BIBLIA CATOLICA, ANTIGUO TESTAMENTO, EXODO, PARTE 5 DE 47
1. Exodo es la salida de Egipto, que et Ia Biblia es la gran hazañ.a de Dios: la
salida del país de la esclavitud en camino hacia la tierra prometida. Dios Iibera a
su pueblo «con gran poder, mano fuerte y brazo extendido»>, abriéndole un cami-
no en el mar.
El Éxodo es como el corazón del Antiguo Testamento y le da su significado
específico al presentar a Dios líberando a los hombres. Este libro ha dado a la
religión judía, y después también a Ia fe cristiana, esa primera orientación que
las hizo diferentes de todas las demás. Dios no viene principalmente para exigir
que se Ie respete o para trazar caminos espirituales, sino para escoger, preparar y
guiar a un puebio a través del cual actuará en el corazón de la historia humana-
Los Evangelios primero y Ios cristianos después reconocerán en Jesús al
nuevo Moisés de una nueva partida, y buscarán en este libro las figuras de todo
lo que_se_vive gl1la Iglesia. ¿El paso áel mar? Es el bautismo- ¿La r'oca de la que
mana la fuente? Es Cristo. Y Ia alianza del Sinaí prepara la §uéva Alianza-
Pero no por eso debemos olvidar el punto de partida. El Exodo es ante todo Ia
liberación de los esclavos y la elección del pueblo de Israel. Es una liberación
auténtica que alcanza a toda la realidad humána, individual y social: Dios libera
a l-os que quiere tomar para sí, y Ia libenad cristiana estará muy lejos de lo que la
cultura occidental entiende con esta palabra.
Et Éxodo y lo historia
Los relatos del Éxodo abundan en hermosas historias que quedan muy lejos
de lo que l'rabríamos contemplado si hubiéramos estado allí presentes. Ante las
escenas grandiosas que en él se pintan, nos gustaría saber qué puede decir real-
mente la historia al respecto.
Todo se enmarca alrededor del año 1240 antes de cristo, unos cinco siglos
después- de Abrahán. En el siglo XV antes de cristo los egipcios habían Jido
derrotados por inv-asores venidos de Canaán, pues habían pérmitido que gran
cantidad de nómadas del desierto entraran y sé establecieran en el país (vár la
historia de José). Al restablecer los egipcios sus propios reyes, esos nómádás son
tratados con muy poca consideración y muchos de ellos tienen que huir para evi-
tar impu_estos o trabajos forzados. Unos son expulsados (como en Éi 12,31),
otros se fugan aprovechando la noche (como en 12,38).
En este contexto se desarrollan los acontecimientos del Éxodo. Uno de estos
grupos, perseguido por un destacamento de carros.egipcios, es protegido por una
intervención extraordinaria de Dios: los israelitas vleion a los'egipóios inuertos
69 INTRODUCCTóN
a la orilla del mar (I4.30). Un profeta, Moisés, guia de esros fugitivos, inter-
pretó para ellos el acontecimiento: Yavé, único Dios. los habia escogido para
que fueran su pueblo. Moisés y los suyos permanecieron bastante tiempo en los
oasis del Sinaí, y allí Moisés les dio la Ley de Yavé.
EI libro del Éxodo
Esta historia está en el Éxodo. pero el Éxodo narra también muchas cosas más
que no son historia en el sentido modemo de ia palabra. Este libro no es la obra
de un autor sino rnás bien el resultado de una larga evolución. y en él se juntan
fornas rnuy diversas de entender la historia, propias de aquellos tiempos.
Se encuen'.ra por ejemplo esa clase de historia de la que se irabla en el cap. 35
del Génesis y transmitida oralmente en los diversos clanes de nómadas. Así fue-
lon reunidos en una misma farnilia Moisés, su suegro Jetró. Aarón <<herrnano de
Ivloisés» y Miriam «la profetisa, hernana de Aarón», y que no e:'an más que la
expresión de los lazos que unían a Moisés con jefes o profetas de otros clanes.
Asirnismo se ha identificado el lvlonte Sinaí con el Monte Horeb y el «Monte de
Dics», que probablerrenie er:an lugares sagrados diversos cuyas tradiciones se
confundieron.
Ivluy diferente fue el propósito de ios sacerdotes judíos, quienes dieron a este
libro su forma definitiva en tiempos del exilio a Babilonia. Ai desan'ollar las tra-
diciones antiguas no pretendieron nan'ar la historia de lo que irabia sucedido,
sino más bien hacei presente la visión que el pueblo de Israel debía r:rantener de
su pasado. De este modo trataban de errseñar a sus contemporáneos cómo ellos
mismos tenían que seguir siendo el pueblo de Dios y el fermento de ia historia.
A esos sacerdotes judíos se debe la presentación de los israelitas como un pue-
blo in¡nenso ya formado y organizado que sale armado de Egipto para dirigirse a
conquistar la Tierra prometida, que tiene un Santuario incluso en el desierto, con
sacerdotes y talleres en los que se fundirá el becerro de oro. Ese pueblo inmenso
marcha como un solo hombre, es alimentado con el maná durante cuarenta años,
y recibe Ieyes que tan sólo serán observadas algunos siglos más tarde.
Et Dios vertladero clel Éxodo
Estamos pues confrontados con dos historias: la científica y la que ha formado
la conciencia de Israel y del pueblo cristiano. La primera reconoce que allí Dios
ha entrado en la Historia; su acción ha sido muy discreta y en esto descubrimos
su pedagogía: Dios es muy paciente. La otra nos enseña quiénes somos y sola-
mente 1a entenderán bien quienes han acogido a Cristo.
Con todo sería un erroi oponer la una a la otra, como si todo el relato del
Éxodo fuera puro cuento. Bástará leer algunas páginas para entender que no
habrían sido escritas y no habrían tenido peso alguno en la conciencia de unpue-
blo si no fueran verdaderos testimonios. Son el testimonio de quienes estuvieron
con Moisés y que sin lugal a duda l'ricieron experiencias excepcionales. Son gl
testimonio de quienes las escribieron a lo largo de los siglos, ya fueran sacerdo-
tes o profetas, y que también tuvieron una profunda experiencia del Dios Vivo,
el libertador de Israel, y a consecuencia de ella nos transmitieron el fuego del
Sinaí.
2. EXODO 1
PnwtER.A zARTE: DE
Los hebreos se multiplican
en Egipto
[-Tl ' I Eslos son /os nc mbres de los hi,-
L+ jos .de Israel que llegaron con Ja-
ccb a Eg[p_to, cada uno con su familÍa:2 R ubén. §¿m eón, Leui, Judá, 3 lsacar,
Zabulón. Bgnjam[n,' Dan, teftalí, Gad
U ,Aser. 5 El número de eslos descen-
áientes de Jacob era de setáñta perso-
nas. Además José, que estaba Aa en
Egioto.
€ Mur[ó José, U también sus herma-
nos lj tcda aqueÚa generac[ón, , míen-
t¡'as /os hüol de Israel seguían siendo
ryLuA feclt ndcs. Se multtiticaban A se
ha,!ían ftiertes, llegancio'a ser tan"nu-
merosos que /os había en todo el pais.
someten a esclavitud a
70
EGIPTC ALS/¡YAÍ
tra nosotros y escapar del país., ¡r Les
pusieron entonces capataces a los is -
raelitas, para sobrecargarlos con duros
trabajos. Edificaron así para Faraón
Ias ciudacies de almacenamiento: Pi-
toT y. Ramsés. tz Pero cuanto más los
oprirnían, tanto más crecían y se mul-
tiplicaban, de tal modo que Ia gente ya
no soportaba a los israelitas.
13
Los egtpcios trataron con brutalÍ-
dad a los Israetttas g los redujeron a es-
clauttud. t4 Les amárgaron lá uida con
duros trabajos de arcilla g ladrillos, con
toda clase Ce labcr¿s .a,r Lpesii i<zs ! to-
da clase de serui,dumbres que les ím-
ponían por la fueza.15
Luego el rey de Egipto se dirigió a
las parteras de las hebreas, una de las
cuales se llarnaba Sifrá y la otra Púa;
les dijo: 'u nCuando asistan a Ias hebre-
ds, y ellas se pongan de cuclillas sobre
las dos piedras, fíjense bien: si es niño,
háganlo morir; y si es niña, déjenla
cen vida., '' Pero las parteras temían a
Dios, y no hicieron Io que les había
mandado el rey de Egipto, sino que
dejaron con vida a los niños. 18
Enton-
ces el rey llamó a las parteras y les di-
jo: «¿Por qué han actuado así, dejando
con vida a los niños?, Ie Las parteras
Los egipcios
ios hebreos
6 Entró a gobernar en Egipto un
nuevo rey, que no sabía nada?b José,
y Cijo p su pyeblo: e ul4iren que los hi-
jos de Israel forman un puebló más nu-
meroso y fuerte que noiotros. ,o
Tome-
mos. precauciones contra él para que
no .siga multiplicándose, Do vaya a su-
ceder, que si estalla un a guerra, se una
a nuestros- enemigos para luchar con-
. 1. 1 Desde. siglos y siglos una gran parte de Ia
humanidad ha üvido bájo. I-a opresidn- r-óJi-,istóiia-
dores hablan muy poco de su'vida tan suÍrida.-Gs
rebeldías fueron escasas, pues en su inmensa rna-
yoría :e goqetieron e incluso llegaron a rJensar que
ia esclavitud era para ellos unJ situación nornial.
l-a iiberación d.e los compañeros de Mois¿s ruá ái
prirner paso de Ia historia del Pueblo de Dios.
1. Este pá¡rqfo conecta el Éxodo con el Géne-
sis. Mientras el Gánesis seguía el recorrido aá
"náanniiia (Abraham,. Jacob. J-os¡á y sus hermános). á
=xodo habla desde el principio de un pueblo. los"hiios de Israel".J-
a l .¡t
En 1.1 "ios hijos de Israel" se refiere a los doce
;'::jos ciei patriarca Jacob; en 1.7 el relato se ubiéá
:;áscientos años. más tarde y los "hijoi áálsiáet-
Eue menciona deben entenáerse ya 'los isra¿litá4.
.r,n reaiidad sería.pás exacto hab-lar de hebreos.
lé:'mino que engobiaría a los inmiqrantes ciá óriqLri
,^siárico instalados en el territorió üá Góséñ. á1'-r;:'esie iei delta del río Nilo. solamente mái táráe ei-
ios hebreos de Moisésganarán para su causa a las
:ribus -va presentes en Palestina, que pasarían a ser
;as tridus'de israel
8. Un nueuo r?y.. Fl eqt_gr alude al cambio po-
:í--ico operado en el §glo >«/l antes ie nuestra éra,
.;cc€r3áos egi¡:cios exfulsan a lo' soberuñi-r,i*¿;;
de origen palesüno. que habían'permiüdo que los he-
breos se instalaran en el delta (véa*. la introducción).
L-a historia de JoÉ parecería elogiar el régirnen
egipcio que había reducido a servidumbre a los
campesinos tanto para el bien del país como de sus
soberanos, un punto de üsta clásico en Ia historia.
Aquí en cambió el autor se pone del otro lado: la
administración es vista como un poder opresor.
17. El rey ordena e!:e se eliminen a los niños
varones. perg las parteras respetan a Díos. Los
egipcios en efecto eran conocidos por su respeto a
Ia vida, especiaimente de los niños. La presenta-
ción dramática de Ia salida de Egipto bajo'la forma
de.un gran combate entre Yavé V'el Faraón no nos
ciebe hacer perder de vista Ia realidad, mucho más
matizada. Todo ei iibro habla cie esclavitud v de li-
beración. pero esta úlüma palabra siqnifica ánte to-
do que fuéron liberados de una auto-ridad extranje-
ra para ponerse baio la autoridad de Yavé.
iá Biblia ciescribe Ia situación cie los hebreos tai
corno ellos la recordabant
Los dueños egipcios tienen miedo a un pro-
ietariacio que_según ?flos .Erece en forma irrespon-
sable (10 y l2).'
-
Se ies imponen duros trabajos para construir
una sociedad que no les reconoce derechos (11).
71
respondieron: nEs que las mujeres he-
breas no son corno las egipcias. Son
más robustas y dan a luz antes de que
liegue la pdrtera.,,20 Dios estaba con
lai parteras. así que el pueblo creció y
llegó a ser muy fuerte; 2t y a las parte-
ras. por haber temido a Dios, les con-
cedió numerosa descendencia.
22 Entonces Faraón dio esta orden a
todo el pueblo: *Echen al río a todo
niño nacido de los hebreos, pero a las
niñas déjenlas con vida.,
Ivtoisés salvado de las aguas
ftl ' ' Un hombre de la tribu de Leví
LA se casó con una mujer de la
misma tribu. z La mujer quedó espe-
rando y dio a luz un hUo, y viendo que
era herrnoso, lo tuvo escondido duran-
te tres rneses. 3 Como no podía ocul-
tarlo por rnás tiempo, tomó un canasto
de papiro, lo recubrió con alquitrán y
brea, metió en él al niño y lo puso en-
tre los juncos, a la orilla del río Nilo.
' La hermana del niño se quedó a cier-
ta distancia para ver Io que le pasaba.
u En eso bujó Ia hija de Faraón al Ni-
Io, y se bañó mientras sus sirvientas se
paseaban por Ia orilla del río. Al divisar
el canasto entre los juncos, eñvió a
una criada a buscarlo. t Lo abrió y vio
que era un niño que lloraba. Se com-
padeció de él y exclamó; «¡Es un niño
EXODO 2
de los hebreosl¡, t Entonces la hermana
dijo a la hija de Faraón: *Si quieres, yo
buscaré entre ias hebreas, y rne
pondré al habla con una nodriza para
que te críe este niño.,, I n¡Ve!,,, le con-
testó la hija de Faraón.
n Así que la joven fue y llamó a la
madre del niño. La hija de Faraón le
dijo: uToma este niño y críarnelo, que
yo te pagaré.,, Y Ia rnujer tornó al niñito
para criarlo. 'o H abiendo crecido el
niño, ella lo llevó a la hUa de Faraón, y
pasó a ser para ella corno su hUo pro-
pio. EIIa Io llamó Moisés, pues, dijo,
ulo he sacado de las águds.»
Moisés descubre a su pueblo
o I I Tiempo después, siendo Moisés
ya mayor, se preocupó por sus herma-
nos y entonces fue cuando comprobó
sus penosos trabajos. Le tocó ver có-
rno un egipcio golpeaba a un hebreo, a
uno de sus herrnanos. ¡2 Miró a uno y
otro lado, y corno no viera a nadie,
mató al egipcio y Io escondió en la
aren a.
13
AI día siguiente salió de nuevo, y
esta vez dos hebreos estaban pelean-
do. Moisés dUo al culpable: n¿Por qué
Ie pegas a tu compañero?, 14 Y él Ie
contestó: -¿Quién te ha puesto de jefe
y juez sobre nosotros? ¿Y por quá no
rne matas como mataste al egipcio?,
-
Finalmente una autoridad extranjera les im-
pone el control de los nacimientos (16).
' Situaciones de opresión: l Mac 1 ; ZMac 4:
Z¡v4ac 6: Is 5.8; Am 5.10; Ez 34; Mi 2,1; Job
24.1;25,9; I am 3.31.
20. EI respeto a la vida es una ley fundamental
del pueblo de Dios. Debe ser fecundo, pero su ley
exigénte lo prese¡vará de ser una masa miserabie y
sin educación.
. 2.1 EI primer acto de resistencia ai poder
opresor viene de una mujer. Esa madre. ai iguai
que las parteras del capítulo anterior, sabe lo que
vale una vida, y por eso obedece a su conciencia
anies que a consideraciones cie riesgo o de interás.
Ya tiene las mismas intuiciones que hoy en día
mantienen en el fondo de las conciencias el recha-
zo a aborto.
La imaqen de ia canasta esconciicia entre ios
juncos posi-blem ento- fue tomada de la ieyenda del
rey Sargón. salvaCc cie ias aguas cuanio era niño.
io que no irrpide que todc estc sea realmente her-
moso. La palabra que aquí se traduce por canasta
es ia usada frara el Arca cie N oé. ?oco importa que
esie reiato sea una íicción; se sabia que Moisés
había sido salvado de mil peligros que habían trata-
do de sofocar su vocación de prof eta y salvador,
comenzando por su educación en un mundo cerra-
do y la vida cómoda que se le había brindado.
; 11 Moisés llevaba una vida de príncipe. Un
incidente fortuito despierta su vocación; en la vida
de nadie faltan ocasiones para descubiir el sufri-
rniento y los problemas de los hermanos menos fa-
vorecicios, perc a menudo se pasa de iargo por
miedo a oejar los carriles de una vida cómocia y
bien ordenáda. Sobre todo nadie quiere dejarsá
arrastrar a lo desconocido.
MoiÉs mató a una persona: €s uDá rupfura que
Ie abre ei camino, (peró no justifica la violencia en
el mundo actuai. .veinte siglos después de Cristo).
L-a carta a los Hebreos lo pone como ejempio de
los que siguen a Cristo humillado: Heb I1,25.
Ivicises descubre otro aspectc del mai: sus her-
rnanos no son tocios víctimas inocentes y ia üoien-
cia impera también entre ellos; no son respetaCos
poi' lcs egipcios pero tarnpocc elios se preocupan
por hacer algo para que los respeten. L-as iiberacio-
nes que üenen cie Dics, no sóio liberan de las es-
tructuras ae opresión, si.ng que
-
al mismc tiernpc
ciespiertan ia ccnciencia del propio pecacio.
3. Nloisés tuvo miedo, pues pensó: uEste
.tsunto ya se sabe.,
'5 De hecho, le llegó la noticia a Fa-
raón y buscó a Moisés para matarlo,
pero Moisés huyó de Ia presencia de
Fa¡aón y se fue a vivir al país de Ma-
dián. AIIí se sentó junto a un pozo.
EX(, )O 2
EstadÍa de Moisés en Madián
La hora de Dios
o ?3
Pasaron muchos años, murió el
rey cie Egipto y los israelitas se lamen-
72
taban bajo la esclavitud. Gritaro-n, y
los gritos de auxilio de los esclavos
llegaron a Dios.
21 Oyó Dios sus lamentos, y se
acordó de su alianza con Abraham,
isaac y Jacob
z'Y miró Dios a los hijos de lsrael, y
los reconoció.
La zarza ardiendo
l-? I ' ' Moisés cuidaba las ovejas de
I -" I Jetró, su suegro , s dcerdote de
Madián. Una vez llevó las ovejas rnuy
iejos en el desierto y llegó al Horeb, el
Cerro de Dios. 2 Fnt:rc3; fue cuando
el Angel de Yavé se presentó a é1, co-
mo una llarna ardiente en rnedio de
una zarza. Moisés estuvo observando:
la zarza ardía, pero no se consurnía.
3 Y se dijo: nVoy a dar una vuelta para
mirar este fenórneno tan extraordina-
rio: ¿ por qué la zarza no se consu-
me?,,
o Yavé vio que Moisés se acercaba
para rnirar; Dios Io llamó de en rnedio
de la zarza: «¡Moisés, Moisés!,,, y él
respondió: uAquí estoy., 5
Yavé le dijo:
*No te acerques más. Sácate tus san-
cialias porque el l.rgar que pisas es tie-
rra sagrada.,
Luego Ie dUo: 1Yo soy el Dios de
tus padres, el Dios de Abraham, el
Dios de Isaac y el Dios de Jacob., Al
instante Moisés se tapó Ia cara, por-
. ¡6 Vinieron una niñas para sacar
qgud, €ran las siete hijas de un sacer-
dote de Madián. Corno llenaran las pi-
ietas p.ara Car de beber a las ovejas-de
su padre, 17
llegaron unos pastores y
las'echaron. En-tonces Moisés salió
"ásu defensa, y dio de beber al rebaño.
16
AI volver ellas donde su padre
Fugqel, éste les dijo: uiCómo es que
hoy han venido tan prónto?, re Eljas
contestaron: uUn egipcio nos ha defen-
cjiCo de los pastores y aCemás nos
sagÉ agua y dio de beber al rebaño.,
-,'o
Ragüel preguntór :(Y dónde está?
¿Por qué no han traído aqui a ese
hombre? Díganle que venga a Corrr€r.¡,
zt Moisés aceptó quédarse con
ague! hombre, qui_en Ie dio por esposa
a su hija Séfora . '2 Y corno diera a luz
qn hrjq, Moisés lo IIamó Guersón, pues
dijo: Sog forastero en tterra extiaña.
. 16 Esta hermosa escena encubre. como va
se üo en el Génesis. otro encuentro: el cie Moiús
con las tradiciones religiosas de los madianitas. Su
matrimonio con una madianita, así como los con-
sejos de su suegro (18,13) pretenden hacer recor-
9ar que a t:-avés de eilos descubrió buena parte de
jp qu". enseñó a iu-pueblo. El suegro Rag'üel será
jiamado Jet¡'ó en 3.1.
. 23 Dios ue. Díos se do a cofioc€r: habría
gue subrayar aquí los verbos cuyo sujeto es Dios.
i-tos ve¡'bos nos apartan inmediatamente de estu-
diar a Dics como si'se tratara cie estudiar la giUiia o
tratar incluso a DLos como cuando se estudia cuai-
quier otro. tema. El es una perscna viva y que ve,
aun cuando con frecuencia nos parezca.Ír" es in-
ilferente c inactivo.
_ _ F{qy ciemoras Ce Dios (Zl/^ac 6,72; Ha i.2: Sir
3.5.19: Sal 44 Mc 4,26; Lc 18.1; Ap 6,11)-
' 3.1 Dios ha esperaCo años antes de llamar a
Moisés, cuando es ya un hombre rnacÍurc y padré
de familia. Lo hace en un momento en oue Darece
que MciÉs se ha apartacio. tras perder día tias iía
la esperanza de vólver a encontra:' a su pueblo.
1: Moisés en el Horeb. No se sabe con'certeza
donde se encuentra ese monte. auneue es razona-
ble pensar en el macizo del Sinaí. Mónte de Dios:
un lugar donde desde hacía siglos se iba para en-
contrars con Dios.
Una manifestación del Angel de Yaué. Hay al-
gunas pequeñas incoherencias en este texto -por-
que combinó varios ciocumentos: uno de ellos- ha-
b-la de Dios cuando aún Dios ho había ciado a
conocer su nombre de Yavé.
Con respecto al ángel de Yavé, es una manera
cie dar vueitas alrededo-r del misterio ie Dios y de
indicar una de sus manifestaciones. En cierta medi-
ca el ánqei es la ilama de iueqo. pero tambián es Ia
presenciá de Yavé; véase ia-noia en Gén 18,10.
Moisés se quita las sandaiias: ciertcs qestos v
clertas actitucjes ayucian.a Ce.,iar de lado las"preocul
paciones iiarias. Así el pequeño oratcrio que se
preparó en la casa.
/5
que tuvo miedo de que su mirada se fi-
jara sobre Dios.
' Yavé dUo: uHe visto la humillación
de mi pueblo en Egipto, y he oído sus
quejas cuando lo maltrataban sus ma-
yordornos. Me he fijado en sus sufri-
mientos ,' y he bajado, para librarlo del
poder de Ios egipcios y para hacerlo
subir de aquí a un país grande y fértil,
a una tierra que mana leche y miel, dl
territorio de los cananeos, de los he-
teos, de los amorreos, los fereceos, Ios
jeveos y los jebuseos. e El clamor de
los hijos de Israel ha llegado hasta mí
y- he visto cómo los egipcios los opri-
men.
'o Ve, pues, yo te envío a Faraón pa-
ra que saques de Egipto a mi pueblo,
los hijos de Israel.,,
!¡ Moisés dijo a Dios: ,,iQuién soy yo
para ir donde Faraón y sacar de Egipto
a ios israelitas?,, t2 Dios respondió: nYo
estoy contigo, y ésta será p ara ti Ia
señal de que yo te he enviado: Cuando
hayas sacado al pueblo de Egipto, us-
ÉxoDo 3
tedes vendrán a darme culto en este
monte.,r
13
Moisés contestó a Dios: *Si voy a
los hijos de lsrael y les digo que el
Dios de sus padres me envía-a ellos, si
me preguntan: ¿Cuál es su nombre?,
yo ¿qué les voy a responder?,
. 14
Dios dijo a Moisés: nYo soy: YO-
SOy., *Así dirás al pueblo de lsrael:
YO-SOY me ha enviado 4 ustedes. '' Y
también les dirás: YAVE, el Dios de
sus padres, el Dios de Abrahán, el
Dios de Isaac y el Dios de Jacob, rne
ha enviado. Este será rni nombre para
siempre, y con esie nombre me invo-
carán de generación en generación.,'
Moisés es enviado como liberador
t
.Vg y reúne a los jefes de Israel, y
ies ciirás: *Yavé, el Dios de sus padre§,
se me apareció; el Dios de Abrahanl,
de Isaac y de Jacob me ha dicho:
Ahora voy a pedir cuentas debido a to-
do Io que a ustedes les están haciendo
en Egiptc He decidido sacarlos de
. 10 Yo te enuío a Faroón. Como ocurre en
ios otros relatos de ia vocación de personajes bíbli-
ccs, se dan siempre juntas una mis!ón y una revela-
ción de Dios.
La misión confiada a MoiÉs está en primer lu-
aar. Dero a continuación hav oue iufificar la orden
de hácer salir a los hebreos v Dioé revela que quie-
re otorgarles un trato particular: podrán. diríamos,
"llamarlo a su número'privado", és decir. que invo-
carán su nombre llamándolo Yavé. nombre privado
que no había revelado a los demás hombres.
13- Otra razón iustifica la revelación del nom-
bre Yavé. En el Gbnesis cada clan veneraba al
"Dios de su padre". al que permanecía fiel. En ade-
lante quedaiá claro qüe el Dios cie Abraham, el
Dios dá Isaac y el Dicis de Jacob es uno solo y el
mismo, cuyo nómbre es Yavé. Parece que ya aátes
ie Moisés se adoraba a un dios Yavé en algún lu-
oar del Sinaí. Dero aouí el Dios único se adueña del
ñombre y Ie dá un si§nificado que permanecerá pa-
ra siempre.
. 11 Esta frase se ha interpretado de diversas
nnaneras, dado que los verbos' hebreos no iistin-
guen el presente'ciel futuro: "Yo soy el que sog";
-Yo sov ouien sov": "Yo seré lo oue seré". La se-
gunda áxpresión ás una forrna de'no ccntestar, io
que contradlce ei contexto, porque precisamente
Dios revela un nombre. !-a, lercera es ccmo decir:
N7e reconocerán por mis actos. Sólo la primela,
cue traciucimos cie una manera rnas precisa con ios
ios puntos, concuercia a la vez con bt fin dei .versí-
cuio y con el sentido de Yavé que significa El Es.
trn realidad, si Yavé es una forrna de este verbo
como casi toios reconocen, p'ueie traCucirse incii-
ferentemente El Fs o El hace existir. Esto nos su-
rnerge en un contexto de liberación: Dios ama la
vida g euiere qye gl ser humano se realice plena-
mente. inspira las liberaciones históricas e irivita a
fijar cada vez rnás alto nuestro ideal; no tiene nada
que ver con una bondad cornpadecida que abriría
dl camino o el derecho a ser rn'ediocres.
Véanse los desa¡rollos de esta afirmación en Os
1.9: Is 45,1-8; 1Jn 4.8; Ap 1.4 et 8-
El Dios de Moisés no se esconde entre las nu-
bes dejándonos en la confusión (ls 45,19), sino que
se afirma a sí mismo: el Dios Padre sólo oue'de
proyectarse a sí rnismo y expresarse. La Palabra de
Dios es presente en Dios y se comunicará todo a lo
Iarqo de la Biblia hasta el ciía €o que venqa Jesús:
Pal-abra o Verbo o Hijo del Padre (Jn 1:1 y 14).
15. Este será mi nombre para síemDre. Todo
nombre está ligacio a una lengua particuiar en Ia
que tiene un sentido: en otra cultura tal vez Dios
habría indicado otro nombre.
¿Yavé o Jehovah? Unos cuatro siglos antes cie
Jesús los israelitas dejaron de pronunciar el nom-
bre de Yavé por respeto: usaban expresiones como
"El Señor' o "El Ncimbre". Como rin los textcs he-
braicos sólo se escribían consonantes. se.emDeza-
ron a poner entre ias ccnsonantes YHVH las voca-
les e.'o, o ae Edonah. que significa -Señor". La
palabra Yehovah, carecía de..sántido y no sg pro-
nuncraDa, .
pero al vena escnta el reclor sao¡a que
no debía decir "Yavá" sino "Edonah".
17. i-Ie decídído socarlos cie esta opresíón. El
Dios que Es se preccupa por los que iociavía no
existeri cie verdaci. Dios- salüa a los hombres como
decíannos, pero es necesario que haya seres huma-
nos y nc sólo 'orazos o bocas que alimentar. I--a sal-
4. EXODO 3
esta opresión en Egipto y trasladarlos
a una tierra que mana leche y miel, dl
país de los cananeos, de los heteos, de
ios amorreos, los fereceos, los jeveos y
los jebuseos.
18
Los jefes de Israel te harán caso y,
con ellos te pres_entarás al rey de Egip-
to. Tú Ie dirás: EI Dios de lo3 hebréos,
Yavé, nos salió al encuentro: deja que
nos alejernos a tres días de marcha en
el desierto, para ofrecer sacrificios a
Yavé, nuestro Dios.
'e Yo ya sé que el rey de los egipcios
no los dejará ir, si no es obligado por
la fuerza . 20 Por esto yo extenderé mi
mano y azotaré a Egipto con toda cla-
se de rnales extraordinarios, de mane-
ra que él mismo los echará fuera.
2t Y haré que este pueblo se gane el
favor de los egipcios de modo qr", ?l
salir, no se marchen con Ias rnanos
vacías. " Cada mujer pida a su vecina
o a la persona que comparte su casa
objetos de plata y oro y también vesti-
dos; sus hijos e hijas se los pondrán, y
así dejarán sin nada a los egipcios.,
Moisés recibe el don
de Ios milagros
W' 'Moisés respondió a Yavé: nNo
I - I me van a creer, Di querrán escu-
charme, sino que dirán: ¡Cómo que se
te ha aparecido Yavé!,
71
2 Entonces Yavé le diio: ,,rQué es lo
oue tienes en la rnanoi, -U; bastónu,
lá respondió é1. ' Dijo'Yavé: nTÍralo al
suelo.,, Lo tiró al suelo, y se convirtió
en una serpiente: Moisés dio un salto
atrás. o
Yavé entonces Ie dijo: -¡Tómala
por 19 cola con tu manol,, Moisés la
agarró, y volvió a ser un bastón en su
mano.
-5
oCon esto -le dij o Yavé-
podrán creer que se te ha aParecido el
Dios de sus padres, el Dios de
Abrahán, el Dios de lsaac y de Jacob.,
u Otra vez Yavé Ie dUo: nMete la ma-
no en tu pecho., Lo hizo, y Ia sacó cu-
bierta de lepra, blanca como Ia nieve.
7 *Vuelve a nneter tu i:.iai-ic eñ el Pe-
cho., Lo hizo y, al sacarla, su mano
estaba tan sana como el resto de su
cuerPo.
t uSi no te creen -le drjo Yavé- y no
Ios convence el prime! Prodigio, te
creerán con el segundo. n
Y si no creen
todavía con los dos prodigios y no te
hacen caso, toma agua del río y derrá-
rnala; en cuanto tbque el suelo, el
agua del río se convertirá en sángre.»
Aarón, intérprete de Moisés
. ,o
Moisés dijo a Yavé: nMira, Señor,
que yo nunca he tenido facilidad pa{a
hablár, y no me ha ido rnejor desde
que habias a tu servidor: soy torpe de
boca y de lengua.,
vación de Dios se llevará a cabo en el tiemoo v a
iravés de la historia de un pueblo que luchabor-su
existencia. En üempos pos-teriores'tanto los'sacer-
dotes como los profetas tomarán pie de esta inter-
vención de Dios para peciir que §e alivie la suerte
de los esclavos y que sean [iberados ciespu és de
cierto plazo. porque en aquel tiempo era tán difícil
pensar en una sociedad sin psclavós como hov en
üna sociedad sin paraclos (Fx 21: Lev 25,31; Dt
5.15: 24,18; Jer 34,10). EI misrnc Moisés se'sal-
vará -o se realizará a sí mismr al rnismo tiemoo
que se consagre a sus actiüdades materiaies y esbi-
rituales ai serücio de sus hermanos.
Cabe tarnbién preguntarse: la Biblia ¿habla de
liberación en sentido humano y político. o propone
una liberación espiritual? En realidad está oposi-
ción es artificial. La experiencia nos enseña oue
para saivar al prójimo nó basta Ia ayuda materiaf ni
Ics carnbics pblíticos, como tampóco sólo oracio-
nes. Lo- que realmente importa.e§ que las personas
se despiehen .y salgan de
--su.aisiarniento
para asen-
tar las bases cie una sociedad más humaria y hacer-
ia crecer.
18. Yaué nos solió al encuentro. Se oediÉ al
faraón lrna peregrinació¡, perg en realidah lo que
se quería era salii ciel país. Todo esto sucede en un
tiempo en que todo problema sociq! o, político era
expr'esado eh tárminós de religión (Ex 17,16; Núm
25,16).
22. ¡Qué ejemplo tan hermoso! No olüdemos
el contexto cultural de la ápoca. además de lo que
las ieyendas añadieron. Tal vez recordaban aiguna
ocasron en que hebreos habrían sido expulsadós de
Egipto con ocasión de aiguna peste y los egipcios
le! 'habrían awdado a oártir cuanto antes, Y por
otra parte, si-Yavé era'más fuerte que Faraón, la
qenté ouerría oue los eqiocios tambián paqasen
ábundañtementá todo lo- «iue habían sacádo- a su
pueblo.
a 4.1 Estos nrodiqics se atribuían también nor-
malmente a loi ma§os de Egipto 'y Moisés no
podia ser menos que ellos. Eso no obstante, es un
hecho oue Dios núnca cieió cie sostener la preciica-
ción de sus profetas coá signos y milagios (Mc
16,17).
. 10 Quizás Moisés buscaba pretextos para es-
cabullirse. Pero por otra''narte ei autor tenía que
prese,ntar a Aaróh. un "heimano" de Moises qud ie
áyr.rdarÍa en -su
misión y. que para los judíos de ios
s§los posteriores era ei antepasacio de todos sus
75
¡r Le respondió Yavé¡ n¿Q,uién ha da-
do la bocá al hombre? -¿Quién
hace
que uno hable y otro no.? Y2
¿Quién ha-
ce que uno vea y que el otro sea ciego
o sórdo? ¿No sby'yo, Yavé? 13 Anáa
yat qYe, yo estaré en tu boca y te en-
señaré Io que tienes que decir.,,
r{ Pero él insistió: nPor favor, Señor,
r por qué no rnandas a otro?u Esta vez
Yavé se enojó con Moisés y le dijo:
u¿'No tienes a tu hermano Aarón, el Ie-
vita? Bien sé yo que a él no le'faltan
las palabras. '' Y precisarnente ha sali-
do Ce viaje en busca tuya y, al verte,
se alegrará rnucho.
Tú le hablarás y se lo enseñarás de
rnemoria; 't yo les enseñaré Io gue tie-
nen que hacer, porque estaré en tu bo-
ca y en la suya. _'' Aurón hablará por ti
igual que un profeta habla por su Dios,
y tú, con este bastón en Ia rnaño,
harás mildgtos.»
Jvloisés vuelve a Egipto
. '8 Yavé dUo a Moisés, en el país de
Madián: *Regresa a E,gipto, pues ya
rnurieron los que querían tu rnuerté.,
'e Moisés, pues, volvió a casa de su
suegro Jetró y Ie dUo: *Yo quisiera ir-
rne donde mis hermanos, eD Egipto,
para saber si están vivos todávía.,
Jetró Ie respondió: nQ,ue te vaya bien.,
2o
Tomó Moisés a su esposa y a sus hi-
jos. Los hizo montar en un burro y par-
iió para Egipto, Ilevando en Ia máno el
bastón divino.
2t Yavé le dijo, asimismo: *Cuando
regreses a Egipto, harás delante de
Faraón todos los prodigios para los
cuales te he dado_ poder. Pero yo haré
que se ponga pq{lgdo y no dejárá par-
tir a mi pueblo. 22
Tú entonces le dirás:
Moisés y Aarón son aceptados
por Ios israelitas
2' Mientras tanto, Yavé había dicho a
Aarón: uSal al encuentro de Moisés, €o
el desierto., Así que partió Aarón, Io
encontró en el Monte de Dios y Io
besó. 2t Moisés contó a Aarón todai las
palabras que Yavé- Ie había dirigido y
los prodigios que le habia enseñado.
2e
Mois_és y Aarón, pues, partieron jun-
tos a Egipto, donde reunieron a todos
Ios jefes de los hijos de Israel. 3o
Aarón
les cornunicó todo lo que Yavé habÍa
dicho a su hermano Moisés; y éste hizo
lqr ploligios delante de toáo el pue-
blo. 3' El pueblo creyó; cornprendieron
que Yavé había visto sus humillaciones
y venra a visitar a los hijos de lsrael.
Postrados en tierra, adoraron
Moisés habla a Faraón
[El ' Des_pués de eso Moisés y
I "' I Aarón fueron a decir a Faraón:
*Así dice Yavé, €l Dios de Israel: Deja
EXODO 5
Esto dice Yavé: Israel es mi hUo pri-
mogénito. B Ya te dije: Deja partlr a mi
hijo. para que me rinda culto. Pero tú
no Io has dejado que salga, y yo voy a
qullal la vida a tu hijo -priñogénifo.,
' 24
Cuando Moisés iÉa áe cuñino, el
Angel de Yavé se Ie presentó en el lu-
gar donde pasaba la noche, con inten-
ción d" quitarle la vida. 25
Tomó enton-
ces Séfora un cuchillo de piedra y,
cortando el prepucio de su hijo, toéó
con él lcs pies de Moisés. Luego dijo:
*Tú ejgs^ para mi un esposo de sangre.»
¿6
El Angel lo dejó. Ella había d-ícho
estas p-alabras, uesposo de sd¡lfre», a
causa de la circuncisión.
sacerdotes. De este modo entra er escena Aarón,
que recibe la misión cie explicar lo que Moist2s no
sabía ciecir, y basandose en eso los lacerdotes re-
dactarán más tarde leyes gue Moisés ni tan siquiera
se podría imaginar en el cjesierto en que se encon-
traoa:
. 18 Alqunas r:alabras de este párrafo se rere-
tomarán en Mt ?:29- El evangelist'a se inspiró en
iatos de esta tradición para esbozar una imágen de
Jesús y de su misión-
24. Se cornprenciería .qu.e Moisés fuese castiga-
cio por no habei circuncidádo a su hUo, pero ¿dué
significa ese título de esposo de sangre que le da
su mujer?
. 5.1 Resulta relaür¡amente fácil encontrar ein los
esfuerzos de liberación de nuesüa época actual las mis-
mas y. ciiversas reacciones narradas en este capífuio.
Ai parecer el poder y las administraciones recu-
rren siempre a Ios mismos argumentos; desde su
punto cie üsta Rg$rían tener razón, pero Dios pro-
pole,aigo más difícil, en lo que no sb pensabai an-
te todo hqy que iiicerar a las. p-erso-nas á pesar suyo
y pagar ei piecio cie sus debilidacies, sui estupide-
ces y su falta de valentía.
5. 76
les daba paja.,, '' Los inspectores israe-
Iitas que'sé habían colocado al frente
del púeblo fueron castigados, ,Pue: se
Ies ái¡o: ,,iPor qué ni ate.r ni ,hoy hu.n
respeiado las normas sobre la canti-
daá de ladrillos? Debía ser la misma
de antes.,,
r5 Los inspectores israelitas fueron a
quejarse a Faraón y le dijgrgn^:, *¿Pot
d,ré'tratas así a tus
-siervos? 16
No dan
paia a tus servidores y nos piden ladri-
itoi; y ahora nos golPeq! cuando el
culpuLl" es tu pueb-io., 17
El resPondió:
-¡Flojos y más que flojos! P-or 9sa razón
,h" [ia"á ir a sácrificár a Yavé- '' Vuel-
van a sus traba.los. ):c se l=s dará p.ajg,
y tendrán que
-entregar
Ia cantidad de
ladrillos.,,
re Los inspectores israelitas, Pues,
tuvieron que enfrentarse con el. pueblo
y decirle:'No se les quitará nada de la
áuntidad diaria. 20
Al ialir de la casa de
Faraón se encontraron con Moisés Y
ron: "Q,úe Yavé examine y juzgue- Por
culpa de ustedes Faraó.1 y.:us §ap?ta-
ces nos han tornado odio- Ustedes han
puesto Ia espada en sus manos Para
rnatarñoS. »
22 Se volvió entonces Moisés hacia
Yavé y dijo: uSeñor mío, ¿Por.qué Tal-
tratas a [u pueblo?, ¿Por qué me has
enviado? 2'- Pues desde que me Pre-
senté a Faraón y [e hablé- en tu nom-
bre, está maltratándo a tu- pueblo, y Tú
no haces nada Para librarlo-'
EXODO 5
Primeras dificultades
¡o Los capataces, pu€s, junto con
lsus inspectores israelitas, apuraron al
pueblo;.uAsí dice Faraón: No les daré
más paja. rr Vayan ustedes mismos a
buscarla donde la encuentren. Pero Ia
producción tendrá que ser la misrna de
antes.,
t2 El pueblo recorría todo e[ país de
Egipto en busca de paja para macha-
car. 13
Tenían encima a sus capataces
que les decían: *Cumplan su tarea, la
misrna cantidad diaria que cuando se
fFl ' Yavé resPondió a Moisés: nAho-
I 9J ra verás Ib que voy a hacer con
Faraón. Yo seré rnás fuerte que é1, Y
no sólo los dej ará partir, sino que él
mismo los echará de su tierra-,
Otro relato del llamado de Moisés
. 2 Dios habló a Moísés, le dtjo: «¡Yo sou
Yaoé! 3
Me di a conocer a Abraham, a [saac g
a Jacob como Díos de las A|turas, Pues no
quíse reuelarles este nombre mío: Yaué.
u'Tambi.én pacté mí alianza con ellos Para
que mi pueblo salga al desierto para
celebrar mi fiesta.,,
z Respondió Faraón: ,,iQuién es
Yavé para que yo le haga caso y deje
salir a Israel? No conozco a Yavé y no
dejaré salir a Israel.,, 3 Ellos dijeron: *El
Dios de los hebreos nos ha salido al
encuentro. Permite que vayamos al
desierto a tres días de camino. Allá
ofreceremos sacrificios a Yavé, nuestro
Dios, flo sea que nos castigue con pes-
te o espada.,,
o El rey de Egipto les dijo: *Ustedes,
Moisés y Aarón, ¿por qué ponen trabas
a los que trabajan? Vuelvan a sus ta-
re ds.» 5 Faraón añadió: nEste pueblo
ahora es más numeroso que Ia gente
del país y ¿ustedes quieren que inte-
rrumpa sus trabajos?,
6 Aquel mismo día Faraón dio la si-
guiente orden a los capataces dei pue-
blo y a los inspectores israelitas: ' uYa
no darán paja al pueblo para hacer la-
drillos, como lo hacían antes. Q.ue va-
yan ellos mismos a recoger la paja,
B Pero les exigirán la misrna cantidad
de ladrillos que hacían antes, sin dis-
rninuir ni uno solo. Son unos flojos, y
por eso vienen aquí con sus gritos:
¡Déjanos slrlir! ¡Tenemos que sacrificar
a nuestro Dios! e Denles más trabajo y
que no flojeen, y ya no se prestarán
para estas tonterías.,,
En la mayorÍa de los casos el éxito dependerá
de factores en los que no se había pensado y que
son en gran parte un don de Dios. De ahí la ora-
ción de Moisés en 5,23.
. 6.2 Estos párrafos fueron insertados tar-día-
mente en el relato y subrayan la importancia de la
revelación hecha a Moisés y que a su vez la relacio-
nan con las promesas hechás a los antepasados
Abraham y Jácob, quienes tan sÓlo habían recibido
promesas.- Aho¡:a Dios hace del pueblo de Moisés
su pueblo particular.
77
Carles la tterra Ce Canaán. la tíerra en donde
estuui.eron como peregrinos. -'Ahora me
ecuerdo d.e mi alí.anza ál oir los aemÍdos de
/o¡ h ij.os de lsrael opri.midos par lcs egipcios.
n
Porio tanto..dÍles'de mi. paite: Yo so"g'Yaué.
que quÍbré Ce -sus espaldas /os duros traba-
j'cs db Egtpto g /os li.berare de la esclauítud.-Y'o
/es cieuolueré la líbertad con golpes tre-
mendcs de mi. mano A con i.ntelu,enc[ones
ff anífestas
' tiaré d.e ustecies mi pueblo g seré su Dlos;
q en adelante sabrán que go log Yaué, Dios
á.e qsteCes,.que quÍté dá -.ui espítdas et' gugo
Ce Egtpto. ' Yo lós introduciré én ta ti.errí q"ue
ccn juramento prometí darles a Abrahdffi, a
isaac g a Jacob g se la d.aré como herencia.
t;ues Ao sog Yaué.,
'Así habl,ó Moí.sés a /os hyos de [srael, pero
no lehtcÍeron caso. porQue estaba'n'de-
sanímados g agobí.ados por sus duras labo-
res.
'o Yaoe habló a Moisés: *Ve a hablar a Fa-
raón, reg d.e Egípto, " A dÍle que deje salír de
su pa[s a /os huos de [srae[.-, '' Páro Moísés
contestó: *Sí /os h yos de lsrael no me hacen
ciso. ¿como me escuchará Faraón, que sou
tab torpe de palabra? Ii Eso no obs tantá,
Yaué hablo a Moísés u a Aarón Lt.[os di.o en-
cargo pqra los hUos de lsrael, g"tambien pa-
ra f_araón, para sacar a su pueblo del país
de Egipto.
Antepasados de Moisés y Aarón
'' Estos son losjefes de las trí.bus:
H¡jos_d.e Rubén, primogéní.to de lsrael: Ja-
noc-y Falu, Jesrón g Carínt. Estas son las fa-
mi/ias descendíentes de Rubén.
'5 Hijos de Sím eón: Jamuel, Jasmín, Ahod
gJaguen,.Soj?r g Saú l, hijo de una cananea.
Estas son las famílias de Símeón-
'6 Estos son los hijos de Leui: Quersón, Que-
hqt g Merari,. LeuibtutO ciento treinta A síete
anos.
- '' Hüo: de Guersón: Lobní y Sem eí con sus
descendientes
'l Hijos _de Quehat: Amram A Jíshar,
Hebroi g Oziel. Quehat uíuíó cíentó treintu ú
tres arios.
" Uüos de Merarí: Majlf g Musi. Estos son
los deÉcendientes de Leóí s"egun sus familtas.2o
Amram se casó con si tta Yocabed, la
cual Ie dio dos hyos: Aarón g Moisés. Amram
uíuíó ciento treí.nta y síete anbs.
_.'' .L?: .h[jos.de^Jisltar fueron: Coré, Nefeg g
Zí.crí. u Los de Ozi.el: Mísael, Eltsafan A Srtrr.
23
Aarón se casó con Eli.sabet, htja dé ,q,mt
EXODO 7
nadab. .hermana de Naja-son,_ de La que tuuo
cuatro hyos; Nada b. ,AitnA. Eleazar á 1tamar.
,_
¿' Los htjos Ce Coré: Aser. Etcana g Abi,asat.
Esias son las fam¿iias cje ios coreítai.
t' Eteazar. h,jo cie Aarón. se casó con una
lg i.as hlas de- Fuii.el. ccn q ui.en tuuo un hÍio:
Fi.njas. Estcs. son ios jefes d.e Las fami/ias táui-
tas. según s us iamilias.
:6
Eslos son Aarcn g lvlgísé§, a los que se d.í.-
,:gt.Ó Yaue .para sacar a /os hyos de'Israel d,e
Egipto. ordenados como un ejército.
:' Eslos son lcs que hab[aron a Faraon. reL]
fe
fqDb. para sacar de Egipto a /os hyó, C,
Estos son Moisés g Aaron.
.* El.clía qy9 Yaue hablo a Moi.sés en el país
ce.Lgi.pto, ': le dijo: *Yo soU yaué; dile á Fa-
raón todas /as coias gu e go te mande-* N A lo
c^ual respondió Nloiséi: .¿eómo me escuchará
Faraón, sien Co go tan-ma[o para hablar?,
Anuncio de las plagas
m ' Yaué dijo a Nloísés: *Mira, te hago: Ltn
I r I dios para Faraón, A Aarón, tu herma-
no, será tu profeta.2 Tu le diras todo lo que go
te mand* A Aarón, tu hermano, hablará a Fa-
rao1 para que deie salír de su país a /os hijos
de [srael. i Sín embargo, haré que se manten-
ga en su negatioa A,por más que yo multí.plí-
que mls prodigios y mi,lagros a cosk de Egíp-
to, 4 ét no te hará caso. Yo, entonces, me
enfrentaré con Egipto g con grandes castigos
sacaré de Egipto a mis ejércitos, mi. pueblo,
Ios tsraelítas. s Así entenderán tos egtpcios
gue yo soA Yaué, cuando tsean /os gotpe't que
l.es daré para sacar de su país a los h {jos d.e
lsrael. »
6 Moísés y Aaron hi.cieron tal cual yaué les
había mandado. ' Moísés ten ía o,chenta años
g_ Aarón ochenta g tres cuando hablaron con
Faraón.
u iau¿ ad.uírtio a Morsés A a Aarón:,S¿ Fa-
ragn les píde algún srgno o-milagro, , tú dirás
a Aarón que tome su baston y lo lance delan-
te de Faraón, A se gg.mbiaiá en serpi.ente.,
hi.ci.eron lo que Yaué les haía ordenado. u. a'l
echar el bastón delante de Faraón y de" sus
mínistros, éste se con ui,rtíó en serpíeñ,te. ,, F;-
raón entonces llamó a sus sabios-g brujos, Ios
cua/es hicieron algo semej.ante éon §us' fór.-
mulas secretas; '2-arrojan-do todos ellos ius
bastones, tambíén se Conuírtíeron en serpíen--
7.3 EI texto dice: 'endureceré su corazón";
véase Ia nota en 10,1.
7 . Se atribuye a Moisés una vida de ciento
veinte años. es decir, de tres generaciones: sale de
EgiptoRlos_40._encuentra a Dios a los 80 V mueiá
a los l2O años (Dt 34.7).
6. EXODO 7
ies; Dero el bastón d.e AarÓn
e//oi.
'i Eso na obstante, FaraÓn
ro q no escuchó a Moi.sés g
)'aí¿ te había predtcho.
Las plagas de Egipto
7B
Y hubo sangre en todo el país de Egípto.
" Los brujos egi.pctos hlcieron cosas semejan'
les con sÚs fórmulas secretas g F4raon se PU'
so rnás porfiado todauia- Como Y'aL,e lo había
di.cho. ie nego a escuch ar a Moi.sés g AarÓn.
23 Faraón volvió a su casa como si
no hubiera ocurrido nada importante.
2'¡
Pero, rnientras tanto. los egipcios tu-
vieron que cavar pozos en los alrede-
dores del río en busca de agua potable.
porque no podían beber del río.
Segunda plaga: ranas
* Cuando ya habían transcurrido siete días
después de que Yavé golpeó_el río, " Yavé di-
io a Moisés:-nPreséntate a Faraón y dile de
parte de Yavé: Dcja sair¡- a ini puecio para
que rne rinCa culto. z7
Si te niegas a dejarlos
salir, castigaré a tu país con plaga Ce ranas.
26
El río pululará de ranas, qye subirán y Pe-
netrarán en tu casa, eñ tu dormitorio, en tu
carna, ۖ la casa de tus servidores y de tu
p,ueblo, en tus hornos y en tus provisiones.
:t Las ranas subirán contra ti. contra tu pueblo
y contra todos tus servidores.,
fol 'Yavé dijo a Moisés: *Dile a Aarón que
L() J exüenda el bastón que tiene en su rna-
no hacia los ríos, los esteros y las lagunas de
Eqipto, para que salgan ranas por todo el
pár de'Égipto., ' Asi ló hizo Aaróñ, y saiieron
tantas rañas que cubrieron todo el país de
Eqipto. 3
Los brujos de Egipto hicieron Io mis-
-ó, y también hicieron"sáiir ranas por todo
Egipto.
a-Entonces llarnó Faraón a Moisés y a
Aarón.y les dijo: nPidan a Yavé qug .aleje de
mí y dq pi pa.ís estas ranas , y yo dejgrg que
su bueblo salga para ofrecer sacrificios a
Yav'é., s
Moisés"le éontestó: -lndícame, por fa-
vor, cuándo tendré que rogar por ti, por tus
servidores y tu pueblo, para que se alejen las
ranas y queden sólo en el Nilo., t Faraón res-
pondió: *Mañana., nBien -dijo lvtoisés-, lo
haré como tú pides , para que sepas que no
hay nadie corno Yavé, nuestro Dios. ' Se ale-
deuoró a los de
se puso más du-
a Aarón. como
. I+ Yavé dijo a Moisés: nFaraón
porfía en negarse a que salga el pue-
blo. '5 Ve a encontrarlo en la mañana, a
Ia hora en que vaya a bañarse. Lo es-
perarás a Ia orilla del río, ilevando en tu
mano el bastón que se convirtió en ser-
piente. '6 Le dirás esto: nYavé, el Dios
de los hebreos, me ha mandado decirte
que dejes salir a su pueblo, para que le
rinda culto en el desierto. Pero hasta
ahora no has escuchado. tt- Ahora,
Pues, Yavé dice: En esto conocerás
que yo soy Yavé: voy a golpear el Nilo
con rni bastón y las aguas se conver-
tirán en sangre. '8 Los peces morirán, el
río apestará y los egipcios tendrán asco
de beber sus aguas.»
ts'
Yaué dijo a Moi.sés: rDt a Aarón: toma tu
bastón A e.ríende tu mano sobre las aguas de
tos egipcios, sobre su ria, sus canales, sus es-
tanques, A sobre todos sus depós[tos de
aquas, u ástas se conuertírán en san ore.
i{abrá síngre en toda Ia tierra de Egi.pto, l-tas-
ta en /as uastjas, tanto de madera como de
p.í,edra., 20
Móísés g Aarón hí.cíeron lo que
Yaue les había mandado.
Aarón levantó su bastón y golpeó las
aguas en presencia de Faraón y de su
gente, y todas Ias aguas del Nilo se
convirtieron en sangre. '' Los peces del
río murieron y el ríó quedó contamina-
do, de tal manera que los egipcios no
pudieron beber rnás agua
-del
Nilo.
. 14 Se relatan las famosas plagas de Egipto.
Era necesario un escenario qrandiolo para rnore-
sentar la lucha entre estos do-s adversaribsr Faráón.
lp super-potencia, y Yavé. el Dios de dioses. Ei
E*qd.o juntó aquí todos los flagelos de Egipto; en
realidad el prinier autor había nárrado tan-s'ólo'sie-
te. pero otros añadieron más tarde otros tres más.
No es pérciida de tiempo volv er a leer estas vie-
jas historiás, pues el autoi las dispuso de tal mane-
ra que nos permiten juzgar los acontecimientos
contemr:oráneos.'Porque Dios continúa dando sio-
nos a lás personas. fainilias v naciones. v duranie
ese tiempó otros. hacen prodi(¡ios que son-una falsi-
ncaclon oe aquellos.
El lectcr podría preguntarse si era justo que el
campesino egipcio pagara los daños de los errores
del Faraón. El autor se había planteado Ia pregunta
en 9,2O y la contestó a su manera. No lo narró al
estilo de un historiador sino que construyó su relato
como la escenificación de una lucha entre Yavé y
el Faraón, despreocupándose por los caracteres se-
cundarios.
Se debe lener en cuenta la pedagogía de Dios:
para ál gsos hebreos que va a sacar de Egipto son
- como. niños que necesitan colores Juerte§, consig-
nas precisas y sin dar lugar a preguntas: eso vendrá
más tarde. [-as plagas de.Egipto, a! igual que los
prodigios posteriores del desierto, son el lenguaje
ilue aJrora conviene: "Nadie puede oponerseá ái
voluntad. yo los dirijo y sin r¡':í nada pueden hacer".
r 79
iarán las i'anas de ti. Ce tus casas, de tu gente
i ie tu pueblo. y sólo quedarán en el río.,
'Dicho estc, se iueron Moisés y Aarón.
,toisés ilamó a Yavé pcr el asunto de ias ra-
nas. ),a cue se había comDi'or:netido con Fa-
:aón t
,v Yavé cumpiió Ia pi'ornesa cie Moisés:
icias las ranas saiiercn ce ias casas. de las
granjas.v Ce ics carnpos,.y rnurieron. r0 Las
:euliía;i en mcniones, quedando e! país apes-
:aic Ce rnal cicr. I I Faraón, sin embargc, al
ver cue se Ie caba alivio, se puso más ponia-
tc: ac quiso escuchar a tr1oisés y a Aarón. tal
co:no Yavé les habÍa dicho.
Tercera plaga: Ios rnosquitos
r: Nuevarnente habló Yavé a Moisés: nDi a
.arón que golpee con su bastón el polvo de
ia iiei'ra. y saldrán rnosquitos por toCo el
=ais.',
'' Así lo hizo Aarón y con el basión gol-
?eó el polvo del suelo, que se convirtid en
ncscui'l.os, persiguiendo a hornbres y anima-
ies. Toio el polvo del suelo se volvió rnosoui-
:os pcr iodo el paÍs cie Egipto.
r¡ Lcs brujos Ce Egipto intervinieron tann-
;ién esta vez, y trataron de echar fuera a los
incsquitcs por medio de sus fórmulas secre-
tas. pero no puCieron, de rnanera que los
::roscuitos siguieron persiguiendo a hornbres
y' animales. 15
Entonces los brujos dijeron a
?araón: uAouí esiá ei Cedo cie Dibs., Pb¡'o Fa-
raón se pus^c i:nás porfiado y no quiso hacer-
ies casc, tal como Yavé Io había dicho ante-
i'icrnr e n te.
Cuai-ta plaga: los tábanos
16
De nuevo Yavé Cijo a Moisés: *Levántate
temp:'ano, pi'eséntate a Faraón cuando vaya
al ríc, y ciile: Esto dice Yavé: Deja saiir a rni
pueblo para que rne ofrezca sacliiicios. t? Si
iú no Io envías, enviaré yo tábanos contra ti,
ius servidores y tu pueblo e invadirán Ias ha-
bitaciones de Ios egipcios y todos los lugares
conie viven. '' Poñdré a sálro, sin embárgo,
Ia región de Cosén, porque rni pueblo vive-en
ella;.allí no habrá tábanos, a fin de que en-
tiencias que yo, Yavé, estoy en aquellá tierra.
re
Yo haré distinción entre rni pueblo y el tuyo,
y esto sucederá mañdñ?.»
'o Y asÍ lo hizo Yavé. Densas nubes de tába-
nos invadieron la casa cie Faraón y las de to-
Ca su gente en toda Ia tierra de-Egipto. EI
país quedó infestado de ellos.
2t Entonces Faraón mandó llarnar a Moisés
y q Aarón para deciries: uVayan a ofrecer sa-
crificios a Yavé, pero háganlo en este pdís.,
2 Moisés Ie conte-stó: -Estb no se puede, por-
que los egipcios no toleran estos sac¡'ificios
qug ofrecemos a Yavé, nuestro Dios, y si sa-
crificamos a su vista Ios animales que ellos
adoran, nos apedre arán: B tenemos que ir al
desierto, a tres días de carnino, para ofrecer
EXODO 9
sacrificics a nuestro Dics, Ce Ia rnanera que
él nos orCene., j
2{ Faraón l.eqpondió: uYo los ciejaré ir a
ofrecer sacrificios a su Dios en el
'desierto
ccn la ccnCición de que no vayan rnuy lejos.
Pero usteces ruegueh por míl, ú Mo'isel-ie
dijo: nEn cu?nto .salga,-i'ogaré a yavé por ti
y, rnañana, Ios tábancs se alejai-án Ce ii, Ce
tus servidores y de tu pueblo, pero no ncs
vayas a engañar despq-es. y te ni'egues a que
saigarnos al desierto.u ?6
Apenas sálió Mciiés
de Ta casa ie Faraón,- i'o.gó a.Yavé ,i, y V;;¿
cumpiió la Dromesa de ¡{oisés: liberó-de Ios
tábanos a Faraón, ? sus serviciores v su Due-
blo, sin oue ouedara uno solo.2a peío Faiaón
se puso porriado una vez. más y Ie nego á
que israel saliera de su país.
Quinta plaga: Ia peste
fd 'Yavé iijc a Moisés: uPreséntate a Fa-
+a rqó! y hablale: Esto dice Yavé, el Dios
cie los hebrecs: Pujq s^qlir a mi pueblo para
que me rinda culto. 2 Si te niegas otra üez y
te pones duro con ellos. 3 volveré rni rnanó
ccntra lcs animales ie tus carnpos, de ma-
lefa que habrá una peste rnaligria Ce los ca-
bailos, de los burrcs, Ce los camellos, Ce las
vacas y cvejas.'También haré distinción
entre. el ganado Ce los egipcios y el de mi
pueblo, de rnanera que nó se peiderá naCa
de Io que pertenece a los hijos de Israel.,
'Yavé fijó el plazo, iuc: nEsto Io hará yavé
rnañana por toCo el país., t Y Yavé Io hizo al
dÍa siguienie: muriercn tcdos Ios anirnales
pertenecjentes a lgr egipcios,- rnientras que
nc murió ni uno siquiera de los gue perie-
necían a lcs israeiita! .' Faraón selñiáíró-ái
respecto: ¡ninguno había muerto de los oue
pertenecja! a Israel! Pero siguió en su cegúe-
ia y no dejó salir al pueblo. -
Sexta plaga: Ias úlceras
8 Entonces Yaué düo a Moísés !-l a Aarón:t rTomen unos puíados de ceñ.izas. oue
ivloísés tirará hacia el cielo en presencía de'Fa-
rqory El poluo se esparcirá ¡->oi todo el terrí.torí.o
de Egi.pto, prouocando ulceras u tumores en
hambrss g anímales por todo el-país de Eqtp-
to.u to Tomaron,]ues, cenbas de'un hornd'se
prese.ntar.on a Faraón, y Moisés las laruó ha-
ci.a el ci.e[o. Luego fparlcí.eron úlceras y tumo-
res infecciosos en hómbres g aníma/es.
tt Esta uez los brujo.s no pudíeron presen-
tarse delante.de Faráon, pués tenían iilceras,
como todos los demas egípcios. ,z pero yaué
mantuuo a Faraón en su ceguera, g éste no
qylsq escu char a Moísés A a-Aarón,"tal como
él lo había aduerti.do.
Séptima plaga: el granizo
'3 De nuevo Yavé dijo a Moisés: n[-svántate
7. EXODO 9
ternDrano, preséntate a. F.araón y dile: Esto
dice'Yave. D¡os cie ios hebreos: Deja salir a
mi pueblo para que me rinda culto. r' Porque
esia vez enviaré todas mis plagas sobre-ti,
tus señ,'iicres y tu pueblo, para que entien-
cas cie una vez que iio hay naCie ccmo yo en
tcCa Ia tierra.
It Yo podría habei' vuelto mi mano contra ti
y tu pueblo, y ha-b1ían perdido la vida con se-
inejanie pesie. '' Pero ño, preferÍ mantenerte
Ce p!e, para que veas rni tuerza y para que se
celebre mi Nornbre por toda Ia tierra. '' ¿Y
icdavía ie opcnes a que salga mi puebló?
¡5 Pues bien. mañana a esta rnisma hora,
haré llover una granizada tan fuerte como no
ha habido otra en Egipio desde el día en que
fue íundado has'.a hoy. '' Desde ahora, pues,
rnania recoger tu ganado y todo Io quei ten-
qas en el cannpo, porque el granizo caerá so-
bre todcs los hornbres y animales que se ha-
llen fuera, y cuantos pille al descubierto
perecerán.,
20
Aquellos serviciores de Faraón que cre-
yeron en Ia palabra Ce Yav§ pusieron bajo te-
cho a sy gente y su ganado, 2' pero aquellos
que no hicieron caso a ia palabra de Yavé los
cieiaron en el campo.
'22
Yavé, pues, dijo a Moisés: *Extiende tu
mano hacia el cielo , ?qa que caiqa el grani-
zo en toda Ia tierra dé Egipto sobrÉ horñbres,
ganados y sernbrados., B Así Io hizo Moisés.
ExtenCio su bastón hacia el cielo, y Yavé
mandó truenos y granizos. EI fuego cayó y
Yavé hizo llover granizos sobre el país de
Egipto. 24
Caía el granizo y, junto a é1, caía
fuégo; cayó tan fuerte como jarnás se había
vistb desde que se fundó aquel paÍs.
ú El granizo dañó todo cuanto había en el
carnpo, eo todo el país de Egipto, desde los
hombres hasta los animales; el qranizo echó
a perder toda la hierba del cafmpo y aun
crLbró todos los árboles del campb. zÉ
Pero
rio hubo qranizada en Ia tierra de Gosén don-
de habitaban los israelitas.
" Por fin,-Faraón rnandó Ilamar a Moisés y
a Aarón y les dijo; u¡Ahora sí que tengo lá
culpa! Yavé es el justo; yo y mi puebló so-
mos los culpables . " Pidan a Yavé que cesen
esos truenos t¡ ernendos y gsa granizada, y
ya no los detendré sino que los dejaré que sé
íayan.,'e Moisés le respondió: ,En ci,¡anto
salqa de tu presencia extenderé rnis rnanos
haóa Yavé, y cesarán los truenos y no caerá
más granizo; con eso comprenderás que
Yavé és dueño de Ia tierra. 'o'Pero yo sé qr.
ni tú ni tus ministros querrán todavía obeáe-
cer a Dios.,
Octava plaga: Ias langostas
nfi-l ' ' Yavé ciijo e lloisés: nVe cioncje Fa-
I ^ v I raón, porque he endurecldo su co-
razón y el de sus ministros con el fin de reali-
zaf mis prodigios e; ;..si,.., r.e eiics. ' Así
podrás contar a tus hijos y a tus nietos cuán-
tas veces he destrozado a los egipcios y
cuántos prociigios he obrado contrJellos; aíí
conocerán us'redes que yo soy Yavé.,
3 Moisés y Aarón fueron al palacio de Fa-
raón, al que le dijeron: nEsto dice Yavé, Dios
de ios hebreos: ¿Hasta cuándo te negarás a
humillarte ante rñi¡ Deja que mi puebÉ salga
para ofrecerme sacrificios- ' En caso contra-
r¡o, si te niegas a que salgan, rnañana man-
daré langostas a tu país.
-5
Cubrirán toda la
superficie del país, de suerte que ya no se
vea Ia tierra, y devorarán todo io que a uste-
des les queda. todo Io que no destrozó el
granizo; y adernás roerán todos los árboles
que tienen en el campo. u Llenarán tu casa,
las de tus ministros y las de todo tu pueblo,
en tal cantidad corno no vieron tus padres ni
Ios padres de tus padres, desde que-poblaron
el país hasta hoy-, Dicho esto, volvió las es-
paldasydejóaFaraón.
'Los servidores de Faraón le dijeron:
«¿Hasta cuándo va a ser nuestra ruiná este
hombre? Dej? salir a esa gente para que
ofrezca sacrificios a su Dñs. ;No te das
cuenta cómo está arruinado el pais?,
_
I Así que llamaron a Moisés y a Aarón ante
Faraón, el cgal les dijo: uVayan y ofrezcan
sacrificios a Yavé, el Dios dá usíedes. Mas
¿quiénes van a ir?, t Respondió Moisés: *Sal-
drernos con nuestros niños y ancianos, hijos
e hijas, con nuestras ovejas y nuestros vacu-
nos, porque para nosotros es la fiesta de
Yavé., 'o Faraón replicó; «¡Que Yavé los ayu-
de! ¡Espérense que los voy a dejar partir óon
sus niños! ¡Se ve cuáles son sus rnalas inten-
ciones! " De ninguna manera. Son los hom-
bres los que irán-para rendir culto a Yavé, si
BO
3r El lino y la cebada se perdieron: la ceba-
da estaba espigada y el lino granaba; '* perc
el trigo y la'e§canda no-fue"ron destruibos,
por ser tardíos.
33 En cuanto Moisés ent¡'ó en la ciudad,
volviendo de la casa ie Fa¡'aóñ, EIzó sus b¡'a-
zos hacia Yavé; y cesaron los truenos y el
gi'anizo y no cayó más lluvia sobre la tierra.
1¡ Pero, al ve!- Faraón que habían cesaCc la
Iluvia y el granizo. volvió a pecar, " pues si-
guio negándose a que salieran ios hijos Ce is-
iael, tal como Yavé'Io habÍa drcho.
o lO.1 He endurecído su corazón Para los
hebreos el corazón era el centro de las decisiones,
corno lo es para nosotros el cerebro. Por Io tanto
no se quiere decir que Dios volvió insensible y
perverso el corazón del Faraón, sino que el Fa-
raón se empecinó en sus decisiones, y Dios reali-
za su plan a pesar e inch-;so a través de los obstá-
culos que se Ie oponen. El autor ciertamente no
quería decir que Dios había llevado al Faraón a
que pecara.
r 81
pso es lo que buscdl-1.» Fn seguida fueron
..f,uaos de la Presencia de FaraÓn-
,r Yavé. entonses: dijo a Moisés: ,,Extiende
rr r mano sobre la tierra cje Egipio Para que
,onqa Ia langosia y devore toCa la hie¡'ba del
,z¡¡",po. toCo lo que quedó ciespués del grani-
,-Á , 1' Al extender Mcisés su bastón sobre elLv.
áais Ce Egipto, Yavé hizo que un viento del
ár'iente soplara tocio aquel dlu y aquella no-
ii,e. Al amanecer, el viento del oriente había
ti'aído la langcsta. rr invaiieron Egipio y se
Cesparrarnaron Poi'tcdas Ias tierras en tal
canti dad que nunca se habían visto tantas, ni
¡árnas volverán a vei'se. Oculia.ron la luz del
sol y cubrieron todas las iierras: 't devoraron
iocá la hierba del campc, y todos los frutos
de los árboles que el granizo habÍa dejado
íueron devorados; no ouedÓ nada verde en
iooo Fgip'rc, ni Ce los árboles. ni de Ia hierba
del carnPo-
ró Innr:ediatarnente Faraón Ilamó a Moisés
v a Aarón. Les dijo: uHe pecado contra Yavé,
ál Oios de ustedes, y contra ustedes- '' Ahora
perdónenme mi pecado esta últirna vez, e in-
iercedan por mí ante Dios para que aparte de
nosot¡'os esta Plaga.,
't En vista de esto, apenas salió Moisés de
!a presencia de Faraón, rogó a Yavé, re ei
cual hizo soplar un viento muy fuerte del
mar, que arrastró todas las langostas hasta el
mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el terri-
iorio de Egipto. 2o
Pero Yavé hizo que Faraón
continuara en su porfía y no dejara salir a Is-
rael.
Novena plaga: las tinieblas
zt Yavé dijo a Moisés: *Extiende tu mano
hacia el cielo y cubrirán las tinieblas el país
de Egipto, tan densas que la gente caminará
a tientas.o 2 Así lo hizo Moisés, y al instante
densas tinieblas cubrieron Egipto por espacio
de tres días. t' No podían verse unos a otros,
ni nadie pudo moverse durante los tres días;
pero había luz para los hijos de Israel en to-
cios sus poblados.
'o Faraón llamó a Moisés y le dijo: *Salgan
ustedes a rendir culto a Yavé, pero que se
queden sus ovejas y sus vacunos. Ustedes
llevarán a sus niños.,
25 Moisés le respondió: -¿Y tú mismo nos
proporcionarás animales para los sacrificios
y holocaustos? 2t También nuestros animales
estarán con nosotros, hasta Ia últirna uña,
pues sacarnos de entre ellos lo que sacrifica-
mos a Yavé, nuestro Dios, " y ni siquiera sa-
bemos cuáles animales hemos de ofrecer
hasta que lleguemos al lugar.,
EXODO 11
za Fai'aón dijo a Moisés: uRetírate de rni
presencia y ya no vuelvas; si te presentas
otra vez. será para morir., t-" Y Moisés res-
pondió: .Arl será como tú dices: ya no me
presentaré delante de ti.,
Anuncio de Ia décima plaga
fI il ' 'Yavé dijo a Moisés: nNo rnan-
I r r I ciaré más que esta última plaoa
sobre Faraón y sóbre su pueblo.'Djs-
pués dejará que salgdñ, o más bien él
mismo los echará fuera a todos uste-
des. ' No olvides de decir a todo rni
pueblo que cada uno pida a su arnigo.
y cada rnujel a su vecina, objetos-de
oro y plata.,, 3 Yavé hizo que lós egip-
cios acogieran esta petición; adernás.
Moisés era un personaje en todo Egip-
to, y lo consideraban tanto los minis-
tros como la gente del pueblo.
'1 Moisés dijo: nEsto dice Yavé: A
media noche saldré a recorrer Egipto
' y en Egiptg morirán todos los pri-
rrrogénitos, desde el primogénito de
Faraón que se sienta en el tronO, hasta
el de la esclava que mueve la piedra
del molino, y todos los primeros naci-
dos de ios anirnales. 6 Y se escuchará
un clamor tan grande en todo Egipto
corno nunca lo hubo ni lo habrá jamás.
'Mientras tanto, entre los israelitas, no
habrá la menor amenaza, ñi para los
hornbrgs,. ni para- los anirnales, y uste-
des sabrán que Yavé hace distinción
entre egipcios e israelitas.
I Todos tus rninistros vendrán a mí,
se postralán delante de mí y me pe-
dirán por fuygr qge _nos vayamos, yo y
todo el pueblo de Israel. Después d¿:
esto, nos iremos., Moisés volvió Tuyenojado de [a presencia de I-araon.
e Yavé dijo a Moisés: nA ustedes no
Ios escuchará Faraón, y gracias a esto
serán todavía llayores mis prodigios
en la tierra de Egipto., r0 Pues, rnien-
tras Moisés y Aarón obraban todos es-
tos prodigios delante de Faraón, Yavé
Io mantenía en su negativa, y seguía
negándose a que Israel saliera dé su
Pars.
o 11-1 Véase 3,22. El relato de la décima
plaga y de la Pascua mezcló los recuerdos del gru-
po que se había fugado con Moisés bajo el pretex-
to de una peregrinación al desierto y los recuer-
dos de otros grupos que habían sido expulsados
con ocasión de una peste- La conexión
-entre
la
peste y el cordero pascual es muy natural: véase
en 1 2,3.
8. EXODO 72
EI cordero pascual
T)f' Yaué dijo a Moisés A a
I a ul Aarón. en el país de Egípto:
2 ,,Est.e mes será Dara ustedes el co-
r,ienzo de las meses. ei primera de ios
i?leses del año.
: Fiablen a la comunidad de Israet A
ciiganle: El día décimo de este mes tó-
rne cada uno un corciero por famtlta,
un corciero por casa. ' Pero.'si ia fami,tia
es dernastado pequeña para consu mir
el cordero, se Dond.rá de'acuerdo con el
uecino más cercano, segun el número
de personas g conforme a lo que cada
cual pueda comer.
5 Ustedes escogerán un corderito sin
deiecto. macho, nacido en el año. En
l.ugar de un ccrdero poCran tomar tam-
bien un cabrito.
ó Ustedes lo reseruarán hasta el día
catorce de este mes. Entonces toda la
comunÍdad. de Israel lo sacri.fícará al
anochecer.' En cada casa en que lo co-
ir-Lan ustedes tomarán de.su sán gre pa-
ra untar los posles u la parte súperior
Ce Ia puerta.
t fra rn[sma noche camerán la carne
asada al.fuego; la conlerán con panes
sin leuadura y con uerduras amargas.
' Nb comerán nada de él crudo o hérui-
d.o síno que lo comerán iodo asado con
su cabeza, sus patas A sus entrañas.t0 Ustedes no guardarán nada para el
ciía siguiente. Lo que sobre al amane-
cer:. quémenlo en e'l fuego.1! Y comerán asi: ceñí,cios con el cín-
turon, Ias san dalí.as en los ples A el
baston en la mano. Ustedes
'no
se- de-
B2
mararán en comerlo: es una pascua en
honor de Yaué.
'2 Durante esa noche, Uo recorreré el
país de Eglpto A aare muerte a todcs
los. primoEénttos,de Egipto; tultc de /os
eg[pcios como de sus aní.males; U de-
nlcs traré a todos ios dioses de lEipto
qutén sog Ao, Yaué. " En /as casas cicn-
cle están ustedes la sangre tendrá ualcr
de señal: al uer esta sangre. Ao pasaré
de larEo, A la plaga no /os alcanzara
míentras goloeo a Egipto.
" Ustedes harán recuerdo de este día
año tras año, A lo celebrarán con una
ftesta en honof a Yaué. Este rÍto es para
siempre: /os descen d ten-tes C e ust'edes
no dejarán cie celebrar este día.
La fiesta de los Panes sin Ievadura
. tu Durante síete d.ías comerán Dan sln [e-
uadura. Desde el prímer dia no habrá fermen-
to en /as casas. pues cualquíera que coma
pan fermentaCo ciesde el pri.mer ciia hasta el
séptímo será borrado de la comuni.dad de ls-
ra'e!. 'u E! primer día tend,rán una reLtnión sa-
grad,a, así como el séptimo. tYing un tyab.ajo se
nare esfos C[as. solamente prepararán Io que
haga fatta a cad,a uno para comer.
t7 (lstedes celebrarán ia fí.esta de tos Azí-
?os, parque ése es el día en que híce salir de
Egípi.o a uuestros ejercítos. (lstecies cele-
brarán ese dia de generací.ón en generación:
esle ríto es Dara sI{mpre. '' Des dela iarde de!
ciía catorce del prímér mes hasta la tard.e ciel
u,eintiuno deÍ mismo mes ustedes corn erán
pan sin leuadura.
te Durante si.ete días no habrá leuadura en
/as casas de ustedes. El que coma cosa fer-
mentada será borrado de la comunídad de ls-
rael. sea extraniero o natioo. 'o No cornerán
nada fermentado, síno qLte, en todas sus ca-
sas, comerán panes ázimos.o
. 72.L Los hebreos va celebraban cada año
Ia Pascua del Corciero añtes cie baiar a Eáioto-.
Fuando peregrinaban con sus rebaños. Lo sadrilicál
ban ein la primera luna de Ia primavera (L2.2),
períccio especialmente crítico paia las ovejas reCiá'ri
paridas. en víqReras de las migraciones pi'imavárá-
ies. y se maraoa uno para salvar a todos. El corde-
ro escogido pala la fiesta se quardaba aiqunoJ diás
en la mlsma-habitación (1 2.6f . para que iá iáénlili-
cara mejor con Ia familia y llevara sobre sí los ma-
Ics esqíritus. la mala suerte. Ios_ microbios y otras
taltas de tocos. sus.lntegrantes. Después se ícciaba
lon su .s?.ngrg las tiendas de -c.arnpaiia, alejancio así
ics espiritus -exterminaciores
. s¡empre liéioi p*á
atacar a hombres y anirnaies.
$0,1 ?¿ á'*'g ;il:"iffin'f" áZÍr,¿',Tí"{ ?^!vgí¿
ha tcmado a su servicio al ángei exterminador. co-
mo !.'a io vimos en Gén 18.10, el ángel se esfurria
sin problemas para dejar el lugar a Di-os mismo. EI
es quien manda. incluso en el país de Faraón. Sóio
israái escapará de la peste y por eso en adeiante
pertenecerá a Yavé.
L¡ pascua es liberación. pero todavía no es más
que la imagen de lo que Dicis realizará al fin de los
tiempos mediante ia muerte y1 resurrección de
Jesúé (Lc 2Z.LS).
o 15 Los párrafos 72.3-11. cuya continuación
está en L2,15-20, son consignas litiirgicas redacta-
ias s.iglos. rr¡ás tarde en Paies--tina. En ésa época los
israelitas habían-adoptado la fiesta de los pánes ázi-
mos (panes sin levaciura) que ios agricultores cana-
neos
-celebraban
al comiénzo de Ta primavera. v
qu.e los sacerdotes. preocupados por iiarie un tintá
reiigioso, la juntarón con'Ia fie§ta de la Pascua.
r B3
2r Moisés, pues, liamó a los jefes de
Israel y les dijo: ullo demoren en bus-
car una res Para cada una de sus fami-
lias e inmolen la Pascua. 22
Tomen un
rnanojo de hisopo mojado con la san-
gre y m?rqu.en, los dos postes y la. par-
íe superior de la Puerta. Y luego n-ingu-
no de ustedes saldrá de su casa hasta
la mañana. -Egipto llevando la plaga
v, al ver la sangre en la entrada, Pd-
áará de largo y no permitirá que el Ex-
terminador entre en sus casas Y los
mate.
24 Ustedes observarán este rito, y
también lo observarán sus hijos Para
siempre. 25 Estas mismas ceremonias
las harán cuando entren en la tierra
que Yavé les dará, como les tiene Pro-
rnetido. " Y cuando sus hijos les Pre-
gunten qué significa este rito, " les
íesponderán: Este es el sacrificio de Ia
Pascua para Yavé, que pasó de largo
por las casas de Ios !-,Uot de Israel en
Egipto, cuando mató a los egiPcloi,
dáiando a salvo nuestras casds.» AI oír
erio, todo el pueblo se postró y adoró.
28 Los israelítas se fueron e hícíeron
lo que Yaué había mandadc a Moisés A
Aarón
Ivluerte de los prirnogénitos
ÉxoDo tz
grande por todo Egipto, pues no había
casa donde no hubiera algún muerto.
3¡ Aquella misma noche Faraón lla-
mó a Moisés y Aarón y les dij o:
uLevántense y salgan de este pueblo,
ustedes. y lq; hijos de Israel. Vayan pa-
ra servir a Yavé, como ustedes dicen.
" Llévense sus rebaños de oveias v va-
cunos, corno ustedes piden. lSalgdn,
pero denme la bendicióir!,,
33
Los egipcios los presionaban para
que se fueran inmediatarnente, pues
decían: ,,Si no se van ésos, rnoriremos
todos.,, 3'r El pueblo recogió Ia masa
antes que fermentara; Ia envolvieron
en sus mantas y se [a cargaron al
hornbro. 35 Los israelitas hicieron Io
que les había dicho Moisés: pidieron a
los egipcios objetos de oro y plata y
muchos vestidos, " y los egipcios se Io
dieron prestado, porque Yavé hizo que
estuvieran dispuestos para escuchar-
los. Así fue córno despojaron a los
egipcios.
Los israelitas salen de Egipto
. 37
Los hr,ios de Israel partíeron de
Ramsés a Sucot en número de unos
seiscientos mil hombres de a pie,sin
contar a los niños.
38
También salió con ellos una turba
numeros d, con grandes rebaños de
ovejas y vacas. " Comieron panes sin
levadura. tomando de la masa que
habían sacado de Egipto. Pues habían
salido con tanta prisa que no les al-
canzó el tiempo para echarle levadura
y hacer panes.- 40
La perrnanencia de los isra elitas en
Egipto' fue de cuatroci,entos treÍnta
años. 4t Cuando se cumplteron esos
'n Sucedió que, a rnedia noche, Yavé
hirió de muerte a todo prirnogénito del
país de Egipto, desde el primogénito
de Faraón que está sentado en el tro-
rro, hasta el del preso que está en Ia
cárcel, y a todos los primeros nacidos
de los anirnales. 3o Faraón se levantó
de noche, y con él toda su gente y to-
dos los egipcios. Se oyó un clamor
33. Este argumento que se repite en 12.39 no
convence a nadie, pero eso no importaba.
o 37 Esa enorme cantidad de qente inquietó
mucho a los que tomaban al pie de la letra todo lo
oue leían en la Biblia. [maqihémonos a unos dos
rhillones de personas (pues éstan también las muje-
res v los niños) que libqan sedientas a uno de [os
pozós del desiehcj. un hóyo de medio metro de an-
tho, si se sacaran dos cáhtaros de agua por minu-
to, los últimcs tenCrían que esperar como dos años
Dara beber... Acemás esiaban'también los rebaños.
En realidad el grupo de Moisés no debía pasar de
cien familias.
- .a
Estas cifras enormes ouerían sencillamente e>:-
Dresar que el éxodo iniciaba una inmensa aventura
testinaáa a cambiar la historia del mundo: los
"ejércitos de Yavá" (7 ,4) tenían todo el futuro para
ellos. Estas cifras tenían además un valor simbóli-
co debido a que en hebreo los números no eran
representados en la escritura con cifras sino con
letras.
38. Esta mención a una turba numero.so que
sube con ellos podría ser una manera de anticipar
las debilidades del mismo grupo de los salvados.
Los compañeros de Moisés, y luego los israelitas
nrás obedientes a Dios, tendrán siempre a su lado
elernentos ducioscs que muchas veces los incitarán
a que se rebeien (Núm 1i,4).
9. EXODO 72
cuatrocí.entos treínta anos. ese mismo
dí.a, todos los ejércttos de Yaue salieron
de Egtpto.
'2 Esta es la noche U Ia uíqÍlta en ho-
nor de Yaué que sacé a Isráel det país
de Fgipto.Es[a noche es para yaóé, u
/os h[jos de Israel la pasáran uelandó,
año tras año. perpetuamente.
Cómo celebrar la Pascua
{qs ritos pára la celeblaci.on de la pascua.
N,i.ngun extranjero comerá de ella, * exce}to
et esclauo. comprado con ciínero, con tal' de
que huy?' sído'ci.rcLlncíd.ado. ;, Ét extrai¡eró
que. resi,de en [srael o que trabaja a tu seróÍclo
no la comerá
'6 EI cordero se comerá dentro de ta casa,.
no se sacará afuera ni un so/o pedazo, n[ le
q.uebrarán ninqun hueso- :7 Toda [a comuni-
dad de Israel óbseruará este rlto. * s¿ aloún
extranjero resi.dente quiere cerebrarra, tidnen
gue circu n.ci.darse /os uarones de su casa; en-
toncgs, po/ra partíctpar como cualqui.er pérso-
na d.el país. El que no esté círcuñcída'do no
puede comerla: " esta leg oale para ustedes u
para los extranjeros queniuan'entre usted.esl,
. ] Los híjos de lsrael hící.eron tal como yaué
Io habia mandado a Moisés u a Aarón. st u
aquel m,ismo día Yaué /os hblsalír de Egiptó,
bien ordenados como un ejército.
Los prirneros nacidos
pertenecerán a Dios
n=l ] Y.avé gijo a.Moisés: *Conságrame
I ^ s I todo. plimgg.enito. 2 Todos lo-s pri-
Iogénitos de los hljos de Israel son rnios,
tanto de hombre corrio de anirnales.,
- ' Moisés dijo al pueblo: ,Ustedes cele-
brarán este díá en qüe salieron ae fqiptól-de
la casa de Ia esclaúitud, al sacarioalá"E á;
ese lugar con mano fuerte. Este día no-có-
merán pan fermentado. o La fecha de su sa/¿-
da está en el mes de Auit:, mes de la primaue-
fd..»
B4
. ' Cuando Yavé te haya introciucido en la
tierra del cananeo. del heteo, dei amorreo,
del jeveo y dei jebuseo, la que pi'ometió con
jurarnento e tus padi'es que te daría a ti. tie-
rra oue rnana leche y mie!. tú celebrai'ás este
rito iagrado en este
-mes.
6 Durante siete dÍas comerás pan sin leva-
dura, y e! iía séptimo será tarnbién una fies-
ta Ce Yavé. ' En estos iías cornerás pan sin
levaciui'a; no se verá pan ferrnentado en todo
tu te¡'ritorio. ' En aquel dÍa ciirás a tus hijos:
Esto lo hacemcs recorCando Ic que hizo
Yavé ccnmigo cudndo salí Ce Egipto.
' Será corno una señal en tu rnano, y como
un recuerdo delante de tus ojos, d fin de que
la enseñanza ie Yavé esté siempre en tu bc-
ca; porque con mano fuerte te sacó Yavé de
Egipto. r0 Este preceptc Io guarCa¡'ás toCos
Ios años, d su Cebido L¡erÍrpu.
rr Cuando Yavé ie haya introducido en Ia
tierra Cel cananeo y te la haya dado en pose-
sión, '2 con_lagrarás a Yavé todos Ios pri-
mogénitos. Todo primer nacido de tus gana-
dos, si es macho, pertenece a Yavé. '3 Todo
primer nacido de burro ha de ser cambiado
por un cordero; si no, lo matarás. Tratándose
de personas, todo hijo primogénito será res-
catado.
'o Y cuando tu hijo te pregunte el día de
mañana: ¿Qué significa estoT Le dirás: Yavé
nos ha sacado de Egipto, de Ia casa de Ia es-
clavitud, con rnano fuerte; '' y como Faraón
porfiaba en no dejarnos salir, Yavé mató a
todos los primogénitos de Egipto, tanto de
hombres como de animales.
-Por
esta razón
sacrifico a Yavé todo .primogénjto rnacho, y
rescato al primer nacido de mis hijos.
't Estas normas serán como una señal im-
presa en tu mano, y como un recuerdo pen-
diente ante tus ojos, que te recuerde córno
Yavé nos sacó dé Egipto con mano fuerte.
La partida
. '' Cuando Faraón despidió al pueblo,
Dios no Io llevó por el carnirio del paíi de loé
filisteos, que era rnás corto. Pues Dios pen-
saba: -Si hay que combatír, tal vez el pu'eblo
. 42. La tradición judía hablaba de cuatro no-
ghes de.vigilia: Ia noihe de it creación áñ lá oüu
lJios había hecho Ia alianza con Abraham, la áel
Élg{q y la.últirna. la salvación defiñiivu. Lái ,isi-
Iras de-oración fuüeron siempre un rugar importa"n-
!-e ta¡1bién en las primeras éomunidáüás cristiañas
(!c 2L,34: Cot 4:2). En ras noCr,ále¿ ñiliááA;
Pascua y Pentecostés esas vigiliáé ráuniá.r t iu ;;:munidad cristiana al completo-.
. . 13.5 L+ consglación de los primogénitos
alcanrará su pleno sigñificado é"a"áo-l,rr i!?áá]iiás
estaran ya en Palestina, en contacto con los cana-
neos que sacrificaban a sus prirnoqénitos. ya ouZ
Ios primogénitos de Israel fuáron pásados por átó
en Ia última plaga, todo primogénito en Israel per-
lenece a Yavé, pero no será inmolado sino qu'e lo
rescatarán. Conlorme a esta lev, Jesús. primóqéni-
to de Dios y de María, será présentado én el Tem-
plo: Lc 2.22-
14. Este es un punto esencial para Ia familia is-
raelita, y tamb!én p-ara la familia c'ristiana. Quienes
transmiten Ia fe a sus hijos son'los padres. v Ia fe
se apoya en los hechos y en la expbrienciá de las
intervenciones de Dios en favor de- los suyos. Por-
que si Dios nos salva, e3 menester que eso se note-
. 17 E) camíno del país de los fílísteos era el
que discurría por las máigenes del mar Mediterrá-
rI
!
iI
B5
se asuste y vuelva a Egipto.,'t Por eso les hi-
zo dar un rodeo por el desierto hacia el Mar
Roic y los israelitas salieron de Egipio bien
peitrechados. '' Moisés llevó consigo tam -
'¡i¿n ios huesos Ce José, conforme éste había
hecho prorneter con juramento a los hijos de
Israel; Pues les dijo: uCon ioda seguridad
Dios los visitará; entonces se llevarán con
ustedes mis huesos.,
r0 Partie ron de Sucot y acamparon en
Etarn, que está en la proximidad del desierto.
:t Yavé iba dela nte Ce ellcs señalándcles el
carnino: de día iba en una columna cie nube;
de ncche, en una columna de fuego. ilu-
rninándolos para que anduvieran de noche
ccr"nc de día. zz La columna de nube no se
aoart.aba de ellos durante el día, ni Ia colum-
n'a Ce fuego de noche.
Perseguidos por los egipcios
ñ ' Yaué dtio a Moísés: 2 *Crdena a /os
LJ + I h'¡ios d.e ísrael que cambien de rumbo
U acampen frente a Pi.-Hajírot, que está entre
T"ttgdal g el mar, delante de Baal'Sefon. Al ll.e'
qa-r a eÉte lugar leuantarán el campamento
íunto al mar.i Asi, pues, Faraón pensará que
-[as
hí.jos de Israel andan errantes en el país g
que no pueden atrauesar el desi.erto.' Yo, en-
t'onces, haré que se ponga duro y los persíga
a ustedes; g luego, me haré famoso a costa
de Faraon g de tódo su ejérc[to, y sabra Egíp-
to que Ao sog Yaué., Ellos lo híci.eron así.
Paso del Mar Rojo
. ' Anunciaron al rey de Egipto que
el pueblo de Israel se había marchado.
De repente, Faraón y su gente cambia-
EXODO 1,4
ron de parecer respecto aI pueblo. Di-
jeron: -¿Qué hemos hecho? Dejamos
que se fueran los israelitas,'y ya no es-
tarán p ara servirnos.,,
6 Faraón hizo prep arar su carro y
llevó consigo su gente. 7 Tomó seis-
cientos carros escog idos, ¡todos los
carros de Egipto!, cada uno con sus
guerreros.
t Yaoé había end.urectdo el corazón del reg
A, mí,entras /os israe/itas se marchaban segu-
ros, él los persígui.o. s Los egí.pci.os, es decír,
todos /os carros, los cabal/os. tos jí.neies g el
ejércíto de Faraón, se lanzaron en su pers ecLi-
cíon A /es di.eron alcance míentras acampa-
ban junio al mar, cerca Ce Pi-llajtrot, frente a
Baal-Sefon.
'o Al aproximarse Faraón, los israeli-
tas pudieron ver que los egipios los es-
taban persiguiendo. Sintieron rnucho
rniedo y clamaron a Yavé; t' dijeron a
Moisés: «¿Acaso no había tumbas en
Egipto para que nos hayas traído a
morir al desierto?, ¿qué has ganado
con sacarnos de Egipto? tz Te dijimos
claramente en Egipto: Déjanos en pdz,
y mejo,r servirncs a los egipcios, por-
que más no conviene servir a los egip-
cios que morir en el desierto.,
13 Moisés contestó al pueblo: nNo
tengan miedo; quédense en su lugar y
verán la victoria que Yavé les concede
hoy. Esos egipcios que están viendo
hoy, Do los volverán a ver jamás.
neo. custodiado por destacamentos eqipcios que
podían crear problemas a los fugitivos.-Por eso el
!¡rupo de Moisés tomará el camjno más difícil. el
que atraüesa el desierto.
27. Aquí se habla de una columna de nube y de
una columna de fuego. Parece.que Dios manifiesta
su presencia con un siqno al mismo tiempo que es-
conde su misterio. El
"oriqen de esta bella imaqen
podría ser este: cudndo selevanta un pequeño cic-lón
bn el Sinaí (cosa nada rara), se descubre'por un'tor-
bellino que levanta granos de arena tan finos que
forman úna polvaredá cristalina impalpable. una ver-
dadera colurñna luminosa oue se dbsp'l aza lentarrten-
te y totalmente resplandáciente a'la luz del sol.
o t4.5 A diferencia de otros acontecimientos
de la historia santa, el pueblo no tiene ahora ningu-
na iniciativa: sólo carñina. El amor de Dios a su
pueblo recién nacido es el de un padre (según los
modelos autoritarios de la época) misericordioso.
Por sobre toda otra consideráción se preocupa de
lo que es ahora su propiedad, el pueblo que adqui-
rió fara su gloria ET f ,'14; AÉ 5,9)
El relato destaca el papel decisivo de Moisés.
Son muchos los grupos, familias y pueblos que fue-
ron favorecidos con intervenciones milaqrósas de
Dios y recibieron signos de- su bondad o de sus jui-
cios. Sin embargo, de no haber un profeta. coñro
lo es en este caso Moisés. para dar significado al
evento. Ios signos y los rnilagros no producirán na-
da. [-a historia sagrada está hecha de intervencio-
nes de Dios que los profetas han esclarecido, tra-
zando así una línea en Ia que se puede reconocer el
lenguaje de Dios
Ese paso por medio de las aguas confirma el
mensaie que encierra la palabra Pascua, o *Daso"
(L2,23).Los compañeros de Moisés han adqirir¡do
una nueva identidad, pasando a ser el pueblo'parti-
cular de Dios. Israel nació de ese paso. aun cu-ando
rueron necesarios varios siglos pára que adquiriera
plena conciencia de su misión. De ióual foima ei
paso por las aguas del' bautismo nos-confiere üna
nueva identidad, aun cuando haya avances y retro-
cesos en la conciencia que adquirirnos de huestra
incorporación a Cristo, y construye una comunidad
que es la Iglesia
10. EXODO 74
* Yave pelea.rá por ustedes, y ustedes
solamente mirarán.,
ii l, . ¡.,-1 yaué di.io a pfoisé_s: r¿por qu¿ ciarnas a
n:i? Di a los'h ¡os iitsá"t que se Donqan en
'archa- 'u Luégo leuanta [u' bastóñ. ¿íi¡enáe
tu rnana sobre, el mar g dtuidelo. para que los
hijos ce Israel pasen"en seco por
^ráti
iitmar.
. '' ,Yo, míentras tanto, end.ureceré el corazón
cie. [os. egtpci.os para que iJ¿q* ¿; Dersecu-
c_ton ce ustedes. g ne-hare firnoso a'costa d.e
F¡raon A,Cg,todó ylejerci.to, (á sus carros Ade su caballeria. 'u Enion ceé Egi.pto conoceíá
que Uo sog Yauté.,, u ' .
2t
Moisés extendió su rnano sobre el
mal y Yavé hizo soplar durante toda Ia
nocne un fuerte viento del oriente que
secó el mar.
Se diuidieron las agu?s. r, Los í.sraelttas pa-
saron en seco, por medi.o del mar; las aguas
les hacían de mura//as a uq"úla'u y- i-a¿;;-
cha.2i Los egtpcío:: se. lanzaron a iersegutr-/oj, V todo e( é¡ercito de rilaán' l"iro en me-
arc d.el. mar con sus carros g caba/los.
25
Pero Yaué düo a N'loisés: *Exttende tu ma-
no sob re el *aí A las aguas uoluerán sobre
Ios egtpcios, sus carros g sus caballos.,
27
Moisás extendi.ó su mano sobre el rnar.
Al amanecer, el rnar volvió a su Iu-
gar. Mientras los eS',?:!:: t;:r.aban de
huir, Yavé arrojó a- los egiPcios en el
mar.
3' Las aguas at uoluer cubríeron los .carfos g
los que los rno ntaban, a sea, todo. el eiércíto
de Faraón que había entrado en el m.ar pe¡st'
quíéndolosj no se escapó ni uno so/o. ?' Los
ísrae/itas. en cambío, habían pasaCo en me'
dio del mar; Ias aguas les hacian de murallas
a derecha e izquierda.
30
Aquel día, Yavé liberó a Israel del
poder de los egipcios; e Israel vio a los
egipcios muertos en Ia orilla del lTtar.
3'-lsrael vio los prodigios que Yavé
había obrado contra Egipto, y el Pue-
blo temió a Yavé. Creyó en Yavé y en
Moisés, su siervo.
B6
z¿
Llegada la madruga_da, Yavé rniró
a los egipcios desde. el fuego y la nu-
be, y piovocó el desorden en el ejérc.i-
to de'Faraón. zt Atascó las ruedas de
sus carros, eu€ no podían avanzar sino
con gran Cificultad. Entonces los. egiP-
cios ?i¡eron: nHuyarnos de Israel, Por-
que Yavé pelea con ellos contra noso-
tros.,,
¡e
El Ang91 de Dios que iba delante
de los israélitas pasó d'etrás de ;ll;r;
también la nube bn forma de columná
vino a colocarse detrás, 20
poniéndose
entre el campo de los israeiitas y el de
lgt egipcios. Esta nube era puru unos
ttnleblas y para otros ilurninaba la no-
che; y no se acercaron los unos a los
otros durante Ia noche.
'.. IEntonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico a
Yavé:'
nCantaré a Yavé, gue se ha cubierto de gloria;
caballos y carros ha arroiado en el mar.-
'. ¡Yu"é, rni fortaleza!, a él Ie cantaré,
é[ fue mi salvación,
15. En este texto las diferencias entre el relato
plimitivo, rnás sencillo y más Jo6iio.;'É; áa".-áróI
gluglg9s_posteriormente. son fáciles de dütinguir.
En esos.parrafos añadidos, que ponernos en c-ursi-
va, el rnrragro alcanza io íantásti-co, el r:ueblo atra-
qesa. el mar entre dos murollos de aqüo. mientiás
9],Igl1to_ primitivo dl u áátd"?t; q;¿;j'á;;;iüJi:m¡ento que se producía en esas ciriunstancias. r:or
mrlagroso que hayg sido, no tenía nada qué ver
9on, un superespectáculo: un pequeño ciestaiamen-
to oe carros había sido sorpr'endido. e Israel- i¡ó
"i os egi pcíos m uer tós-án- to
-;ñ¡¡;'áéi
;;r.
Sun cuando haya sido un siqno o un milaoro- v
no hay motivo paía cudaiio,-ñó;; ;i';ii;üJ'láque da origen ár puebro d¿'Dior.-rin.i'ru"-r'"iiáá
dramática de Eqipto- Se mencionará a veces ei rni-
lagro (ls 43,16f 5O,Z). pero constantemente se re-
cordará ai pueblo que Dios üno a "sacar un pueblo
de en medio de otio puebio" (Dt 4,34)- Fue libera-
do de Egipto, ya sea bn el sentido propio de l? pa-
iabra "libdrar", es decir, salvar de'ia esclavitud, cg-
mo en el otro sentido: que pasó a ser propiedaci de
Yavé. pertenecer exclusivarirente a Yavé.
'|D 15- 1 El paso del mar Rojo es tan sÓlo una
puerta abierta, pero el cántico cie Moisés amplía
Ios horizontes. Fue compuesto en tiempo de los re-
yes y recuercia el paso'del mar. más tarde Ia con-
quista de Paiesüna'y finalmente'la elección por pa-r-
te de Dios de Jerusálán como la capital y la sede de
su Templo, su son ta montaña (1 5, 17).
r EXODO 1587
él es mi Dios y lo alabaré,
el Dios de mi padre, lo ensalzaré.
' Yavé es un guerrero, Yavé es su nombre.
' Los carros de Faraón y su ejército:
¡los precipitó en el rnar!
Los rnejores de sus oficiales,
¡hundidos en el Mar Rojol
' Las aguas profundas los han sepultado,
hasta ei fondo cayeron como piedra.
t Tu diestra, Yavé, de tremendo poder,
tu diestra, Yavé, aplasta al enemigo.
' Tu Cloria derriba a tus adversarios, .
desatas tu furor y los devora como Paja.
t Al soplo de tu n ariz retrcceden las aguas,
Ias oias se paran como murallas;
Ics torbellinos cuajan en medio del mar.
e Dijo el enemigo: *Los perseguiré y los alcanzaré,
los tendré a merced, llevaré sus despojos;
sacaré mi espada y mi rnano los matará.,'
'o Mandaste tu sopio y e! rnar los cubrió,
y se hundieron como plomo en las aguas majestuosas.
rr
¿Q,uién como Tú, Yavé, entre los dioses?
¿Quién como Tú, glorioso y santo
terribie en tus hazáñas, auior de maravillas?
'2 ¡Extiendes tu rnano y se los traga la tierra!
'' Cuiaste con amor al pueblo que rescataste,
Io llevaste con poder a tu santa morada.
14
Lo oyeron los pueblos y se turbaron,
se asustaron los fiiisteos;
'5 los jefes de Edoi-n vacilan
y los generales de Moab se asustan,
se angustian los pcbladores de Canaán:
16
¡pavcr y espanto cayó sobre ellos!
Tu golpe fatal los deja petrificados
hasta que pase [u pueblo, Yavé,
hasta que pase el pueblo que comPraste.
'' Tú Io llevarás y lo plantarás en el monte que es tuyo,
el lugar en que habitas, oh Yavé;
el Saniuario del Señor, obra de sus mancs.
'8 ¡Q,ue Yavé reine eterna¡-nente!,
11. La alianza con el Dios único y el único
Dics oue tiene derecho a un culto, Do eiimina ia
experibncla de una multiplicidaC de presencias Ci-
vinas en la creación y en-ia vida cotidiana. ¿Habrá
cue hablar de dioses inferiores sometidcs a Yavé
cj ae espíritus o cie ángeles? Eso es pisar un terre-
no rnui difÍcii. Lo importante es que ellos tiem-
'oian y se postran detante del único Señcr (Sai
2?J y 89,8). ?lblp ios mostrará dominados_p-or
el Señor maniíestacio en Ia carne (Ef 1 ,21).
17 . Tú Io lleuorás y lo plantarás. Ei pueblo
de Dios es consciente de que su permanencia en
una tierra que comparte con otros pueblos resulta
fragil. §oig Dics puecie piantarios alli y nnantener-
lcs en ia tierra que mana leche y miei.
11. I
BBI unEXODO 15
re Corno Faraón entrara en ei mar,
con sus carros y sus caballos, Yavé hi-
zo volver sobre ellos las aguas del
mar. mientras Ios israelitas pasaban
en secc por meCic del mar.
20 Entonces Miriam. la profetisd,
hermana de Aarón. tcmó su pandereta
en la rnano, y todas las mujeres la se-
guían con tímpanos. danzando en co-
ío. 2r Y Miriu",', les entonaba las pala-
bras: uCantens a Yavé, que se ha
cubierto de gloria: carros y caballos ha
arrojado en el mdr.,,
Marcha hacia el desierto
Fue allí donde Yavé dio al pueblo
sus decisiones y sus decretos. AIIí Io
puso a prueba, " y Ie dijo: nSi de veras
escuchas a Yavé, tu Dios, y haces lo
que es justo a sus ojos, dando oídos a
EI maná
[-1 4 I ' Los [sraeiiras se marcharon
I r " I de Elim A llegaron al desierto
de Sin , entre El¡m { e/ Sinaí, et dia
quínce del seg una", nlcs LiesPi.és cie la
salída de Eqi.oto.
2 Toda líiomunídad de /os isra eli.tas
empezó a murmurar contra Moisás g
Aa'ron en el d,esí.erto. 3 Les d.ecíaí:
r¡Ojala Yaué nos hubíera hecho morir
en- Egipto! Alli nos sen tabamos junto a
las ollas de carne A ccmíamos,pan en
abundanci.a. Usted.es, en cambto, nos
han traído a este desi.erto en que todo
ese gentío mcrirá de hambre.,
o Pero Yavé ciijo a Moisés: uAhora
les hago llover pan del cielo; salga el
pueblo y recoja lo que necesita para
cada dia. Yo lo voy a probar, a ver si
guarda mi ley o no... ' El día sexto pre-
pararán lo que /es enuie, A será el do-
ble de la racíón dtaria.,
iiiiiriil;,.ilii:iiiiii.i'l'li..11ffi :ti#:iiiiffiiifi Í,"'¡¡':,'|',1,
:5jt l,',;,',fEñüt1:;:':¡:;';tr--::Í:-'- -: ' ¡2 |' -:
:: .: ::::r. f,::.:;.;:;:;:¡:;:;:.;¡;,2, tt!!Sdol.,,:,,,,,,,R
?t,1t;:iyg1a.r.1,',1t
sus mandatos y practicando sus nor-
rnas, no descaig'aré sobre ti ninguna
plaga de Ias que he descarg.a_do sobre
Ios égipcios; porque yo soy Yavé, que
te doy Ia salud.,
27 De allí pasaron a Elim, donde
había doce manantiales de agua y se-
tenta palmeras. Allí acamparon junto
a las aguas.
. 22
Moisés hizo partir a los israelitas
del Mar Rojo y fueron al desierto de
Sur. Alli anduvieron tres días por el
desierto sin encontrar agua.
z3 Llegaron a Mará. pero no pudie-
ron beber de sus aguas porque eran
amargas. Por esto se llamó aquel Iu-
gar Mará, esto es, Amargura. 2'r Ei
pueblo rnurmuró contra Moisés, di-
ciendo: -¿Qué beberemos?, 25
Y como
Aloisés invocara a Yar,é, !e enseñó
cierto árbol; Moisés Io echó en las
aguas, y se endulzaron.
20. Miriam Ia r:rofetisa. única con ese nombre
en la Bibiia (no ob§tante María viene de Miriam). es
"herrnana de Aarón': s€rá llamada también herma-
na cie Moisés en Nurn 26.59. Es muy probable que
lo mismo que Aarón haya sido el airía'cie un qrupo
ciel iesiertó. y ai igual ciue áste haya sido alia"da
'de
Moisés.
. 22 Lcs israelitas deiaron definitivamente
atrás Egipto. con sus hortajizas y sus campos de
rleqo. Ahbra Moisés les hizo tomár el caminb de la
liUártad. Como cualquier nación o ciase social que
logra su independeniia. tienen que hacerse respon-
sa*Dles de su propio destino. La liberación ás el
pr:ncipio ce uñ c-ámino cifícii y sacrificado. En este
camino se manifiesta Ia Provídencia de Dios y se
nroducen nnaravillas inesoeraCas. Dero Dios no
inuitiplica los milagros paia que los' -suyos tengan
una Vloa comoca y ¡lore oe preccupacrones.
Hambre y sed arnenazan a los que se aCentran
en el Sinaí, sin hablar Ce los habitahtes del desier-
to. L-as^ páginas que siguen evocan esos peiigros y
recuerdan aigunas inte¡venciones de ia Prcúiden-
cia.
23. I{a¡r existido siempre por doquier iioses
curanderos a los que se acude como se acude a la
consulta de un mádico. Pero aquí es Yavé que
quiere quitar el miedo y convencer de que se Ie cie-
já actuár' Yo soy Ycv¿. que te doy /o so/ud. EI
Dios de los Padíes no sófo es el qúe libera. sino
que también es dueño de nuestra condición física.
¡Cuántas veces el creyenle ha dado la prioriciad a
su misión antes que a. Ias preocupaciones pcr su
propia salud y el Señor lo há presei,'.ado!
. 16.1 En los tres capítulos siguientes el pue-
blo se prepara para entrar en Ia alianza, pero debe
hacer ántás cirirtas exoeriencias. En el Evanqelio
iesús afirma que debeinos confiar en Ia provlden-
cia del Padre que proporciona ei ¡:an de cada día, y
iuego quisg qüe sus primeros misioneros p.artieran
sin prcvisiones, sin saber quián compartiría con
eilcs su ccmlda, y ¿cuántas personas rnás nc han
hecho esa expeiiénéia tambié'n después?
Este texto hace iel pan de cada ciía un Con de
Dios. Cuando invita a e:'nr:render un camino difícil,
se comnromete también a dar ei oan que s€ necesi-
t3: ayuia a lcs cue creen y disiribuyen entre los
clemás lo que les ñacía falta á eilos.
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Cuando Ia Biblia nos presenia el cuadro hermoso
del ExoCo Ce tocio un puebio, está simpiificando la
¡'eaiidad. Los historiadores t:enen ahora por ciemos-
trado que varios grupos nómaias entraron o -iieron
de Egiptc en aquelios añcs: ei que se liberó con
Moi€s fue uno Ce ellos. Mas aún, ei reiato bíbilco pa-
rece mezciar lcs recuerdos de cios gn¡pcs i!íerentes.
Uno habría sido expuisacio Ce Eglpto con ocasión
Ce una peste 0a dácima plaga) en los años i40O, sa-
lrendo por la ,rrutd de las fcr*'aiezas y atmvesancjo ese
lugar de la costa a_i que ilegan las cocjornices» (E*
i6,13; Núm. 11.31). Luego vinieron al oasis cie
Cadés, cionie quedarcn iargo üempo. hasta que pasó
el otro grupo. Integraban esta caravana Ios de
Rubén, Simeón , Leví y .Judá; éstos enkarían a Pales-
üna por el sur.
El segundo grupo salió con Moisés. huyendo de
noche, en los años l26C- E§os tomaron el camino
de ios esclavos fugitivos, f)or el sur del Sinaí- Fueron
testigos iel milagro del Mar Rojo y, luego. llegaron ai
i{oreb pasando por el sector cjonde crecen los tama-
risccs que producen el maná tEx 16,74; Núm. 17.7).
Después ie ia estaciía en Cadás, este grupo, integra-
do por ias tribus de Efraírn. Manasél V Bánjarñín,
debía entrar a Paiestina por el este, atravesando con
iosué el Jordán (Jos 3).