardo) no le agradaba
nada está modo fan franco de hablar que tenía el santo varón
v-áirp".o mandarlo apresar. Pero los enviados a ponerlo
ir;r.'volvieron sin el prisionero, y myy emocionados, di-
li¿rrdol" al rey que se habían encontrado un verdadero san-
22
to y que nunca jamás se atrevería a poner su mano sobre
semejante hombre de Dios.
Entonces el rey lo mandó ir a su palacio. Trató de ganár-
selo con regalos y premiosr pero el santo no recibía nada. Le
ofrecieron lujosas habitaciones para habitar pero é1 se iba a
dormir a un pobre rancho, acostado sobre el duro suelo. Y al
rey y a los empleados les sabía cantar las cuarenta, diciéndo-
les que no se puede hacer gastos en lujos mientras el pueblo
se muere de hambre.
IJna moneda que sangra. EI rey le ofreció una bande-
ja llena de monedas de oro, para que con ese dinero constru-
yera un conventó . El santo no aceptó tal regalo, pero tomando
en sus manos una monedad de esas, Ia partió en dos, y de elia,
empezí a brotar sangre que Ie salpicó al vestido del manda-
tario. Fernando empezó a temblar de pies a cabeza y san
Francisco fijándose en sus ojos escrutadores Ie dijo: "Señor
rey: esto es un símbolo de lo que le está sucediendo a la gen..
te de su pueblo. El oro que empleaelgobierno en lujos y'
en gastos inútiles, está desangrando al pueblo. El des-
contento es general, pero sus empleados no le dejan llegar
hasta sus oídos la protesta de tantos que padecen miseria,
mientras que los que gobiernan viven entre lujos y placeres.
Recuerde que Dios lo colocó en este puesto de gobier-
no para que busque el bienestar del pueblo y no para
que lo oprirna y ernpobrezca. ¿O es que se imagina que
Dios no va juzgar a los gobernantes?". El rey dobló la rodilla
y prometió que en adelante se preocuparía más por la suerte
del pueblo pobre y necesitado. (Señor: que también en este
tiempo nos concedas apóstoles que se atrevan a hablar así).
23
14. (Jn rey le pide que consiga la salud del cuerpo y lo
que consigue.es curarle el alma. El rey Luis XI de Fran-
cia, que había dido bastante déspota y tirano y poco piadoso,
tuvo un ataque de apoplejía (un derrame cerebral) y quedó
con una'enfermedad nerviosa que Ie hacía muy amarga su
existencia y que 1o puso de un mal genio tal que nadie se
atrevíaa acercársele. El rey estaba supremamente apegado a
la vida y ala salud y de ninguna manera deseaba morirse,
sino que más bien curarse de aquella enfermedad tan moles-
ta.
Mandó entonces a Italia a que convencieran a san Fran-
cisco de Paula para que fuera a óurarlo. EI santo se dio cuen-
ta de que lo que buscaba el rey era sólo un favor material y no
quisoir. Peró Luis XI le escribió al Papa Sixto IV y el Pontí-
fice le dio la orden al santo de ir a visitar alrey enfermo. Con
tristezase despidió de su amada patria, porque sabía que ya
nunca más iba a volver a su bella Italia.
Milagros por el camino: Viajó a pie hasta el mar. Subió
a un barco y cuando en pleno viaje los atacó una violenta
tempestad,híz;a la señal de la cruz alos vientos y a las olas y
la tempestad se calmó en seguida. Luego se les acercó un bar-
co pirata paraatacarlos, pero el santo hizo Ia señal de la cruz
al barco atacan.te, y este, sin saber por qué, se retiró sin ata-
car.
AI llegar a Francia, las gentes se arrodillaban al verlo pa-
sar. El rey prometió darle un paquete de monedas de oro al
primero que viniera a contarle que ya el santo había llegado
a su palacio. Y el hijo del rey, mandó construir una capilla en
el sitio en el que por primeravezse sentó con este hombre de
Dios.
De córno el rey no obtiene lo que pedia
A los 67 años llega el santo a Francia. El rey Io recibe
postrándose ante sus pies y le suplica: "Padre míó: obtenme
de Dios que me devuelva la salud y me conceda unos años
más de vida". Pero san Francisco le responde: ,,Cada
uno.
cuando le llega el tiempo fl:.rd: por Dios, tiene que dispo_
nerse a partir hacia Ia eternidad, aunque sea un rey muy pc_
deroso. Pero lo que el seño quiere concederlá
"hor, ".la salud de su alrna".
Y siguieron varios días de charlas muy afectuosas e ínti-
mas entre el enfermo agonizante y el santo de Dios. Luis XI
no consiguióla salud-de su cuerpo, pero sí su conversión y la
salud de su alma. EI hombre de Diós le repetía:,,No h" p"_
dido a Dios que le conceda sanarse el culrpo, sino q.rá l.
sane su alma. usted ama mucho la vida
"n
esta tierra, y yo le
pido al señor que le conceda la vida Eterna en er .ieio. La
enfermedad de su cuerpo ya no encuentra medicinas que la
curen, pero su alma si está siendo sanada".
. -Y así, pocas semanas después, aquel rey que había sido
de los menos fervorosos de su época,-muriómuchísimo más
cristianamente de lo que había vivido. Es que tuvo las suer-
te incomparable de ser asistido por un santó en su última en-
fermedad (favor que ojalá nos conceda Dios a muchos de
nosotros). Y el rey quedó tan agradecido que nombró a Fran-
cisco de Paula como director espiritual de su hijo, el futurr¡
carlosvlll, rey-de Francia. Nuestro santo tuvo que quedar-
se por el resto de su vida, sus últim os 24 años, misiónando
en Francia.y allí consiguió muchísimas vocaciones para su
comunidad de religiosos y convirtió multitud de pecidores.
24 25
15. El viernes santo, 2 deabrí1de1.507, después de hacer que
le ieyeran la Pasión de Jesucristo según el evangelio de san
Juan, se quedó pIácidamente dormido con el sueño de la
muerte, y pasó a Ia eternidad a recibir el premio de sus virtu-
des.
El pueblo empezó inmediatamente a proclamarlo como
santo y los milagros empezarona sucederse por montones.
Doce años después de su muerte, fue proclamado santo
por el Sumo Pontífice León X (en 1519).
Y es un dato curioso, que un santo que jamás comía car-
ne, ni huevos ni leche, ni tomaba licor alguno, llegó en plena
robustez hasta los 91 años de edad.
ABRIL 3
SAN JI-IAN DE BRITTO, rnisionero
(Año 1693)
Nació en Portugal en el año 1647. Siendo muy niño en-
fermó gravemente y la mamá lo encomendó al gran misione-
ro san Francisco Javier y el niño se curó milagrosamente. En
recuerdo de este notable gran favor, toda la vida deseó ser un
fiel imitador de san Francisco Javier.
A la edad de 15 años pidió ser admitido a la Comunidad
de los Padres Jesuitas. Sus familiares se le oponían fuerte-
mente porque eran ricos y muy amigos de los más altos em-
pleados del reino y esperaban para Juan muy honrosos
puestos oficiales. Pero el joven insistió fuertemente y al fin
consiguió el permiso de hacerse jesuita.
26
En los estudios del seminario brilló por su gran inteii-
gencia y por su dedicación total a la preparación para el sa-
cerdocio. Unavez ordenado sacerdote, recibió del rey y de
muy altas personalidades la petición de que se quedara en
Portugal, pero é1, deseando imitar a san Francisco Javier pi-
dió y obtuvo ser enviado como misionero a la India, y con 1ó
compañeros emprendió el larguísimo viaje por el mar.
Misionero ejernplar. Desde 1,673hasta1.693, por vein-
te años estuvo misionando incansablemente en ia India. Y
fue tanto el entusiasmo con el cual se dedicó a las actividades
misioneras que lo nombraron superior de las Misiones de la
India.
Trabajo duro. Fueron casi increíbles ios trabajos y difi-
cultades que se le presentaron a este inmenso país, el cual re-
corrió por miles de kilómetros, a pie, evangelizando. Sus
compañeros dejaron escritos en sus cartas datos muy impre-
sionantes acerca de los sacrificios tan inmensos que el grai
misionero tuvo que padecer. Pero el número de conversio-
nes que siguió fue también sumamente numeroso y consola-
dor.
LJn rnétodo rnuy particular. Desde el principio el pa-
dre Juan de Britto se dio cuenta de que para poder ganarse
mejor la voluntad de esas gentes y lograr más conversiones,
era necesario adaptarse totalrnente al rnodo de vestir,'
de comer y de comportarse en ese país.Y así adoptó por
completo los usos y costumbres de la India. iQue allá la po
sición que significa adoración, es estar sentado en el suelo,
sobre los tobillos? Pues les celebraba la misa sentado en el
suelo, con gran reverencia y devoción. ¿Que los hindúes no
comían carne? Pues é1 no volvió a probarla. Un Boletín in-
formativo de ese entonces dejó esta constancia: -"AI adap-
27
16. tarse tan sumamente bien a las costumbres del país, logró
ganarse las sin:.patías de todas las clases sociales, y obtuvo
notables éxitos espirituales en toda clase de personas".
Sus cualidades. Los escritos de ese tiempo narran cómo
era el, comportamiento de este misionero. Dicen así: "Todo
1o que era caballerosidad y generosidad, trataba de curnplir-
1o. Su salud era sumamente débil y las fiebres palúdicas 1o
atacaban muy frecuentemente y 1o llevaban a las puertas de
Ia muerte, p€ro é1 seguía trabajando como si no estuviera su-
friendo. Los sacerdotes de las religiones de esas tierras erán
muy fanáticos y atacaban sin piedad al pobre Britto y a sus
cristianos. Muchas veces 1o echaron ala cárcel y le hicieron
padecer feroces torturas".
IJr.lavezlo colgaron de los brazos en un iírbol, y otra lo"
echaron a un hondo pozo para ver si se ahogaba. Pero des-
pués de que 1o a.tormentaban el padre Britto se restablecía de
manera que parecía casi un milagro. Volvió a Europa a con-
seguir ayudas para sus misiones, y aunque el gobierno y mu-
chás amigos Ie aconsejaron que se quedara en Portugal en
honrosos cargos, él dispuso volver a la India, a imitar a su
santo Patrono san Francisco Javier, que gastó su vida y sus
energías en obtr3ner que los habitantes de la India se convir-
tieran al cristianismo.
El martirio.Y resultó que convirtió al cristianismo a un
jefe hindú que tenía varias mujeres y éste se propuso no te-
ner en adelante sino una sola esposa, como 1o manda nuestra
religión.
Una de las antiguas concubinas de aquel hombre, se pro-
puso vengar del santo misionero y le inventó graves calum-
nias y obtuvo que fuera condenado a muerte.
28
Lo llevaron a la cárcel y desde allí escribió a sus superio-
res en Roma: "Con alegría y gran esperanza espero la muer-
te. Mi gran deseo ha sido siempre morir mártir por Cristo
Jesús. Morir mártir es la recompensa más preciada por los'
trabajos que he logrado hacer por la evangelización. Morir
mártir es lo que Ie he pedido muchas veces a Dios en mis
oraciones".
El 4 de febrero de 7693 un gran gentío se reunió para ver
la ejecución del santo misionero, a quien se le acusaba de en-
señar doctrinas que no eran las de los sacerdotes de los dio-
ses de ese país. El gobierno estuvo varias horas demorando
la sentencia porque sentía miedo de ordenar semejante cri-
men. Pero al fin movido por los fanáticos enemigos del cris-
tianismo mandó que le cortaran lacabeza.
Al saber la noticia, el rey de Portugal mandó celebrar so-
lemnísimas honras fúnebres en honor del santo mártir, y a
ese ceremonia asistió Ia mamá del gran misionero, pero no
vestía de luto, sino con sus mejores adornos de fiesta, poÍ-
que estaba convencida de que su hijo se había ido a recibir en
el cielo Ia corona de la gloria preparada para los que en Ia tie-
rra se declaran amigos de Cristo hasta la muerte.
San Juan Britto, te suplicamos por todos los misioneros
del mundo y por todos los países que todavía no conocen a
Cristo, para que muy pronto acepten Ia verdadera y santa re.
ligión que es Ia católica, apostólica y romana.
29
17. ABRIL4
SAhI ISil)O[dO, arzobispo de Sevilla.
Año,l¡36
Isidoro significa: "regalo de la divinidad" (Isis: divini-
dad. Doro: regalo).
Nació en Seviila en el año 556. Era el menor de cuatro
hermanos, todos ios cuales fueron santos y tres de ellos obis-
pos. San Leandro, san Fulgencio y santa Florentina se lla-
maron sus herrnanos.
Su hermano mayor, san Leandro, que era obispo de Sevi-
lia, se encargó de su educación obteniendo que Isidoro ad-
quiriera el hábito o costurnbre de dedicar mucho
tiempo a estudiar y leer, 1o cual le fue de gran provecho
para toda su vida.
Al morir Leandro lo reemplazó Isidoro como obispo de
Sevilla, y duró 38 años ejerciendo aquel cargo, con gran bri-
11o y notables éxitos.
Isidoro fue el obispo más sabio de su tiempo en España.
Poseía la mejor biblioteca de la nación. Escribió varios libros
que se hicieron famosos y fueron muy leídos por varios si-
glos como por ej.: Las Etirnologías, que se puede llamar el
Primer Diccionario que se hizo en Europa. También escri-
bió La Elistoria de los Visigodos y biografías de hombres
ilustres.
San Isidoro es como un puente entre la Edad Media que
se acababaylaEdad Media que empezaba. Su influenciafue
muy grande en toda Europa y especialísimamente es Espa-
30
ABRIL 4
31
SANISIDORO
18. ña. Y su ejemplo llevó a muchos a dedicar sus tiempos libres
al estudio y a lrs buenas lecturas.
Fue la figura princi al del Concilio de Toledo (año 633)
dei cual salieron leyes importantísimas para toda Ia iglesia
de España y que contribuyeron muy fuertemente a mante-
ner firme la religiosidad en el país.
Se preocupaba mucho porque el clero fuera rnuy
bien instruid¡r y para eso se esforzó para que en cada dióce-
sis hubiera un colegio para preparara a los futuros sacerdo-
tes, 1o cual fue.orno u.ra pi"páración a los seminarios que
siglos más tarde se iban a fundar en todas partes.
Dice san Ildefonso que "la facilidad de la palabra era tan
admirable en san Isidoro, que las multitudes acudían de to-
das partes a escucharle y todos quedaban maravillados de su
sabiduría y del gran bien que se obtenía al oír sus enseñan-
zas".
Su amor a los pobre era inmen o y como sus limosnas
eran tan generosas, su palacio se veía continuam nte vestido
por gentes necesitadas que llegaban a pedir y recibir ayudas.
De todas las ciencias las que más le agradaba y más reco-
mendaba era el estudio de Ia Sagrada Biblia. Y escribió unos
comentarios acerca de cada uno de los libros de la Sagrada
Biblia. Cuando sintió que iba a morir pidió perdón pública-
mente por toda,s las faltas de su vida pasada y suplicó al pue-
blo que rogarapor é1a Dios. A los 80 años de edad murió, el
4 de abril del año 636.
La Santa Sede de Roma Io declaró "Doctor de la Iglesia".
Al'$ÁffiI_ 5
SANVICEI{TE FERRER
32 33
19. ABRIL 5
SAN VICENTE FERRER, predicador.
Año 74L9
Nació en 13i50 enValencia, España. Sus padres le incul-
caron desde muy pequeño una fervorosa devoción hacia Je-
sucristo y alaVirgen María y un gran amor por los pobres.
Le encargaron repartir las cuantiosas limosnas que la fami-
lia acostumbraba dar. Así 1o fueron haciendo amar el dar
ayudas a los necesitados. Lo enseñaron a hacer una mortifi-
cación cada viernes en recuerdo de la Pasión de Cristo, y
cada sábado en honor a la Virgen Santísima. Estas costum-
bres las ejercitó durante toda su vida.
Se hizo religioso en la Comunidad de los Padres Domini-
cos y, por su inteligencia, a los 21 años yaeraprofesor de fi-
losofia en la universidad.
Tentaciones. Durante su juventud el demonio 1o asaltó
con violentas tehtaciones y, además, como era extraordina-
riamente bien parecido, varias mujeres de dudosa conducta
se enamoraron de él y como no les hizo caso a sus zalamerías,
le inventaron terribles calumnias contra su buena fama.
Todo esto lo fue haciendo fuerte para soportar las pruebas
que le iban a llegar después. )
Raro rnodo de ernpezar a predicar
Siendo un simple diácono lo mandaron a predicar a Bar-
celona. La ciudad estaba pasando por un período de hambre
y los barcos portadores no llegaban. Entones Vicente en un
sermón anunció una tarde que esa misma noche llegarían los
barcos con los alimentos tan deseados. Al volver a su con-
vento, el superior lo regañó por dedicarse a hacer profecías
de cosas que é1no podía estar seguro de que iban a suceder:.
Pero esa noche llegaron los barcos, y al día siguiente el pue¡
blo se dirigió hacia el convento a aclamar aVicente, el predi-
cador. Los superiores tuvieron que trasladarlo a otraciudad
para evitar desórdenes.
¿Córno llegó a ser un predicador tan farnoso?
Vicente estaba muy angustiado porque la Iglesia Católi-
ca estaba dividida entre dos Papas y había mucha desunión.
De tanto afán se enfermó y estuvo a punto de morir. Pera
una noche se le apareció Nuestro Señor Jesucristo, acompa-
ñado de san Francisco y santo Domingo de Guzmán y Ie dio
Ia orden de dedicarse a predicar por ciudades, pueblos, cam-,
pos y países. YVicente recuperó inmediatamente la salud.
En adelante, por 30 años, Vicente recorre el norte de Es-
paña, y el sur de Francia, el norte de ltalia, y el país de Suiza,
predicando incansablemente, con enormes frutos espiritua-'
les.
Sus primeras conquistas. Los primeros convertidoS
fueron judíos y moros. Dicen que convirtió a más de 10.000
judíos y otros tantos musulmanes y moros en España. Y esto
es admirable porque no hay gente más difícil de convertirse
al catolicismo que un judío o un musulmán.
Su rnodo de predicar. Las multitudes se apiñaban para
escucharle, donde quiera que él llegaba. Tenía que predicar
en campos abiertos porque las gentes no cabían en los tem-.
plos. Su voz sonora, poderosa y llena de agradables matices
y modulaciones y su pronunciación sumamente cuidadosa,
permitían oírle y entenderle a más de una cuadra de distan-
cla.
34 35
20. Su sermones duraban casi siempre más de dos horas (un
sermón suyo de las Siete Palabras en unViernes Santo duró
seis horas), pero los oyentes no se cansaban ni se aburrían
porque sabía hablar con tal emoción y de temas tan propios
para esas gentes, con frases tan propias de la Santa Biblia,
que a cada uno le parecía que el sermón había sido compues-
to para él mismo en persona.
Antes de predicar duraba cinco o más horas rezando,
para pedir a Dios Ia eficacia de la palabra, y conseguir que
sus oyentes se transformaran al oírle. Dormía en el puro sue-
lo, ayunaba frecuentemente y se trasladaba a pie de una ciu-
dad a otra (los últimos años se enfermó de una pierna y se
trasladaba caba.lgando en un burrito).
En aquel tiempo había predicadores que lo que busca-
ban eran agradar a los ídolos y componían sermones rim-
bombantes que no convertían a nadie. En cambio a san
Vicente lo que le interesaba no era lucirse sino convertir
a los pecadores. Y su predicación conmovía hasta los más
fríos e indiferentes. Su poderosa voz llegaba hasta lo más
profundo del alma. En pleno sermón se oían gritos de peca-
dores pidiendo perdón a Dios, y a cada rato caían personas
desmayadas de tanta emoción. Gentes que siempre se ha-
bían odiado, hacían las paces y se abrazaban. Pecadores en-
durecidos en sus vicios pedían confesarse. El santo tenía que
llevar consigo una gran cantidad de sacerdotes para que con-
fesaran a los penitentes arrepentidos. Hasta 15.000 personas
se reunían en los campos abiertos para oírle.
Después de sus predicaciones lo seguían dos grandes
procesiones: una de hombres convertidos, rezando y llo-
rando, alrededor de la imagen de Cristo Crucificado; y otra
de mujeres alabando a Dios, alrededor de una imagen de la
36
SantísimaVirgen. Estos dos grupos 1o acompañaban hasta el
próximo pueblo a donde el santo iba a predicar, y allí le ayu-
daban a organizar aquella misión y con su buen ejemplcr
conmovía a los demás.
Con guardaespaldas. Como la gente se lanzaba hacía é1
para tocarlo y quitarle pedacitos de su hábito para llevarlos
como reliquias, tenía que pasar por entre las multitudes, ro,
deado de un grupo de hombres encerrándolo y protegiéndo-
lo entre maderos y tablas. El santo pasaba saludando a todos
con su sonrisa franca y su mirada penetrante que llegaba
hasta el alma.
Las gentes se quedaban admiradas al ver que después de
sus predicaciones se disminuían enormemente las borrache-
ras y la costumbre de hablar cosas malas, y las mujeres deja-
ban ciertas modas escandalosas o adornos que demostraban
demasiada vanidad y gusto de aparecer. Y hay un dato cu-
rioso: siendo tan fuerte su modo de predicax y atacando tan
duramente el pecado y el vicio, sin embargo las muchedum-
bres lo escuchaban con gusto porque notaban el gran prove..'
cho que obtenían al oírle sus sermones.
Los ternas de su predicación
Vicente fustigaba sin miedo las malas costumbres, que
son la causa de tantos males. Invitaba incesantemente a reci-
bir los santos sacramentos de la confesión y de la comunión.
Hablaba de la sublimidad de la Santa Misa. Insistía en la.
grave obligación de cumplir el mandamiento de santificar
las fiestas. Insistía en la gravedad del pecado, en la proximi-
dad de la muerte, en la severidad del Juicio de Dios, y del
cielo y del infierno que nos esperan. Y lo hacía con tanta
emoción que frecuentemente tenía que suspender por varios .
37
21. minutos su sermón porque el griterío del pueblo pidiendo
perdón a Dios, era inmenso.
Su terna principal. Pero el tema que más insistía este
santo predicador era el Juicio de Dios que espera a todo
pecador. La gente 1o llamaba "El ángel del Apocalipsis",
porque continuamente recordaba a las gentes lo que el libro
del Apocalipsis enseña acerca del Juicio Final que nos espe-
ra a todos. El repetía sin cansarse aquel aviso de Jesús: "I{e
aquí que vengo, y traigo conrnigo mi salario. Y le daré
acadauno segúnhayan sido sus obras" (Ap 22,12). Has-
ta los más espectadores y alejados de la religión se conmo-
vían al oírle anunciar el Juicio Final que nos espera, donde
"los que han hecho el bien, irán a la gloriu ét"*rru y los
que se dedicaron a hacer el mal, iránala eterna conde-
nación" (Jn 5,29).
Don de lenguas y otros milagros
Los milagros acompañaron a s¿LnVicente en toda su pre-
dicación.Y uno de ellos eraelhacerse entender en otros idio-
mas, siendo que él solamente hablaba el español y el latín. Y
sucedió frecuentemente que las gentes de otros países Ie en-
tendían perfectamente como si les estuviera hablando en su
propio idioma. Era como la repetición del milagro que suce-
dió enJerusalén el día de Pentecostés, cuando al llegar el Es-
píritu Santo en formas de lenguas de fuego, las gentes de 1B
países escuchaban a los apóstoles cada uno en su propio idio-
ma, siendo que ellos solamente les hablaban en el idioma de
Israel.
Famoso pero humilde. SanVicente se mantuvo humil-
de a pesar de la enorme fama y de la gran popularidad que 1o
acompañaban, y de las muchas alabanzas que le daban en
38
todas partes. Decía que su vida no había sido sino una cade-
na interminable de pecados. Repetía: "Mi cuerpo y mi alma
no son sino una pura llaga de pecados. Todo en mí tiene Ia
fetídez de mis culpas". Así son los santos. Grandes ante la
gente de la tíerra pero se sienten muy pequeños ante ia pre-
sencia de Dios que todo lo sabe.
El hornbre que se transformaba. Los últimos años, ya
Ileno de enfermedades,"lo tenían que ayudar a subir al sitio
donde iba a predicar. Pero apenas empezaba la predicación
se transformaba, se le olvidaban sus enfermedades y predi-
caba con el fervor y la emoción de sus primeros años. Era.
como un milagro. Durante el sermón no parecía viejo ni en-
fermo sino lleno de juventud y entusiasmo. Y su entusiasmo
era contagioso. Murió en plena actividad misionera, el Miér-
coles de Ceníza. 5 de abril del afro 7479. Fueron tantos sus
milagros y tan grande fama, que el Papa Io declaró santo a
Ios 36 años de haber muerto, en 1455.
Nota: El agua de FrayVicente. EI santo regalaba a las
señoras que peleaban mucho con sus maridos, un frasquito
de agua bendita y les recomendaba: "Cuando su esposo em-
piece a insultarle, échese un poco de esta agua a la boca y no
se la pase mientras el otro no deje de ofenderla". Y esta fa-
mosa "agua de Fray Vicente" producía efectos maravillosos
porque como la mujer no le podía contestar al marido, no
había peleas. Ojalá en muchos de nuestros hogares se volvie-
ra a esta bella costumbre de callar mientras el otro ofende.
Porque 1o que produce la pelea no es la palabra ofensiva que
se oye, sino la palabra ofensiva que se responde.
39
22. ATSRTT- 6
cr A' lr *,ni i{TlE-fl-_,, lit,rcfr¿il,í.t" ,ñc l frCC a. cle JC.1..-'-,' . l. .1 l.-,i_,
Samuel significa: "Dios rne ha escuchado" (Samu: me
ha escuchado. El: Dios).
En la Santa Biblia la historia de Samuel es una de las más
interesantes y hermosas. Está narrada en los libros que se ti-
tulan 1" y 2" de Samuel, en el Antiguo Testamento.
Era hijo de Elcana y Ana, dos israelitas muy creyentes.
Ana tenía la enfermedad de Ia esterilidad que le impedía te-
ner hijos y por eso la otra esposa de su marido Ia humillaba
continuamente. Ana lloraba de continuo y ya no quería ni
comer.
El diálogo en la casa de oración.Y sucedió que un año
cuando subieron a rezar a la Casa de oración de Israel en
Silo, Ana se quedó mucho tiempo junto al altar rezando con
mucha fe y gran fervor. Y el sacerdote Helí al verla mover
tanto los labios le dijo: "Usted debe estar borracha y así no
debe venir acá". Ella le respondió: "No estoy borracha, 1o
que estoy es muy angustiada y he venido a implorar el favor
de Dios". El sacerdote le dijo: "Vete ettpaz, que el Señor ha
escuchado tu oración".
El voto o promesa. Entonces Ana lehízo a Dios este
voto o promesa: "Si me concedes un hijo varón, te lo ofrece-
réparaque se dedique a servirte a Ti en la Casa de oración".
Y ella volvió contenta a su casa lejana.
Y al año le dio Dios su primer hijo, al cual le puso por
nombre Samuel, que significa "Dios me ha escuchado",
40
AB[{[,E,6
PROFETASAMUEL
41
23. porque ella decía: "Dios ha escuchado la oración que yo le
hice pidiéndole un hijo".
Consagrado al altar. Cuando el niño ya fue grandecito,
la mamá 1o llevó a la Casa de oración el Silo y se 1o ofreció a
Dios para que se dedicara para siempre a servir junto al al-
tar. Y llevó de regalo al templo un novillo de tres años, un
bulto de harina y una vasija de vino y entonó un hermoso
himno diciencio: "Mí corazón se regocija por el. Señor, por-
que no hay santo como nuestro Dios, porque El a la mujer
estéril le permite tener hijos. El Señor hunde en el abispo y
levanta; da la pobrezay la riqueza; humilla y enaltece. El le-
vanta del polvo aI desvalido; alza de la basura al pobre. Él
guarda los pasos de sus amigos. É1es un Dios qrr".áb"; É1"t
quien pesa todas las acciones".
Los hijos de Helí. El sacerdote del templo se llamaba
Helí y tenía dos hijos muy atrevidos que cometían muchas
fechorías y maldades y el papá no se atrevía a corregirlos.
Los pecados de. esos jóvenes disgustaban mucho a Dios y El
se propuso enviarles un castigo.
LJna voz en la noche. El niño Samuel se quedaba cada
noche a dormir en la Casa de oración para cuidarla.Y una no-
che oyó que lo llamaban diciendo: "¡Samuel! ¡Samuel!". El
joven creyó que era Heli el que lo llamaba y corrió a donde el
sacerdote y Ie dijo: "Aquí estoy Señor. ¿Me ha llamado?".
Helí le dijo: "No te he llamado. Vete a dormir er:.paz". Pero
lavoz de Dios volvió a llamar: "¡Samuel! ¡Samuel!". El jo-
vencito corrió otravez donde Helí para ver para qué lo nece-
sitaba. Y así sucedió por tres veces. Entonces Helí se dio
cuenta de que era Dios el que lo llamaba y le dijo: "Si te vuel-
ve a llamar le dirás: "Habla Señor que tu siervo escucha". Y
así 1o hizo Samuel cuando Dios lo volvió a llamar y entonces
42
oyó que Dios le decía: "Voy a castigar a Helí y a sus hijos con.
terrible mal, porque los hijos hicieron grandes males y el pa-
dre no los ha corregido".
El castigo. Y sucedió entonces que los filisteos atacaron
al pueblo de Israel. Y los hijos de Helí se fueron con todo el
ejército a defender la patria. Y se llevaron el Arca de la Alian- ,
za (donde estaba el Maná y las Tablas de laLey con los 10
Mandamientos) y se dio una gran batalla y los filisteos de-
rrotaron a los israelitas e hicieron una gran r¡atanzay asesi-
naron a los dos hijos de Helí que se habían robado el Arca de
la Alianza. Cuando un mensajero llegó corriendo a contar a
Helí que se habían robado el Arca y habían matado a sus dos
hijos, el pobre anciano que estaba sentado en una silla, se fue
de para atrás del susto y se desnucó.
Sarnuel profeta. El pueblo eligió entonces como sacer-
dote al joven Samuel y Dios ernpezí atraerle sus mensajes y
a guiarlo en todo, porque Samuel era un santo. Los filisteos ,
devolvieron el Arca y hubo paz.
Saúl, prirner rey. El pueblo pidió que se le diera un rey.
Samuel consultó a Dios, y el Señor le dijo que el rey sería
SaúI, el cual eraelúltimo de la última familia, de la más pe-
queña tribu de Israel. Samuel lo llamó y le echó aceite sagra-
do sobre su cabeza y 1o proclamó rey ante todo ei pueblo.
Saúl infiel. Y sucedió que Saúl empezó a desobedecer a
1o que Dios ordenaba, y entonces el Señor ie dijo a Samuel:
"He retirado mi espíritu de Saúl y lo he pasado a David. Irás
a Belén y ungirás a ese joven como rey" .
David ungido. Samuel se fue a Belén a buscar a David.
Este era un pastor de ovejas y estaba en el campo cuidando
t
L
24. los animales. Samuel lo hizo venir y echando aceíte sagrado
sobre su cabezla lo ungió, y desde entonces el espíritu de
Dios vino a David y lo fue guiando en todas sus acciones.
Despedida de Sarnuel. Ya anciano, Samuel reunió a
todo el pueblo y le dijo: "Durante cuarenta años los he guia-
do espiritualmente. Ahora les pido que si alguno tiene una
queja contra mí la diga claramente. Y si a alguno le he quita-
do algo o le he hecho algún mal, que lo diga sin más". Y el
pueblo entero le respondió: "Ningún mal nos has hecho y a
nadie le has quitado nada, y nadie tiene la menor queja con-
tra ti".
Y así terminó santamente su larga vida este hombre que
desde muy pequeño fue llevado por su madre a servir junto
al altar a Dios y que cada día y cada hora, tuvo por único fin
de su existencia' agradar a Nuestro Señor.
Que Dios nos envíe muchos sacerdotes tan santos como
Samuel.
¿HASVISTO A UNO QUE
CUMPLE, BIEN SU DEBER?
ESEOCUPARA
PUESTOS IMPORTANTES.
(Proverbios)
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BAUTISTADE LASALLE
44 45,
25. ABRIL 7
SANJUAN BAUTISTA DE LA SALLE,
educador. Año 1719
Es el fundador de los Hermanos Cristianos y nació en
Francia en 1 6 51 .
Nació en Reims y murió en Rouen, las dos ciudades que
hizo famosas santaJuana de Arco.
Su vida coincide casi exactamente con los años del famo-
so Luis XIV.
Probablemente su existencia habría pasado desapercibi-
da si se hubiera contentado con vivir de acuerdo a su clase
social adinerada, sin preocuparse por hacer ninguna obra
excepcional a favor del pueblo necesitado. Pero la fuerza mis-
teriosa de la gracia de Dios encontró en él un instrumento
dócil para renovar la pedagogía y fundar las primeras escue-
ias profesionales y las más antiguas escuelas normales, fun-
dar una Comunidad religiosa que se ha mantenido en
principalísimos puestos en la educación en todo el mundo.
Este santo fue un genio de la pedagogía, o artede educar.
Si san Juan Bautista de Ia Salle viviera hoy aquí en Ia tie-
rra abriría los ojos aterrado al ver que la educación se ha se-
cularizado, o sea se ha organizado como si Dios no existiera
y sólo se preocupa por hacer de los seres humanos unos ani-
maiitos muy bien amaestrados, pero sin fe, sin mirar a Ia
eternidad ni importarle nada Ia salvación del alma. Porque
paraél,lo imprescindible, lo que constituía su obsesión, era
obtener la salvación del alma de los educandos y hacerles
crecer en la fe. Si no hubiera sido por estos dos fines, él no
46
habría emprendido ninguna obra especial, porque esto era 1o
que en verdad le interesaba y le llamaba Ia atención: hacer
que los educandos amarany obedecieran a Dios y consiguie-
ran llegar al reino eterno del cielo.
Elerencia providencial
Juan Bautista estudió en el famoso seminario de San Sul-
picio de París y allí recibió una formidable formación que Ie
sirvió para toda su vida. Fue ordenado sacerdote y por su po-
sición social y sus hermosas cualidades parecía destinado para
altos cargos eclesiásticos, cuando de pronto ai morir su direc-
tor espiritual 1o dejó como encargado de una obra para niños
pobres que el santo sacerdote había fundado: una escuela para
niños y un orfanato para niños pobres, dirigido por unas her-
manitas llamadas de El Niño Jesús. AIIí en esa obra 1o espera-,
ba la Divina Providencia para encaminario hacia Ia gran obra
que le teníadestinado: ser el reformador de la educación.
LJn nuevo método de educación
La Salle le dio un viraje de 180 grados a los antiguos mé-
todos de la educación. Antes se enseñaba a cada niño por
aparte. Ahora LaSalle los reúne por grupos para darles clases
(en la actualidad eso parece tan natural, pero en aquel tiempo
era una novedad). Antiguamente se educaba con base a gri-
tos y golpes. El padre Juan Bautista remplaza el sistema dei
terror por el método del amor y de Ia convicción. Y los resul-
tados fueron maravillosos. La gente se quedaba admirada al
ver cómo mejorabatotalmente lajuventud al ser educada con
los métodos de nuestro santo. No les enseñaba solamente co-
sas teóricas y abstractas, sino sobre todo aquellos conoci-
mientos prácticos que más les iban a ser de utilidad en lavida'
diaria. Y todo con base a la religión y a la amabilidad.
L
47
26. {-ln a Í-ru eV ir co ruluniclaci
La Salle errrpezó a reunir a sus profesores para instruirlos
en el arte de educar y para formarlos fervorosamente en Ia
vida religiosa. Y con los más entusiastas fundó la Comuni-
dad de Flerrnanos de las Escuelas Cristianas que hoy son
unos 15.000 en más de mil colegios en todo el mundo. Y si-
guen siendo una autoridad mundial en pedagogía , en el arte
de educar a Ia juventud. Eléxito de los Hermanos Cristianos
fue inmenso desde el principio de su congregación, y ya en
vida del santo abrieron colegios en muchas ciudades y en va-
rias naciones. Un 15 de agosto los consagró sanJuan Bautista
a Ia Santísima Virgen y han permanecido fervorosos propa- '
gadores de la devoción a la Madre de Dios.
Al principic algunos le fallaron porque el santo era tan
bondadoso que no podía imaginar mala voluntad en ningu-
no de sus discípulos. Para él todo el mundo era bueno, y por
mucho que le hubieran ofendido estaba siempre dispuesto a
perdonar y a volver a recibir al que había faltado. Y hubo la
prueba dolorosísima de ver que algunos lo engañaron y se
dejaron contagiar por el espíritu del mundo. Pero luego sus
asesores 1o convencieron para que no aceptara a ciertos suje-
tos no confiables y que expulsara a algunos que se habían
vuelto indignos. Y el santo aceptando con toda humildad y
mansedumbre los buenos consejos recibidos procedió a pu-
rificar muy a tiempo su congregación.
Su pobreza. Siendo de familia muy rica, repartió todos
sus bienes entre los pobres y se dedicó a vivir como un po-
bre. Los últimos años cuando renunció a ser Superior Gene-
ral de su Congregación, pedía permiso al superior hasta para
hacer los más pequeños gastos. Los viajes aunque a veces
muy largos, los hacía casi siempre apíe, y pidiendo limosna
48
para alimentarse por el camino, durmiendo en casitas pobrí -
simas, Ilenas de plaga y de incomodidades.
lJna vez pasó todos los tres meses del crudísimo invier-
no, en una habitación sin calefacción, con ventanas llenas de
rendijas y con algunos grados bajo cero. Esto Ie trajo un te-
rrible reumatismo que durante todo el resto de su vida le
produjo tremendos dolores y las anticuadas curaciones que
le hicieron para ese mal lo torturaban todavía mucho más.
En su juventud, por ser de familia muy adinerada, había
gozado de una alimentación refinada y muy sabrosa. Cuan-
do se dedicó a vivir la pobreza de una comunidad fervorosa
y en la cual, los alimentos eran rudos y desagradables, tenía
que aguantar muchas horas sin comer, pata que su estóma-
go fuera capazde recibirle esos alimentos tan burdos.
Su sonata y su manto eran tan pobres y tan descoloridos,
que un pobre no se los habría aceptado como limosna.
Su humildad era tan gran e que se creía indigno de ser el
superior de la comunidad. Estaba siempre dispuesto a dejar
su alto puesto y alguna vezqtepor calumnias dispuso la au-
toridad superior quitarlo de ese cargo, éI aceptí inmediata-
mente. Pero todos los hermanos firmaron un memorial
anunciando.que.no aceptaban pol el momento a ningún otro
como superior sino al santo Fundador y tuvo que aceptar se
guir con el superiorato.
Sus consejos. No se cansaba de recomendar con sus pa-
labras y sus buenos ejemplos, a sus religiosos y amigos, que
la preocupación número uno del educador debe ser siempre
elfiatar de que los educandos crezcan en el amor a Dios y en
la caridad hácia el prójimo, y que cada maestro debe esfor-
zarse con toda su alma por tratar de que los jovencitos con-
49
27. serven su inocencia si no la han perdido o que recuperen su
amistad con Dios por medio de la conversión y de un inmen-
so horror al pecado y a todo 1o que pueda hacer daño a la san-
tidad y a todo 1o que se oponga a la salvación eterna.
Pasaba muchas horas en oración y les insistía a sus reli-
giosos que lo que más éxito consigue en la labor de un edu-
cador es orar, dar buen ejemplo y tratar a todos como Cristo
lo recomendó en el Evangelio: "Flaciendo a los dernás
todo el bien que deseamos que los demás nos hagan a
nosotros".
San Juan Bautista,ie la Salle murió eI 7 de abril de 1,61,9 a
los 68 años. Fue declarado santo por el Sumo Pontífice León
XIII en el año de 190t). EI Papa Pío XII Io nombró Patrono
de los Educadores del mundo entero.
Santo educador: tri que recomendabas que se le conce-
cliera la máxima importancia a la clase de religión, conside-
rándola la más provechosa de todas en todo colegio y escuela,
pídele al buen Dios que la clase de religión vuelva a estar en
primerísimo lugar en nuestros centros de educación y no
vaya a ser reemplazadajamás por otras asignaturas menos
importantes. Y ruégale a Dios que nos envía muchos y san-
tos muy fervorosos profesores de religión.
ABRILs
5150
SANPOMPILIO
28. ABRtrL 8
SAN POMPILIO, educador y predicador.
Año 1766
San Pompilio fue llamado "El Taumaturgo de Nápoles"
(taumaturgo es el que consigue milagros, el que obra prodi-
gios).
Nació en Montecalvo (Italia) en 771.0, de una familia
adinerada y de mucho abolengo, o sea, con antepasados que
habían sido muy famosos e importantes.
Cuando apenas tenía diez años se encontró en el sótano
de su casa un cuadro antiquísimo de la Santísima Virgen y
quitándole el polvc, lo colocó en su habitación y le dijo a la
mamá: "IJn día, cuando yo sea sacerdote, vendré y celebra-
ré la misa delante de este cuadro". Sus hermanos se reían,
pero éI estaba seguro de que sí iba a ser así.
Str padre quería que se dedicara a administrar los bienes
de la familia, pero el joven deseaba ardientemente ser sacerdo-
te. Sin embargo como yateníaotro hermano en el seminario,
el papá le negó el permiso para hacer estudios sacerdotales,
añadiendoque1eba.stabacontenerunhijosacerdote..
Más sucedió que el hermano seminarista murió con gran
fama de santidad y entonces nuestro joven se reafirmó en su
propósito de llegar a ser sacerdote. Y como su padre se qpo-
nía, un día, después moso sermón voca-
cional de un p"dr* de acuerdo cén'el
predicador y se fugó ,dejando a su'padre
una carta pidiéndole excusas por este atrévimiento. :
El papá corrió a la casa de los padres Escolapios a recla-
mar a su hijo, pero Pompilio le demostró tan grandes deseos
de llegar a ser sacerdote y Ie expuso tan fuertes razones para
ello, que su padre tuvo al fin que aceptar y lo dejó en eI semi-
nano.
A los 24 añros fue ordenado sacerdote y la comunidad 1o
dedicó a enseñar a los niños pobres de las Escuelas Pías (Es-
colapios se llaman los padres que enseñan en las escuelas
Pías).
Su salud era muy deficiente y una tos continua Io hacía
sufrir mucho, pero a pesar de esto nunca faltaba a sus clases
y sus alumnos hacían verdaderos progresos, muy notorios a
todos.
Clarividente. Y entonces empezó a tener fama de ver a
Io lejos lo que estaba sucediendo en otras partes. De vez en
cuando se quedaba con la mirada fija en la lejanía y anuncia-
ba hechos que sucedíana gran distancia. Un día estando en
clase se quedó mirando hacia 1o lejos y drjo a los alumnos:
"Algo grave está sucediendo a uno de los nuestros". Luego
preguntó: "¿Quién falta en clase?". Le respondieron: "Juan
Capretti". Se quedó un rato pensando y exclamó: "Recemos
por é1, porque esta en grave peligro". Luego envió a un alum-
no y le dijo: "Vaya ala casa de Juan y pregunte por é1". El
muchacho llegó a Ia casa de Capretti y preguntó si sabían
dónde estaba. La mamá y la hija, que se imaginaban que es-
taría en Ia escuela, corrieron a su habitación y lo encontraron
tendido por el suelo. Lo sacudieron y despertó de un ataque.
Luego contó: "Sentí un terrible dolor de cabeza y creí que
me moría. Pero de un momento a otro como que una mano
pasó sobre mi frente y recobré la salud". Cuando el. mensa-
jero volvió ala clase a contar lo sucedido, el padre Pompilio
52 53
29. dijo muy cóntento a los jóvenes: "Dios ha escuchado la ora-
ción que dirigimos por nuestro amigo Juan".
Su devoción a la Santísima Virgen era inmensa. En sus
ratos libres fabricaba camándulas y las regalaba a todos los
que queríar,rezar el rosario. A todos les recomendaba: "Sean
muy devotos de la SantísimaVirgen María".
Cuando después de varios años de ser sacerdote, fue por
primera yez acelebrar Ia Santa Misa a su casa, su madre, sin
recordar 1o que él.había dicho en la niñez,Iepreparó al fren-
te del altar el cuadro que de niño había sacado del sótano.
Pompilio al final de la misa exclamó: "Bendito sea Dios que
me ha permitido cumplir aquellas palabras que de niRo dije
al encontrar este cuadro de la Virgen Santísima en el subte-
rráneo: 'Un día celebraré misa ante esta imagen de la Santí-
simaVirgen"'.
Pobreza extrerna. Los superiores 1o enviaron de misio-
nes a pueblos muy lejanos, donde no había sino campesinos
y pastores pobres. El andaba kilómetros y kilómetros y se le
gastaban mucho los zapatos y no tenía dinero para reponer-
los. Entonces se dispuso caminar descalzo y así lo hizo por
muchísimos caminos. A quien le llamaba la atención dicién-
dole que esto era indigno de un sacerdote le respondía: "No
se afane que así andaba Nuestro Señor". Su sotana era de 1o
más remendado que se encontraba, pero así imitaba también
IapobrezadeJesús, y cumplía 1o que dijo el Divino Maestro:
"Dichosos los pobres porque de ellos es el reino de los cie-
los". Y con estas penitencias lograba la conversión de mu-
chos pecadores.
En Semana Santa hacía el viacrucis al vivo y él se cargaba
al hombro una pesadísima crvzy descalzo subía a una mon-
54
taiarezando el santo viacrucis con el pueblo. La gente se ad-
miraba de su santidad y de sus penitencias y trataban de
hacer también algunos sacrificios.
Calumnias. Fue enviado a Nápoles y allá predicaba
muy fuertemente contra los usureros y 1o que en casas de
cor-npraventa favorecen a los tramposos. Entqnces los due-
ño§ de las compraventas disp rsieron inventarletoda clase de
calumnias y 1o acusaron ante el Señor Arzobispo. Y lograron
convencerlo. EI prelado les dio permiso de que ilevaran la
acusación ante el rey. Y tantas mentiras dijeron que el rey
decretó que el padre Pompilio debía ser expulsado.
Llegaron los policías a la casa de los Padres a llevarqe al
padre aT destierro, p"ro él subiéndose a La carrozales dijoique
sin permiso del superior no podía alejarse. Y por más ftierte
que le dieron a los caballos, no se movieron. Entonces llama-
ron al Superior el cual le dijo: "Puede irse, padr?" , y en ese
momento pareció como que les hubieran soltado las patas de
ios caballos y salieron a galope.
Los que 1o llevaban al destierro lo vieron suspirar y le
preguntaron: "¿Por qué suspira por tener que irse al destie-
rro?". Y él respondió: "Suspiro porque el que se inventó es-
tas calumnias, Ie ha tocado irse ahora para Ia eternidad a dar
cuentas a Dios". Y así fue. Aquel mismo día el inventor de
las calumnias murió de repente.
Y el pueblo de Nápoles hizo tantas manifestaciones en
favor del padre Pompilio, que el rey tuvo que decretar que
podía volver a la ciudad. Pero para evitar más problemas los
superiores lo destinaron a predicar en los pueblos de los aI-
rededores.
lL-
55
30. ABRIL 9
SAN LORENZODE IRLANDA, arzobispo.
Año 1180
San Lorenzo nació en Irlanda hacia el año 7L28, de Ia fa-
miliaO'Toole que era,dueña de uno de los más importantes
castillos de Ia época.
Mediador de paz, Cuando el niño nació, su padre dis-
puso pedirle a un ionde enemigo que quisiera ser padrino
del recién nacido. El otro aceptó y desde entonces estos dos
condes (ahora compadres) se hicieron amigos y no lucharon
más el uno contra el otro.
Cuando lo llevaban abautízar, apareció en el camino un
poeta religioso y preguntó qué nombre le iban a poner al
niño. Le dijeron un nombre en inglés, pero él les aconsejó:
"Pónganle por nombre LORENZO, porque este nombre
significa: tcoronado de laur-eles por ser vence{or', Y es
qüe elniño va a ser un gran vencedor en la vida". A los papás
les agradó Ia idea y Ie pusieron por nombre Lorénzo y en ver-
dad que fue un gran'vencedor en las luchas por la santidad.
Rehén, pa;ra detener la guerra
Cuando el niño tenía diez años, un conde enemigo de su
padre le exigió como condición para no hacerle la guerra que
Ie dejara a Lorenzo como rehén. EI Sr. O'Toole aceptó y el jo-
ven fue ilevado al castillo de aquel guerrero. Pero allí fue tra-
tado con crueldad y una de las personas que 1o atendían fue a
comunicar la triste noticia a st padre y este exigió que le de-
volvieran a su hijo. Cuando el tirano no aceptó devolverlo, el
Sr. O'Toole Ie secuestró doce capitanes al otro guerrero y
5B
puso como condición para entregarlos que le devolvieran a
Lorenzo. EI otro aceptó pero llevó al niño a un monasterio,
para que apenas entregaran a los doce secuestrados, los mon-
jes devolvieran aLorenzo.
Vocación. Y sucedió que al jovencito Ie agradó inmen-
samente Ia vida de monasterio y le pidió a su padre que 1o
dejara quedarse a vivir allí, porque erlvez de la vida de gue-
rras y batallas, a élle agradaba la vida de lectura, oración y
meditación. El buen hombre aceptí y Lorenzo llegó a ser un
excelente monje de ese monasterio.
Superior. Su comportamiento en Ia vida religiosa fue
verdaderamente ejemplar. Dedicadísimo en los trabajos de
campo y brillante en los estudios. Fervoroso en la oración y
exacto en la obediencia. Fue ordenado sacerdote y al morir eI
superior del monasterio los monjes eligieron por unanimi-
dad a Lorenzo como nuevo superior.
Apaciguador. Por aquellos tiempos hubo una tremenda
escasez de alimentos en Irlanda por causa de las malas cose-
chas y las gentes hambrientas recorrían pueblo y veredas ro-
bando y saqueando cuanto encontraban. El abad Lorenzo
salió al encuentro de los revoltosos, con una cruz en alto y pi-
diendo que en vez de dedicarse a robar se dedicaran a pedir a
Dios que les ayudara. Las gentes le hicieron caso y se calma-
ron y é1, sacando todas las provisiones de su inmenso monas-
terio las repartió entre el pueblo hambriento. La caridad del
santo hizo prodigios en aquella situación tan angustiosa.
Arzobispo. En el año 1,1,61, falleció el arzobispo de Du-
blín (capital de Irlanda)y clero y pueblo estuvieron de acuer-
do en que el más digno para ese cargo era el abad Lorenzo.
Tuvo que aceptar y, como en todos los oficios que Ie enco-
I
L
59
31. mendaban, en este cargo se dedicó con todas sus fuerzas a
cumplir sus obligaciones del modo más exacto posible. Lo
primero que hizo fue tratar de que los templos fueran, en lo
posible los más bellos y bien presentados. Luego se esforzó
porque cada sacerdote se esmerara en cumplir 1o mejor posi-
ble sus deberes sacerdotales. Y en seguida se dedicó a repar-
tir limosnas con gran generosidad.
Cada día recibía3}, 40 o 60 menesterosos en su casa epis-
copal y él mismo les servía la comida. Todas las ganancias
que obtenía como arzobispo las dedicaba a ayudar a los más
necesitados.
Buscand o la paz otra vez. En el año 1 170 los ejércitos
de Inglaterra invadieron Irlanda llenando el país de muerte,
de crueldad y de desolación. Los invasores saquearon los
templos católicos, los conventos y llenaron de horror a todo
el país. El arzobispo Lorenzo hizo todo 1o que pudo para tra-
tar de detener tanta maldad y salvar la vida y los bienes de
los perseguidos. Se presentó al propio jefe de los invasores a
pedirle que devolviera los bienes a las iglesias y que detuvie-
ra el pillaj ey el saqueo. El otro por única respuesta le dio una
carcajada de desprecio. Pero pocos días después murió re-
pentinamente. El sucesor tuvo temor y le hizo mucho más
caso a las palabras y recomendaciones del santo.
EI arzobispo trató de organizarlaresistencia pero viendo
que los enemigos eran muy superiores, desistió de su idea y
se dedico con sus monjes a reconstruir los templos y los pue-
blos y se fue a Inglaterra a suplicar alrey invasor que no per-
mitiera los malos tratos de su ejército contra los irlandeses.
Atentado. Estando en Londres de rodillas rezando en la
tumba de santo Tomás Becket (un obispo inglés que murió
60
por defender la religión) un fanático le asestó terribilísima
pedrada en la cabeza. Gravemente herido mandó traer un
qocg de agrra. La bendijo e hizo que se ra echaran en la heri-
da de Ia.cabeza, y apenas el agua ilego a ra herida, cesó la he-
morragia y obtuvo la curacióh.
El Papa Alejandro III nombró a Lorenzo como su dele-
Y éT, IA
nbu ra
,"l"irXr". y hasta a[á lo .ig,rit
cerlo, pero a causa del teriible
tio v de_l agotamiento producido poi tantos trabajos, murió
allí en Normandíaen 1180 al llegir a un convento. cuando
elabad Ie aconsejó-que hiciera tes-tamento, respondió: "Dios
sabe que no- tengo bienes ni dinero porque toáo lo he repar-
tido.entre_el pueblo. Ay, pueblo mít, victima de tantas vio-
lencias.. ¿ Quién lograr á traer 7a paz? " . seguramente áesde el
cielo debe
da ha cons
ue Irlan-
tos son tos f::;3:de Irlanda bi"" Vlupaz para sus ciudadanos. Dios nos envíe muchos patriátas
como é1.
DICFIO SO S LO S QUE BUSCANI LA PA Z,
PORQI.]E ELLOS SERA}{ LLAMADOS
HIJOS DEDIOS
(IuÍt 5,9)
61
32. ABRIL 10
n-OS Iuzfz[tTIRES COLOMBIANOS DE
L,{ COMLII{IDAD DE SANJUAN DE DIOS.
Año 1936
Desde 1934 estalló en España una horrorosa persecución
contra los cristianos católicos, por parte de los comunistas,
Los masones )/ de la extrema izquierda. Por medio de frau-
des y de toda clase de trampas fueron quitándoles a los cató-
licos todos los puestos públicos. En la elección, tuvo el
partido católico medio millón de votos más que los de la ex-
trema izquierda, pero al contabilizar trarnposamente los vo-
tos se les concedieron 152 curules menos a los católicos que
a los izquierdistas.
Datos irnpresionantes
La persecución anticatólica se fue volviendo cada vez
más feroz y terrorífica. En pocos meses de 1936 fueron des-
truidos en España más de mil templos católicos y gravemen-
te averiados más de dos mil.
Desde 1936 hasta 1.939,los comunistas españoles asesi-
naron a 4.1,00 sacerdotes seculares; 2.300 religiosos; 283 re-
ligiosas y miles y miles de laicos. Todos por la sola razón de
pertenecer a la Iglesia Católica.
Las comunidades que más mártires tuvieron fueron: Pa-
dres Claretianos, 27 0 . P adres Franciscanos, 226 . H.ermanos
Maristas, 1,76. Hermanos Cristianos, 165. Padres Salesia-
nos, 100. Hermanos de San Juan de Dios, 98.
62 63
33. En 1936 los católicos se levantaron en revolución al man-
do del General Iirancisco Franco y después de tres años de
terribles guerras lograron echar del gobierno a los comunis-
tas y anarquistas anticatólicos, pero estos antes de abando-
nar las armas y de dejar el poder cometieron la más espantosa
serie de asesinatos y crueldades que registra Ia historia. AI-
gunas de esas víctimas fueron los siete jóvenes colombianos,
ñ"r-ano. de Ia (lomunidad de San Juan de Dios, que esta-
ban estudiando y trabajando en España.
Jóvenes religiosos. Eran de origen campesino o de
pueblos religiosol y piadosos. Muchachos que se había
|ropuesto dásgastar su vida en favor de los que padecían
énfármedades mentales, en la comunidad que San Juan de
Dios fundó para atender alos enfermos más abandonados.
La Comuniáad los había enviado a España a perféccionar
el artede Ia enfermería y ellos deseaban emplear el resto de
su vida en ayudar delamejor manera posible a que los en-
fermos ,ecob.at"n su salud mental y física y sobre todo su
salud espiritual por medio de la conversión y del progreso
en virtud y santidad.
Sus nombres eran: J.rtt, Bautista Velásquez, de Jardín
(Antioqui a), 27 años. Esteban Maya, de Pácora (Caldas), 29
años. Melquíades Ramirez, de Sonsón (Antioquia), 27
años. Eugenio Rarnírez, deLa Ceja (Antioquia), 23 años.
Rubén de Jesí:rs L6pez, de Concepción (Antioquia), 28
años. Arturo Ayala, de Paipa (Boyacá), 27 añros y Gaspar
PáezPerdomo, de Tello (Huila), 23 años-
Hacía pocos años que habían entrado en la congregación
y en España sólo llevaban dos años de permanencia. Hom-
bres totálmente pacíficos que no buscaban sino hacer bien a
los más necesitados. No había ninguna causa para perse-
64
guirlos y matar, excepto el que eran seguidores de Cristo y
de su Santa Religión. Y por esta causa los mataron.
El asesinato. Estos religiosos atendían una casa para en-
fermos mentales en Ciempozuelos cerca de Madrid, y de
pronto llegaron unos enviados del gobierno comunista espa-
ñol (dirigido por los bolcheviques desde Moscú) y les orde-
naron abandonar aquel plantel y dejarlo en manos de unos
empleados marxista. q,rL no sabían nada de medicina ni de
dirección de hospitales, pero que eran una fieras en anticle-
ricalismo.
A los siete religiosos se los llevaron prisioneros a Ma-
drid.
Interviene la embajada. Cuando al embajador colom-
biano le comentaron la noticia, pidió al gobierno que a estos
compatriotas suyos por ser extranjeros los dejaran salir en
paz del país, y les envió unos pasaportes y unos brazaletes
tricolores para que los dejaran salir libremente. Y el padre
capellán de las Hermanas Clarisas de Madrid les consiguió
el dinero para que pagaran el trasporte hacia Colombia, y así
los envió en un trena Barcelona avisándole al cónsul colom-
biano de esa ciudad que saliera a recibirlos. Pero al tiquete
de cada uno los guardas les pusieron una señal especial para
que los apresaran.
tIn cónsul en apuros. El Dr. Ignacio Ofiiz Lozano,
Cónsul colombiano en Barcelona escribió así, en 7937 , al pe-
riódico El Pueblo de San Sebastián como fueron aquellas
jornadas trágicas: "Este horrible suceso es el recuerdo más
doloroso de mi vida. Aquellos siete religiosos no se dedica-
ban sino al servicio de caridad con los más necesitados. Esta-
ban a 30 kilómetros de Madrid, en Ciempozuelos, cuidando
65
34. locos. El día 7 de agosto de 1936 me llamó el embajador de
Madrid (Dr. Uribe Echeverry) para comentarme que viaja-
ban con un pasaporte suyo en un tren, y para rogarme que
fuera a la estación a recibirlos y que los tratara de Ia mejor
manera posible. Yo ya teníahasta 60 refugiados católicos en
mi consulado, pero estaba resuelto a ayudarles todo 1o mejor
que fuera posible. Fui varias veces a la estación del tren pero
nadie me daba razón de su llegada. AI fin un hombre me
dijo: "¿Usted es el cónsul de Colombia? Pues en la cárcel hay
siete paisanos suyos".
Me dirigí a la. cá¡cel pero me dijeron que no podía verlos
sino llevaba una recomendación de Ia FAI (Federación Anar-
quista Española). M" fui a conseguirla, pero luego me dije-
ron que no los podían soltar porque llevaban pasaportes
falsos. Les dije que el embajador colombiano en persona les
había dado los pasaportes. Luego añadieron que no podían
ponerlos en libertad porque la cédula de alguno de ellos esta-
ba muy borrosa (excusas todas, injustas y mentirosas, Para
poder ejecutar su crimen. La única causa para matarlos era
que pertenecían a la religión católica). Cada vez me decían
"venga mañana". Al fin una mañana me dijeron: "Fueron
Ilevados al Hospital Clínico". Comprendí entonces que los
habían asesinado. Fue el nueve de agosto de 1936.
Aterrado, lleno de cólera y de dolor exigí entonces que
me llevaran a la morgue o depósito de cadáveres, para iden-
tificar a mis compatriotas sacrificados.
En el sótano encontré más de 1'20 cadáveres, amontona-
dos uno sobre el otro en el estado más impresionante que se
pueda imaginar. Rostros trágicos. Manos crispadas. Vesti-
dos deshechos. Era la macabra cosecha que los comunistas
habían recogido ese día.
66
Me acerqué y con la ayuda de un empleado fui buscando
a mis siete paisanos entre aquel montón de cadáveres. Es
inimaginable 1o horrible que es un oficio así. Pero con pa-
ciencia fui buscando papeles y documentos hasta que logré
identificar a cada uno de los siete muertos. No puedo decir la
impresión de pavor y de indignación que experimenté en
presencia de este espectáculo. Los ojos estaban desorbita-
dos. Los rostros sangrantes. Los cuerpos mutilados, desfi-
gurados, impresionantes. Por un rato los contempl é en
silencio y me puse a pensar hasta qué horrores de crueldad
llega la fiera humana cuando pierde lafey ataca a sus her-
manos por el sólo hecho de que aquellos pertenecen a la san-
ta religión.
Redacté una carta de protestaylaenvié a las autoridades
civiles. Después el gobierno colombiano protestó también,
pero tímidamente, por temor a disgustar aquel gobierno de
extrema izquierda.
En aquellos primeros días de agosto de 7936, Colombia
y la Comunidad de SanJuan de Dios perdieron para esta tie-
rra a siete hermanos, pero todos los ganamos como interce-
sores en el cielo. En cada uno de ellos cumplió Jesús y seguirá
cumpliendo, aquella promesa tan famosa: "Si alguno se de-
clara a rni favor ante la gente de esta tierra. Yo rne de-
clararé en su favor ante los ángeles del cielo".
Estos son los primeros siete beatos colombianos. Los
beatificó el Papa Juan pablo II en 1,992. Y ojalá sean ellos los
primeros de una larguísima e interminable serie de amigos
de Cristo que lo aclamen con su vida, sus palabras y sus bue-
nas obras en este mundo y vayan a hacerle compañía para
siempre en el cielo.
67
35. ABhRIL,LX
S^&N ESITANISI-AO, otrrispo v mártir
(Año 1ü7q)
Es un santo rnuy estimado y honrado en Polonia, su patria.
Nació cerca de Cracovia, en el año 1030. Sus padres lle-
vaban treinta años de casados sin lograr tener hijos y consi-
deraron el nacimiento de Estanislao como un verdadero
regalo de Dios. lo educaron lo más piadosamente que pudie-
ron.
Estudió en P,rlonia y en París. Ordenado sacerdote por el
obispo de Cracovia (que es la segunda ciudad de Polonia)
fue nombrado párroco de la catedral. Se distinguió por su '
gran elocuencia, por los impresionantes ejemplos de vida
santa que brillaba a todos con su buen comportamiento y
por la forma de costumbres que lograba conseguir con sus
predicaciones y con su dirección espiritual.
El señor obispo deseaba que Estanislao fuera su sucesor,
pero él no aceptaba ser obispo porque se creía indigno de tan
alta dignidad. Sin embargo al morir el prelado, el pueblo 1o
aclamo como el más digno para ejercer el episcopado y el
Papa Alejandro II lo obligo a aceptar el obispado, el cual
ejerció por siete años, desde el año 7072, hasta el año de su
muerte en7079.
Era muy estricto en exigir a cada sacerdote el cumpli-
miento exacto de sus deberes sacerdotales. Visitaba cada año
a todas las parroquias y dedicaba mucho tiempo a la predi-
cación y alainstrucción del pueblo. Su palacio episcopal vi-
vía lleno de pobres, porque jamás ne aba ayudas a los
LASAIqGR.tr
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68
LA COI{SERVARA PARA LAVIDA ETERI{A"
69
36. necesitados. Tenía la lista de las familias que estaban pasan-
do por situaciones económicas más penosas, para enviarles
sus generosas ayudas.
Problernas por corregir a un jefe
EI rey de Polonia, Boleslao, eraun valiente guerrero pero
se dejaba dominar demasiado por sus pasiones. Al principio
se entendía muy bien con el obispo Estanislao, pero luego
ernpezó a cometer faltas muy graves que escandalizaban y
daban muy mal ejemplo al pueblo y entonces el obispo tuvo
que intervenir fuertemente. San Estanislao recordaba muy
bien aquel mandato de san Pablo: f 'Es necesario reprender,
aconsejar y hasta arxtet:ra;zar, con toda paciencia y doc-
trina, porque llega el tiempo en que los hombres arras-
trados por sus pr pias pasiones ya no quieren oír las
doctrinas verdaderas, sino las falsedades" (2Tm 4,2).
Este santo obispo eradecarácter amable y humilde, pací-
fico y amigo de arreglar todos los asuntos por las buenas.
tataba de ser seve o consigo mismo pero totalmente com-
prensivo con los demás. Era un alma que jamás demostraba
orgullo y ponía gran cuidado para no dejarse dominar por la
ira. Siempre estaba en disposición para ayudar a los necesita-
dos. Pero conocía muy bien la frase del profeta Isaías: "Ay de
los jefes espirituales que sean como perros mudos que
no ladran cuando llegan los ladrones a robar en el cam-
po del Señor". Y él no quería ser perro mudo que se queda
sin dar lavoz de alerta ante los enemigos y los peligros.
La copa se rebosa. Varias veces había corregido a Bo-
leslao cuando éste cometía crueldades o injusticias y el rey
había mostrado cier o comportamiento y deseos de corregir-
se. Pero de pronto la medida de sus maldades rebosó cuando
70
Boleslao se robó una mujer casada para llevársela como con-
crrbina a su palacio.- Las gentes se escand alízarcn. Ninguno
de l_o_s rJ!9. empleados se atrevía a corregir al rey escanáalo-
so. Y pidieron al o ispo que se atrevierá a llamarle la aten-
ción al terrible monarca.
Estanislao se presentó valerosamente ante el rey y le echó
en cara el pecado tan escandaloso que estab".o-Lti"ndo, y
pésimo_ejgmplo que estaba dando a todo ese pueblo tan ca-
tóIico. Boleslao se hizo el sordo y no quiso hacár caso, enton-
ces el obispo con toda la autoridad de su cargo Io amenazó
con terribles castig
-s
si no se arrepentía de su pecado impu-
ro y no dejaba aquella mala actitud.
se entabla la lucha en serio. Boleslao creyó que el obis-
po no iba a proceder tan fuertemente, y se atrLvió a asistir a
una misa a la catedral. Pero Estanislao mandó suspender la
misa porque no aceptaba que un pecador tan rebáde y es-
candaloso estuviera allí dando mal ejemplo a todos. Enton-
ces estalló ferozmente Ia iradel sanguinario rey.
Yy"TI" y martirio. Boleslao se propuso vengarse y un
11 de abril mientras san Estanislao estabá celebranáo h §an-
ta Misa, mandó el furibundo rey a sus soldados a que lo ma-
taran allí mismo en el altar. Los soldados volvierón al atrio
diciéndole que no se había atrevido a tocar aquel hombre de
Dios que parecía rodeado de resplandores. Entonces el mis-
mo Boleslao subió al altar y con sus propias manos asesinó al
santo obispo el 11 de abril del afro 7079. Fue un crirnen que
nunca_pudo olvidar y que lo atormentó día y noche todá el
resto de su vida.
Las águilas defensoras. El rey hizo que el cadáver del
santo quedara en el campo sin sepultar, para que lo devora-
71
37. ran los cuervos. Pero entonces aparecieron dos águilas que
no dejaron que ningún gallinazo se acercara al cuerpo del di-
funto. Hasta que llegaron unos devotos fervorosos y le die-
ron santa sepultura, en la capilla de San Miguel.
Desde entonces ias cosas comenzaron a suceder cada día
más de mal en peor pera el rey Boleslao que tuvo que llorar
muy amargamente el crimen tan es¡antoso que cometió. El
pueblo empezl a venerar como a un gran santo a Estanislao,
y el Papa Inocencio lo canonizó, o sea lo declaró santo, en el
aito 7253.
San Estanislao, pídele a Dios que haya muchos obispos y
sacerdotes que como tú a imitación de sanJuan Bautista que
se atrevió a enfrentar al rey Herodes y decirle: "No te es
perrnitido vivir con una rnujer que no es tu esposa", y
no dejó de decírselo aunque esto le llevó a ser asesinado por
orden de tan malvado rey, que así también en este tiempo
siempre haya rnuchos valerosos sacerdotes y obispos que se
atrevan a oporrerse a los que dan escándalo y mal ejemplo,
aunque esto los lleve a ser perseguidos y sufrir martirios.
Y a los que se atreven aatacar a los enviados de Dios, que
no olviden las palabras del libro santo: "No toquéis a rnis
ungidos. No hagáis dalo a los qu: yo envió para comu-
nlcar mls rrrensajes" (S¿l 105). "Porque el que ataca a
uno de rnis enviados, es corno si rne hiriera a Mí en la
pupila de mis ojos, dice el Señor".
72
SANTA GEMMA GALGANI
73
38. ABRIL 12
SANTA GEMMA GALGANI.
Año 1903
Gemma significa: "joy" Preciosa"'
El12 de abril de 1903 fue sepultada santa Gemma Gal-
gani, una de las santas modernas más famosas. Había nacido
en Lucca, Italia en 1878.
Cambió de marná: Muy niña, cuando apenas tenía ocho
años quedó huérfana de madre, y en medio de su gran tristeza
,"
"r.ádi[ó
ante una imagen de la santísimaVirgenMaríay Ie
dijo: "Madre celestial, Ya no
rra. ¿Quieres tú rernPlazarla
adelánte?". La Virgen María
toda su vida la ayudó y la conso
su padre murió de tuberculosis y esta- enfermedad se Ia
transrnitió a su hrj, y la hizo sufrir terriblemente durante
toda su existencia.. Al morir su padre, Ia niña quedaba muy
desprotegida, pero una familia muy católica |a recibió en su
.rg y Ia átendiO siempre con especial cariño, más como hija
que como una sirvienta.
El prirner rnilagro. Siendo muy joven se sintió atacada
por r.ri serie de enfermedades que los médicos declararon
incurables. Entonces rezó con toda fe a san Gabriel de Ia
Dolorosa y quedó curada instantáneamente.
Quiso ser religiosa, pero por su salud bastante débil no
fue aámitida en la comunidad, y entonces dispuso quedarse
en el mundo, pero viviendo con santidad y recogimiento y la
purezade una fervorosa religiosa.
74
Aparición de las cinco llagas
Gemma fue dirigida espiritualmente por un padre pasio-
nista, y por orden de su director espiritual escribió los fenó-
menos espirituales quele sucedían. Dice asíen sus memorias:
"En el año L899, de pronto sentí un profundísimo arrepen-
timiento de todos mis pecados y se rne apareció Jesucristo
con sus cinco heridas y de cada una de ellas salí como fue-
go que.vinieron a tocar mis manos y mi-s pigsy mi pecho,_y
aparecieron en mi cuerpo las cinco heridas deJesús". Desde
1899 tuvo personalmente las cinco heridas de Jesús Crucifi-
cado que ella ocultaba cuidadosamente. Sus manos las cu-
bría con unos sencillos guantes.
Y otras heridas más. Desde entonces, cada semana,
desde el jueves a Ia 8 de la noche hasta el viernes a las tres de
la tarde, aparecían por toda su piel las heridas de los latiga-
zos y en la cabeza las heridas de la corona de espinas y sentía
en el hombro el peso de una gran cruz que le producía doior
y herida y la hacía encorvarse dolorosamente.
¿Cómo fueron apareciendo estos fenórnenos?
Desde pequeñita, Gemma tuvo una gran devoción a la
Pasión y Muerte de Jesús. Cuando joven bastaba oír leer Ia
pasión de Jesús para que ella se entusiasmara enormemente.
Y más tarde cuando tenía angustia o Ia insultaban, le basta-
ba dedicarse a pensar en Ia Pasión de Cristo para hallar pazy
consuelo. Siempre había deseado sufrir las mismas heridai
que sufrió Nuestro Redentor y a los 21 años empezóa sentir
en su propio cuerpo una serie de heridas que coincidían
exactamente con las que mostraba en crucifijo ante el cual se
arrodillaba arezar.
I
L
75
39. -
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.i.
r' f-¡ ¡-r ¡,¿ -r-ir,: e,n fet:rh1 o s y an gu s ti a cn o s
La salud de (lemma en sus últimos años fue desastrosa.
IJn tumor canceroso en la columna vertebral era para ella un
tormento de día y de noche. Vomitaba sangre y Ie llegaban
terroríficas tentaciones de blasfemia (a ella que desde pe-
queña le bastaba escuchar una blasfemia o una palabra gro-
sera para desmayarse de espanto y de horror). Perdió la vista
y quedó ciega. Pero cuando cesaban los ataques del infierno,
eILa gozaba de una grar, paz interior y sentía que Cristo y la
Virgen María venían a hablarle y a consolarla. El Señor cum-
plió con Gemma 1o que prometió en la Santa Biblia: "Dios,
a los hijos que:más arrra, los hace sufrir más, para que
ganen mayor premio para la eternidad". Gemma es pa-
trona de los.que sufren graves enfermedades y tentaciones,
pero que quieren ofrecer todo por Dios y por la salvación de
las almas.
.i -,,i convel:'siriin delfl rlabernero
Gemma le venía pidiendo a Dios con oraciones, misas,
comunes y sacrificios, que se convirtiera un tabernero que se
emborrachaba y hacía emborracharse a muchos más. Pero el
hombre no daba'muestras de querer convertirse. Y sucedió
que un día cuando ella iba de su casa a la iglesia, alguien la
insultó muy salvajemente y la joven no respondió ni una pa-
labra a aquellos insultos y lo ofreció todo por la conversión
de los pecadores. Al llegar al templo oyó que Nuestro Señor
le decía: "EI sufrimiento por ese insulto eralacuota que fal-
tabapara qu.e el tabernero se convirtiera. Me io has ofrecido
con paciencia y ahora ese hombre cambiará de comporta-
miento".
76
SAITA GEMMA GALGANI
77
40. Al día siguiente los que estaban en el templo oyeron en
un confesionario que un hombre lloraba fuertemente. Era el
tabernero que había venido a confesarse muy arrepentido y
en adelante vivió santamente.Lapaciencia de una mujer in-
sultada había sido el último empujón que lo llevó a la con-
versión.
Y así como este, muchos más se convirtieron a causa de
las oraciones y de los sufrimientos que Gemma ofrecía por la
conversión de los pecadores. Fueron numerosas las personas
que llegaron donde ella movidas únicamente por Ia curiosi-
dad y volvieron a sus casas transformadas y convertidas.
Porque Ia oración y el sufrimieirto que se ofrecen a Dios
nunca se quedan sin conseguir conversiones y salvación para
otros.
EI Sábado Sahto 1.7 deabril de 7903 cuando apenas tenía
25 años, Gemma Galgani, sencilla mujer seglar que con sus
sufrimientos había tratado de pagarle a Dios sus propios pe-
cados y los de muchos otros, voló a la eternidad a recibir el
premio de sus sufrimientos y del gr¿¡.n amor que tuvo siem-
pre aJesucristo y alaSantísima Madre de Dios.
La gente empezó a considerarla como una verdadera
santa y el Papa Pío XI la declaró beata apenas 30 años des-
pués de su mue(te (en 1933). Pío XII la canonizó en7940.
Gemma Galgani: alcánzanos de Dios que meditemos
fuertemente con gran amor la Pasión y Muerte de Jesucris-
to: que tengamos enorme confianza en Ia protección de nues-
tra Madre Celestial María Santísima y que ofrezcarnos todos
nuestros sufrimientos por la salvación de las almas y la con-
versión de los pecadores.
ABRIL 13
SAN MARTÍN I, papa. Año 656
san Martín fue el último Papa martirizado. son más de
40los Pontífices que han sufrido el martirio.
Nació en Todi, Italia, y se distinguió entre los sacerdotes
de Roma por su santidad y sabiduría.
Fue elegido Papa en el año 649 y poco después convocó a
un concilio o reunión de todos los obispo., pár" condenar la
herejía de los que decían que Jesucristó no Labía tenido vo-
luntad humana, sino solaáente voluntad divina (Monote-
listas se llaman estos herejes)
Prisionero. como el emperador de constantinopra cons-
tante Il_era hereje monotelista, mandó a un jefe
-ilitu, .o.,
un batallón a darle muerte al Pontífice. Peró el que lo iba a
asesinar, quedóciegoen el momento en que lo ibá a matar, y
el jefe se devolvió sin hacer daño.
. Luego enyió constante, el cual a otro jefe militar aprove-
chando que el Papa estaba enfermo, io sacó secretamáte de
l9-" y 1o llevó prisionero a constantinopla. El viaje duró
14 meses-y fue especialmente cruel y despiadado. Nó le da-
ban los alimentos necesarios y según dice él mismo en sus
cartas, pasaron 47.días sin_que le permitieran ni siquiera
agua para bañarse Ia cara. un verdaáero martirio queZl .o-
portó con- especial paciencia. En aquellos días dejó escritas
estas palabras: t'Me rnartirizael frío. sufro hambre y es-
toy_enfermo. Pero espero que por todos estos sufrimien-
tos les concederá Dios a mis perseguidores, q,r"á..p.ré.
de mi muerte se arrepientan y se ónviertani.
L
7B
79
41. Burlas públicas. En Constantinopla Io expusieron al
público como un malhechor, para que las gentes se burlaran
de é1. Pero lo que consiguieron fue hacer que muchísimos
admiraran la virtud de aquel santo varón que todo 1o sufría
con admirable valor. Un tribunal de herejes lo condenó sin
permitirle que dijera ni siquiera una palabra en defensa. Lo
tuvieron tres meses padeciendo en la cárcel destinada a los
condenados a muerte, y luego 1o sacaron de la cárcel por un
petición que hizo eI Patriarca arzobispo de Constantinopla
poco antes de morirse, pero le enviaron al desierto.
Desterrado con crueldad
Martín fue escribiendo en sus cartas 1o que le iba suce-
diendo en aquellos prolongados martirios. En uno de esos es-
critos cuenta cómo 1o llevaron sin la más mínima muestra de'
consideración o respeto a Crimea (en el sur de Rusia, junto al
mar Negro) donde estuvo por meses y meses abandonado de
todos, sufriendo hambre y desprecios, pero enriqueciéndose
para el cielo en el ofrecimiento diario de sus padecimientos a
Dios.
Sus sufrimientos eran tan grandes que cuando alguien 1o
amenazaba que le iba a dar muerte, exclamaba: "Sea cual fue-
rela muerte q'ue me den, seguramente no va a ser más
cruel que esta vida que me están haciendo pasar". Lo
amenazaton con dejar su cuerpo expuesto a que 1o devoraran
los cuervos y respondió: "En cuanto a mi cuerpo, Dios se
encarg¿rrá de cuidarlo. Dios está conmigo. ¿Por qué me
voy a preocupar?".Y dando un suspiro de esperanzaaiadíó:
"Espero que el Señor Dios tendrá misericordia de mí y
no prolongará,ya por mucho tiempo el tiempo de mi vida
en este rnundo". De veras que sus sufrimientos debieron ser
muy grandes para desear más bien morir que seguir viviendo.
80
Abandono total. En su última carta, dice así san Mar-
tín: "Estoy sorprendido del abandono total en que me tienen
en este destierro los que fueron mis amigos. Y más me en-
tristece Ia indiferencia total con la que mis amigos compañe-
ros de labores me han abandonado. ¿Qué no tienen dinero?
¿Pero no habría ni siquiera unas libras de alimento para en-
viarlo? ¿O es que el temor a los enemigos de Ia Iglesia les
hace olvidar la obligación que cada uno tiene de dar de co-
mer al hambriento? Pero a pesar de todo, yo sigo reza-
do a Dios para que conserve firmes en la fe a todos lo
que pertenecen a la lglesia".
Murió más de padecimientos y de falta de Io necesario
que de enfermedad o vejez, en el año 656. En Constantino-
pla donde había sido tan humillado, fue declarado santo y
empezaron a honrarlo como un mártir de la religión. Y en Ia
Iglesia de Roma se le ha venido honrando entre el número de
los santos mártires.
Martín I: después de ser humillado por unos años, ha se-
guido siendo glorificado por muchos siglos. En él se ha cum-
plido lo que anunció san Pablo: "Después de un corto
sufrir en esta tierra, nos espera un inmenso gozar en la
gloria celestial".
DICHOSOSVOSOTROS
CUAI{DO OSPERSIGAI{
PORMICAUSA. ALEGRAOS
PORQUEGRAI{DE
SERAVUE,STRO PREMIO.
(Jesucristo)
81