Este documento es una carta de amor a la abuela fallecida, recordando los momentos felices pasados juntos, lo mucho que se extraña a la abuela y lo mucho que se aprendió de ella, así como el amor y los valores que dejó sembrados. La abuela sigue viva en los recuerdos y en cada mujer mayor que recuerda su dulce mirada y cara curtida por el tiempo.