Las selvas tropicales se encuentran en zonas cálidas y húmedas cerca del ecuador, como la Amazonia, Gabón, India y Borneo. Están compuestas de cuatro capas principales - la capa emergente de árboles muy altos, la bóveda principal, el sotobosque y el suelo - que albergan una gran biodiversidad de plantas y animales. La deforestación amenaza a las selvas tropicales y su delicado ecosistema.
Las selvas tropicales son bosques muy frondosos que crecen en zonas cálidas y húmedas. En estos bosques viven más de la mitad de las especies de plantas y animales del planeta Tierra.
Hay selvas tropicales en todo el mundo, cerca del ecuador (el Ecuador es una línea imaginaria que rodea la tierra por el centro). Así, tenemos la selva del Amazonas en América del Sur, la selva de Gabón en África occidental, y las selvas de la India y Borneo en el sudeste asiático.
La selva tropical se divide en cuatro capas, donde hay distintos niveles de luz solar, por lo que en ellas viven distintos tipos de animales y plantas. Estas capas son las siguientes: la capa emergente, el dosel, el sotobosque y el suelo.
Capa emergente: la forman las copas de los árboles más altos, que pueden llegar a medir como un edificio de 20 plantas y vivir más de 400 años. En esta capa viven águilas, mariposas o guacamayos.
Bóveda: es la capa principal de ramas y hojas, donde viven más animales porque hay más comida. Muchos de ellos se pasan el día sin tocar el suelo. Algunos de estos animales son los monos, los perezosos, los tucanes o las iguanas. Algunas plantas que viven en esta capa son las enredaderas y las orquídeas.
Sotobosque: aquí llega muy poca luz del sol y se concentran muchos insectos. En esta capa viven serpientes, ranas y felinos como los leopardos y jaguares.
Suelo: es la capa más baja y más oscura. En ella predominan los llamados “recicladores”, animales que se alimentan de hojas y madera podrida y que, a través de sus excrementos, abonan el terreno para que crezcan las plantas. Algunos de ellos son los milpiés gigantes o las cucarachas silbantes. También viven allí los osos hormigueros.
En la selva de la isla de Borneo vive la rafflesia, la flor más grande del mundo: mide un metro de ancho y huele a carne putrefacta; este olor atrae a las moscas que ayudan a esparcir el polen y a crear así semillas.
En la selva también viven pequeñas poblaciones humanas de indígenas que viven en equilibrio con su entorno, alimentándose de los animales que cazan y los frutos que recolectan.
Sin embargo, el ser humano amenaza la supervivencia de las selvas tropicales con las siguientes actividades:
- Tala de árboles para conseguir terrenos donde sembrar cultivos y pastos para el ganado.
- Tala de árboles para usar la madera en la industria.
- Construcción de presas en los ríos.
- Construcción de carreteras.