1. La orden Heráldica
Por Alexander Dorado Albán
¿Por qué personas triunfan y otros fracasan? ¿Por qué personas que cuentan con todas las condiciones
para triunfar y tener éxito en la vida no consigue? ¿Por qué otros con menos condiciones, abrazan el
éxito y logran una vida de plenitud y éxitos?
Hay personas que tienen fe, pero ésta no les ese suficiente para tener éxito; otros trabajar arduamente
pero no lo hacen de manera organizada, sistemática y disciplinada. Sabemos que no es suficiente con
trabajar duro, hay que hacerlo inteligentemente.
Hay una virtud que está presente en la vida de las personas exitosas, la disciplina. Las personas que
han logrado destacarse a través de sus logros, han demostrado que la disciplina es un requisito
fundamental para el éxito.
Disciplina como modo de vida; disciplina en el manejo del tiempo, el dinero, los recursos; disciplina en
las relaciones con los demás, laborales y familiares; disciplinas a nivel espiritual, emocional y físico.
En la Biblia, que es un manual de vida, el cual contiene principios claves para alcanzar el éxito,
encontramos en una de las cartas que escribe Pablo, siete (7) características para lograr no solo éxito
en aquello que nos hemos propuesto, sino lograr una de los más importantes reconocimientos, la
Orden Heráldica.
Una persona puede recibir o conseguir títulos o reconocimientos, pero ninguno como aquella Orden
Heráldica, que la reciben soldados, personas en muchos casos sin rangos, pero que son exaltados a la
elevada investidura, honor y reconocimiento.
La Orden Heráldica, es el reconocimiento a un soldado veterano, que se ha conservado fiel a sus
principios y que ha demostrado, porque es digno merecedor de llevar esa dignidad; haciendo honor a
sus características como luchador avezado y un ejemplo para quienes siguen sus pasos.
¿Cómo lograr la Orden Heráldica?
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva
el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene;
ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así
que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien
golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo
sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.” (1 Corintios 9:24-27)
2. 1. La vida es una competencia y demanda preparación.
a. Comprender que la vida es una competencia para la cual debemos estar preparados, es
una carrera la cual debemos correr hasta llegar a la meta
b. Es una carrera, pero no se trata de vivirla a las carreras, con afanes y preocupaciones
c. Es una carrera que demanda paciencia, disciplina, enfoque y concentración
d. “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con
paciencia la carrera que tenemos por delante.” (Hebreos 12:1)
2. Debemos correr para ganar
a. No se trata solo de participar sino de compartir para ganar, para recibir ese tan
anhelado premio
b. Aquella filosofía que “perder es ganar” solo ha dejado frustraciones. En la práctica,
“perder es perder.”
c. En la carrera de su propia vida, cada uno debe coronarse campeón.
d. “Con Cristo somos más que vencedores.”
3. Las grandes satisfacciones demandan grandes sacrificios
a. En la vida debemos aprender a sacrificar lo bueno por excelente
b. Jamás un atleta, se perdería de disfrutar el dulce sabor de la victoria a cambio de un
deseo caprichoso y pasajero
c. “De todo me abstengo”, es un gran ejercicio de la fuerza de la voluntad, el dominio
propio y el autocontrol
d. El problemas es que muchos quieren disfrutar del privilegio, pero no están dispuestos
pagar el precio
4. Correr con un objetivo en mente y siguiendo una estrategia efectiva
a. Para ser altamente competitivos debemos definir objetivos que sea claros y adecuados,
y fijar estrategias efectivas
b. “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús.”(Filipenses 3:13-14)
c. No podemos correr “a la ventura”, “golpeando el aire.”
5. La alta competencia exige disciplina.
a. “Golpeo mi cuerpo.”
3. b. El ser humano es el resultado de las exigencias a su productividad
c. No podemos auto engañarnos, “todo lo que el hombre sembrare, eso segará.”
d. Si queremos llegar a las ligas mayores, debemos pasar el examen en las ligas menores
e. “Todas las cosas me son licitas, pero no todas me convienen.”
6. Disponer toda la capacidad humana al servicio de la meta
a. Enfocar todo nuestro potencia en el objetivo
b. Uno de los problemas de nuestro tiempo, es la mente dispersa, la falta de
concentración en el objetivo
c. El éxito y la exigencia tienen mucho más en común que solo tres letras.
7. Honrar la Orden Heráldica
a. Comprender que si no cuido mi investidura la puedo perder
b. Ganar un lugar de honra es algo que ha costado mucho, para perderlo por algo que no
vale la pena
c. Quien pierde disciplina corre el riesgo de perderlo todo
d. “El atleta no es coronado sino lucha legítimamente.”
La vida es una gran aventura, que debemos aprovechar y disfrutar; es una carrera, una competencia
que debemos saber correr. Solo los verdaderos luchadores, que luchan legítimamente son coronados.
La vida nos ofrece logros y reconocimientos; hay reconocimientos que reflejan ante todo nuestro
espíritu luchador.