2. Técnica monocroma seca.
La sanguina es una técnica pictórica basada en una variedad
de óxido férrico llamada hematites.
Se presenta bajo la forma de polvo, barra o lápiz.
Puede tener distintas tonalidades, todas ellas en la gama del
rojo- de ahí su nombre que recuerda a la sangre-, desde el
rojo anaranjado hasta el rojo pardovioláceo.
La barra de sanguina se obtiene mezclando óxido de hierro
con goma arábiga, se presenta en forma de barra o de lápiz
de distintos tonos.
3. La forma de trabajar la sanguina es similar al carboncillo,
como presenta mayor adherencia al soporte es más difícil su
difuminado.
Las rectificaciones se realizan sacudiendo el polvo con un
trapo o goma.
Con esta técnica se puede conseguir el efecto de crear una
imagen a todo color con solo tres, la sanguina, el blanco y el
negro. Esta técnica se suele utilizar para retratos.
La sanguina aporta calidez y suavidad al dibujo por ello es
utilizado por artistas para dibujar desnudos debido a su
delicadeza.
4. ÚTILES.
Además de barras se utilizan los lápices de sanguina.
Gomas de borrar de varios tipos, goma de borrar
convencional, goma de borrar moldeable que no
erosionan el papel, goma de borrar de vinilo.
Difuminos, papel de estraza enrollado en un cilindro de
punta cónica, se limpian con una rasqueta de lija.
Sacapuntas y cuchillas.
SOPORTES.
Los papeles de textura ligeramente rugosa favorecen
el dibujo tonal: Ingres, Torreón, Canson.
Se puede usar con papel blanco o con tono; pardo, gris,
crema…
5. Llamada antiguamente sinopia –por la ciudad turca de
Sinop, de donde procedía la hematites-, fue utilizada en
principio para dibujos preparatorios de la pintura al fresco.
El trazado de sanguina era aplicado directamente sobre el
revestimiento del muro que se iba a pintar.
La sanguina se convirtió en técnica de dibujo propiamente
dicha a finales del siglo XIV; fue empleada entonces sobre
un soporte de papel, bien bajo su forma sólida –trazado
dejado por la barra de sanguina- bien bajo su forma líquida
–agua aplicada con pincel- y mezclada a menudo con otras
técnicas: plumilla, piedra negra o tiza blanca.
Las cualidades esenciales de este material son la
luminosidad y el poder ilusionista en el acabado de las
encarnaciones, que hacen de esta técnica la ideal para dos
tipos de estudio: el retrato y el desnudo.
6. La sanguina ha sido utilizada por numerosos pintores,
especialmente Leonardo da Vinci, Pontorno, Claude Lorrain,
Charles Le Brun, Jean-Honoré Fragonard, y los impresionistas
franceses Manet, Renoir, Morisot, etc,
Autorretrato de Leonardo da Vinci, 1513
7. Il Pontormo [Jacopo Carucci]
(Pontormo, 1494-Florencia, c. 1556) Pintor italiano. Alumno de Andrea del Sarto en Florencia, influido por Miguel
Ángel y después, a través de los grabados de Durero, por el estilo nórdico.
8. Francisco de Goya
Nadie fue más sordo que Goya al siglo XIX, pese a haber cumplido en él casi tres décadas y haber sobrevivido a sus
feroces guerras. Se quedó sordo de verdad cuando amanecía la centuria, pero no ciego. Y a fuerza de mirar a su aire
se convirtió en un visionario. Ese hombre cabal, lúcido y baturro gestó las pesadillas que creemos tan nuestras,
afincado en un Versalles provinciano y en una Ilustración de pueblo. La dieciochesca, acanallada España que le tocó
vivir le valió para todo y para nada. Su tozudez y brío fueron su patrimonio: con tales alforjas saltó desde su infancia
hasta la infancia de las vanguardias, que en el siglo XX lo reivindicaron como maestro.
9. Jean Honoré Fragonard
(Grasse, 1732- París, 1806) Pintor francés. Discípulo de Chardin y
de Boucher, en 1752 obtuvo el gran premio de Roma. Estudió a los
grandes maestros del Renacimiento y, en especial, a su
contemporáneo Tiépolo.
Fragonard es uno de los mayores representantes de la pintura del
s. XVIII.
10. Édouard Manet
(París, 1832 - id., 1883) Pintor y grabador francés.
Hijo de un importante funcionario del ministerio
de Justicia, Édouard Manet fue un mediocre
estudiante interesado únicamente en el dibujo.
Ante la resistencia paterna a que iniciara una
carrera artística, trató infructuosamente de
ingresar en la Escuela Naval hasta que, tras un
segundo intento fallido, su familia accedió a
regañadientes a financiar sus estudios artísticos,
que inició en 1850 en el taller del pintor clásico
Thomas Couture.
En 1868, el joven novelista Émile Zola escribió una
laudatoria recensión de su trabajo en la que
identificaba a Manet con la figura romántica del
artista incomprendido.
11. Édouard Manet
(París, 1832 - id., 1883) Pintor y
grabador francés. Hijo de un
importante funcionario del
ministerio de Justicia, Édouard
Manet fue un mediocre estudiante
interesado únicamente en el
dibujo.
Ante la resistencia paterna a que
iniciara una carrera artística, trató
infructuosamente de ingresar en
la Escuela Naval hasta que, tras un
segundo intento fallido, su familia
accedió a regañadientes a
financiar sus estudios artísticos,
que inició en 1850 en el taller del
pintor clásico Thomas Couture.
En 1868, el joven novelista Émile
Zola escribió una laudatoria
recensión de su trabajo en la que
identificaba a Manet con la figura
romántica del artista
incomprendido.