1. S5 ACTIVIDAD2
ANALISISYABSTRACCION DELA INFORMACION
MARCO TEORICO
El estrés es la respuesta del organismo humano a todas las presiones a las que está sometido; una
situación estresante se presenta cuando debe hacerse frente a demandas conductuales que
resultan difíciles de realizar o satisfacer. En otras palabras, el individuo estresado depende tanto
de las demandas del medio como de sus propios recursos para enfrentarlo; así como de las
discrepancias entre las demandas del medio, externo o interno y la manera en que el individuo
percibe que puede dar respuesta a esas demandas. Se considera que el estrés provoca respuesta a
tres niveles: fisiológico, cognoscitivo y motor; estas respuestas favorecen una mejora en la
percepción de la situación y sus demandas.
Cuando las respuestas de estrés de los individuos se producen de manera continua en el lugar de
trabajo y a causa de éste; se genera un trastorno llamado “Estrés Laboral” o Síndrome de Burnout
(SB). Este síndrome es un grave problema social y de salud pública que afecta a miles de
trabajadores, sobre todo aquellos cuyas profesiones requieren una gran interrelación entre el
profesional y las personas hacia las que está dirigido su trabajo.
El Síndrome de Burnout, denominado también Síndrome de Desgaste Profesional, Psíquico o del
Quemado, fue descrito por primera vez en 1961 en la publicación “A burnout case” por Graham
Greens.
En 1974, el psiquiatra Herbert Freudenberger lo conceptualiza como “la sensación de
agotamiento, decepción y pérdida de interés por la actividad laboral, que surge especialmente en
aquellos que se dedican a profesiones de servicio como consecuencia del contacto diario con su
trabajo”, describe al burnout como un conjunto de síntomas medico-biológicos y psicosociales,
inespecíficos que se desarrollan en la actividad laboral como una demanda excesiva de energía
(27). Según Freudenberger, las personas más dedicadas y comprometidas con el trabajo son las
más propensas a padecer el SB, especialmente las que trabajan en profesiones de ayuda a otras
personas.
En 1980, Edelwich describió cuatro fases que aparecían en el SB: una fase inicial de entusiasmo,
con altas expectativas profesionales poco realistas; fase de estancamiento, en la que el profesional
observa que su trabajo no siempre tiene el resultado esperado de reconocimiento de sus
superiores; fase de frustración, en la que el profesional se cuestiona el valor de sí mismo y de su
trabajo, además las fuentes de insatisfacción por el trabajo; fase de apatía o indiferencia hacia el
trabajo.
2. En 1986, las psicólogas sociales Maslash y Jackson definieron el SB como “el proceso de pérdida
gradual de responsabilidad y desinterés entre los compañeros de trabajo en su campo de
formación”. Una de las definiciones más aceptada entre los investigadores del tema es la que
aportan estas autoras, que lo precisaron como: “el cansancio emocional que lleva a una pérdida
de motivación y que suele progresar hacia sentimientos de inadecuación y fracaso”.
Se ha establecido que en las personas dedicadas al cuidado de la salud, el desarrollo de este
síndrome se relaciona con las características del trabajo, la intensidad del mismo, los recursos
laborales, sobre todo en aquellas actividades relacionadas con servicios humanos y en la
educación. Se le ha vinculado con características demográficas como la edad y el género. Sin
embargo en el año 2004 fue publicada una revisión bibliográfica sobre artículos que evaluaban el
nivel clínicamente significativo en residentes médicos, los factores asociados a su desarrollo, las
consecuencias y las medidas preventivas; de dicha revisión se desprende que para la aparición del
síndrome son importantes las características laborales, pero no se encontraron diferencias en
cuando al género, al estado civil y a la presencia de hijos.
Como elementos o dimensiones características de SB, están a) cansancio emocional o pérdida de
recursos emocionales para enfrentarse al trabajo, que se muestra en la pérdida progresiva de
energía, el agotamiento, la fatiga, que se manifiesta física o psíquicamente; b) despersonalización
o desarrollo de actitudes negativas y de cinismo hacia los pacientes, mostrada en cambio negativo
en las actitudes y respuestas hacia los demás, con irritabilidad y pérdida de motivación hacia el
trabajo; y c) bajos logros personales o tendencia a evaluar negativamente el propio trabajo con
apreciaciones de baja autoestima profesional. Estas características se valoran en tres dimensiones:
alta, intermedia y baja.
Podemos entender las 3 dimensiones citadas de la siguiente manera:
Agotamiento emocional: se define como cansancio y fatiga que puede manifestarse física,
psíquica o como combinación de ambas. Es la sensación de no poder más de sí mismo a los
demás.
Despersonalización: se entiende como el desarrollo de sentimientos, actitudes y respuestas
negativas, distantes y frías hacia otras personas, especialmente hacia los beneficiarios del
propio trabajo. Se acompaña de un incremento en la irritabilidad y una pérdida de
motivación hacia el mismo. El profesional trata de distanciarse no solo de las personas
destinatarias de su trabajo, sino también de los miembros del equipo con los que trabaja,
mostrándose cínico, irónico, irritable e incluso utilizando a veces etiquetas despectivas
para aludir a los usuarios y tratando de hacerles culpables de sus frustraciones y descenso
de rendimiento laboral.
3. Disminución de la autorrealización profesional y/o personal: surge cuando se verifica que
las demandas que se le hacen, exceden su capacidad para atenderlas de forma
competente. Supone respuestas negativas hacia un mismo y hacia su trabajo, evitación de
las relaciones personales y profesionales, bajo rendimiento laboral, incapacidad para
soportar la presión y una baja autoestima. La falta de logro personal en el trabajo se
caracteriza por una dolorosa desilusión y fracaso en dar sentido personal al trabajo. Se
experimenta sentimientos de fracaso persona (falta de competencia, de esfuerzo o
conocimientos), carencias de expectativas y horizontes en el trabajo y una insatisfacción
generalizada.
Manifestaciones clínicas
Los síntomas del burnout son muy complejos, el síndrome se ha descrito en alrededor de 60
profesiones y grupos poblacionales.
Lo que puede observarse de manera subjetiva es lo siguiente:
1. Psiquiátricas. Deterioro progresivo y encubierto de la persona, como depresión y ansiedad
crónicas, trastornos del carácter, suicidio, disfunciones familiares graves (violencia) y adicciones
(incluida la adicción al trabajo).
2. Somáticas. Cuadro de estrés con expresiones variadas de tipo muscular, endócrino, nervioso,
circulatorio y otros cuadros psicosomáticos.
3. Organizacionales. Deterioro en las relaciones laborales que provoca distintos tipos de efectos,
como el empobrecimiento del desarrollo profesional, rivalidad, individualismo, fallas operativas
reiteradas, desmotivación e inconformismo.
En la actividad profesional, el médico puede tener las siguientes conductas:
1. Ausencia de compromiso emocional: la pérdida de contacto relacional puede manifestarse en
un trato distante, mal manejo de la información y falta de respuesta a las emociones del otro.
2. Disociación instrumental extrema: se expresa en conductas automáticas y rígidas, como:
comunicación unidireccional, exceso de pedido de estudios, repetición de discursos
automatizados, uso exclusivo de lenguaje técnico e intervenciones innecesarias.
3. Embotamiento y negación: la falta de conciencia del propio estado de agotamiento e irritación
constantes
DIAGNOSTICO
Se han descrito varios métodos para el diagnóstico del síndrome como por ejemplo: el Burnout
Measure (BM) que es una escala con 21 ítems con 7 opciones que miden el agotamiento físico,
mental y emocional; el Staff Burnout Scale (SBS) y la Teacher Attitude Scale (TAS); pero la escala de
Maslach (Maslach Burnout Inventory – MBI) es considerada el test de elección para determinar la
4. presencia del síndrome de burnout y fue validada para su aplicación en personas que trabajan en
servicios asistenciales de salud.
Cuestionario Maslasch
Para la medición del SB y sus dimensiones crearon el Maslach Burnout Inventory – Health Services
Survey (MBI-HSS). Cuestionario Maslach de 1986 que es el instrumento más utilizado en todo el
mundo. Esta escala tiene una alta consistencia interna y una fiabilidad cercana al 90%, está
constituido por 22 ítems en forma de afirmaciones, sobre los sentimientos y actitudes del
profesional en su trabajo y hacia los pacientes y su función es medir el desgaste profesional. El
cuestionario Maslach se realiza en 10 a 15 minutos y mide los 3 aspectos del síndrome: Cansancio
emocional, despersonalización, realización personal. Con respecto a las puntaciones se consideran
bajas las por debajo de 34, altas puntuaciones en las dos primeras subescalas y bajas en la tercera
permiten diagnosticar el trastorno.
1. Subescala de agotamiento emocional. Consta de 9 preguntas: 1, 2, 3, 6, 8, 13, 14,16, 20. Valora
la vivencia de estar exhausto tanto física como emocionalmente por las demandas del trabajo.
Puntuación máxima 54
2. Subescala de despersonalización. Está formada por 5 ítems: 5, 10, 11, 15, 22. Valora el grado en
que cada uno reconoce actitudes de frialdad y distanciamiento, incluye el aislamiento y evitación
de otras personas, asociado a endurecimiento afectivo; con desarrollo de actitudes de
insensibilidad y cinismo hacia los receptores del servicio. Puntuación máxima 30
3. Subescala de realización personal. Se compone de 8 ítems: 4, 7, 9, 12, 17, 18, 19, 21. Evalúa los
sentimientos de autoeficacia y realización personal en el trabajo: incluye sentimientos de fracaso y
baja autoestima con tendencia a evaluar de manera negativa el trabajo realizado. Puntuación
máxima 48.
Cada ítem consta de 6 alternativa se mide según los siguientes rangos:
0 = nunca;
1 = pocas veces al año o menos;
2 = una vez al mes o menos;
3 = unas pocas veces al mes o menos;
4 = una vez a la semana;
5 = pocas veces a la semana y
6 = todos los días
Se consideran que las puntuaciones del MBI son bajas entre 1 y 33. Puntuaciones altas en los dos
primeros y baja en el tercero definen el síndrome.
5. Síndrome de burnout completo: se presenta en aquellos individuos con: - niveles altos de
agotamiento y despersonalización y, -niveles bajos de realización personal.
Síndrome de burnout incompleto: incluye los individuos que presentan altos niveles de
agotamiento y despersonalización con niveles medios de realización personal.
Este test pretende medir la frecuencia y la intensidad con la que se sufre el Burnout.
Las consecuencias de la presencia del SB en el personal de la salud se traducen en
“alteraciones emocionales y conductuales, psicosomáticas y sociales, pérdida de la eficacia laboral
y alteraciones leves de la vida familiar”; y se puede llegar a un “alto nivel de absentismo laboral,
tanto por problemas de salud física como psicológica, siendo frecuente la aparición de situaciones
depresivas, automedicación, ingesta de psicofármacos y aumento del consumo de tóxicos, alcohol
y otras drogas”, afectando de esta manera la eficacia profesional del médicos.