El parto humano marca la culminación del embarazo y el inicio de la vida de un bebé. Consta de tres etapas: la dilatación del cuello uterino debido a contracciones cada vez más frecuentes e intensas, la expulsión del bebé a través del canal del parto gracias a contracciones uterinas y abdominales, y el alumbramiento donde se expulsa la placenta y el cordón umbilical.