2. Hitler: El ascenso del mal
Una producción canadiense de sólo 2 capítulos, protagonizada por un
excelente actor, Robert Carlyle (Trainspotting, Full Monty) en el papel de Hitler.
Se trata de todo un desafío, no caer en el estereotipo del orate vociferante.
3. Hitler: El ascenso del mal
El guión de John Pelmier y G. Ross Parker peca de algunos puntos flacos. En
primer lugar, no logra escapar del todo del estereotipo mencionado (quizás
por que el estereotipo, por increíble que parezca, no esté tan lejos de la verdad
histórica).
4. Hitler: El ascenso del mal
En segundo lugar, faltan algunas precisiones que permitan entender al lector
no erudito en historia contemporánea cuáles fueron los factores que
permitieron el ascenso de Hitler.
5. Hitler: El ascenso del mal
Cómo Hitler logró que las clases alta y media se arrojaran en sus brazos
mediante el recurso permanente de agitar el cuco del comunismo.
6. Hitler: El ascenso del mal
Cómo la élite militar, la aristocracia terrateniente y la gran burguesía alemana
se arrojaron en los brazos de este advenedizo, creyendo que podían
manipularlo para terminar siendo devorados por él.
7. Hitler: El ascenso del mal
La serie abarca desde la niñez de Hitler hasta la famosa Noche de los cuchillos
largos, en la que Hitler se quitó de encima al que fuese su mano derecha y,
quizás, su único amigo, Ernst Rohm.
8. Hitler: El ascenso del mal
Las historias paralelas de Ernst y Frida Hanfstaengl –aliados de Hitler,
desilusionados después- y del periodista Fritz Gerlich, gran adversario del
führer, agregan interés y dramatismo a la historia.
9. Hitler: El ascenso del mal
En resumen, un producto digno, aunque mejorable. Una nueva versión en la
que se agregasen más detalles y precisiones no estaría mal. De hecho, podría
trabajarse a partir de lo ya existente.