3. OBJETIVO Asumir las Realidades Humanas como necesarias para la salvación, el Magisterio como una de las fuentes para profundizar la Palabra de Dios y la Oración como un compromiso dialogal con Dios.
4. ¿Las realidades humanas nos permitirán conocer a Dios? ¿Qué es eso del “Magisterio de la Iglesia? Para ustedes, ¿qué es la oración?
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6. Las Realidades Humanas Como hemos mencionado en capítulos anteriores, la teología de la revelación ha avanzado y ha ido descubriendo la relación que existe entre las realidades humanas y las instancias reveladoras. Aunque hay verdades que sólo pueden ser conocidas por Revelación, hay otras verdades que son conocidas exclusivamente por la razón.
7. Cabe aquí mencionar que hay instancias portadoras del mensaje original y propio de Dios que se revela, pero otras religiones tienen “semillas de la Verdad” y contienen valores y verdades que son equivalentes a las nuestras. Sin quitar a la Biblia su valor único e incomparable, reconocemos el valor revelador y mediador de los libros sagrados de otros pueblos.
8. La enseñanza de la Iglesia también es original y no se puede asimilar a las demás ideologías, ni a las doctrinas filosóficas, pero ciertamente está enraizada en el pensamiento natural de la humanidad. Es de notar que todos que todos los gestos, símbolos, actitudes, cantos, acciones simbólicas, etc. crecen desde dentro de la humanidad que busca a su Señor.
9. La Iglesia no es un cuerpo extraño a la humanidad. Su presencia y su actividad tienen sentido únicamente en función de la Salvación de los hombres. Todo esto hace que las realidades del mundo y de la historia sean la raíz oculta de la Revelación y también el inicio de las mediaciones de la Palabra de Dios.
10. Nuestra catequesis ha de estar por eso en contacto vivo con la creación, la historia humana y las aspiraciones del hombre. Estas tienen que ser el punto de contacto con la realidad del hombre, el camino donde transita la catequesis de la Iglesia.
11. El Magisterio En la lista de las fuentes o figuras de la Catequesis está el Magisterio de la Iglesia. El magisterio de la Iglesia tiene la labor de interpretar las Sagradas Escrituras y la Tradición de la Iglesia. Esto lo hacen los obispos (sucesores de los apóstoles) junto al Papa (sucesor de Pedro).
12. Y este Magisterio está al servicio de la Palabra de Dios. No sobre él. Además de la enseñanza de la Iglesia, y la interpretación auténtica de las Sagradas Escrituras, también se expresa en la Liturgia que ordena y pone en relación con Cristo, y con la vida de la Iglesia, en la que su palabra suscita y legitima nuevas formas de vida cristiana.
13. “Con ustedes soy cristiano, para ustedes soy Obispo” (San Agustín de Hipona)
14. Muchos confunden el Magisterio con los documentos de la Iglesia, sin embargo abarca mucho más.
15. La Catequesis y la Oración Toda la actividad de la Iglesia está inscrita en el ambiente y en la actitud de la oración. La oración es el creer en el misterio cristiano, celebrarlo y vivir de él en una relación viviente y personal con el Dios vivo y verdadero. La oración es como el aire que se respira para la catequesis.
16. La oración es esencialmente la puesta en práctica del diálogo entre Dios y el hombre. La catequesis constituye en gran parte iniciación en la oración y comunicación con Dios. Toda la catequesis nos mueve a entrar en relación viva con Dios.
17. Este es el gran compromiso del catequista, enseñar sobre la oración no sólo con las palabras sino también con el testimonio de la propia oración. Que ha de tener un lugar primordial en todo el encuentro catequístico
18. Toda la Iglesia reza por los catecúmenos y ruegan a Dios para que haga fecunda la Palabra de Dios sembrada en ellos.
19. “Para mantenernos fieles a Dios tenemos que reconocer nuestra realidad humana, guiarnos en esas circunstancias por el Magisterio y Dialogar con Dios.”
