1. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Después de la tormenta
Muchas veces no entendemos los designios de Dios al llevarse a nuestros seres
queridos y más si es un hijo, como nos enojamos con él y con la vida por ello pero más nos
enojamos con los hombres que lo provocaron y nos llenamos de broncas, resentimientos y
venganzas y la inútil necesidad de que se haga justicia, pero la justicia muchas veces nos
defrauda y nos lastima más que el propio duelo y los hombres que sirven en ella muchas
veces juegan con los sentimientos de las víctimas y victimarios para sacarles un beneficio
propio.
Así nos pasó a nosotros y nos fuimos llenando de broncas y resentimientos que no
nos permitían vivir en paz y no dejaban descansar en paz a nuestro hijo, hasta que un día
los hombres decidieron reunirnos para sacar a flote nuestras miserias humanas.
Pero esta parte humana que quisieron manipular les jugo en contra ya que ese
encuentro nos sirvió para comprender que la otra parte también sufre como nosotros y esta
parte solo dijo lo sucedido sin mancillar la memoria de mi hijo.
Qué grande es Dios cuando implanta su justicia, pero no lo hace para que las
personas sufran, si pensamos esto estamos equivocados, lo hace para que los hombres
vean que la verdad siempre triunfa y que los malos sentimientos no sirven de nada cuando
en vez de ver a un enemigo vemos a otra persona que sufre como nosotros y comprendemos
lo que antes no queríamos ver que Dios quiere que pasemos por esta vida perdonando y no
odiando.
Después de este encuentro quede desarmada por Dios, antes escuche esa frase que
Dios te desarma, pero no la comprendía, hoy si es una sensación muy rara en el cuerpo, es
una mezcla de paz y de pena por el que sufre como yo y nunca quise ver, es un apretón en
mi corazón que me reprocha mi equivocación y hasta me hace enojarme conmigo por mi
proceder egoísta y mundano que solo pensaba en venganza.
Tengo ganas de salir y gritar todolo que siento, que si los hombres nos manejáramos
con la verdad y los buenos sentimientos que tenemos muchas veces escondidos todo sería
más fácil de asimilar y hasta el dolor más grande es posible de sanar.
Hoy se lo que se siente ser desarmada por Dios y como funciona su justicia, que no
juzga a los hombres si no a sus malos sentimientos como los que yo tuve hasta hace poco,
hoy se que Dios me desarmo para que vuelva armarme pero bajo su tutela y no las de este
mundo y duele, pero es como el dolor de dar a luz, luego viene la calma y creo que Dios me
puso una prueba muy difícil al ponerme enfrente de esta persona, pero también se que como
el me preparo para la perdida de mi hijo, también me preparo para este momento.
Decidí entonces desde mi corazón escribirle esta carta para aquel hombre que Dios
quiso que se cruzara en nuestras vidas.
2. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Para Hernán
Que decirte que ya no te haya dicho, que decirte que vos no sepas si el dolor se instaló
en tu corazón igual que en el mío.
Quien iba a pensar que aquel día sin conocernos nuestras vidas se cruzaron fruto de
la fatalidad.
Mucha agua paso bajoel puente desde aquel 14 de Mayo, cuantos reproches, broncas
y sentimientos contradictorios propios del ser humano fruto del dolor de perder a un hijo
que fue la luz de mi vida y será luz hasta el día de mi muerte.
Aquella persona maravillosa que fue mi hijo, me enseño con sus jóvenes veintiséis
años la sabiduría de sus pensamientos y sentimientos.
El paso por este mundo dando lo mejor de sí mismo, sus valores.
Me enseño que todo en la vida pasa y hasta sus enojos eran pasajeros y sabia
perdonar grandes desilusiones y grandes dolores.
Me enseño que la vida es bella y hay que vivirla a costa de lo que sea., su sonrisa
quedo grabada en mi mente juntoa su último beso, ese que ni imagine fue el de la despedida.
Ese maravilloso ser es el que me protege y me sostiene en mis momentosmás difíciles
y es el, quien me fortalece, él sabe en los valores que lo eduque y no puedo faltarle a ellos.
Hoy después de tantos malos sentimientos, surge esa sonrisa para mostrarme el
camino y sé que a pesar de mi dolor, puedo seguir en esta vida ayudando al que sufre como
yo. hay muchos por que sin respuestas, muchas preguntas que se quedaron en el vacío de la
despedida, esa que no pudo ser porque mi hijo se sumergió en un sueño eterno del que nunca
despertó, pero lo que si es una realidad es que hay dos familias que sufrieron ya demasiado
y como te dije hace casi un año, mi hijo nos traerá la paz que tanto necesitamos para seguir
y que Dios sabe de sus tiempos y por eso demoro el encuentro y por algún motivo cruzo
nuestros caminos y ese momento de paz y contemplación ya empezó a vislumbrarse en
nuestras vidas, no sé si nos volveremos a ver, tal vez si, hoy sé que no hay que forzar los
tiempos, esos le pertenecen a Dios.
Pero si en mi esta ayudarlos, ten por seguro allí estaré.
“Al que ha vivido intensamente el día, la noche lo encuentra lleno de luz. Y en
ella, de todos los recuerdos, que ya no están más como los objetos fuera de uno mismo,
sino que se los trae formando parte del propio ser.
Nos llevamos noche adentro todo lo que hemos dado y amado en el día. Solo se nos
arrebatan las cosas a las que nos apegamos y no queremos entregar.”
(Mamerto Menapace)
3. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Cuando Dios te desarma
Muchas veces no entendemos los designios de Dios al llevarse a nuestros seres queridos y
más si es un hijo, como nos enojamos con él y con la vida por ello pero más nos enojamos
con los hombres que lo provocaron y nos llenamos de broncas, resentimientos y venganzas
y la inútil necesidad de que se haga justicia, pero la justicia muchas veces nos defrauda y
nos lastima más que el propio duelo y los hombres que sirven en ella muchas veces juegan
con los sentimientos de las víctimas y victimarios para sacarles un beneficio propio.
Así nos pasó a nosotros y nos fuimos llenando de broncas y resentimientos que no
nos permitían vivir en paz y no dejaban descansar en paz a nuestro hijo, hasta que un día
los hombres decidieron reunirnos para sacar a flote nuestras miserias humanas y así
nosotros descargábamos nuestras broncas y la otra parte ensuciaba la memoria del que ya
no está.
Pero esta parte humana que quisieron manipular les jugo en contra ya que ese
encuentro nos sirvió para comprender que la otra parte también sufre como nosotros y esta
parte solo dijo lo sucedido sin mancillar la memoria de mi hijo.
Qué grande es Dios cuando implanta su justicia, pero no lo hace para que las
personas sufran, si pensamos esto estamos equivocados, lo hace para que los hombres vean
que la verdad siempre triunfa y que los malos sentimientos no sirven de nada cuando en ves
de ver a un enemigo vemos a otra persona que sufre como nosotros y comprendemos lo que
antes no queríamos verque Dios quiere que pasemos por esta vidaperdonando y no odiando.
Después de este encuentro quede desarmada por Dios, antes escuche esa frase que
Dios te desarma, pero no la comprendía, hoy si es una sensación muy rara en el cuerpo, es
una mezcla de paz y de pena por el que sufre como yo y nunca quise ver, es un apretón en
mi corazón que me reprocha mi equivocación y hasta me hace enojarme conmigo por mi
proceder egoísta y mundano que solo pensaba en venganza.
Tengo ganas de salir y gritar todolo que siento, que si los hombres nos manejáramos
con la verdad y los buenos sentimientos que tenemos muchas veces escondidos todo sería
más fácil de asimilar y hasta el dolor más grande es posible de sanar.
Hoy se lo que se siente ser desarmada por Dios y como funciona su justicia, que no
juzga a los hombres si no a sus malos sentimientos como los que yo tuve hasta hace poco,
hoy sé que Dios me desarmo para que vuelva armarme pero bajo su tutela y no las de este
mundo y duele, pero es como el dolor de dar a luz, luego viene la calma y creo que Dios me
puso una prueba muy difícil al ponerme enfrente de esta persona, pero también sé que como
el me preparo para la perdida de mi hijo, también me preparo para este momento.
Gracias a todos por acompañarme en este proceso y estar a mi lado.
4. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
Aceptando tu voluntad, Señor
Cuando los caminos de Dios son tan incomprensibles a nuestra mente limitada es
cuando debemos abandonarnos a él y dejar toda en sus manos, el hombre es un ser finito
que con la propia lógica no es capaz de entender y razonar las cosas de Dios, solo a partir
de la fe, gracia divina de Dios, la que aceptamos libremente podremos empezar a correr el
velo de sus misterios, y mientras más lo corremos más nos damos cuenta que no sabemos
nada.
En esta entrega total a Dios y a su voluntad va también nuestra confianza plena en
El, siempre, que se haga su voluntad y no la nuestra.
En esta voluntad de Dios me encuentro sumergida en esta etapa de mi duelo,
incomprensible e ilógica a todo razonamiento humano, pero ya Dios me había empezado a
preparar para este momento muchos años atrás de todo lo sucedido y otra vez dejo que se
haga su voluntad, como la primera vez que me llamo a su comunidad, como la segunda
cuando deje en sus manos la vida de mi hijo y hoy aceptando sus designios tan misteriosos
para mí y que se escapan a mi razonamiento.
Allí estaba yo caminando hacia aquel lugar donde se encontraba la persona que
estaba involucrada en el accidente de mi hijo el cual le costara la vida, aquella persona que
días atrás se presentó ante mi sin yo desearlo porque me aterraba su sola presencia, aquel
hombre sin rostro hasta ese momento, y en ese momento comprendí muchas cosas, la
principal que sufría como yo la muerte de mi hijo.
Y mientras más me acercaba más me torturaba mi lógica humana, esa lógica que un
día me llevo a cuestionar el “Perdona nuestros pecados como nosotros perdonamos a los
que nos ofenden” imposible perdonar a la persona que causo la muerte de un hijo, ilógico e
irracional.
Pero allí estaba frente a mí por segunda vez, ya no con los abogados, si no frente a
frente, persona a persona, cara a cara.
Y volví a contemplar aquel rostro dolido y comprensivo, tal vez con miedo, tal vez no.
Y me vi, sentada enfrente a frente, con aquella persona desconocida, pero algo en mi
interior me decía que Dios quería que yo la conozca, que yo supiera de sus sentimientos, que
ese encuentro no se `podía demorar más, este era el día en el que Dios izo su voluntad
nuevamente sobre la mía y así lo acepte, porque Dios me demostró que en el todo se puede,
hasta el más grande dolor y el perdón.
Conformecomenzamos hablar, todo se fuedando en un ambiente cordial y de respeto
el uno para el otro y salieron a flotetodos nuestros sentimientos, cuestionamientos y nuestras
verdades, me encontré con un ser humano especial, muy distinto a tantas personas que se
creen dueñas de la verdad, soberbias y altaneras, él no es así y me lo demostró a cada
momento tratando de consolarme y de hacerme sentir bien.
En mi mente quedo su mirada tan clara y sincera y creo no equivocarme.
5. Desde el cielo la memoria de Edgar Adrián Hermosilla
A Dios siempre le preguntamos el ¿ por qué? de las cosas y no el¿ para qué?, que
tiene un abanico grande de posibilidades, hoy entiendo más el para que, aunque todavía no
lo encuentro, pero creo sinceramente que a partir de este día Dios nos juntó para encontrar
ese para que, y él porque es más simple, para que mi hijo pueda descansar en paz al ver a
su mamasuperando las barreras de la lógica humana y aceptando los designios de Dios, ese
Dios que el ya conoce personalmente y nunca lo abandonara, y desde su cielo junto a Dios
y a María siguen dándome fuerzas para seguir luchando en esta vida, dándole un rumbo
totalmente distinto al que imaginaba.