2. En el proceso productivo ocurre una distribución espontánea del
ingreso entre los participantes, que son los dueños de los factores
de producción: tierra, trabajo, capital y empresa.
La distribución del ingreso, obtenido como producto del proceso
productivo, se hace en forma de salarios, intereses, rentas y
ganancias.
Pero las proporciones en la distribución están lejos de ser
equitativas, lo cual es objeto de juicios morales, interpretándose
como una medida de las injusticia social en un país.
3. Esta desigualdad en la distribución del ingreso se produce tanto en
los países en vías de desarrollo como en los países desarrollados.
4. El coeficiente o índice de
Gini, es un instrumento
analítico para medir la
desigualdad.
Se basa en la Curva de
Lorenz (ver gráfico).
Relaciona en un cociente,
el área entre la curva
hipotética de igual
distribución (A) con el
área bajo la curva de
distribución defectiva del
ingreso (B).
5. Para calcular el índice de Gini es preciso haber ordenado los
ingreso de menor a mayor, y relacionarlos con los segmentos de la
población dividida en grupos iguales (normalmente, en quintiles).
Así se asocia por ejemplo, el 20% del ingreso con el 20% de la
población, y así hasta llegar al 100%; buscando con ello identificar
la brecha existente entre la distribución efectiva del ingreso y el
ideal deseado.
6. El grado de tolerancia de las sociedades con respecto a la
desigualdad es muy diferente y depende de muchos factores.
La cuestión de la movilidad social, entendida como el cambio de estrato
socio-económico de referencia hacia uno de mayor bienestar, es
determinante del grado de tolerancia. A mayor grado de movilidad, mayor
tolerancia.
Cuanto más difícil sea la movilidad de un estrato a otro, en base a la
meritocracia, más intolerancia existirá a la desigual distribución del ingreso.
Es importante también la ideología como un determinante de la tolerancia;
en los países conservadores se atribuye la diferencia en el ingreso a las
capacidades, esfuerzo, decisiones y responsabilidad de cada persona, por
lo cual las desigualdades no son objeto de preocupación.
7. Hay distintas formas de analizar la desigualdad:
La desigualdad funcional, mirando la diferencia de ingresos entre
los participantes según su función en el proceso productivo (los
empresarios gana más que los obreros, por ejemplo).
8. La desigualdad regional,
mirando las diferencias en
el promedio de ingreso,
comparativamente entre
diferentes regiones o
territorios (por ejemplo, en
el sector rural el ingreso
per cápita es mucho más
bajo que en las ciudades).
9. La desigualdad sectorial, comparando los ingreso de los
participantes en los distintos sectores o industrias económicas (por
ejemplo, los trabajadores de más baja productividad localizados
en el sector agrícola, reciben un ingreso más bajo que los obreros
industriales).
10. La desigualdad personal, observando las diferencias de ingresos
entre personas, las cuales a su vez difieren en función de atributos
como: el trabajo que realizan, las propiedades que poseen, su nivel
de cualificación, el status social e incluso su género.
11. La sociedad está estratificada según la escala de ingresos en tres
clases:
La clase alta, cuyos ingreso provienen en su mayor parte de la
propiedad.
La clase media, que percibe ingresos por su trabajo y en menor
proporción por propiedades.
La clase baja, cuyos ingresos provienen exclusivamente del trabajo.
12. En general, la desigualdad económica es mas acentuada en los
países en vías de desarrollo que en los países desarrollados.
Esto fundamentalmente se debe a las siguientes razones:
En los países desarrollados hay más equilibrio entre las necesidades y la
disponibilidad e mano de obra cualificada y no cualificada.
Los países desarrollados presentan mayor equilibrio económico sectorial y
regional; mientras que en los países en desarrollo presentan un dualismo
entre regiones deprimidas y dinámicas.
Los ingresos de la propiedad están mucho más concentrados en los países
en desarrollo.
El acceso a la educación y los servicios básicos está mucho más difundido
en los países desarrollados.
En los países desarrollados es mucho más efectiva la acción redistribuidora
del Estado.
13. Las fuerzas que favorecen la concentración de la propiedad y del
ingreso son automáticas.
Los trabajadores de la masa de asalariados y los pequeños
propietarios carecen de capacidad de ahorro, lo cual es
correlativo con sus ingresos. Estas tendencias son más agravadas
en los países en vías de desarrollo.
14. Fin de la unidad. Pase a las preguntas de repaso en el texto.